Inicio de labores topográficas en la mina de agua de San Antón.

El pasado mes de octubre se comenzaron las labores topográficas en la mina de agua de San Antón en Carmona.  En esta ocasión hemos realizado el acceso a la mina por un pozo situado en un domicilio propiedad de  José Antonio Escamilla García , que además de facilitarnos el acceso ha la mina ha colaborado con  las laborares topográficas en las que también ha intervenido el  arqueólogo municipal  Juan Manuel  Román. Se han cartografiado hasta el momento  560 metros de galería , quedando al menos, esa misma distancia para completar el desarrollo explorado hasta la fecha que se puede ampliar si se consigue superar varios taponamientos que existen al final del recorrido. Damos las gracias también a D.  Antonio Escamilla Pastrana, padre de José Antonio  por su interés y colaboración en nuestras exploraciones.

Fotos: José Millán Naranjo

Nueva punta de exploración en la Galería de Jam, en la Surgencia de Chapi.

El pasado mes de septiembre se concluyeron las actividades de exploración   de  este año en la Surgencia de Chapi tras realizar una nueva punta de exploración en el sifón S-1 y en el nuevo sector de galerías aéreas descubierto este verano que ha sido bautizado como “La galería de Jam”, en honor a nuestro desaparecido compañero. Se han explorado y topografiado varias galerías superpuestas de diferentes tamaños que acaban por converger en un gran sifón, situado en la base de un pozo de unos 12 metros de profundidad. La exploración de este nuevo sifón será el objetivo de las próximas campañas. También se ha realizado una escalada que ha permitido acceder a una nueva galería superior de pequeñas dimensiones y que teníamos la esperanza de que pudiera cortocircuitar el sifón S-1. De momento no ha habido suerte.
El desarrollo total de la cavidad ya supera los 1.300 metros y seguro que se ampliará en un futuro. Como siempre agradecer la ayuda de todos los porteadores sin los que no serían posibles este tipo de exploraciones, nos han acompañado miembros de los grupos GESUB, GES de Casares y DEPORAVEN. Las fotos son de Ricardo Tamayo y mías.

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Fotos: José Millán Naranjo y Ricardo Tamayo.

El pozo romano de la finca del Molino de Viento

Introducción:
            En este caso presentamos el  estudio de uno de los sistemas  de captación de agua  más comúnmente  utilizado en Los Alcores desde tiempos muy remotos y que paradójicamente resulta ser uno de los menos documentados en lo que al  período de ocupación romana  se refiere, entre otras causas por la intensiva reutilización de todos estos primitivos pozos, que en gran medida han sido  modificados en épocas posteriores.
La avanzada civilización  romana desarrolló en los Alcores toda una cultura  de elaboradas técnicas de captación de aguas subterráneas, que, basándonos en las evidencias, debieron ser llevadas a cabo por auténticos profesionales  “fossores”, con amplios conocimientos tanto de minería como de técnicas de  captación y aprovechamiento de veneros de agua y  que pusieron en practica un conjunto de técnicas y sistemas que se repiten de manera sistemática en todas las galerías subterráneas  estudiadas hasta ahora.
 Ya hemos tenido ocasión de explorar y documentar  una serie de minas de agua (algunas de grandes desarrollos) destinadas al abastecimiento, tanto de grandes núcleos poblacionales como de importantes asentamientos agrícolas. En este caso se trata de  una simple estructura compuesta por un pozo y una galería de captación y que, por evidencias, debió ser construido para el abastecimiento de una Villae situada  en el  ámbito rural de las Terrazas, situadas al Oeste de de la ciudad de Carmo,  zona que estuvo intensamente poblada en el Alto Imperio Romano.

Lo cierto es que  la construcción de este tipo de pozos con galerías captadoras es muy común en Los Alcores, y se han venido utilizado hasta la actualidad , pero las características tipológicas y constructivas  de la galería de captación son inequívocamente romanas, lo que sumado a otras evidencias existentes en los terrenos  anexos al pozo nos permiten situar su  construcción  en este intenso y fascinante período de “romanización” de Los Alcores.
Localización del Pozo romano de la finca del Molino de Viento


Situación y contexto arqueológico:
            El pozo se haya situado en una finca  situada a unos tres kilómetros al Suroeste del casco urbano,  frente a los terrenos que albergaron  el zoológico de Carmona ya desaparecido. Esta zona conocida  popularmente como «Siete caminos» , estuvo ocupada desde la Edad Media  por una gran cantidad de huertas y molinos que perduraron  hasta épocas muy recientes. El acceso se realiza  por una pista conocida como “Camino de los Graneros” que arranca desde la Ronda Sur,  frente al Polígono Industrial de Brenes. Las  coordenadas en “universal transversal de mercator”  son: 30S  264137,80 m. E,   4149100,80 m N. y a una altura de 199 m.
El nombre por el que se conoce a la finca “Molino de Viento”, debería aludir precisamente a la existencia de un molino eólico, cosa  muy excepcional en Los Alcores donde tradicionalmente los molinos y norias que se construyeron  fueron de tracción animal (salvo los hidráulicos situados todos en la zona del escarpe) . Hemos de decir que no hemos encontrado documentación que pueda confirmar la existencia del molino de viento citado  basándose esta nomenclatura sólo  en testimonios verbales.
Toda esta zona es arqueológicamente muy interesante por los innumerables restos romanos  que aparecen, acompañados en muchos casos por minas de agua que actualmente están en proceso de investigación. Se trata de una zona muy rica en agua subterránea y  que aparece a profundidades someras, lo que sumado a sus  excelentes condiciones para el desarrollo de la agricultura  debieron ser motivos mas que suficientes para su intensiva ocupación, tanto en época romana como en épocas preindustriales, donde sobrevino una intensiva actividad agrícola y ganadera en la zona. 
Acceso al pozo por un brocal adosado a la vivienda.
La zona donde se haya situada la finca “zona de terrazas”, esta  bien diferenciada de la Vega por sus características orográficas y geológicas pero parece claro , por los múltiples yacimientos que aparecen en la zona,  que también  estuvo intensamente poblada en época romana. Diferentes estudios realizados por algunos investigadores  parecen demostrar la existencia de una parcelación rural romana en esta zona (“ESTUDIO PRELIMINAR DE UNA POSIBLE PARCELACIÓN RURAL ROMANA EN EL TERRITORIO DE CARMO”; Manuel Rubio Valverde) 
http://www.ugr.es/~arqueologyterritorio/PDF8/Rubio.pdf
La zona de Siete caminos  se encuentra también relacionada por proximidad  con una  importante vía  de comunicación entre Carmona y Sevilla conocida como «Vereda del  Álamo» cuyos orígenes hubieron de ser al menos romanos , siendo de vital importancia durante la Edad Média  por ser el camino más corto entre ambas ciudades.
Es muy probable que los  actuales caminos, a cuyos márgenes se sitúan toda una serie de grandes fincas  fueran ya vías de comunicación romanas. La mayoría de investigadores coinciden en que las terrazas estuvieron prácticamente  despobladas hasta que se produjo el intenso período de ocupación romana de los Alcores a partir del Alto Imperio, en el siglo I de nuestra era. Siendo toda la zona ocupada por grandes Villaes y aglomeraciones dedicadas fundamentalmente al cultivo de cereal.

(APROXIMACIÓN AL MUNDO RURAL ROMANO EN EL TERRITORIO DE CARMO;  Elisabet Conlin Hayes. Alejandro Jimenez Hernández. ) 

https://www.upo.es/revistas/index.php/romula/article/view/410/358
Descendiendo al pozo que tiene una profundidad de 20 metros.
Historia de las exploraciones:
El descubrimiento y exploración de este pozo debemos de agradecérselo al actual propietario de la finca D. Roberto Beurno Reguero, que siendo conocedor de nuestras investigaciones de minas de agua en Carmona se pone en contacto con nosotros para que procediéramos a investigar su pozo, ya que piensa que pudiera ser de origen romano, en base a una gran cantidad de materiales de esta época que aparecieron durante las obras de construcción de la casa. También nos comenta que la finca actual esta construida probablemente sobre un antiguo molino y que dicho pozo estuvo equipado con una noria que ya no existe. El tema me parece sumamente interesante así que realizo una visita a la finca para examinar el pozo, y bajar la cámara de vídeo y comprobar la existencia de galerías. Efectivamente la grabación revela que existe una galería penetrable en una de las paredes del pozo así que acordamos proceder a la exploración y estudio de la misma, cosa que hacemos unos días después.
Descendiendo el pozo que ha sido reexcavado sobre un pozo primitivo más pequeño.
Descripción y estudio del pozo y la galería:
            Se trata del típico pozo de noria tan común en Los Alcores,   con unas dimensiones de 3,6 metros de largo por 1,70 de ancho y una profundidad de 20 metros. Actualmente esta cubierto por una pequeña habitación desde la que se  accede al pozo  por una trampilla en el suelo, estando equipado con una escalera de hiero para bajar a las plataformas inferiores, donde en su día se instalaron unas bombas. Existe otro acceso al pozo  consistente en un pequeño brocal adosado al muro exterior de la casa y por el que  decidimos bajar , ya que esta justo encima de la vertical de la galería. El pozo esta equipado con una bomba sumergible  y tiene  dos plataformas situadas sobre la superficie del agua donde en su día debieron de estar colocadas bombas de extracción. Nos llama la atención que en una de las paredes del pozo aparezca una única línea de mechinales (los mechinales son pequeños huecos excavados en los laterales del pozo para el apoyo de los píes) ya que el ancho del pozo no permite el descenso con esta técnica, además están justo sobre la galería. También observamos un claro cambio de textura y color de la roca en este punto que delimita perfectamente la existencia de un pozo primitivo sobre el que se excavó el pozo actual, un pozo que según las huellas  debería haber tenido  unas dimensiones muy familiares para nosotros de aproximadamente  1,50  x 0,90 m.  , que son las típicas de un putei romano.
Dos imágenes de la galería que tiene 32 metros de longitud.
La galería se abre a unos 50 cm. por encima del fondo del pozo que en el momento de la exploración estaba en unos niveles de agua de apenas 1 metro. Se trata de una galería excavada a pico de un ancho medio de 0,65 m. y un alto de 1,85 m. teniendo una sección rectangular provocada por el ataque de los techos con una herramienta plana similar a un cincel  de unos 5 cm. de anchura y estando los hastiales abiertos  con el típico pico curvo.
Presenta lucernarios excavados en el lado izquierdo, según el sentido de excavación que es hacia el interior y pegados al techo, en principio a una distancia estandarizada de unos 60 cm. pero a la mitad del pozo cambia este patrón a apenas 15 cm. La causa parece ser un estrato de roca muy dura que aparece en el techo y que se ha respetado parcialmente. Este hecho es muy habitual ya que una excavación más lenta y costosa genera normalmente menores distancias entre lucernarios. También aparecen las típicas hornacinas destinadas a albergar las vasijas llenas de aceite  con la que recargar las lucernas. Existe una primera hornacina a la entrada de la galería y otra aproximadamente a la mitad, justo antes del estrato de roca más sólido. Esto induce a pensar que la galería fue excavada en dos turnos ya que las hornacinas suelen estar excavadas al inicio de un turno de trabajo. La longitud total de la galería es de 32 metros y mantiene una dirección constante de 351 º, culmina en un pequeño venero de agua situado a media altura y que parece haber sido agrandado o barrenado, teniendo una forma sensiblemente circular. Sobre el venero vemos un lucernario que debió ser utilizado para realizar este trabajo de barrenado. Toda el agua que abastece el pozo sale de este pequeño venero y toda la zona se encuentra cubierta de concreciones calcáreas.
Arriba el final de la galería de captación donde se ha realizado un barrenado para facilitar el flujo de agua desde un pequeño venero. Abajo un detalle de los lucernarios en una zona de la galería donde aparecen muy juntos.
Conclusiones:
            Parece muy evidente que estamos ante un pozo romano reutilizado. Esto es un hecho bastante común y que venimos observando en un gran número de pozos-noria, que han sido reexcavados sobre primitivos puteis romanos y que en muchos casos no son más que lumbreras de minas de agua. Las características tipológicas de la galería son inequívocas ya que presenta las dimensiones, técnicas de  excavación, huellas de herramientas y disposición de lucernarios propios de todas las galerías romanas estudiadas. Nos llama mucho la atención  el barrenado que se ha realizado en el final de la galería para la captación del manantial, ya que no es algo habitual. Introducida la cámara en el interior del orificio no llega a verse el final del mismo y nos planteamos que tipo de herramienta pudo utilizarse para realizarlo. 
Arriba vemos una hornacina , excavada para albergar las vasijas con aceite y abajo una imagen del interior de la barrena realizada en el final de la galería.
Las galerías de captación son muy comunes en las minas de agua y suelen estar excavadas en la base de las lumbreras y con un trazado perpendicular a la galería principal, teniendo longitudes  equivalentes de entre 20 y 30 metros. La misión de las mismas es principalmente la captación de pequeños veneros o filtraciones para añadirlas al cauce principal,  pudiendo también tener funciones secundarias como el  almacenamiento de agua,  alivio de la presión de la corriente  o la decantación de sedimentos. Es el primer caso que encontramos de la aplicación de este tipo de galería a un simple pozo de agua en época romana. La labor de construcción de estas galerías debió de ser acometida por profesionales “fossores”, que aplicaron técnicas y sistemas totalmente similares. Se trata de una obra de relativamente bajo coste en relación a las largas minas de centenares de metros que existen en Los Alcores y que parece apropiada para el sustento de una pequeña Villae de carácter agrícola. Los abundantes restos romanos  aparecidos en las zonas anexas al pozo, tanto constructivo como cerámico,  confirman este hecho.

Finalmente queremos dar  las gracias al dueño de la finca, D. Roberto Beurno Guerrero por contactar con nosotros y permitirnos realizar esta exploración. También a los integrantes del equipo de exploración: Manolo Bernal, Julio Guijarro, Adrián Bustos y Antonio Gonzalez.

Mina de la Alameda de Alfonso XIII.

La plaza de la Alameda de Alfonso XIII.


El contexto histórico y arqueológico:

      La Alameda de Alfonso XIII esta situada a unos 200 metros al Oeste de la emblemática Puerta de Sevilla en Carmona, en los extramuros de la antigua ciudad en un barrio conocido   históricamente  como “El Arrabal”. En tiempos medievales fue llamada  “Plaza de Abajo”, en contraposición a la “Plaza de Arriba”, situada intramuros en lo que hoy es la Plaza de San Fernando, siendo estratégicamente importante como lugar de parada en el camino a  Sevilla  probablemente  ya desde época romana,  por lo que solía ser  ocupada por comerciantes que  ofrecían sus productos a los viajeros en improvisados tenderetes. También fue punto clave para las primeras ferias de ganado y para la celebración de múltiples actos festivos populares.

    La primitiva plaza de abajo  se organizaba  alrededor de un importante punto de agua procedente de varias canalizaciones subterráneas que desembocaban a un  gran pilar situado en uno de sus márgenes. Desde este pilar  se distribuía el agua hacia dos fuentes; la emblemática  y más primitiva Fuente de los Leones  y  posteriormente  a una nueva  una fuente de piedra situada en el extremo opuesto de la Alameda. El pilar que se conserva fue construido entre los siglos XV y XVI si bien probablemente sobre alguna estructura anterior. En cuanto a la fuente sabemos que su aspecto actual se debe a una importante remodelación realizada en tiempos del reinado de Juana I (siglo XVI) sobre una fuente más modesta.
El Pilar de la Alameda de Alfonso XIII, cuyas aguas provienen de una mina de agua de gran desarrollo y origen probablemente romano.
La remodelación más importante de la Alameda se realiza a partir del año 1929 coincidiendo con la  celebración en Sevilla de la Exposición Universal, es por esto que se realiza en el  estilo regionalista de Aníbal González, dotándola de jardines, bancos decorados con azulejos sevillanos, servicios públicos, alumbrado etc. También se construye un aljibe junto a los servicios públicos que aún sigue en uso. 
Tenemos muchas referencias de la importancia de esta plaza en tiempos modernos pero no así del importante papel que este enclave sin duda  pudo representar en épocas anteriores,  ya que las investigaciones que hemos realizado hasta la fecha parecen demostrar que las canalizaciones subterráneas que la abastecían son de origen romano. La presencia de importantes puntos de agua extramuros y junto a las puertas principales de la Carmo romana ya han sido constatadas  en el caso de la Puerta de Córdoba y este puede ser un caso similar, siempre asociado a la importante vía de comunicación que representó la  Vía Augusta y que arrancaba desde las dos puertas principales de la Ciudad. Actualmente tenemos registrada la existencia de al menos cuatro canalizaciones subterráneas que convergen en las proximidades de la Alameda siendo  dos de ellas  de origen romano, estando las otras pendientes de exploración y catalogación. 

La Fuente de los Leones presidiendo la Plaza de la Alameda.

Algunas referencias arqueológicas atribuibles a Gorge Bonsor  hacen referencia a  la existencia en la zona del Arrabal  de los restos de lo que pudo ser parte de un acueducto de origen romano del que por desgracia ya no queda ningún rastro.
  La Alameda y todo el barrio del arrabal  se encontraba extramuros de la ciudad romana y a una cota de nivel de unos veinte metros más bajo que el casco urbano de la misma  por lo que sus fuentes de agua no parecen adecuadas para su  abastecimiento , máxime cuando se han encontrado manantiales y canalizaciones situados directamente bajo la ciudad.  Algunas excavaciones arqueológicas de urgencia realizadas en la zona de la Calle Real, próxima a la Alameda, han revelado la existencia de estructuras  funerarias romanas y canalizaciones asociadas a las mismas pero esto tampoco  explica la construcción de estas minas. 
Sabemos que rodeando a Carmo existieron toda una  serie de grandes asentamientos de naturaleza rural y a los que han aparecido asociados complejos sistemas de galerías de gran desarrollo y este puede ser el caso. El agua era un elemento vital que fue utilizado para todo tipo de labores industriales y lúdicas,   de las que ya hemos hablado en anteriores trabajos realizados en importantes  enclaves  romanos situados  a lo largo de toda la colina de los Alcores.

Imagen aérea de la Plaza de la Alameda y el barrio del Arrabal, están  marcadas las dos minas estudiadas hasta la fecha, la «Mina 1», situada en la parte inferior de la foto es a la que se refiere este estudio y su trazado esta marcado en rojo estando con trazo amarillo un hipótetico trazado que la uniría con la «Mina 2» antes de los rebajes del terreno realizados  para la construcción de la Alameda. También se marca en trazo azul  el trazado del agua desde la mina a un Aljibe y al Pilar de la Alameda.


Historia de las exploraciones:

Actualmente nos hayamos inmersos en un proyecto de exploración de minas de agua  bajo el casco urbano de Carmona, ya que tenemos constancia de la existencia de una vasta red de de estos túneles,  que hasta ahora no han sido ni catalogados ni estudiados y de las que sólo existen referencias a trabes de poceros y lugareños.
La Alameda es uno de los puntos claves para estas exploraciones ya que desde ella parten varias de las galerías principales de algunas de estas canalizaciones. Los compañeros y vecinos de Carmona Antonio González Cantero y Enrique M. Peña Pérez  que colaboran con las exploraciones de la AAES me dan referencias, entre otras  de varias de estas minas,  una de ellas  situada en el interior de una antigua carpintería, en el número 6 de la Avenida de Portugal que es  propiedad de D. Felipe Rodriguez de los Santos. 
Fachada de la carpintería propiedad de Felipe  Rodriguez de Los Santos en la Avd. de Portugal.
A principios del mes de abril concretamos una visita con el propietario para la exploración de la mina que se encuentra situada en un patio a cielo abierto en la zona trasera del taller. La entrada esta elevada unos dos metros sobre el suelo sobre un cortado y el escaso caudal que brota de la mina es utilizado pata el mantenimiento de un pequeño jardín-huerta. La mina resulta tener un escaso desarrollo y esta constituida por dos galerías de morfología y estado de conservación muy desigual. Realizamos la exploración completa, un croquis topográfico y un reportaje fotográfico. La impresión es que estamos ante lo que queda de una mina que fue cortada por un talud o rebaje del terreno realizado en la zona para la construcción de la propio Alameda. Toda la zona, como pasa en otros enclaves de Carmona situados extramuros, ha sido transformada  durante la Edad Media, dándole la morfología actual de gran explanada o espacio abierto donde se organizaron  todo tipo de eventos como ferias de ganado, zocos,   lugares de rezo o esparcimiento y esto hubo de realizarse  ganado terreno a la colina. La mina que nos ocupa debió formar parte de otras canalizaciones de origen romano  situadas en la zona, probablemente como galería de aporte a una mina más grande y estas obras la dejaron aislada y “colgada” sobre un talud. 
Entrada a la mina desde el patio trasero del local.
Descripción de la mina:
La entrada a la mina esta constituida por una construcción de ladrillo y mortero que forma un pasillo de 1,50 m. de largo por 1,90 de alto  y unos 65 cm. de ancho abierta sobre el  muro de contención del talud. El revestimiento exterior de dicho muro es de factura reciente compuesto de hormigón y ladrillo rasilla, de hecho el padre de Felipe nos confirma que fue construido hace unos 30 años  para reforzar la pared que era de roca poco consistente . La construcción interna parece mucho más antigua, ha perdido parte del enlucido quedando los ladrillos vistos . En tiempos anteriores a la carpintería esto fue una vivienda , en los antiguos muros de la misma aparecen ladrillos iguales a los presentes a la entrada de la mina. La mina por tanto debió utilizarse desde siempre  para el abastecimiento de esta vivienda. Actualmente aporta muy poca agua y sólo se utiliza para riego. Felipe nos dice que desde tiempos remotos se vienen realizando  limpiezas de las galerías para mantener el flujo de agua que se ha visto mermado por sucesivos derrumbes de la galería.  Bajo la entrada a la mina y sobre el muro parte una tubería que conduce el agua recogida en una pequeña arqueta hacia unos depósitos. Traspasado el pequeño pasillo de entrada accedemos a una cámara irregular  de unas dimensiones de unos 3X4 metros , producida por derrumbes sucesivos, debido a la mala consistencia de la roca, de hecho existe un gran boquete en el techo. por el que entra la luz. Sobre las paredes se extienden una gran cantidad de raíces que han favorecido este proceso de descomposición de la roca. 

Dos imágenes de la entrada al interior de la mina a trabes  de una pequeña construcción de ladrillo.
Desde este punto existen dos continuidades posibles, una galería con dirección oeste  que presenta muy buen estado de conservación. Esta excavada a pico de hierro  curvo, se aprecian huellas de cincel plano en los techos. Tiene una sección cuadrada con unas dimensiones medias  de 1,70 m. de altura por 60 cm. de ancho, presenta una línea de lucernarios en el lado izquierdo (que es el sentido de excavación que marcan las huellas de herramientas)   espaciados a distancias de entre 60 y 70 cm. A los 20 metros concluye porque se dejó de excavar, no se aprecia el contacto con ningún manantial pero por el suelo corre un pequeño hilo de agua. Las características métricas los lucernarios y las características huellas de herramientas en hastiales y techos   indican un  origen romano. se trata de una típica galería de captación, excavada perpendicularmente a la galería principal y cuya finalidad suele ser recoger aguas difusas procedentes de filtraciones o pequeños veneros. Estas galerías suelen estar en la base de las lumbreras por lo que es probable que la entrada actual de la mina fuera una lumbrera antes de las remodelaciones del terreno.

Imágenes de la galería lateral que se encuentra en muy buen estado de conservación y culmina a los 20 metros de desarrollo.
La otra continuidad es hacia el Sur  y en este caso se trata de una galería que se ha derrumbado parcialmente  por la mala consistencia de la roca, por sucesivas limpiezas se han ido acumulando escombros en el lado derecho según se avanza y tiene unas dimensiones medias de 1,5 metros de ancho por 2 de alto. A causa de los derrumbes han desaparecido las huellas de herramientas o lucernarios. Resulta peligroso avanzar por esta galería y  hay que hacerlo con extrema precaución ya que las paredes y techos están muy descompuestos. Creemos que originariamente era una galería  similar a la anterior pero al estar excavada en unos estratos de roca muy blandos a acabo por colapsar.


Imágenes de la sala de entrada y de la galería que lleva dirección Sur, que se haya parcialmente derrumbada.


   Cuando avanzamos unos 9 metros encontramos lo que parece un pozo completamente taponado y desplazado de la galería, concretamente  en el lado izquierdo según el avance. Hay  mucho material constructivo entremezclado con arena y piedras, distinguimos algunos ladrillos de tipología medieval. Tras este pozo avanzamos otros 9 metros con una dirección similar hasta que la galería culmina en un pequeño pozo lleno de concreciones que parece un manantial, de hecho de la base del mismo parte un pequeño hilo de agua que es el que circula por la mina y  se recoge en el exterior. Desde este punto sale una pequeña y corta galería, de unos  2,5 metros y dirección este que culmina en un muro de ladrillo, los ladrillos parecen ser similares a los existentes en la obra de la entrada a la mina. En este punto culmina la exploración de la mina que tiene un desarrollo total de 43 metros.

Restos constructivos en la base del relleno  de un pozo taponado.

Conclusiones:
La tipología de la mina que se puede apreciar perfectamente en la galería que no se ha derrumbado es claramente romana. Lo que nos parece es  que se trata de una pequeña mina o uno de los sectores laterales de una mina mayor. De hecho si prolongamos  la galería desde la salida (donde esta cortada con el talud) siguiendo la dirección que lleva de 334 grados vemos que acabaría convergiendo en la esquina de la Calle Real con el Paseo del Estatuto que es justamente donde se encuentran las canalizaciones que abastecían tanto al pilar de la Alameda como a las Fuente de Los Leones, justo en este punto encontramos una nueva mina que tiene varios kilómetros de desarrollo y que actualmente esta en exploración y que es la que actualmente abastece el pilar. Las cotas de altura  similares a las que se encuentran ambas galerías podían avalar esta hipótesis. 
Invasión de grandes raíces de higuera que han favorecido el colapso de la galería principal de la mina.
Zona final de la galería principal de la mina, cerrada con un muro de ladrillo.
Como ya hemos dicho al principio de este trabajo parece que nos encontramos ante un gran sistema de minas de origen romano que abastecían a algún asentamiento situado en la zona donde hoy esta la Alameda de Alfonso XIII. Todo este gran sistema fue claramente reutilizado en épocas posteriores como delatan las diferentes reformas que se han realizado en las minas que hemos explorado hasta la fecha. En este caso concreto el pequeño sector de la mina que quedó tras los rebajes de terreno fue reutilizado para el abastecimiento de una o varias viviendas de la zona. En próximas fechas seguiremos investigando las diferentes minas que existen en la zona y esperamos con ello poder realizar un plano y estudio detallado de las diferentes galerías para ponerlas en su contexto histórico y poder elaborar alguna hipótesis sobre cual fue su funcionalidad original.
Finalmente queremos dar las gracias a D. Felipe Rodriguez de los Santos por habernos permitido realizar esta exploración.
  

Croquis topográfico de la mina.



La mina de agua de la Puerta de Córdoba.

La Puerta de Córdoba esta situada al Norte de la ciudad de Carmona y fue  uno de los principales accesos al recinto amurallado de  la ciudad desde época romana. Su construcción se remonta a la época de máximo esplendor de la Carmo romana, el en siglo I d.C. Se trata de una puerta con un importante  valor estratégico dada su extraordinaria visibilidad cuando se accede a la ciudad desde la  Vía Augusta. Quizás por eso se le dotó del carácter  monumental que tendría un «Arco del triunfo»  como un símbolo del  Imperio Romano ya que fue  decorada con columnas y con un gran  podio interior  de más de dos metros de altura.
 La puerta esta integrada en el flanco Este de la muralla defensiva , justo en el punto donde finalizaba  el Cardo Máximo y donde comienza la citada Vía Augusta, una de las  principales vías  de comunicación y de transportes  de toda la  Bética romana. Hemos de decir que la puerta original era mucho más espectacular que la actual, ya que contaba con un cuerpo superior desaparecido a día de hoy lo que le daba una altura aproximada de unos veinte metros por un ancho de unos treinta. Esta constituida por dos torreones octogonales realizados con sillares de roca calcarenítica, que originalmente estaban cerrados con tres arcos, uno central para el paso de carruajes y dos laterales para el paso peatonal. Cabe destacar que para su  construcción en época romana  hubo de realizarse un importante rebaje del terreno y el acondicionamiento de la vaguada o puerto  excavando sobre la roca  calcarenítica que lo forma
La puerta a sufrido innumerables reformas a lo largo del tiempo pero el aspecto que tiene actualmente es debido a una importante remodelación  realizada en el año 1796 por el arquitecto José de Echamorro. Mirando desde la cara externa de la puerta y a nuestra izquierda se localiza una fuente hecha de ladrillos y  compuesta por un pequeño caño y un abrevadero. Por su  tipología  podría haber sido construida o reformada con las obras realizadas sobre la puerta en el siglo XVIII.
La fuente de la Puerta de Córdoba. Foto. José Millán
 A finales del  pasado mes de marzo el compañero Angel Escamilla Aparicio, vecino de Carmona y colaborador de nuestro proyecto de exploración de las minas de agua en los Alcores,  nos informa de la existencia de una posible mina de agua  situada en las proximidades de la citada puerta y que parece ser que la alimenta. El acceso a dicha galería se encontraba en la misma fuente, en  un pequeño registro realizado sobre uno de los muros de la misma y que se encuentra en el interior de una finca. Solicitados los correspondientes permisos gestionados por Ángel realizamos una primera exploración de la galería.
Acceso al interior de la fuente. Foto: José Millán.
Accedemos a trabes de una pequeña ventana rectangular de hierro de unos 50X50 cm.  colocada en un hueco abierto sobre  uno de los muros de ladrillo de la fuente que da acceso  al interior de la estructura compuesta de un pasillo de 1,70 X0,70 m. realizado con ladrillo de tipología medieval y un enlucido muy tosco de mortero de cal. La zona superior esta cerrada por una bóveda de cañón sin enlucir. La base de la galería esta compuesta por una canalización  hecha de obra de ladrillo y mortero. Hacia la salida de las aguas  el pasillo culmina en especie de torreta circular de unos  tres metros de altura equipada con  un registro superior que esta cerrado. Esta zona ha sido restaurada o modificada porque vemos que los enlucidos son diferentes y están en mucho mejor estado, presentando incluso un revestimiento de cal hidrófugo.
Desde este espacio, que hace de colector, sale el agua por un canal hacia la fuente. Existe una antigua puerta de acceso desde la calle (zona exterior de la fuente) que esta tabicada. Desde este punto recorremos 13,5 metros llevando una  dirección de  200º, es decir al  suroeste llegando a un punto donde acaba  la  galería artificial,  conectando con el cantíl rocoso y comenzando una mina de agua excavada en la roca.

Cuerpo interior de la fuente compuesto por un pequeño torreón circular. Foto. José Millán.
Galería revestida sobre la canalización que lleva el agua a la fuente. Foto. José Millán.

La roca tiene poca consistencia ya que se trata de una roca calcarenitica con un alto contenido de margas.  En el punto de unión de la mina  con la galería existe un pequeño pozo de registro reforzado con ladrillo y rasilla moderna, esta parcialmente desprendido de la roca y entra luz  por una gran grieta existente entre esta estructura y la roca. .
La galería por la que penetramos esta excavada a pico de trazado curvo y con sentido de excavación hacia el interior, tiene  apenas  10 cm. de altura de agua y una altura inicial de 1,70 m. por un ancho de 60 cm. presenta lucernarios excavados en el lado izquierdo según el sentido de excavación espaciados  cada 80 cm. aproximadamente, mantiene un rumbo similar al de la galería precedente pero girando un poco al oeste, hasta los 205º. La sección de la galería es rectangular y los techos están abiertos con la típica herramienta plana que encontramos en otras minas estando las paredes de la galería  (hastiales)  abiertos a pico. Recorremos unos 12 metros hasta que la galería hace un quiebro a 90º donde vemos claramente que estamos en un punto de empalme de dos galerías,  ya que tras recorrer dos metros en dirección perpendicular vuelve a recuperar la dirección original y entramos en un  nuevo tramo donde las marcas de excavación, siendo las mismas herramientas, vienen hacia nosotros y los lucernarios pasan a estar en el lado contrario (derecho). La dirección de este nuevo tramo gira un poco al este a los 191º.

Imagen de un lucernario. Foto. José Millán.

Imagen de la galería de la mina de sección rectangular, se aprecia la excavación de los techos con una herramienta plana y los hastiales con pico curvo. Foto. José Millán.

En este nuevo sector de la mina  se han producido varios derrumbes de la  zona inferior, causados por la acción del agua y la poca consistencia de la roca lo que hace que los anchos de la galería aumenten en algún punto hasta casi un metro, la altura permanece más o menos constante a 1,80 metros. Desde este punto podremos recorrer 19,4 metros hasta una lumbrera taponada completamente por escombros, no obstante podemos apreciar que se trata de una lumbrera rectangular y por sus dimensiones de tipología romana. Cerca de la base de la lumbrera existe una gran hornacina excavada en la roca para depositar las vasijas con aceite con las que recargar las lucernas.

Zona de la galería donde se han producido derrumbes. Foto. José Millán.

Hornacina excavada para depositar vasijas de aceite con las que recargar las lucernas. Foto. José Millán.

Las primeras conclusiones es que estamos ante una mina de origen romano. Las marcas de herramientas, los  lucernarios, las hornacinas y el putei taponado son inequívocos en este aspecto. Desconocemos si originalmente abastecía a una fuente pública o a alguna canalización pero me inclino más por la primera hipótesis dado su lugar estratégico como punto de avituallamiento a la salida de la ciudad. La fuente actual se construyo adosada  al cantil rocoso para captar las aguas de la mina mediante una galería, no hay ningún rastro de las estructuras romanas que seguro existirían en esta zona. La tipología de la fuente y del conducto concuerda con la reforma realizada a la puerta en el siglo XVIII por lo que probablemente sea una obra contemporánea a esta y puede que una  reforma de una fuente más primitiva pero  no hemos encontrado ninguna referencia  al respecto.

Representación tridimensional de la mina.
Zona inicial de la galería de la fuente. Foto. José Millán,

En cuanto al sector de la mina explorado  hemos comprobado como esta excavada por dos equipos en sentidos contrarios,  lo que es una técnica  habitual cuando se conectan galerías, esto permite hacer las correcciones precisas en el punto de empalme, tanto de rumbo  como de profundidad.
La galería viene trazada desde  la zona del Alcazar donde sabemos que existen aljibes y manantiales , un equipo vino excavando desde ese sector y en las proximidades de la puerta otro equipo excavó buscando esta galería hasta el punto de empalme que hemos descrito. En este caso no se trata realmente de una mina de agua como tal ya que no esta siguiendo el trazado de un manantial previo sino que se trata más bien de  un acueducto cuyo  objeto es dotar a este importante enclave de un punto de agua, por desgracia la lumbrera taponada no nos ha permitido continuar la exploración pero sabemos que existen más puntos de acceso (lumbreras)  situadas entre este punto taponado y el Alcazar. Vamos a realizar gestiones para intentar acceder a la mina por alguno de estos puntos y completar su exploración y topografía. Acompañamos este artículo con una foto de satélite de la zona donde se dibuja el trazado de la mina y una representación tridimensional de las galerías topografiadas.

Superposición del trazado de la mina a la foto de satélite.

Damos las gracias a Angel Escamilla por hacer de mediador en esta exploración y a los propietarios de las fincas anexas a la fuente por permitirnos el paso. Los trabajos topográficos han sido realizados utilizando un DIXTO (medidor electrónico mediante láser), y todo el trabajo de exploración y topografía por Julio Guijarro y José Millán.

La cueva del tabaco o de Marileche,

La cueva del Tabaco o de la Marileche se haya situada en el barrio carmonense del Almendral, por su situación se trata de  una cavidad conocida popularmente, aunque  no hemos encontrado referencias escritas sobre ella , sólo verbales, y siempre por parte de lugareños, la mayoría residentes en el barrio señalado. Las primeras referencias sobre esta  cueva nos llegaron por parte de D. Ángel Escamilla Aparicio, vecino de Carmona y colaborador en la exploración de minas. Ángel nos comenta que se trata de una cueva de gran longitud, con varios lagos y de origen desconocido, lo que evidentemente despierta nuestra curiosidad. Parece que algunos pensaron que debió  ser  una cueva utilizada  para secar el tabaco, de ahí su nombre,  también nos dicen  que hace algunos años existían   entradas a la cueva  desde el mismo barrio del Almendral y  que fueron tapadas. Ángel nos comenta  que la entrada a la cavidad, situada en el escarpe, fue dinamitada hace años  para intentar taparla, pero que se podía acceder a ella entre los bloques. Hemos de decir, para situarnos,  que dicho barrio se haya situado en la zona sur de Carmona, justo encima del escarpe rocoso que  da paso a la Vega, se trata de  una barriada edificada a principio de los años 90.

Foto satélite de Carmona donde se señala la localización del barrio del Almendral donde se encuentra la cavidad.
Sabemos que en  la zona del escarpe donde se encuentra la cueva existen una serie  de covachas que hace  tiempo estuvieron habitadas. Tanto en la zona donde hoy esta la barriada como en la ladera hacia la Vega han aparecido innumerables vestigios de asentamientos y necrópolis que abarcan del  calcolítico a  la época romana. La zona esta también asociada por proximidad  a un importante e histórico enclave arqueológico carmonense conocido como Campo Real. 
El pasado mes de marzo realizamos una  primera inspección de la cavidad acompañados por Ángel que nos lleva hasta la entrada que es de difícil localización. Lo primero que nos sorprende son sus características, ya que pronto comprobamos que no era una cavidad natural sino una mina excavada sobre materiales muy blandos. Igualmente nos sorprende no encontrarnos las características huellas de picos de hierro propias de las minas alcoreñas   sino las  de una especie de azada  de unos 9 cm. de ancho y con la que claramente se han abierto todas las galerías. Entendemos que esta debe ser la herramienta más adecuada dada  la poca consistencia de la roca arenosa.
Zona de entrada a la cavidad desde el cantil rocoso. Foto: José Millán.

Acceso a la mina por una pequeña galería entre derrumbes. Foto: José Millán.
La entrada a  la cavidad esta situada sobre  el cantil rocoso y  en una zona que no tiene un acceso muy cómodo, se trata de  una  pequeña cueva de aspecto natural por la que tras avanzar unos metros entre bloques  de derrumbe  se alcanzan las galerías de la mina. Toda la zona de entrada se encuentra en un estado algo precario, estando constituida por  la parte superior de la primitiva galería, que en esta zona esta completamente enterrada bajo escombros.
Las galerías tienen un tamaño medio de 3 metros de ancho por dos de alto, aunque en algún sector llega a alcanzar los cuatro metros de anchura.  Apreciamos como las galerías  están dispuestas formando una especie de enrejado formado por galerías paralelas  de entre 25 y 30 metros de longitud y con con una orientación similar  de entre 60 y 70 grados respecto al norte.  En algunas zonas se ha producido el derrumbe de los techos en parte favorecido por la invasión de raíces y es necesario superar estrechos pasos entre los escombros. De estas  galerías principales salen a distancias de unos seis metros  galerías perpendiculares a derecha e izquierda de entre 6 y 3 metros de longitud. Las galerías principales están conectadas entre sí por galerías más pequeñas. Todas las galerías han sido excavadas con azadas. En el lateral de una de las galerías aparece una pequeña gatera que da acceso a  un pozo de unos 9 metros y  que  parece tener una función de ventilación .  El brocal superior parece estar  tapado con losas de piedra . Las dimensiones del pozo rectangular  nos resultan totalmente familiares , tiene 0,90X 1,50 m. y esta equipado con mechinales.  Se trata de un pozo idéntico a los que encontramos en todas las minas de agua  que estudiamos en los Alcores, es decir el clásico putei romano. El hallazgo de este pozo por tanto  nos hace sospechar que estamos ante una obra de origen romano.

Huellas de azadas en los hastiales de la mina. Foto: José Millán.

Azada romana muy similar a las actuales que pudo ser la herramienta utilizada.
Vista la estructura de la mina , sus dimensiones y su más que probable origen romano nos parece sumamente interesante realizar una exploración completa acompañada de un levantamiento topográfico. La función de la mina no parece otra que la de  extracción de calcarenita en un estado terroso, material que vulgarmente llamamos albero. A lo largo de las galerías se ven rocas de pequeño tamaño que han sido desechadas lo que da muestras de que sólo se buscaba el material blando que era excavado con grandes azadas como muestran las visibles huellas de la pared. La forma de enrejado parece producida porque se fueron siguiendo las betas de material blando entre la roca más compacta. Localizamos algunos fósiles propios de esta roca en las paredes de la mina, pequeñas conchas de moluscos bivalvos. También encontramos una gran hornacina excavada en la pared con la misma herramienta de excavación y que debe estar relacionada con la iluminación de la mina, quizás para depositar una vasija con aceite para recarga de lucernas.
Entre la roca aparecen fósiles de bivalvos. Foto: José Millán.
Hornacina excavada en la pared que pudo ser utilizada para albergar una vasija de aceite con la que recargar las lucernas. Foto: José Millán.
Una de las galerías principales o «calles» de la mina, en el suelo se aprecian pequeñas rocas que han sido desechadas en la excavación. Foto. José Millán.
Pozo de tipología romana fotografiado desde su base y situado en uno de los laterales de la galería de la mina. Foto: José Millán.
Una vez avisada  a la delegación de patrimonio del  Ayuntamiento de Carmona  del  descubrimiento y de la importancia que podía tener volvemos a la cavidad  acompañados por el  arqueólogo municipal D. Juanma Román, que inspecciona las galerías de la mina e identifica las estructuras excavadas  y algunos restos cerámicos como de origen romano. Juanma nos indica que la mina tiene una justificación evidente ya que   el albero fue un material muy utilizado en la construcción de la primitiva ciudad de Carmona, tanto para  los turdetanos como para  los romanos posteriormente. El albero era  la base principal  de los ladrillos de adobe, mucho más baratos que los de barro y  profusamente utilizados en todo tipo de construcciones  y también la materia prima para  la construcción de los muros de tapial que eran realizados mediante encofrados de madera y albero compactado. Una gran parte de los edificios realizados en la Carmona romana fueron levantados en gran medida  con este  tipo tapial.

En algunas zonas las raíces han provocado derrumbes. Foto. José Millán.
Se han realizado  varias salidas topográficas a la mina que finalmente ha alcanzado un desarrollo total de 513 metros, estando formada por un total de ocho galerías principales o “calles” interconectadas entre sí. Su desarrollo original debió ser mayor ya que algunos sectores son inaccesibles por derrumbe. Creemos que pudo tener varias salidas al exterior ya que en el cantil se localizan varias entradas que están tapadas a los pocos metros. Pensemos que todo este cantil ha sufrido grandes modificaciones y derrumbes de manera natural o intencionada. En las proximidades del cantil también hubo de existir un sistema de infraestructuras y caminos para procesar el material extraído y transportarlo a la ciudad. Creemos que todas las covachas localizadas en esta zona pudieron ser  entradas a galerías de extracción de albero.También se ha localizado un segundo pozo o pueti totalmente colmatado por sedimentos y situado al final de una de las galerías principales.

Representación tridimensional de la mina.

A efectos descriptivos hemos dividido la mina en tres sectores:
Un sector central, más accesible y claramente más visitado por lo que es el que esta más deteriorado. Esta compuesto por cuatro de las ocho calles que forman la mina. En este sector encontramos el pozo de ventilación que según la topografía se encuentra en mitad de una de las calles de la barriada, entre dos portales. Su situación lo convierte en un posible punto de acceso a la mina, más seguro que la entrada desde el cantil.
Otro sector de dos calles situado al norte y al que se accede por unas pequeñas gateras entre derrumbes, este es un sector donde vemos que las galerías principales son más anchas, llegando a los cuatro metros y que probablemente conectaría con un nuevo sector inaccesible porque esta completamente colapsado.  En esta zona ha habido grandes derrumbes, quizás provocados por las obras de construcción de las casas que están justo encima sumado a  que la roca es muy poco consistente
El último sector esta al sur y se accede desde casi la misma entrada por unas gateras, es el sector mejor conservado ya que apenas hay derrumbes, quizás porque  la roca tiene una consistencia algo mayor que en el resto. Es en este sector donde encontramos el segundo pozo completamente taponado. No hay evidencias de continuidad de esta zona hacia el sur.

Zona final del sector central  donde se ha formado un pequeño charco por agua infiltrada. Foto José Millán.
Zona final del sector Sur que es el mejor conservado y  donde se aprecian  dos galerías laterales y perpendiculares que son de corto desarrollo y que siguen las betas de material blando. Foto: José Millán.
Se ha instado al Ayuntamiento a que se interese por esta mina y sea protegida dada su importancia y antigüedad. El hecho que esté  situada bajo una barriada creemos que  hace  más necesaria  esta conservación, ya que un colapso de estas galerías, que son de gran volumen, podría afectar a la estabilidad de los edificios que hay encima. Por otro lado es una mina muy peculiar por el tipo de material extraído no teniendo constancia de que existan minas similares en la zona, al menos que hayan sido estudiadas. Creemos necesario un estudio a fondo de toda la zona y determinar si realmente existieron una sucesión de explotaciones subterráneas similares como parecen indicar las covachas que aparecen a lo largo del cantil, Próximamente publicáremos una topografía detallada de la cavidad junto con estudio  más extenso sobre esta mina.

Superposición de la mina a la foto de satélite donde se aprecia la estructura de enrejado.
Los trabajos topográficos de la mina han sido realizados por Julio Guijarro  y por mi,  utilizando  un DIXTO, el procesamiento de los datos ha siso realizado por Julio.
Agradecemos la colaboración de Ángel Escamilla que nos ha mostrado la mina y la participación del arqueólogo  del Ayuntamiento  Juanma Román. También agradecer la colaboración  del geólogo Antonio Gonzalez Cantero, vecino de Carmona y colaborador de nuestro proyecto de exploración de las minas carmonenses.
que 

La mina de agua de la Huerta de Don Marcos.

 

Galerías iniciales de la mina que tiene una sección muy característica por estar excavada sobre un gran protoconducto freático 

                 El pasado mes de Febrero fuimos invitados por nuestro compañero Pancho Gamero, investigador entre otros temas de las antiguas estructuras  hidráulicas cordobesas,  a visitar una interesante mina de agua situada en un singular paraje cercano a Córdoba conocido como Huerta de Don  Marcos.  La huerta de Don  Marcos se haya situada a unos tres kilómetros al  noreste de Córdoba, cerca del Barrio Naranjo, es un lugar con una historia realmente interesante que la ha convertido en uno de los lugares de culto en relación a  la figura del conocido escritor cordobés Luis de Góngora.

              La historia conocida del lugar se remonta al año 1.275  por referencias al que fuera en ese momento señor de esta hacienda ,un  canónigo cordobés llamado Don Marcos. En aquellos tiempos ya existía en el lugar un importante molino de aceite y una huerta , abastecidos  por las aguas de un caudaloso manantial que nacía bajo la propia hacienda  y que iba a desembocar al Arroyo  Pedroche, situado en las proximidades.
Tras la  muerte de Don Marcos la huerta pasa a ser propiedad del Cabildo de Córdoba que la arrienda sucesivamente durante siglos. Entre los arrendatarios de la huerta figura el ilustre escritor Luis de Góngora,  que disfruta de la huerta  hasta el año 1.615. Se cree que  Góngora escribe algunas de sus mejores obras en este sitio al que acudía a inspirarse y retirarse de la vida pública , entre ellas  una de sus historias más emblemáticas “Polifemo y Galatea”.

Localización de la Huerta de Don Marcos.

Aspecto actual de la Huerta de Don Marcos, la mina de agua se haya situada en un rebaje del terreno  bajo el edificio que se ve en primer término , sobre las huertas que se encuentran en la zona inferior. de la finca al fondo. Foto: José Millán.

       Se sabe desde siempre que las aguas que riegan la Huerta surgen de una canalización subterránea o mina de agua y es muy probable que el origen  de esta mina se remonte a épocas muy anteriores a la Edad Média , concretamente al siglo I de nuestra era, ya que pudo ser una de las fuentes del acueducto conocido como “ Aqua Nova Domitiana Augusta”,  construido por orden del emperador Domiciano para paliar  las crecientes necesidades de agua de la Corduba romana, abastecida hasta entonces por otro gran acueducto,  el “Aqua Betus” o acueducto de Valdepuentes. Se conservan algunos restos del Aqua Nova Domitiana Augusta  junto al Arroyo Pedroche, a unos 200 metros al este de la Huerta  que ya   fueron documentados en el  año 1.760 por Francisco Ruano en su “Historia General de Córdoba” El acueducto disponía de cuatro ramales con una longitud aproximada de 13,2 kilómetros.  Se cree que  uno de estos ramales proviene de un gran depósito o cisterna situado  junto al llamado Castillo de Maimón y del que se conservan algunos restos,  muy  cerca de la Huerta de Don Marcos. Los ramales del  acueducto estaban constituidos por canales rectangulares de 40X60 cm.  hechos de opus caementicium (cantos rodados ligados con cal) discurriendo de manera superficial hasta que en las proximidades de Corduba se unían todos en una sola conducción de 90X60 cm. elevada unos seis metros sobre el suelo.

En la foto superior se ve el acceso a la mina de agua y abajo el aspecto de la galería inicial completamente revestida con mampostería y un tosco enlucido. Fotos: José Millán.

           El acceso a la mina se realiza por una pequeña puerta abierta en una pared  situada bajo el cortijo, en un rebaje del terreno. Las aguas alimentan una alberca que parece  de factura medieval y luego circula hacia unas  terrazas donde están las huertas y los restos del molino. Los primeros metros de la galería  están formados por un conducto revestido de unas dimensiones de  1,80X0, 70 m. aproximadamente, las paredes  están realizadas con mampostería y algunos  ladrillos intercalados, cubierto con un tosco  enlucido de mortero bastardo. La cubierta de la galería esta formada por grandes losas de piedra labrada. Tras unos metros la galería cambia, estando revestida solo por la zona inferior donde se ha creado una canal que parece hecho con ladrillo y mortero. La zona superior de la galería esta excavada en una roca característica del subsuelo de Córdoba compuesta por un conglomerado de calcarenita, arenas y grabas, la llamada Biocalcarenita Miocena cordobesa. Encontramos una primera lumbrera o registro rectangular de unos 0,90 cm. de lado completamente revestida con grades piedras labradas. Tiene una profundidad de unos cinco metros.

Arriba aspecto de la la galería inicial excavada en conglomerados y revestida en la zona inferior formando una canal. Abajo se puede ver una lumbrera o registro completamente revestida con piedra labrada. Fotos: José Millán. 

       Tras este primer tramo que mide unos treinta metros llegamos a un hueco abierto entre formaciones calcáreas de forma alargada que  tiene aproximadamente  1 metro de alto por unos 50 cm. de anchura y  da  acceso a la mina propiamente dicha. Lo primero que observamos es que esta claramente excavada sobre un protoconducto freático . El  primer tramo de galería que hemos recorrido anteriormente parece claramente  posterior a la mina original. Tanto los materiales de los revestimientos como la forma de excavación  hasta la mina sugieren que debe ser una remodelación hecha en época medieval, puede que de época árabe o del siglo XIII, que es cuando hay constancia del primer uso de la huerta y del molino. La continuidad original de la galería a favor de las aguas  (al menos de la galería freática)  se encuentra  cegada a los pocos metros.

Arriba vemos un lucernario típico completamente cubierto por concreciones calcáreas, abajo vemos el acceso desde la galería revestida a la mina un paso entre formaciones. Fotos: José Millán. 

            La forma en que ha sido excavada la mina parece similar a la de las minas de agua romanas estudiadas en Los Alcores ya que el sistema ha sido seguir el trazado  del protoconducto ,que  queda en el techo,  reexcavando la zona inferior  a un ancho estandarizado de unos 60 cm. (dos pies romanos)  que es algo menor que la del protoconducto,  dando a la galería una sección muy peculiar pero que que nos resulta familiar por comparativa con otras minas similares. En los primeros metros encontramos dos galerías superpuestas, la inferior esta  claramente excavada artificialmente  y tiene  de apenas 90 centímetros de altura, la de arriba es  el protoconducto. Tras unos 10 metros  ambos conductos se unen en uno sólo. Este hecho podría estar  relacionado, bien con el encauzamiento de las aguas para desviarlas de su cauce natural  o bien por  algún sistema de frenado o represamiento de las aguas. Localizamos algunos lucernarios espaciados a distancias de varios metros y en algunos puntos se aprecian las marcas de picos que parece el clásico pico romano de punta curvada. En el principio de la mina encontramos las únicas bifurcaciones, la primera es una  galería que sale a nuestra  derecha de unas dimensiones aproximadas de   1,50X0, 60 m. y con bastante agua, que tras unos veinte metros culmina en un sifón y que  no parece excavada a favor de ningún protoconducto  previo. La galería esta cubierta por concreciones calcáreas y conserva las marcas de los  picos de hierro  y  los lucernarios  espaciados cada metro aproximadamente. No tenemos muy clara la funcionalidad de esta galería para ello habría que concluir su exploración superando el sifón, podría ser una galería de decantación de limos  o simplemente la continuidad original de la mina. Realmente podría funcionar como galería decantadora de manera similar a  las que existen en otras minas, que no es más que  una galería de corto desarrollo perpendicular  a la principal y destinada a acumular los limos y arenas que arrastra el agua. Estas galerías siempre estaban combinadas con una sistema de frenado de las aguas previo por lo que se encuentra en un lugar adecuado para ello.

Arriba aspecto de la galería en sus primeros metros, claramente excavada a favor de un protoconducto de origen  freático . El lecho se ha reexcavado a un ancho inferior a la galería freática lo que produce un caracteristico escalón sobre el que se han acumulado sedimentos. Abajo una pequeña galería lateral, que culmina en un sifón y que podría ser la continuidad original de la mina. Fotos: José Millán.

   
         La galería principal de la mina es espectacular, en principio tiene unas dimensiones normales de 1,60 X 0,60 m., como ya hemos apuntado los laterales están  reexcavados formando unos escalones sobre los que se han amontonado sedimentos, sobre las paredes y techos se han formado bonitas  concreciones calcáreas. La curiosa morfología, la textura de los materiales formados por conglomerados y los recubrimientos calcáreos dan una espectacular belleza a estas galerías. Esta peculiar morfología con escalones laterales  ha hecho innecesaria en gran medida la excavación de lucernarios ya que las  lucernas han podido colocarse fácilmente sobre los escalones formados en los hastiales (zonas laterales de la galería), no obstante encontramos algunos que tienen  dimensiones y características similares al resto de minas romanas que hemos estudiado. Como suele ser habitual en este tipo de minas la galería va ganando altura progresivamente. Esto es debido a la tendencia ascendente del protoconducto, ya que el lecho de la mina esta excavado prácticamente sin pendiente  (se buscaba una circulación lenta del agua  que no provocara desgaste ni arrastre de limos). Esto hace que  las alturas alcancen en algunos  puntos los seis o  siete metros. La anchura de la zona excavada en el lecho de la galería se mantiene entre los 50 y 60 cm. si bien la anchura de la zona central del  protocoducto  es mucho mayor, en algunos puntos de   casi tres metros. El lecho de la galería es ligeramente ascendente pero esto es debido a la  acumulación de concreciones escalonadas que llamamos gours, estos se han generado por una circulación lenta de las aguas. No hay señales de que los niveles de agua hayan sido en ningún momento muy altos, es una mina donde claramente no se ha producido acumulación de columna de agua (como en otras estudiadas en los Alcores), sólo ha existido una circulación constante. No obstante los materiales extremadamente porosos formados por los conglomerados sobre los que se ha excavado la galería hubieran impedido en gran medida esta función de almacenamiento. Recordemos que esta mina era probablemente utilizada para alimentar un acueducto por lo interesaba una circulación constante y sin retenciones.

Dos aspectos de la galería principal de la mina, donde se aprecia claramente la existencia de un gran protoconducto  freático que ha sido parcialmente reexcavado, Se aprecian perfectamente los diferentes estratos de roca, combinación de calcarenita con conglomerados. Fotos: José Millán.

        La galería esta equipada con lumbreras que llevan un patrón de espaciamiento de unos 15 metros, salvo en un par de casos que se va a 30 metros. El patrón de 15 metros puede corresponder en unidades romanas a 5 pérticas (1 pértica =2,96 m.). En los Alcores hemos encontrado estas medidas en minas construidas en el siglo I.  Las lumbreras son totalmente típicas, de sección rectangular de 1,30X0, 90 m. aproximadamente y están equipadas con mechinales para el apoyo de los pies, algunas tienen profundidades de casi  30 metros. La mayoría de lumbreras están excavadas desde el lecho de la galería hacia arriba, que es el sistema habitual cuando se reexcava un gran protoconducto. No obstante hemos encontrado una lumbrera que por su orientación sobre la galería parece excavada desde arriba, puede que sea una lumbrera de prospección por la que en una primera fase se localizara el protoconducto. Estos sistemas de excavación de lumbreras son totalmente similares a las minas de los Alcores en los sectores donde se han reexcavado grandes galerías naturales. Las lumbreras son ciertamente curiosas porque presentan  una textura de roca extraordinariamente lisa, hemos llegado a pensar que pudieran estar revestidas con mortero de cal, como algunas zonas de la galería, pero probablemente se deba a la combinación de diferentes estratos de roca propios de la biocalcarenita  formada en gran medida por pequeños  cantos rodados procedentes de corrientes fluviales unidos con una matriz arenosa. En algunas zonas de la galería estos materiales están muy sueltos y se descomponen al tocarlos, lo que resulta ciertamente peligroso sobre todo en la zona final explorada.

Arriba se ven dos lumbreras rectangulares típicas en las minas de origen romano, la mayoría parecen excavadas desde la galería hacia arriba. Foto: José Millán.

         El único revestimiento encontrado en este sector de la mina es una pequeña bóveda de ladrillos que parece estar tapando una lumbrera fallida, es decir , una lumbrera que se comenzó a excavar y por malas condiciones del terreno se abandonó, tapándola posteriormente con esta bóveda posiblemente para evitar caída de materiales a la galería. Los ladrillos están colocados de una manera algo arbitraria estando algunos colocados incluso de cara y no de canto como es lo própio de una bóveda de medio punto.
No hemos podido hacer une estudio tipológico  de los ladrillos porque se encuentra a una altura considerable sobre el suelo pero aparentemente podrían cuadrar dentro de un modulo  romano.

Detalle de una bóveda de ladrillo que parece tapar una lumbrera fallida. Foto: José Millán.

      El desarrollo total que podemos recorrer es de unos 700 metros hasta una lumbrera completamente taponada, existe la posibilidad de puentear este derrumbe por una lumbrera posterior, creemos que el desarrollo total de la mina podría superar el kilómetro. Las conclusiones que hemos sacado de esta exploración  son la de que estamos ante una mina de agua de origen romano y que por sus dimensiones y características debe tratarse  de gran obra pública, financiada por el Estado  y no una pequeña mina de abastecimiento de una colonia o Villae, lo que cuadra con que fuera parte del abastecimiento de un gran acueducto. Si  se confirma su relación con el acueducto Aqua Nova Domitiana Augusta, debería de tener una cronología similar a su construcción, es decir sobre el siglo I. Las características constructivas son similares a la de las minas romanas que existen en Los Alcores Sevillanos que también fueron construidas en un período cronológico similar y ya vamos comprobando como también son comunes estas técnicas en las minas de agua construidas en general en toda la zona de la Bética romana.
Parece que la mina fue modificada en su último tramo para derivar las aguas hacia la Huerta de Don Marcos,  sin poderse determinar si fue durante la dominación islámica o en época cristiana ya que no existe documentación al respecto antes de la fecha citada del 1.275.  En definitiva los valores patrimoniales e históricos de esta mina son extraordinarios por lo que debería instarse a su conservación, evitando las agresiones que ya ha sufrido por el taponamiento de alguna de sus lumbreras.

Arriba dos imágenes de la zona final de la galería antes del taponamiento, excavada totalmente en conglomerados. Foto: José Millán. 

Queremos dar las gracias a D. Diego Navero Navero, dueño de la finca y que nos ha permitido el acceso. Los integrantes de esta exploración han sido: Pancho Gamero, Eugenio Belgrano, Antonio Melero Godoy, David Blanco Barcala, Cristian Rubiales, Manuel Martorell Martínez y José Millán. y especialmente dar las gracias a Pancho Gamero por la invitación y por darme datos sobre la zona y la mina para poder confeccionar este artículo.

Nuevas exploraciones de la zona final del sector Norte de la mina de agua de Alcaudete.

La galería principal de la Mina de agua de Alcaudete a la  que hemos llamado Galería Norte, culmina en un taponamiento por derrumbe a unos 800 metros del inicio de la mina.  Sabíamos que la galería probablemente habría de seguir tras este taponamiento y que debían existir  lumbreras más adelante, dentro de los terrenos de  la explotación agraria Viñas Viejas. Tras entablar contactos con el propietario de estos  terrenos el señor Felipe Blazquez, que ya nos había permitido la exploración de las lumbreras de una de sus fincas, tiene también la deferencia de ponernos  en contacto con los encargados de dicha explotación con los que concretamos la inspección de varios pozos que según sus propios testimonios han de pertenecer a la mina. Realizamos la primera de las exploraciones en una  lumbrera situada a unos 70 metros al noroeste del taponamiento de la galería principal. La lumbrera  esta cubierta con un pretil de hormigón prefabricado y equipada con una escalera metálica de registro  ya que tiene instalado un sistema de bombeo de agua,  tiene una profundidad de 13,7 metros, pero la profundidad real ha de ser de unos 15 metros debido a un cono de escombros y una especie de represa que ha elevado el lecho de la lumbrera. 
Lumbrera situada dentro de la finca Viñas Viejas, la parte superior ha sido  cerrada con un pretil de hormigón. Foto: José Millán. 
Interior de la lumbrera de acceso a la mina dentro de la finca Viñas viejas equipada con una escalera y un sistema de bombeo de agua.
Comparando las cotas del terreno con la profundidad de los pozos de toda la mina comprobamos que en términos absolutos esta es la galería más profunda de la mina, unos tres metros, y por algunas evidencias que luego comentaremos ha de ser el último sector construido de las galerías principales. Se trata de una lumbrera típica de sección rectangular  y que no esta alineada con la galería principal  que lleva una dirección noroeste-suroeste. De su base  parte también  un ramal  lateral que se desarrolla hacia el este, es  una galería de poca altura  que esta  casi inundada. Los escombros acumulados hacen que tengamos  que acceder a la galería principal por un pequeño hueco .Tomamos primero  por el ramal  que tiene  dirección suroeste, que es el rumbo hacia el taponamiento al que habíamos llegado en la mina principal. Entramos en una galería de unas dimensiones medias de 0.60 X 1, 30 m. y unos 20 cm. de altura de agua. Por antiguas marcas de niveles el agua ha circulado a  más de un metro por encima del actual. Recorremos unos nueve metros hasta que la galería da un quiebro a 90º. Encontramos los típicos lucernarios espaciados a distancias de entre 60 cm. y 1 m. y  las habituales  hornacinas excavadas para depositar  las vasijas de aceite. Vamos en sentido contrario a las señales de excavación y  tras unos cinco metros la galería vuelve a dar un giro de 90º recuperando el rumbo que llevaba, en esta caso este quiebro parece destinado al empalme de dos galerías ya que tras el último quiebro el sentido de excavación se invierte.

Topografiando en un cruce de galerías en el sector que se desarrolla hacia el suroeste, es decir hacia el taponamiento de la mina principal. Foto : José Millán.
Ya vamos viendo, como en otras ocasiones,  que estamos en un sector excavado por diferentes equipos que iban siguiendo un venero de agua (las galerías tienen trazados sinuosos e irregulares que es el resultado  de seguir estos veneros). Recorremos otros 9 metros y llegamos a otro quiebro donde encontramos  una galería cegada con piedras procedentes de la excavación. Estas galerías cegadas son típicas en los sectores de prospección donde se iban siguiendo pequeños veneros que si resultaban  estériles o iban en un rumbo inadecuado  se cegaban . Tras este quiebro recorremos un tramo de 13 metros en una dirección constante y recta, parece una galería de conexión entre dos sectores  y efectivamente conectamos con un sector algo distinto que tiene  unos 40  metros de desarrollo y un trazado muy complejo  donde se abren varias galerías de corto desarrollo  a derecha e izquierda. 
Galería cegada con piedras resultante de un cambio de dirección o de venero. Foto: José Millán.
  Los sentidos de excavación marcados por los picos parecen mostrar  diferentes equipos excavando en sentidos contrarios y uniéndose en zonas de empalme, alguna de las galerías conectan con pequeños veneros naturales otras parecen venir de algún pozo cegado a día de hoy porque el sentido de excavación es desde la zona cegada hacia la galería que llevamos. En algunos sectores es visible un conducto freático previo en el techo  y se aprecian  marcas de niveles de agua muy altos respecto a los actuales.
Imagen de galería donde se aprecia lo que parece un conducto freático previo en el techo y los niveles de agua mucho más altos que el actual . Foto: José Millán.
Tras superar toda esta zona alcanzamos una especie de colector formado por una cavidad natural de unos dos metros de altura por lo mismo  de ancho de la que parten dos conductos naturales ascendentes y que tras unos metros se taponan, vemos señales de picos que indican excavación desde estas galerías hacia donde estamos por lo que deducimos que ha de haber una lumbrera cerca pero cegada. De este cruce parte una galería con dirección suroeste que tiene un trazado irregular porque va dando quiebros para seguir el venero y  que tras unos veinticinco metros culmina en un taponamiento. Hemos avanzado siempre en contra del sentido de excavación y estamos en este punto a unos 10 metros del último punto explorado en la galería Norte por lo tanto estamos en la zona de unión y donde esta el gran derrumbe que nos impidió continuar desde el otro lado. Cabe destacar que no hay lumbreras visibles en todo este sector pero sí hay galerías que parecen venir de ellas por lo que pensamos que estas se excavaron y luego quedaron completamente cegadas tanto las lumbreras como las galerías de empalme con la galería principal. Se trata de lumbreras excavadas desde arriba y desde las que se buscó la galería que va siguiendo el venero principal, ya hemos visto casos así en otros sectores de la mina. La conclusión es que este es el típico sector de galerías donde se excavaba buscando nuevos veneros que añadir a la mina. En estos sectores las lumbreras se excavan previamente y desde la base de las mismas se van siguiendo y buscando  los veneros que luego se unen entre sí. Es normal que alguna de estas lumbreras estén desplazadas o fuera de la galería principal y se hayan cegado con posterioridad.
            
En esta superposición de la mina a la foto aérea se observa el sector taponado en la galería Norte y el trazado irregular de las galerías tras la zona taponada debido a que son galerías de prospección excavadas buscando nuevos veneros de agua que añadir a la mina. A la derecha esta marcada la lumbrera de acceso desde la finca Viñas Viejas.
Volvemos al punto de partida e  intentamos explorar el  ramal lateral que toma  dirección este,  pero esta casi sifonado, además en la galería aparece  flotando el cadáver de un conejo en descomposición, así que desistimos. Se trata de una  galería de pequeñas dimensiones que parece un ramal de captación de algún venero y no debe ser muy larga. Optamos por seguir la galería principal que sale en dirección noroeste, se trata de una galería de poca altura, 1,10 m. y un ancho estándar de unos sesenta centímetros, la particularidad es que tiene casi un metro de altura de agua y una longitud en línea recta de unos 30 metros, hay que superarla casi totalmente sumergido, vamos a favor del sentido de excavación según las marcas de picos y hay lucernarios pegados al techo y a distancias regulares de entre 50 y 70 cm. en algunos puntos se aprecian las marcas del hollín de la llama de las lámparas y hay concreciones calcáreas en el techo y algunas zonas de la pared, por su trazado no parece una galería excavada a favor de un venero es una galería de conexión destinada a unir dos  sectores de la mina.

Galería totalmente recta de 30 metros de longitud que une dos sectores de la mina. Foto: José Millán.

Supera esta zona se eleva la altura de la galería hasta los 1,90 metros y tras un par de quiebros que parecen una zona de empalme de dos sectores  y recorrer unos 20 metros alcanzamos una lumbrera similar a la anterior, tanto en morfología como en profundidad. Del lateral de la lumbrera sale una galería con dirección suroeste y al frente sigue la galería principal con dirección noroeste. Dejamos de topografiar porque se nos hacía tarde  y avanzamos unos metros para comprobar la continuidad de la mina. La galería va aumentando progresivamente su altura hasta los 3,5 metros apreciándose en el techo un conducto freático preexistente. En este sector la mina sigue el trazado de una gran venero natural que se ha reexcavado en profundidad  para mantener el nivel de circulación de agua sin pendiente, las lumbreras están excavadas desde abajo y están espaciadas a una distancia muy superior al de otros sectores de la mina, 52 metros. Creemos que esta distancia puede obedecer en medidas romanas  a un actus y medio, es decir 34,8m.+17,4m.= 52,2 m. Esto supone un cambio de criterio importante en el espaciamiento de pozos que en las primeras fases de la mina es de 17,7 m.= ½ actus. Hemos observado que en  los sectores claramente más modernos de la mina se aumenta el espaciamiento de lumbreras y este creemos que es el último en ser construido. Quizás se mejoraron los sistemas de extracción de escombros por las lumbreras con el desarrollo de sistemas de poleas o grúas y esto provocó este cambio de patrón.

Zona donde la galería alcanza los 3,5 metros de altura y donde se precia un gran conducto freático previo en el techo de la galería. Foto: José Millán.

Tras esta primera exploración concretamos una segunda visita con objeto de concluir la exploración y  topografía completa de este sector pero en esta ocasión decidimos descender a la mina por una nueva  lumbrera abierta situada a unos 210 metros al noroeste. Esta lumbrera es totalmente similar a las anteriores y tiene una profundidad de 16 metros, un metro más profunda que la primera. La diferencia de altura del terreno entre ambas es de 5 metros a favor de esta última por lo que observamos que hay una ligera pendiente ascendente en este tramo, concretamente unos 3 metros en algo mas de 200 metros, lo que nos da un 1,5% de pendiente. Esta pendiente es algo superior a la que tenemos en el resto de sectores de la mina que no supera el 1%.

Accediendo por una lumbrera situada en unos sembrados a unos 210 al noroeste de la primera lumbrera explorada. Foto: José Millán.

Desde la base de la lumbrera tenemos dos continuidades, tomamos primero la que va en dirección noroeste (en contra de la corriente de agua), es una galería de 3,30 metros de altura media por 0,50 de ancho,  tiene un trazado algo sinuoso y vamos a favor de las señales de excavación,  tras recorrer los 52 metros (patrón de espaciamiento de lumbreras en este sector) culmina en una nueva lumbrera con la base parcialmente ocupada por escombros que parecen procedentes  de La excavación. En la base de la lumbrera tenemos dos continuidades, una galería superior situada a unos 2,5 metros de altura, que toma rumbo norte  y que tras unos 6 metros culmina en una pared sin excavar (parece que aquí se detuvo la excavación), es una galería completamente seca. El agua viene de la otra galería situada al mismo nivel del suelo de la lumbrera y que lleva un rumbo noroeste. Aquí podemos deducir  por las evidencias el sistema de excavación de estas galerías de gran altura. Primero se excavaba la galería superior a una altura normal de 1,80 m.  Siguiendo el venero que quedaba en el techo y luego en una segunda fase se reexcava esta galería hasta el nivel de circulación del agua, dando con esto esas alturas de 3,5 metros. La segunda galería a nivel del suelo es de dimensiones normales de 1,70×0, 60 m. y a los nueve metros culmina en un venero que nace del suelo. Todo este sector esta recubierto de bonitas formaciones calcáreas y presenta los lucernarios típicos espaciados a distancias regulares que siguen el mismo patrón de entre 60 y 70 centímetros.

Zona final de la galería superior de  la mina, donde se dejó de excavar y que creemos que es el último punto construido de la galería. Foto José Millán.

Terminada la exploración de la zona  final de la mina volvemos a recorrer la mina en sentido contrario, unos 200 metros  hasta alcanzar el pozo donde habíamos detenido los trabajos topográficos en la primera exploración y empezamos por topografiar la galería lateral que sale de esta lumbrera. Es una galería normal de 0,55X1, 5 m. excavada en línea recta con un rumbo de unos 35º respecto al norte y que finalmente tras recorrer unos 54 metros culmina en un punto donde se dejó de excavar, mantiene un nivel de agua de unos 40 cm. y suponemos que se trata de una galería de captación de algún venero que no es visible. Quizás el agua se filtre desde el lecho de la galería.

Zona final de la galería inferior de la mina que culmina en una pared sin excavar, cubierta por formaciones. El agua que circula por la galería parece filtrase desde el suelo. Foto: José Millán.

Seguidamente continuamos topografiando la galería principal que mantiene una altura considerable de entre 3,5 a 3,8 metros y que sigue la misma tónica apareciendo importantes recubrimientos calcáreos en algunas zonas de grosores considerables. En algunos puntos la galería contacta con pequeños veneros de agua, uno de ellos activo y vemos refuerzos de las paredes con piedras procedentes de la excavación, amontonadas sin ningún tipo de argamasa. Tras recorrer otros  52 metros llegamos a una nueva lumbrera, algo más profunda por la elevación natural del terreno (15 metros)  y sin galería lateral. Pasamos la lumbrera y sigue la galería otros 23 metros recta, luego da un quiebro a la derecha y otros 27 metros hasta una nueva lumbrera, mantenemos el patrón de espaciamiento y los quiebros parecen adaptaciones al venero preexistente. Las lumbreras parecen excavadas todas desde la galería. Tras recorrer desde este punto 102 metros con la correspondiente lumbrera intermedia (por la que hemos descendido)  alcanzamos la última lumbrera de la mina y concluimos la topografía y exploración de este sector. Con esta exploración hemos añadido 540 metros más a la a galería Norte que  alcanza un desarrollo de unos 1.240 metros que sumados con todo el resto de sectores de la mina nos da un desarrollo total de  unos 5.200 metros. Aún nos quedan algunos flecos que rematar para concluir el desarrollo total de la mina como una misteriosa lumbrera tapada con hormigón y que ignoramos a que sector de la mina pertenece y la galería casi inundada que quedó pendiente en la primera exploración de este sector.

Lumbrera de la galería principal excavada desde el lecho de la galería. Foto: José Millán.

La conclusión final en relación a este sector de la mina es que tras una serie de pequeñas galerías de búsqueda donde se van siguiendo los veneros se contacta con una galería freática muy desarrollada donde cambia visiblemente los sistemas  de excavación dando como resultado galerías de grandes alturas y trazados regulares y donde las lumbreras están excavadas desde la base de la galería para adaptarlas perfectamente el trazado del venero. Al final se culmina la construcción de la galería de una manera atípica que parece indicar un abandono de las labores constructivas.
En este punto ya estamos ante una obra subterránea realmente formidable por sus dimensiones y que sin duda podría considerarse , junto con la mina de agua de Alcalá, como una de las obras subterráneas   de captación de agua romanas  más importantes de la península.

Zonas de la mina  cubiertas por concrecciones calcareas. Foto: José Millán.
Lucernario completamente cubierto por formaciones calcáreas. Foto: José Millán.

La exploración y topografia de estos sectores ha sido realizada por un equipo formado por Julio Guijarro, Manolo Bernal, Francisco Zambrano y José Millán. Se ha utilizado un DIXTO facilitado por Julio Guijarro y cinta métrica y brújula en zonas de la mina con altos niveles de agua. Agradecer la colaboración a Felipe Blazquez, y a los encargados de la explotación agraria y  los miembros del Seprona de Carmona que han colaborado tanto en la gestión de los permisos como de la localización de las lumbreras.

Los dos ramales principales de la mina , los sectores Norte ( arriba)  y la Galería del manantial que van casi paralelos desde el punto donde se bifurcan los dos sectores.
  

Nuevas exploraciones en el sector Este de la mina de agua de Alcaudete.

En pasadas fechas hemos concluido una nueva serie de exploraciones en el sector Este de la mina de Alcaudete que se desarrolla bajo los terrenos del cortijo del mismo nombre a la izquierda de la pista forestal que va desde  la carretera a la conocida  «Vía Verde». Este sector de la mina  fue explorado y topografiado parcialmente por mí en el año 1995, pero a parte de la topografía carecíamos de  detalles de las galerías que nos ayudaran a entender como se construyeron y si presentaban la misma tipología que las de las galerías exploradas hasta ahora en la mina principal. El paso desde la galería principal de la mina hacia este  sector  estaba abierto en el año 95. Es una galería que parte desde el  inicio de la mina y que se encuentra actualmente  completamente taponada,  por lo que el acceso sólo podría realizarse  por las lumbreras que hay dentro del cortijo o abriendo las losas de hormigón con las que esta tapado  un  pozo situado junto a la pista y por el que accedimos en el año 95.
En trazado rojo se puede ver la topografía del sector Este realizada en el año 1995 y su conexión con la galería principal de la mina de Alcaudete señalada en trazo negro. El acceso a esta galería se realizó por el pozo marcado junto a la pista de acceso al cortijo o pista forestal . En la actualidad  la conexión entre este sector y la mina principal se encuentra cegado y el pozo cerrado con losas de hormigón.
Tras ponerme en contacto con el propietario de los terrenos, el señor Felipe Blazquez y solicitarle permiso para explorar las lumbreras situadas dentro de su finca  organizamos una reunión previa   para revisarlas,  pudiendo comprobar sobre el terreno que sólo dos permanecían abiertas ya que el resto se encontraban cerradas con losas de hormigón. Empezamos primero por la exploración de una lumbrera situada junto a uno de los caminos que recorren el olivar . Su profundidad es  de 13 metros y de su base medio taponado por escombros y basuras  parten dos galerías. Las galerías no están alineadas con el lado largo de la  lumbrera que es rectangular y de dimensiones típicas de 1,30 metros de largo por unos 0,90 m. de ancho y los sentidos de excavación son de la lumbrera hacia las galerías por lo que es claramente una lumbrera excavada previamente y no desde abajo como es habitual en algunos sectores de la mina principal. 
Accediendo a una lumbrera del sector Este de la mina de Alcaudete  dentro de la finca de Alcaddete propiedad de Felipe Blazquez. foto. Manolo Bernal.
 La primera de las galerías  (de la que viene el agua ) tiene dirección noroeste se trata de una galería de una altura  algo inferior a lo normal 1,20 de alto por 0,60 de ancho y que lleva una dirección muy constante  con una altura de agua de unos 50 centímetros, presenta lucernarios (huecos para colocar lucernas de aceite con las que iluminar la galería) en el lado izquierdo según sentido de excavación que es hacia  el que avanzamos ,espaciados unos setenta centímetros . A los 27 metros llegamos a una lumbrera similar a la anterior  donde se produce un brusco quiebro de 90ª tras el que continúa la galería con un rumbo  similar, este tipo de quiebros son muy habituales y suelen realizarse  para frenar  la corriente de agua  cuando estamos cerca de un manantial. Desde aquí avanzamos 16 metros más hasta que efectivamente la galería contacta con una cavidad natural o gran manantial  situado a unos tres metros por encima del lecho de la galería. Estamos en una especie de colector  en parte excavado y en parte natural con las paredes reforzadas con piedras encajadas sin argamasa y en el que convergen manantiales dos de ellos secos y uno (el inferior) activo, del que brota un pequeño  caudal de agua que circula por la galería aguas abajo. Estamos en el principal aporte de agua de este sector de la mina. Desde esta sala parte un nuevo tramo de galería con la misma dirección noroeste de apenas un metro de altura y que a los 12 metros culmina en un taponamiento. Revisando la topografía realizada en el año 95 descubro que este sector no estaba topografiado.
Cavidad natural  parcialmente reexcavada con las paredes reforzadas con piedras amontonadas sin argamasa: Foto Manuel Bernal.
Caudal de agua que surge de un manantial y que circula por la galería, único aporte localizado de este sector de la mina: Foto. Manuel Bernal.
Volviendo a la lumbrera de entrada tomamos por la galería que se desarrolla en dirección contraria, es decir suroeste  y a favor de la corriente de agua,  tiene unas dimensiones similares y una altura de agua de unos 60 cm. se aprecia por las señales de los picos  que vamos a favor del sentido de excavación  hasta que haciendo un recodo conecta con un sector donde vemos  el sentido de excavación inverso Apreciamos claramente   la zona de empalme. Vamos viendo claro como en este sector se unían unas  galerías con otras mediante dos equipos excavando en sentidos contrarios,  los lucernarios que cambian de pared  también delatan este hecho. Recorremos 30 metros hasta una nueva lumbrera  similar a la  anterior, vemos que el patrón de distanciamiento de lumbreras se repite a 30 metros que en medidas romanas son unas 10 pérticas (1 pértica= 10 pies = 2,96 metros). Este patrón es el mismo que encontramos en minas como la del puerto de Brenes en Carmona pero no es habitual en el resto de sectores de la mina de Alcaudete. puede indicar que este sector de la mina es posterior a la mina principal. Empezamos a creer que existe una evolución en el tiempo tendente a aumentar el espaciamiento de las lumbreras, pensemos que toda la mina pudo construirse en varias fases a lo largo de unos tres siglos.
Encontramos las típicas hornacinas para depositar vasijas de aceite  excavadas en la base de los pozos y en determinadas zonas de la galería, también aparece un típico ladrillo romano de un pie de largo  depositado sobre una repisa, en estos tramos no existen construcciones de refuerzo de ningún tipo, si hemos visto ladrillos en el remate superior de una de las lumbreras intercalado con piedras que es de donde puede proceder. 
Hornacina para la colocación de vasijas de aceite, situadas en la base de todas las lumbreras. Foto Manuel Bernal.
Ladrillode tipología romana de un pie de largo , es el ladrillo más comúnmente  utilizado en la mina de Alcaudete.
Foto Manuel Bernal.
  Desde este pozo la galería va claramente siguiendo un venero de agua por su trazado sinuoso e irregular que no obstante sigue una dirección más menos constante hacia el suroeste , en todo momento vamos en contra del sentido de excavación. Recorridos unos cuarenta metros alcanzamos una nueva lumbrera similar a la anterior, la distancia por el exterior en línea recta son unos 35 metros  un ligero cambio de patrón que hablando en medidas romanas se va a 1 actus (1 actus= 120 pies = 34,8 metros) en este caso podría estar excavada desde abajo por como esta orientada la lumbrera con la galería. En estas galerías, al igual que en otras de Alcaudete  se aprecian claramente en los techos las marcas de una herramienta acabada en una pala plana de unos cinco centímetros de anchura. Puede que producidas con un pico con dos extremos, ya que los hastiales (paredes laterales) están abiertas con el clásico pico curvo.  Tras esta lumbrera y recorridos apenas tres metros accedemos a una especie de colector formado por una cavidad en parte natural de unos dos metros de alto por cuatro de ancho,  esta cavidad conecta con una galería perpendicular a la que llevamos que se orienta en dirección este-oeste. Siguiendo primero el ramal que toma dirección Este accedemos a un tramo de galería que parece en gran parte un conducto natural parcialmente reexcavado de unas dimensiones atípicas ya que tiene un ancho de casi un metro y prácticamente la misma altura, progresamos unos 20 metros pasando por zonas con las  paredes descompuestas por betas de arcillas  hasta que apreciamos falta de oxigeno y decidimos regresar. 
Huellas de una herramienta de pala plana  con las que se atacaron los techos lo que da a la galería una sección cuadarada. Las huellas de esta herramienta aparecen frecuentemente en los techos de las galerías y creemos que pertenecen a un pico con esta terminación en «pala». Puede que los picos tuvieran (tal como pasa en muchos picos modernos) dos extremos acabados en pico o en pala. Foto : Julio Guijarro .
Los hastiales de la galería están abiertos con el clásico pico curvo según muestran las huellas. Foto Julio Guijarro.
Volviendo al punto inicial desde la pequeña sala-colector  la continuidad es una galería que lleva dirección Oeste y  que tiene apenas 1 metro de altura y más de 70 cm. de agua por lo que hay que pasar casi sumergido hasta que a los 25 metros alcanzamos la base de una lumbrera. esta galería es muy curiosa porque es distinta a las demás , parece en gran parte un conducto natural apenas reexcavado y conecta claramente dos sectores distintos de la mina. De la nueva lumbrera  parten dos veneros o manantiales en sentidos opuestos y pentrables unos metros y dos galerías excavadas. La lumbrera tiene 7 metros de profundidad y esta (como el resto) tapada con una losa de hormigón. Tomando por la galería que lleva dirección oeste recorremos unos doce metros hasta un punto donde la altura se reduce a apenas 30 cm. y hay mucha agua, la continuidad es complicada en este punto  y no seguimos explorando. Volviendo a la base de la lumbrera tomamos una nueva galería con dirección  suroeste y de dimensiones muchos mayores, 2,20 metros de alto por una anchura normal de 60 centímetros,  llevamos una dirección clara hacia la galería principal de la mina de  Alcaudete siguen encontrándose los típicos lucernarios espaciados cada 70 centímetros y la galería lleva unos 50 cm. de agua, progresamos unos 15 metros hasta llegar a una nueva lumbrera cuya base  esta completamente taponada con escombros y en este punto termina esta exploración. Hemos explorado y topografiado un total de 223 metros. Haciendo comparaciones con la topografía del año 95 se ve que este último tapón no existía y que aún nos queda mucha galería por recorrer hasta llegar a la galería principal. Al menos unos 200 metros en los que según la antigua topografía existen varios ramales más.
Galería de apenas un metro de altura y 25 metros de desarrollo   que conecta  dos sectores de la mina, parecen parte un conducto natural. Foto : Manuel bernal.
Lumbrera taponada por escombros que marca el final de la 1º exploración que realizamos en este sector de la mina. Foto: Manuel Bernal.
Lucernario cubierto de concrecciones calcáreas. Foto: Manolo Bernal.

Superposición de las galerías exploradas en la 1º incursión sobre la foto aérea. Se marcan las lumbreras y el manantial que actualmente es el único aporte de este sector de la mina.

En una nueva salida volvemos a la finca de Alcaudete  para explorar  una nueva lumbrera que también esta abierta y a  unos 150 metros al este de la  lumbrera por la que ya  habíamos bajado  y que nos indicó el señor Felipe Blázquez, ha de ser una de las continuidades de las galerías que ya hemos explorado y la zona más alejada de este sector de la mina, además es una zona que no topografiamos en el año 95, por lo que teníamos el máximo interés y curiosidad.
La lumbrera es similar a todas las demás, de sección rectangular y de siete metros de profundidad, la profundidad no nos cuadra demasiado ya que hay casi seis metros de diferencia con la profundidad de la lumbrera que exploramos con anterioridad y resulta que según el   GPS  están sólo a dos metros de desnivel una de otra. En la base de la lumbrera hay dos galerías, la primera con dirección suroeste, tiene unas dimensiones normalizadas de 1,80 x 0,60 m.  y apenas 15 cm. de agua,  suponemos que es la galería que aporta el agua pero  tras recorrer unos 10 metros acaba en una pared donde sencillamente se dejo de excavar, no se culminó la construcción de la galería siendo su punto final en este sector, lógicamente el sentido de excavación es hacia este final y los  lucernarios están espaciados a distancias normales de unos 60 cm.
  
Accediendo por una nueva lumbrera sin tapar y  situada unos 150 metros al este de la primera que exploramos y que debe dar acceso a la parte más alejada de este sector de la mina. Foto: José Millán.

En la parte final de la mina la galería acaba bruscamente, sencillamente se dejó de excavar , el agua presente en el lecho parece venir de filtraciones. Foto José Millán.
Volviendo al pozo de entrada  tomamos  la otra galería que lleva dirección noroeste, tiene dimensiones normales y sigue un trazado recto hasta una nueva lumbrera situada a 28 metros. Estas lumbreras parecen excavadas también desde arriba  por su alineación con la galería. pasada la lumbrera la galería hace una serie de quiebros y vuelve a tomar un trazado recto por lo que  parece una zona de conexión entre la lumbrera y la galería volvemos a la idea de dos equipos excavando en sentidos contrarios hasta juntarse. Tras 22 metros de galería recta llegamos a una nueva lumbrera, la distancia exterior entre lumbreras es de 28 metros cumpliendo aproximadamente el patrón de las 10 pérticas. , estas  lumbreras tienen una profundidad de unos 8 metros y están tapadas con losas de hormigón, la galería mantiene na altura de agua de unos 30 cm.
Imagen de la galería de sección y tamaño tipico de 1,80×0,60, se aprecian antiguos niveles de agua mucho más altos que los actuales. Foto: José Millán.

Desde esta última lumbrera podemos recorrer 25 metros más  hasta llegar a  una nueva  lumbrera completamente  taponada  que es punto final de la exploración. En total son 100 metros más de galería. Suponemos que esta galería conecta  con la explorada en la salida anterior pero aún distan unos treinta metros para la unión según la topografía ,distancia que concuerda con el patrón entre lumbreras de este sector . Queda por solucionar la aparente diferencia de cotas de estas dos galerías pero puede deberse a un error en la toma de la altura de ambas lumbreras. 

Descendiendo por la lumbrera de sección rectangular. Foto: José Millán.
Superposición de galerías exploradas a la foto aérea la zona en trazo azul es la posible conexión entre ambas galerías que actualmente esta taponada.
            Tras esta exploración  y con objeto de completar todo el trazado de la mina hasta la galería principal organizamos una nueva salida, esta vez  entraremos por la  lumbrera que hay fuera de la finca, junto a la pista forestal. Esta lumbrera fue el punto de acceso a esta galería en el año 95 y según la topografía de esa fecha es un colector donde convergen tres galerías, una que conecta con  la mina principal y dos que son aportes  y que han de conectar con los sectores  que ya habíamos explorado y topografiado.  La lumbrera se encuentra actualmente tapada con dos grandes losas de hormigón así que pedimos ayuda a  uno de los propietarios de las fincas cercanas que amablemente  nos ayuda apartándola un poco  con su  tractor.
Accediendo por la lumbrera situada junto a la pista una vez apartada la losa de hormigón. Foto: Manuel Bernal.
Base de la lumbrera junto a la pista, un colector desde donde salen tres galerías. Foto: José Millán.
 La lumbrera tiene una profundidad de unos cinco metros y efectivamente en su base aparecen  las tres galerías esperadas. Tomamos  primero  la que lleva dirección sur, a favor de la circulación de las aguas , hacia la galería principal de Alcaudete. Las paredes tienen  muy poca consistencia y se encuentra en un estado algo precario , la incursión de grandes raíces han dañado bastante la roca,  tiene unas dimensiones  1,30 de alto por unos 90 cm. de anchura y una altura de agua de unos 40 cm. el  ancho es superior a lo normal a causa de que parte de las paredes laterales  se han derrumbado  no quedan huellas de herramientas pero suponemos, siguiendo la lógica , que vamos en contra del sentido de excavación, se ven  algunos lucernarios donde la roca es más consistente. Tras recorrer unos 28 metros (se mantiene el patrón de 10 pérticas) y  siguiendo claramente un venero natural por el trazado sinuoso alcanzamos una nueva lumbrera de apenas tres metros de profundidad tapada con una losa de hormigón. la perfecta alineación de la lumbrera con la galería parece denotar una excavación desde abajo.Tras esta lumbrera entramos en una galería en mejor estado con una roca más consistente y de dimensiones normales  de 1,60X0,60 m. vemos ahora los trazados de los picos que indican que vamos efectivamente  en contra del sentido de excavación , recorremos unos 21 metros hasta una nueva lumbrera (un nuevo cambio de patrón entre lumbreras a  una medida más próxima a la de la galería principal de Alcaudete. Esta nueva lumbrera tiene apenas dos metros de profundidad y esta en muy mal estado por derrumbe, aún así podemos seguir avanzando unos 12 metros más hasta que se tapona totalmente. Estamos a unos 15 metros de la galería principal de La mina de Alcaudete y este tramo se encuentra completamente cegado, en el año 95 se podía conectar por aquí  con la mina principal.

Tomando datos en un tramo de galería muy descompuesta y que es la conexión con la mina principal. Foto: Manuel Bernal.

Volvemos al punto de partida y tomamos por el ramal que lleva dirección Norte, compuesto por una galería con una morfología muy peculiar porque esta excavada en gran parte sobre un gran conducto natural, tiene unas dimensiones medias de 1,70X 0,60 m. y una altura de agua de unos 40 cm. recorremos 35 metros hasta alcanzar un cruce con una nueva galería que lleva una dirección totalmente  perpendicular a la que llevamos , es decir,   este-oeste. Tomando el ramal de la derecha recorremos 10 metros hasta una lumbrera que por su alineación con la galería parece excavada desde abajo, esta tapada con losas de piedra parece un cerramiento muy antiguo y tiene una profundidad de unos 8 metros vamos a favor del sentido de excavación. Desde esta lumbrera recorremos unos 13 metros más hasta que la galería se tapona por derrumbe. Volviendo al cruce anterior y tomando la dirección contraria recorremos unos seis metros hasta una nueva lumbrera similar a la anterior tanto en profundidad como por el cerramiento que la cubre. El patrón de distancia entre estas dos lumbreras son 15 metros (5 pérticas) un patrón que no es habitual. Desde esta lumbrera podremos recorrer unos 48 metros más hasta que la galería se seca y se vuelve impracticable por taponamiento con sedimentos nos da la sensación que se trata de una galería de sedimentación . La topografía parece demostrar que esta galería conecta con la mina principal de Alcaudete a la altura de una lumbrera nº 7 , de la que también parte una pequeña galería en esta dirección ,taponada en un pozo por escombros .

Avanzando por una galería de morfología peculiar por la degradación de las paredes laterales y donde se aprecia el conducto freático preexistente. Foto: José Millán.

            Finalmente  volvemos al pozo de entrada y nos queda la galería que por su dirección ha de conectar con el pozo taponado al que llegamos en la primera exploración. Esta galería tiene unas dimensiones normales de 1,80X0,60 m. y una altura de agua de unos 50 cm. y en este caso el agua circula, avanzamos  en contra de la corriente de agua ,a favor del sentido de excavación y siguiendo claramente un venero por el trazado sinuoso y las huellas del conducto freático en el techo de la galería. Tras recorrer unos 50 metros alcanzamos una nueva lumbrera taponada que según la topografía  es la misma en la que acabamos en la primera exploración por lo que hemos enlazado las galerías. El agua que circula por esta la galería y que viene del manantial  se filtra por debajo del tapón de escombros de la lumbrera. La distancia en línea recta entre lumbreras es de 44 metros lo que corresponde a un patrón que si es recurrente en algunas galerías de la mina principal y que equivale a 15 pérticas en medidas romanas. Estos tramos de galería ya estaban topografiados en el año 95 salvo uno de ellos, el que conecta con la galería principal.

Lumbrera típica excavada desde la base de la galería. Foto: Manolo Bernal.

            Concluidas todas estas exploraciones los resultados son de 553 metros de galerías topografiadas, aumentando sustancialmente lo ya topografiado en el año 95.
 En general son galerías excavadas a favor de veneros de agua y donde se aprecian diferentes fases y puenteos como sucede en la galería principal. También se aprecian diferentes patrones de espaciamiento de lumbreras, 15, 20, 30 incluso 44 metros en algún caso. Parece que hay una mina original que conectaba con la galería principal a la altura de la´lumbrera marcada como P-7 Puede que esta galería fuera taponada posteriormente para dejarla como galería decantadora de limos, de hecho la galería aparece casi colmatada por sedimentos y las aguas se derivaron por nuevos ramales hacia la lumbrera  marcada como P-2 al inicio de la mina. Este es en definitiva un proceso similar al llevado a cabo en las galerías principales de la mina donde hay galerías puenteadas intencionadamente con la única intención (no vemos otra) de dejarlas como galerías decantadoras de sedimentos. Parece que en algún  momento de la historia de la mina se realizó una reconfiguración destinada tanto a aumentar los caudales de agua como a conseguir que esta llegara a su destino lo más limpia posible, son detalles que hay que analizar.

Plano superpuesto de las galerías del sector este donde se aprecian los puenteos. Se ve claramente que son galerías excavadas a favor de veneros de agua y como se han puenteado algunas zonas posiblemente para crear una galería de cantadora de limos la circulación del agua esta reflejada con flechas azules.. 

Hay que decir que nos ha quedado pendiente la exploración de una lumbrera tapada con una losa de hormigón a la que no hemos podido llegar por ninguna de las galerías exploradas y que se encuentra situada al Este de la galería más alejada de este sector y parece que puede ser una continuidad de una de las galerías de las que no hemos podido concluir la exploración y que se desarrolla hacia el Este. Veremos si en próximas fechas es posible abrir y explorar este pozo y ver si realmente esta conectado con la mina.
Cabe destacar como se acaba la galería de repente en la zona más alejada sin llegar  a ningún manantial como si aquí se hubiese detenido su construcción y si es así podría ser la última fase construida  de la mina.
Queremos finalmente dar las gracias a Felipe Blazquez por permitirnos acceder por las lumbreras situadas en su finca y por el interés que ha mostrado por nuestras investigaciones. El equipo de exploración ha estado compuesto por Manolo Bernal, Francisco Zambrano, Julio Guijarro y yo, José Millán La topografía de este sector se ha realizado con un DIXTO que ha sido aportado por Julio Guijarro.

Accediendo desde la galería a una lumbrera abierta. Foto: José Millán.

La mina de agua romana del Cortijo de la Mina o de Acinipo.

Historia de las exploraciones:

En el mes de septiembre del 2015,  D. Angel Martínez García, vecino de la localidad de  Montejaque , miembro de la  Junta Rectora del Parque Natural de Grazalema y un  viejo conocido de nuestras andanzas espeleológicas contacta con nosotros para invitarnos a la exploración de una mina de agua posiblemente romana . La mina se haya situada al Norte de la ciudad romana de Acinipo, cerca de Ronda , fuera de la zona arqueológica y en las proximidades de un cortijo conocido a tal efecto  como El cortijo de la mina. Las indicaciones de la mina habían sido facilitadas  por la señora Ani Gonzalez Dominguez, amiga personal de Angel y conocedora de la mina por haber pasado parte de su infancia en dicho cortijo. El tema nos pareció sumamente interesante ya que podría aportarnos datos comparativos con las minas que estamos explorando en los Alcores Sevillanos. Concertamos una cita con Angel y Ani en la misma entrada de Acinipo, desplazándonos seguidamente al cortijo de la mina al que hay que acceder por una pista forestal.
El cortijo de la mina. Foto: Angel Martínez.
Situación y contexto arqueológico.
Acinipo o “Ronda la Vieja”, es un importante  enclave arqueológico  situado a unos 11 kilómetros al Norte de Ronda y a  6 de Setenil de las Bodegas. Se trata de uno de esos asentamientos humanos que por sus favorables  características geofísicas y estratégicas fue  intensamente poblado desde al menos  los albores del Neolítico. La ciudad se enclava sobre una característica   meseta conocida como “La mesa de Ronda la Vieja”,  creada por acumulación  de materiales sedimentarios de origen marino durante el  Mioceno, y que se eleva a  998  metros sobre el nivel del  mar, conformando una  superficie  de casi  un kilómetro de largo por cuatrocientos  metros de ancho. Rodeando la meseta se abren grandes extensiones  que son idóneas para el cultivo. El sustento de agua a la ciudad  estaba asegurado por manantiales, arroyos y cisternas de recogida de aguas pluviales. Se han encontrado unas grandes termas abastecidas por un manantial.
Excavaciones de Acinipo, «El teatro». Foto: Angel Martínez
Las excavaciones realizadas en Acinipo hasta la fecha dan cuenta de un importante horizonte de ocupación neolítica, abarcando la Edad de Bronce y Cobre, conformado por restos de cabañas , necrópolis y murallas de cerramiento y  al que sucedió tras un período estéril  un importante oppidum ibérico  en el siglo V a.n.e. y que  perduró hasta la ocupación romana.  
Acinipo acabó siendo uno de los muchos enclaves íberos que fueron  romanizados tras las Guerras Púnicas y su estratégica situación  le hizo  desempeñar un importante papel en todas las vías de comunicación entre Málaga, Gibraltar, la depresión del Guadalquivir y gran parte de Andalucía.
A partir de su romanización la ciudad de Acinipo  alcanza su máximo esplendor, llegando a contar,  según algunas fuentes, con más de 4.000 habitantes. La ciudad fue edificada con una arquitectura muy peculiar, adaptada a la orografía del terreno en pendiente que obligó a utilizar un sistema de terrazas artificiales. Se conserva gran parte del  teatro, cuyo graderío ha sido excavado directamente en la roca madre, así como restos de otras edificaciones  menores  y algunas viviendas, la mayor parte de la ciudad esta aún sin excavar.
Plano de las excavaciones de Acinipo. Extraido de Wikipedia.
Como todas las grandes ciudades romanas Acinipo comienza su decadencia hacia  el Siglo III d.n.e. perdiendo su importancia a favor de la cercana ciudad de Arunda (Ronda)   hasta quedar desabitada hacia el Siglo VII.
La mina de agua  que nos ocupa no se encuentra dentro de  los límites de la ciudad, esta situada a algo más de un kilómetro al Norte de la misma, entre el paraje conocido como Puerto de Sauco y los Villalones, en las proximidades de un antiguo cortijo conocido como “Cortijo de la mina” por alusión a la misma. Este manantial ha sido recogido, junto con otros de la zona en la página web de la Junta de Andalucía. “Conoce tus fuentes”, esta  encuadrada en  lo que sería un  entorno Rural, relacionado con las grandes explotaciones de cereal. Puede que fuera  la fuente de abastecimiento de una Villae o pequeño núcleo urbano. Se conserva una canalización muy deteriorada que conduce el agua de la mina hasta un abrevadero, cuya cimentación podría ser romana.

Arriba se ven  restos de canalizaciones situadas en las proximidades de la mina ,. Foto: Angel Martínez. Abajo, abrevadero abastecido por la mina. Extraido de la web «Conoce tus Fuentes» autores A. Orozco y S. Rodriguez.
Descripción de la mina:
Se trata de una mina de escaso desarrollo, unos ochenta  metros formada por una galería  excavada en una dirección  más o menos constante de unos 160 º respecto al Norte, siguiendo probablemente un pequeño manantial natural. La mina esta cerrada por una construcción abovedada hecha  de mampostería y factura moderna de unos 2,5 metros de altura por un metro y medio  de ancho, al que se le ha colocado una cancela, que actualmente ha sido arrancada y esta tirada en el suelo. Sabemos que estas obras de cerramiento fueron realizadas por el Ayuntamiento de ronda hace algunos años.
Estructura reciente construida por el Ayuntamiento de Ronda  para proteger la mina.
Foto: Angel Martínez.
Detalle del pasillo de acceso a la mina desde el interior del cerramiento.
Foto: Angel Martínez.
 Tras este corto pasillo encontramos lo que fuera la entrada original de la mina que empieza  siendo  una  pequeña cámara excavada en la roca y  enlucida completamente con mortero de cal de carácter hidrófugo, probablemente para su consolidación ya que la roca en este punto parece de poca consistencia. La sala tiene un ancho de unos dos metros y una altura de apenas un metro, estando  el suelo completamente ocupado por el agua que tiene una altura de unos treinta centímetros. Todo este revestimiento así como las pequeñas presas realizadas en el suelo y también revestidas parecen haber sido restauradas en épocas recientes.
Pequeña sala que precede a la mina. Las paredes han sido enlucidas con un mortero de cal.
Foto Manuel Bernal.
Entrando a la mina desde la sala precedente. En el margen superior derecho se puede ver el detalle del revestimiento que está parcialemnte desprendido. Foto: Angel Martinez.
 Tras esta primera sala recolectora comienza  la mina de agua. Esta  excavada a pico  sobre un estrato de roca caliza  mucho más consistente que el precedente y esta   presidida por una espectacular colada de casi un metro de altura formada por el constante flujo de agua desde la pequeña represa. La altura de la galería es en principio  de apenas 30 cm. debido a la elevación del suelo  por  precipitaciones  calcáreas en forma de espectaculares  gours, generados por el represamiento de la galería y un regimen de flugo de agua lento . El ancho de la galería es de unos  60 cm., que concuerda con el patrón habitual. La altura original  de la galería es muy  difícil de determinar pero suponemos que sería  de entre 1,60 a 2 metros, que es el tamaño  normal de este tipo de galerías. Cada 60 cm. aproximadamente encontramos lucernarios excavados en ambos lados, también encontramos huecos más grandes para depositar vasijas con aceite con las que recargar las lucernas.
Detalle de la galería al comienzo de la mina. Todo el lecho inferior esta ocupado por gours escalonados. Foto: José Millán.
Accediendo la la galería. Foto: José Millán.

 La galería parece tener un sentido ligeramente ascendente aunque también es posible que, como pasa en otras minas, la altura de la galería valla aumentando progresivamente, quedando el lecho a una misma cota. Tras avanzar unos veinte metros la galería empieza a cubrirse completamente por formaciones, tanto techos como paredes,  producidas por una fuerte infiltración de aguas muy carbonatadas que han generado formas espectaculares  de aspecto cristalino.

Detalle de la zona de la mina totalmente cubierta por formaciones.
Foto: José Millán.

 La galería sigue en esta tónica hasta contactar con un estrato de roca blando formado por margas y  que se haya en parte derrumbado, lo que forma una sala de mayores dimensiones y completamente cubierta de formaciones y tras la que culmina la mina en un pequeño manantial que brota del suelo tras  un corto tramo de galería y  bajo una bonita colada. Todo el trayecto de la galería esta recorrido  por una corriente de agua de flujo lento que ha generado todas las formaciones del suelo, de hecho, este flujo lento y laminar constante es el responsable de los espectaculares gours que la cubren. Las filtraciones producidas desde los techos han hecho el resto.

pequeña sala formada por un contacto con una cavidad natural completamente cubierta de formaciones. Foto:José Millán.
Detalle de formaciones. Foto: José Millán.
Conclusiones:
Sin duda se trata de una mina  origen romano, la galería ha sido excavada con el clásico pico de hierro curvo, que deja su característico trazo. Las técnicas de iluminación empleadas tanto por la excavación de lucernarios como de hornacinas son también típicamente romanas, como las dimensiones del ancho de la galería. En este caso no se han excavado puteis o lumbreras auxiliares y la galería no tiene ninguna bifurcación. Se trata de una  galería excavada en parte a favor de un pequeño manantial preexistente y que no debió aportar un caudal excesivo como demuestra el increíble desarrollo de las concreciones calizas que no sería posible en un régimen de agua turbulento.
Lucernario: las distancias entre lucernarios son las habituales de entre 60 cm y 1 metro. Foto: Manuel Bernal.
Huellas del caracteristico  pico de hierro curvo romano.
Foto. José Millán.
La mina ha sido represada para conseguir un cierto volumen de almacenamiento en la  pequeña sala- colector inicial  que se encuentra revestida con un mortero de cal  hidrófugo que no parece el  clásico opus signinum romano por lo que creo puede ser una obra posterior.

Espectacular colada que cierra la galería sobre un pequeño manantial .
Foto: José Millán.

La zona final y más espectacular de la mina. La  extraña sección de la galería se debe a que ha sido excavada en el contacto con un conducto natural . Foto: José Millán.

El increíble desarrollo de las  formaciones que cubren la galería  ha de deberse a unas condiciones muy favorables: un agua muy cargada de carbonato cálcico y anhídrido carbónico, fuertes filtraciones por estar bajo un terreno permeable  y una temperatura alta. En este caso, como en otros, vemos presente en estas galerías  la inequívoca “cultura del aprovechamiento del agua” que caracteriza al imperio romano que se afanó por dominar los recursos hídricos subterráneas creando galerías donde ya existían manantiales, con la única intención del mejor control, dominio y aprovechamiento de estas corrientes subterráneas.

Extrañas señales de herramientas  entre una mancha que parece de una llama de lucerna. A la derecha pude apreciarse lo que parece una punta de un pico rota que quedó incrustada en la roca.
Foto: José Millán.
A pesar de ser una mina  de escaso desarrollo, las  espectaculares formaciones que contiene  le dan  un interés que sobrepasa el puramente arqueólogico. El excelente estado de conservación de estas ha de deberse a que no ha recibido practicamente visitas a lo largo de su historia o que estas han sido muy puntuales. Esto es debido a que el acceso al interior de la mina es complicado por la estrechez de la galería y la necesidad de introducirse en el agua para explorarla. La mina debería ser protegida convenientemente restaurando la cancela de hierro.
No hemos realizado un levantamiento topográfico de la mina pero adjuntamos un croquis.
Fuentes consultadas:
Wed Conoce tus Fuentes de la Junta de Andalucía:  http://www.conocetusfuentes.com/home.php
Bases del patrimonio inmueble de Andalucía: