Publicados los trabajos de exploración y estudio de la mina de agua del Puerto de Brenes o de la Fábrica de Anís en Carmona.

Una vez concluidos los trabajos en la mina hemos publicado un articulo que se puede leer o descargar en nuestro blog sobre minas de agua:
http://minasdeagua.blogspot.com.es/2015/03/la-mina-de-agua-del-puerto-de-brenes-o.html

o en la revista digital Gota a Gota de los compañeros del Grupo de espeleología de Villacarrillo:
https://drive.google.com/file/d/0B4JcDrAba_RPNTRnRG5EYlVGdnc/view?usp=sharing

La mina de agua del Puerto de Brenes o de la Fábrica de Anís.


Imagen del Puero de Brenes desde el pozo de entrada de la mina. Foto: José Millán.

Situación y contexto arqueológico:

La mina de agua que nos ocupa se haya situada a la entrada de la Localidad Sevillana de Carmona, en un paraje conocido históricamente como “Puerto o paso de Brenes”, y no por alusión a la cercana localidad de ese nombre. Se desconoce con precisión la etimología del vocablo “Brenes”, tan común en Andalucía, si bien algunos estudios consultados lo asocian al vocablo de origen islámico “breña” que significa “valle agreste y quebrado” lo que podría perfectamente ser aplicable en este caso, ya que el Puerto de Brenes esta formado por una especie de barranco que cae desde la zona alta de la colina en dirección Suroeste, hacia la Vega. Como todos los pasos naturales que existen en la colina de los Alcores constituye un lugar estratégico y no sólo como vía de comunicación también por la abundancia de agua procedente de unos conductos subterráneos que son el objeto de este estudio .
En toda la zona existen vestigios de  asentamientos primitivos, que abarcan desde el neolítico hasta la ocupación romana y muy posteriormente preindustrial cuando se construyeron dos molinos hidráulicos harineros que aprovecharon  el caudal de agua preexistente y destacando que se haya  a apenas 700 metros de la  conocida y singular “Necrópolis rormana  de Carmona” en el extrarradio de la ciudad. Actualmente la zona se haya muy deteriorada por  su antiguo uso como cantera de limo, más recientemente como vertedero y por las grandes remodelaciones que se han realizado sobre el terreno  para el soterramiento de una conducción de aguas residuales que han destruido la casi totalidad del yacimiento.
En la zona se haya situado el  singular  edificio  conocido como  “Fábrica de anís los Hermanos”, destilería creada  el año 1.880 sobre los restos de  un molino hidráulico construido probablemente  a finales del siglo XVII. Uno de los aspectos más  destacables  de este peculiar edificio excelentemente conservado son  que sus cimentaciones y parte de la sala subterránea donde se situaban  los rodeznos parecen de origen romano, tal como ya constató el arqueólogo Gorge Bonsor hace más de un siglo y que consideró que originalmente pudieron ser unas termas. 
Plano del Puerto de Brenes con la Fábrica de Anís donde se puede ver la atarjea que abastecía el molino hidráulico. Foto:José Millán.
Sala de rodeznos del Molino de la Fábrica de Anís, donde se identifican las cimentaciones romanas. Foto:José Millán
Interior del molino de la fábrica de Anís. Foto extraida del archivo de «Los Hermanos anís»

El agua que alimenta al molino de la Fábrica de Anís llega por una atarjea elevada que capta las aguas de la mina a trabes de una acequia enterrada. Dicha acequia es un conducto elaborado  con muro de ladrillo  y cubierta de piedras planas. Tiene  una sección  de unos cincuenta centímetros de alto por apenas cuarenta  de ancho.  Junto a este conducto hemos descubierto una arqueta parcialmente enterrada y que según parece era una derivación ya anulada de las aguas hacia unas fincas cercanas.  La atarjea esta realizada combinando mampostería e hiladas de ladrillo con terminaciones de enlucido de cal,  técnica habitual en todos los molinos harineros construidos a finales del S.XVII en los Alcores. Todo el edificio que abarca tanto las dependencias del molino como la casa del molinero esta hecho  de ladrillo, si bien también existen muros de mampuesto en las zonas inferiores. El edificio ha sufrido algunas restauraciones recientes para darle su funcionalidad de fábrica de licores, usándose parte del caudal de agua de la atarjea para el enfriamiento de los alambiques, si bien una gran parte del mismo sigue ejerciendo su primitiva función de alimentar el cubo que desemboca en la sala de rodeznos.  La atarjea , al igual que las fachadas del molino,  presenta señales de diferentes restauraciones más antiguas, como la que hemos podido registrar por una inscripción hecha a carboncillo sobre el mortero de cal interior del canal de la atarjea  y que reza “se arreglo el 1926”. No hemos encontrado referencias históricas concretas sobre la fecha de construcción de  este  molino, sólo en lo referente a su transformación en destilería. Existe la creencia de que fue un molino árabe pero nosotros no hemos encontrado ni referencia escrita  ni prueba física que lo demuestre.

Interior de la acequia que lleva el agua hasta la atarjea que alimentaba el molino de la fábrica de anís. Foto: José Millán
Grafiti hecho a carboncillo de una restauración de la atarjea realizada en 1926. Foto:José Millán.

 A apenas cien metros del Molino de la Fábrica de Anís y en dirección a la Vega  encontramos los restos de otro molino similar pero totalmente destruido por el abandono y el hundimiento de los terrenos arcillosos sobre los que está edificado. Este molino utilizaba  el mismo caudal de agua  que era derivado por atarjeas de molino en molino, manteniendo la altura hasta el cubo. Este  sistema de molinos consecutivos suele ser habitual en los Alcores. En la catalogación arqueológica que hemos consultado  reza, al igual que la fábrica  como un edificio  de “época preindustrial”.

Zona superior de la atarjea del Molino de la Fábrica de anís. Foto:José Millán.

   Para encontrar las primeras  referencias arqueológicas de este Puerto de Brenes  hemos de remitirnos, como en muchos otros casos, a finales del siglo XIX , tiempos en que   el afamado arqueólogo Bonsor, miembro de la conocida por entonces “Sociedad Arqueológica de Carmona” realiza diferentes prospecciones arqueológicas  en la zona que se centran  como era  habitual en las necrópolis, excavándose diferentes túmulos prerromanos en los puntos más  elevados del Puerto y  reconociéndose a este enclave como un asentamiento romano de cierta importancia en base a los innumerables restos de edificios presentes sobre el terreno. La referencia  más interesante en relación a nuestra mina que hemos encontrado  son  los estudios realizados muchos años más tarde  por el profesor Collantes de Terán. Transcribo  un interesante párrafo extraído de la “Base de datos del patrimonio inmueble de Andalucía” refiriéndose al Puerto de Brenes y  que resume estos  trabajos arqueológicos.

Restos romanos parcialmente excavados en la zona de paso o Puerto de Brenes. Este puerto contiene gran cantidad de agua de manantial. Collantes efectuó una excavación en lo que siempre se creyó fueran unas cisternas romanas.
Según Collantes, «vemos el camino jalonado a la derecha e izquierda por numerosas basas de columnas de buen tamaño y otros elementos constructivos trabajados en la piedra del país, que formaron parte de unas termas romanas que existieron en aquel lugar, según se deduce de los escasos restos conservados, de los que pudimos explorar, aunque muy superficialmente, algunos a manera de baños o pilones de mampostería con el característico enlucido de cal y pequeños fragmentos de cerámica y grava menuda. Uno de estos pilones está pavimentado con ladrillos romboidales. También observamos un conducto formado por dos hileras de sillares, cubiertos por losas. Todavía recuerdan algunos carmonenses haber visto las basas a que antes nos referíamos ordenadamente dispuestas en sus primitivos emplazamientos, formando un atrio o patio porticado, y en el corte del alcor, que forma el puerto, existió hasta hace poco, no muchos años, un conducto tallado en la roca calcárea que era practicable en un largo trecho”
El conducto que describe como “compuesto de sillares cubiertos por losas” es sin duda una conducción de origen romano y por desgracia ya ha desaparecido , pero es seguro que  recogía el agua de la mina y la encauzaba a los edificios que describe Collantes. Hay que señalar que actualmente toda el agua que circula por la mina brota por la atarjea de la fábrica.  El conducto tallado en la roca que se menciona  no es más que una de las galerías de la mina que se dirige hacia el cantil rocoso. Nosotros hemos podido  localizar esta entrada ha día de hoy taponada desde el interior, ya que  hemos accedido a la mina por uno de los pozos o puteis superiores.
Molino asociado al de la Fábrica de anís en un total estado de abandono.Foto: José Millán.
Historia de las exploraciones y descripción de la mina:          
 En enero de 2013, D. Jose Antonio Rodriguez, gerente y dueño de la Fábrica de Anís Los Hermanos propuso a la AAES  la posibilidad de investigar las conducciones subterráneas de agua  que abastecían la fábrica y que según nos comentó provenían de una mina excavada en el alcor, cosa sabida por  referencias verbales de los anteriores propietarios de la fábrica. Estos túneles habían sido objeto de mantenidos y reparaciones en el pasado para garantizar el caudal de agua que alimentaba a los molinos y posteriormente a la fábrica,  pero  ya hacía mucho  tiempo que esta actividad de mantenimiento había cesado, tapándose las bocas de acceso a la mina por lo que se desconocía cual era su estado actual. Lo cierto es que el caudal de agua que circula por la atarjea es ciertamente importante y sobre todo constante durante todo el año, así que al menos los conductos subterráneos  no debían estar colapsados.

 Intentamos acceder a la mina  por la estrecha acequia que alimenta la  atarjea pero la invasión  de parte de la galería por grandes raíces y el mal estado de algunas losas de la cubierta nos hicieron desistir, no obstante pudimos comprobar, tras avanzar unos metros que era un conducto de una gran longitud. Seguidamente exploramos la zona inferior del molino donde se encontraban en su día los rodeznos, examinando todas las estructuras de origen romano que están en parte sumergidas, realizando algunas fotos y una grabación. El siguiente paso fue el reconocimiento de dos pozos o lumbreras situadas sobre la colina que preside el Puerto a una distancia de unos cien metros una de otra  y que seguro debían ser registros de acceso a las galerías. Para ello tuvimos que levantar las dos grandes  losas de hormigón con las que se habían cubierto en épocas recientes. La primera de ellas y más próxima a la fábrica  era un pozo típico de mina  de sección rectangular y de unos 15 metros de profundidad. La zona superior estaba rematada con un arco de ladrillos sobre muros del mismo material, la tipología de los ladrillos podría ser  romana aunque no los llegamos a medir. La estructura se encontraba en muy mal estado estando el muro parcialmente desprendido, las paredes del pozo se habían derrumbado en gran parte y algunas zonas aparecían en un estado muy precario y descompuesto, los escombros habían tapado casi por completo la galería inferior. En tales condiciones no nos atrevimos a bajar pero introducimos una cámara de video con la que pudimos grabar el agua circulando por un pequeño hueco existente  debajo del derrumbe.

Cabecera de uno de los pozos de acceso a la mina rematada con un muro de ladrillo y bóveda parcialmente derrumbada.Foto:José Millán.

 El otro pozo tenía unas características similares pero  no era tan profundo, tan sólo unos siete metros, las paredes  no estaban  en tan mal estado pero la cabecera en este caso estaba  compuesta, como suele ser lo habitual, por piedras encajadas que se encontraban sueltas y en una estabilidad precaria, por lo que desistimos de descender. Cuando introducimos la cámara pudimos comprobar  la existencia de una galería de mina por la que circulaba un exiguo hilo de agua. Con esto concluimos la primera fase de la  exploración, quedando pendiente volver e intentar afianzar la cabecera de este pozo para descender a  la galería con seguridad.

Durante el año 2013 y casi todo el 2014, nuestras exploraciones han estado centradas  en la cercana Mina de agua de Alcaudete, donde ya hemos podido topografiar y estudiar  un total de casi cuatro kilómetros de galerías por lo que no ha sido hasta finales de este pasado 2014 cuando hemos retomado la exploración de esta interesante mina. A finales del mes de  Diciembre nos desplazamos a la zona para intentar realizar  la primera exploración del pozo de mina menos profundo. Teníamos el  objetivo de afianzar la cabecera  y descender con la ayuda de una estructura de acero que colocaríamos sobre la vertical. Una vez destapado el pozo y mientras valorábamos los trabajos descubrimos que a apenas tres metros del  pozo abierto  existía  una sospechosa losa de hormigón de pequeño tamaño y  que parecía tapar un nuevo pozo. Su cercanía nos despistaba bastante  ya que no es habitual encontrar pozos de mina tan cercanos pero decidimos probar suerte. Cuando descubrimos la losa nos encontramos con un nuevo pozo cuya cabecera en este caso estaba formada por un muro de ladrillos rectangular de un metro por cincuenta centímetros de ancho y de al menos tres metros de profundidad, aparentemente  se encontraba en un excelente estado de conservación a pesar que se observaba un ligero desplazamiento de algunas hiladas de ladrillo por movimientos del terreno. Cuando medimos la  profundidad total del pozo  observamos con sorpresa que era  unos cinco metros más hondo que el pozo paralelo, la mina tenía dos niveles.

Accediendo al pozo revestido con ladrillos. Foto: Miguelangel  Bernal.

Detalle del revestimiento superior de ladrillo. Foto Manuel Bernal.

 El muro de ladrillo esta formado por piezas colocadas en una sólo hilada  con unas dimensiones  que va de 28,9 a 30 cm. de largo  y un ancho que va de 21,3 a 22 cm. para un grosor bastante constante de unos 6 cm. El aparejo es mixto alternando hiladas de ladrillos a soga y a tizón, se han utilizado ladrillos rotos o cortados en algunos puntos No se aprecia ningún tipo de argamasa que los una y los muros  tienen  una profundidad de unos tres metros y unas dimensiones en la base de 1,20 m. por 80 cm. y en la coronación de 1 m. por 50 cm. La tipología de estos ladrillos es claramente romana y totalmente similar a los  encontrados en otras minas como la de Alcaudete o Alcalá. Tanto en el muro de ladrillo  como en el resto del pozo excavado en la roca  existen  mechinales  dispuestos a ambos lados para introducir los pies o costeros, algunos de los ladrillos de base del muro se habían quedado casi totalmente “volados” y sin sustento por la degradación de la roca, no obstante este hecho no parecía hacer peligrar la estabilidad de la estructura.  Se trata sin duda de un pozo muy  peculiar y que debía de tener una funcionalidad distinta a la de un “putei” convencional. La primera circunstancia extraña es que se encuentra  a apenas tres metros de otro pozo que tiene un  remate superior normal de putei, a base de piedras encajadas. Los revestimientos superiores de los pozos son normales en todas las minas  de agua  en los Alcores ya que suele existir  un estrato  de arcillas rojas  de un grosor variable sobre la roca calcarenítica que es salvado utilizando piedras de la propia excavación y normalmente sólo encajadas entre sí sin ningún tipo de argamasa. Lo llamativo en este caso es la utilización del ladrillo con idea de dar una mayor solidez a la estructura. Otro aspecto curioso es su forma cónica, siendo la base mayor que la coronación.

Detalle del ladrillo de tipología romana con que estan hechos los muros superiores del pozo , sus medidas son 29X21,5X0,6 cm. Foto:José Millán

 Parece  claro que este pozo tenía una funcionalidad especial, quizás estos muros sirvieran de base a una construcción  superior ya desaparecida, ya que en las inmediaciones  encontramos restos de lo que parecen muros o cimentaciones  hechas con toscos sillares de piedra.  Las coordenadas de este pozo y que para nosotros será el punto de referencia y origen de la topografía  son: 265123,4 X,  4149272,4 Y, 240 m.s.n.m,  USO 30. El pozo esta situado en una zona elevada a unos veinte metros a la derecha de la pista que baja desde la rotonda conocida como “Rotonda de los Caballos” en la carretera A-398 Viso-Carmona a la Fábrica de Anís y al Cortijo de la Bóveda. El pozo da acceso a dos galerías situadas a diferentes niveles; Cuando descendemos encontramos una galería colgada  situada a  6,4 metros de profundidad y con una dirección de 295º por la que cae un hilo de agua, si seguimos descendiendo alcanzamos la galería inferior situada a 10,8 metros de profundidad y por la  que circula actualmente toda el agua de la mina. En las paredes del  pozo se aprecian huellas  de  desgaste en la roca producidas por los  intensos caudales de agua que se han precipitado desde la galería superior a la inferior. La pared inferior esta cubierta por gruesas formaciones generadas por chorreo  y que evidencian  una gran antigüedad.  En la ventana que comunica la galería superior con el pozo  hay restos de un muro de ladrillo  de un metro de altura  que podría haber tenido la función de represa para conseguir un cierto nivel de agua, lo que queda evidenciado por las marcas de antiguos niveles de agua, que superan el metro de altura. La tipología de estos ladrillos es similar a los del pozo. Empezaremos describiendo la mina por la galería más alta:

Detalle desde la base del pozo de entrada a la mina , a la derecha se aprecia la galería colgada que accede a la zona superior de la mina.Foto: Pilar Orche.
Galería superior:
La galería superior  esta excavada en la roca que  presenta una consistencia más  blanda de lo normal pues parece contener una importante cantidad de arcillas. Empieza teniendo unas dimensiones típicas, 1,80 metros de altura  por un  ancho de 70 cm. (las galerías romanas típicas suelen tener un alto aproximado de 3 pies romanos por seis pies de alto, un pie romano son 0,296 cm.)  y  una sección rectangular. Ya hemos observado en otras minas como en los terrenos más blandos se opta por secciones rectangulares que facilitarían una eventual entibación con costeros de madera, piedra o ladrillo.  La galería toma un rumbo de entre 280 a 300 grados, pasando por debajo de la carretera A-398. Presenta lucernarios de tamaño normal (10X20 cm.) excavados en la pared izquierda según avanzamos y a distancias regulares de unos sesenta centímetros, algunos aún conservan restos del hollín de la llama. El sentido de excavación hacia el interior  esta  bien identificado   por las marcas de herramientas y la situación de lucernarios en el lado izquierdo. En la pared derecha y espaciados a distancias de unos diez metros encontramos grandes huecos u hornacinas excavadas para depositar vasijas con aceite. Estamos ante una técnica de excavación de minas  genuinamente romana y que es la siguiente:

Galería superior de la Mina de la fábrica de anis. Foto: José Millán.

 Cuando un equipo  iniciaba la jornada de trabajo en el frente de  mina se  excavaba una  hornacina en la pared derecha para depositar una vasija de aceite con la que recargar las lucernas durante toda esa  jornada, luego se excavaba un lucernario pegado al frente de excavación  y a la altura de la cabeza con idea que estuviera lo más próximo posible a la pared y delante de la cabeza para no generar sombras, lo que dificultaría una buena visión. Creemos que al agotarse  el aceite de la lámpara y en el momento de recargarla se excavaba un nuevo lucernario casi a ras del nuevo frente de excavación y así sucesivamente. Esto explica que donde la roca es más dura o la galería es más alta  los lucernarios estén más juntos y viceversa. Este sistema permitiría además controlar los turnos de excavación simplemente contando lucernarios y relacionándolos  al tiempo que tarda en gastarse el depósito de una lucerna. Las distancias entre hornacinas nos dan idea de cuales eran las distancias de roca excavadas por jornada o equipo. Ya hemos hablado de estas técnicas de minería romana en los  estudios de lucernarios  que hemos podido realizar  en  la mina de agua de Alcaudete, donde hemos encontrado distancias entre lucernarios de apenas 12 centímetros  cuando la roca es muy dura, y hornacinas espaciadas a mayores distancias cuando también aumenta el espaciamiento de los lucernarios. 

Lucernarios distribuidos cada 60 cm. al lado izquierdo del sentido de excavación. Foto: Manolo Bernal.

  

Hornacina para depositar las basijas con aceite. Foto Manuel Bernal.

  La galería discurre sin cambios durante treinta metros hasta un quiebro de casi  90º grados que tras unos tres metros  conecta con un primer pozo o puteis, el quiebro puede ser debido a un error en el rumbo de excavación ya que la galería esta excavada en un único sentido hacia el pozo. También podría haber sido realizado a drede para frenar la corriente de agua. Al partir del pozo  y  como era de esperar la galería recupera el rumbo inicial. El pozo es  de sección rectangular, guardando la relación usual de aproximadamente  1.5X0,90 m. (los puteis en las minas romanas suelen guardar una relación aproximada de 3 pies de ancho por cinco de largo) y esta equipado con  los típicos  mechinales de apoyo  a ambas caras  del lado más corto del pozo. La cabecera   esta  tapada  con una losa de hormigón reciente  y su  profundidad es similar a la del  pozo anterior, unos siete metros. El patrón de medida entre puteis  oscila entre los 30 y 29 metros. Estas medidas no son muy  usuales aunque las hemos registrado ocasionalmente en otras minas y que podría corresponder a un patrón de 10 perticas o 20 passus, (1 pertica son 10 pies  romanos que  son aproximadamente tres metros). 
 

Putei fotografiado desde su base. Foto: Pilar Orche.


 Las marcas de herramientas de hierro  también nos parecen  algo peculiares en esta zona   ya que no observamos los típicos  picos curvos tan presentes en otras minas y canteras romanas , se  destacan las  huellas de punteros de percusión y lo que parecen cinceles o cuñas  con los que se atacaron fundamentalmente los techos. En la pared derecha encontramos una sucesión de grandes alcayatas de hierro clavadas en las rocas dispuestas probablemente para colocar candiles o sujetar un cable eléctrico, por su aspecto y estado no deben de tener muchos años, sabemos que la mina fue durante mucho tiempo objeto de revisiones y mantenimientos por parte de poceros. 

Huellas de herramientas. Foto Pilar orche.

  Desde este punto recorremos otros treinta metros de galería sin cambios morfológicos ni de rumbo  hasta alcanzar un nuevo putei.  Se trata de un pozo similar al anterior y también tapado, en la base del pozo hay una acumulación de escombros que obliga a pasar sobre ellos arrastrándose y en la galería  posterior y debido al taponamiento  ya encontramos una altura de agua de unos 20 cm. El agua esta estancada pero limpia. Entramos en un nuevo  tramo de 29 metros hasta un nuevo putei, en este caso  con ligeros quiebros y un rumbo que vira hacia los 320º. La boca superior de este nuevo putei de unos ocho metros de profundidad esta abierta (se encuentra en el interior de una finca particular). La galería en este sector gana altura llegando a los 2,2 metros y las secciones superiores  de las galerías son ovaladas probablemente porque la roca es más dura apreciándose, como era de esperar, que las distancias entre lucernarios se reducen a unos 40 cm. Empezamos a distinguir  las típicas señales de picos curvos sobre la roca. En la base de este pozo  la mina contacta con una cavidad natural o manantial  subterráneo cuyo lecho esta completamente seco en la actualidad. En el techo de la galería se observan cúpulas de disolución que sólo se forman en inundación total y que forman parte de un conducto natural reexcavado al construir la mina. Estamos ante lo que fue una de los “manantiales madres» de la mina.

 La  cueva forma una sala de unas dimensiones aproximadas de 3X4 metros  desde la que encontramos tres continuidades posibles. Dos galerías excavadas y una gran oquedad elevada un metro del suelo  que da paso entre bloques de piedra  a un conducto natural, el hecho de que este conducto na haya sido tapado demuestra que era emisivo, probablemnet el principal aporte de este colector.
La primera de las galerías esta excavada siguiendo una galería natural preexistente a la que simplemente se la ha reexcavado el lecho inferior y consecuentemente  tiene una forma irregular ,toma una dirección de 300 grados y a los siete metros culmina en un venero impenetrable. La galería natural que es un conducto de origen  freático tiene sección laminar de unos 1.5X0,4 metros, desarrollado a favor de una pequeña falla horizontal , que sigue un rumbo de unos 70º y del que se han podido explorar unos cuarenta metros.

Zona donde la mina contacta con una galería natural,  Foto:José Millán.

La tercera de las continuidades  es una  galería artificial de dimensiones normales que toma un rumbo de 360 grados y que tras recorrer unos quince metros desemboca en un nuevo putei  similar a los anteriores pero  con su base a unos dos metros por debajo del lecho actual de  la galería superior. Esta zona ha sido claramente modificada desde su estructura original, estando  suelo de la galería recrecido con piedras y  depósitos de arcilla, acumulados por el agua. En el acceso desde la galería al pozo se ha construido una especie de represa para retener un  buen nivel de agua . El pozo  esta equipado con una bomba eléctrica sumergible . La continuidad de la mina la encontramos descendiendo al agua, donde arranca una nueva galería con un rumbo de unos 280º. Al inicio de esta nueva galería existe una acumulación  de piedras y barro que represa el agua en el pozo y  que provoca que  los primeros metros esten secos, recuperando el nivel de agua a los pocos metros de recorrido.  Este  último sector de la mina  es  una  galería es similar a las anteriores con una sección en principio algo más alta  de lo normal  de  2,20X0,70 m, los lucernarios están espaciados cada cincuenta  centímetros  y esta también excavada hacia el interior. En este sector si apreciamos las huellas típicas de picos curvos tanto en paredes como en techos y la roca es mucho más consistente  que en las galerías iniciales,  tiene las secciones superiores predominantemente   ovales  y una altura de agua de unos setenta centímetros. Recorridos 17 metros alcanzamos un nuevo putei, en este caso rectangular y con medidas típicas, esta tapado por una losa de hormigón  y su  profundidad es de unos ocho metros. A partir de este punto la altura de la galería se va reduciendo poco a poco, pasando de los 2,20  a 1,40 metros  hasta llegar a un nuevo putei similar al anterior y situado a treinta metros. Desde aquí sólo nos quedan unos 29 metros para llegar al final penetrable  de la galería, producido por un taponamiento de escombros que coincide con un pozo. Estamos a la altura del polígono de Brenes, delante de unas naves industriales. La dirección de la galería en todo este tramo es de 300 grados, el desarrollo total hasta el taponamiento es de 196 metros y la profundidad prácticamente constante. A lo largo de la galería se aprecian antiguas marcas de niveles de agua de algo más de un metro de altura.

Zona final de la galería superior de la mina antes del taponamiento. Foto: José Millán.
Trazado de la mina superpuesto a la foto aérea.

Galería Inferior:

 La galería inferior se desarrolla en dos direcciones, más o menos paralelas al cantil rocoso del puerto. El agua circula desde  un conducto de ladrillo situado en la zona inferior de una galería casi totalmente taponada por sedimentos,  pasa por la zona inferior del pozo y entra en un nuevo conducto de ladrillo similar  que tiene una dirección de  220º. Las dos galerías están revestidas con una bóveda de ladrillo de 60 cm. de ancho y apenas 40 cm. de altura. Hemos podido estudiar con detalle la parte revestida de la galería que recibe el agua ya que la otra esta prácticamente oculta por sedimentos. En la zona superior del arco de ladrillo  se aprecia la galería original excavada en la roca y  que ha sido rellenada por completo con tierra. Hemos podido comprobar  que el conducto artificial   tiene una longitud  de unos tres metros tras los que se abre de nuevo la galería en una especie de sala,  para volver a cerrarse en un nuevo conducto de ladrillo similar al precedente. Sabemos que esta es la galería que lleva agua a la Fábrica de Anís, ya que tras la exploración el agua estuvo saliendo embarrada por la acequia  durante varios días. Parece que la mala consistencia de la roca muy arcillosa obligó a construir las conducciones de ladrillo y cegar la galería original  por lo que la exploración de este sector es por ahora inviable. Los conductos de ladrillo son muy interesantes; están construidos con varias hiladas de ladrillos dispuestos a soga en los laterales sobre los que se sustenta el arco de medio punto. Los ladrillos  son similares  a los que forman el muro de entrada al pozo con unas medidas de 29,2X21,8X6 cm. Entre los ladrillos de la zona superior  encontramos algunas  piezas algo más pequeñas de 14,8X27X3 cm.  que estan rotas y  puede ser una restauración posterior ya que no existen en el resto de arcos de ladrillo que hemos podido estudiar . No hemos apreciado ningún tipo de mortero que los una.

Detalle del conducto de ladrillo de la galería inferior. Foto: Manolo Bernal.

 En  el  sentido contrario , que es de  donde viene el agua, encontramos un conducto de ladrillo similar, enterrado bajo sedimentos arcillososque tienen el aspecto de ser  acumulaciones de  sucesivas  limpiezas de la galería. En este caso la galería no esta totalmente taponada y  podemos acceder  por un hueco entre el sedimento y el techo,  que tiene un metro de ancho y  apenas treinta centímetros de altura. En este punto encontramos una bifurcación a la derecha  de dimensiones muy reducidas que no es mas que una antigua galería excavada en la roca y  colmatada casi hasta el techo por los mismos sedimentos que la anterior  y de la que hemos podido recorrer unos ocho metros, hasta un paso impenetrable  pero tras el que se aprecia  la continuidad de  la galería. En el techo se han formado gruesas estalactitas de una longitud de al menos 20 cm. lo que sugiere que este conducto  en este punto puede  llevar taponado muchos años. No descartamos que bajo el sedimento pueda existir un conducto de ladrillo que en su día llevara el agua al exterior.

Galería semi taponada que en su día salia al cantil rocoso del puerto. Foto: Manolo Bernal.

Sabemos por la topografía que es esta  la galería que sale al cantil rocoso del puerto  y debe ser a la que alude Collantes. La salida al exterior de este conducto ha de estar localizada en un recodo en la roca, a la derecha de la pista que baja hacia la fábrica y  en la  que existe una higuera y restos de lo que parece una antigua acequia, de hecho en el suelo de la galería y en el último punto explorado existen grandes raíces procedentes probablemente de esta la higuera. Por las descripciones que hace Collantes esta debía de ser la galería que suministraba agua al conducto de sillares y losas que se describe en el articulo citado lo que nos induce a pensar que esta debía de ser una de las salidas originales de la mina.

Punto en el cantíl del Puerto donde según la topografía estaría una de las salidas de la mina, hoy taponada. Foto: José Millán

 Volviendo al conducto inicial habremos de continuar “arrastrándonos” unos 18 metros más  hasta que conectamos con una nueva galería de  1,80 X0,70 m. donde aparece el otro lado del conducto de ladrillo. Sobre los sedimentos de relleno encontramos algunas tégulas amontonadas. La pared de la galería esta muy erosionada y no son visibles las huellas de herramientas pero si los lucernarios, situados  en el lado izquierdo según se avanza a distancias de entre 60 y 80 cm. la zona superior de la  galería tiene una sección ovalada. Tras recorrer doce metros encontramos lo que parece un pozo inacabado y excavado desde abajo aunque tambien podría ser una pequeña cavidad natural reexcavada.Ya hemos hallado lo que parecen pozos a medio hacer en otras minas como la de Alcaudete y que sustenta la teoría de que algunos pozos pudieron ser  excavados desde el interior. Tiene una sección sensiblemente rectangular y de dimensiones normales  de 1X0,5 m. En este caso y como pasa en los casos de la mina de  Alcaudete  la profundidad de la galería respecto al suelo es de apenas 5 metros lo que por supuesto favorece esta “excavación inversa”. El pozo esta lleno de formaciones por el intenso goteo que existe ene esta zona, algunas tienen un grosor considerable, de hecho encontramos formaciones muy desarrolladas a lo largo de todo este tramo.

Detalle del conducto de ladrillo cubierto por sedimentos. Foto: José Millán.

Restos de tégulas entre los sedimentos. Foto José Millán.

 Tres metros mas adelante encontramos un putei completamente taponado por piedras que parecen colocadas desde el interior formando una bóveda, el taponamiento es muy antiguo porque las piedras están cubiertas de formaciones. Desde este puteis taponado recorremos un largo  tramo de 42 metros de galería hasta el siguiente , con un rumbo constante de 20 grados y  con alturas que oscilan entre los 1,5 y 1,8 metros para un ancho de entre los 50 y 60 centímetros. Hay niveles de agua muy marcados en la roca que están un metro por encima del nivel actual. Las paredes de este nuevo pozo están completamente cubiertas de formaciones, tiene una profundidad de unos cinco metros y la cubierta esta tapada con una losa de hormigón. La base del pozo esta parcialmente cubierta de bloques de piedra y al otro lado encontramos un tramo de galería de cinco metros cuya altura se reduce a apenas 1,20 m. y que acaba en un nuevo conducto de ladrillo de unos 20X30 cm.  pero en este caso rectangular  ,la zona superior de la galería esta completamente taponada con bloques de piedra, en este punto culmina la exploración. El agua no parece brotar del conducto sino del suelo, quizás exista  un taponamiento y el agua haya acabado por buscar su camino bajo el suelo.

Detalle de las formaciones parietales que se han desarrollado a lo largo de la galería inferior. Arriba a la derecha se puede apreciar lo que podría ser un pozo inacabado y excavado desde abajo. Fotos: José Millán.

La galería tiene un desarrollo total de 84 metros y una dirección muy constante de unos 25 grados. La posición de los lucernarios y marcas de herramientas indica un rumbo de excavación hacia el interior. Las distancias entre puteis en principio siguen el mismo patrón que en la galería superior, unos treinta metros, 10 pérticas,  pero luego esta distancia aumenta hasta los 42 metros, distancia que también nos resulta común por haber sido  registrada recurrentemente en uno de los sectores finales  de la mina de Alcaudete, 42 metros son 14 pérticas o 28 passus. Esta galería discurre paralela a la carretera y pasa por debajo de un grupo de viviendas en la Calle Bonifacio IV. Sabemos que alguna de estas viviendas tiene pozos de acceso a la mina aunque de momento ningun propietario nos ha  permitido  acceder a ellos. Pasado este grupo de casas y  a 350 metros del último punto explorado de la mina encontramos un pozo  tapado con una cúpula al lado de unas estructuras del Siglo XVIII. compuestas por aljibes y acequias,  podría tratarse de un putei de la mina así que haremos gestiones con el Ayuntamiento para poder destaparlo  y explorarlo y así intentar completar el trazado aproximado de la mina.

Detalle de dos sectores de la galería inferior donde se pueden apreciar la diferencia de alturas y las marcas de antiguos niveles de agua muy superiores a los actuales. Foto: José Millán
Conclusiones:
Estamos sin duda ante un sistema de captación y conducción de agua destinado a alimentar grandes edificios de origen romano y que no han podido ser, por falta de excavaciones y estudios  identificados claramente. El Puerto de Brenes fue sin duda un enclave  importante en el ámbito rural de la Carmo Romana. Collantes habla del hallazgo en el lugar de basas de columnas, cisternas, baños y pilones de mampostería y lo que cree fueron unas termas por los restos del característico enlucido de cal  impermeabilizante “opus signinum”  y pequeños ladrillo romboidales; sin  olvidarnos de  las cimentaciones de la Fábrica de Anís que habría que incluirlas dentro de este potente  yacimiento que ha de  encuadrase cronológicamente  en el Alto Imperio Romano. Algunos investigadores han puesto en entredicho  que estos grandes edificios fueran realmente termas, proponiendo la hipótesis de que fueran  curtidurías, establecimientos que estarían más en concordancia con un enclave rural, máxime cuando ya han sido hallados restos de  grandes termas públicas como las de las  Calles  Pozo Nuevo o Juan de Ortega en el centro de la ciudad o las del Cortijo de la Bóveda, que están situadas a un kilómetro de esta emplazamiento en dirección a la Vega.
De todas maneras, bien fueran termas curtidurías o simplemente grandes Villaes rurales lo que existiera en este puerto  habría de ser lo suficientemente importante para justificar la construcción de un sistema de abastecimiento de agua  de las características de esta mina. En cuanto a los sistemas constructivos observados vemos como son casi totalmente coincidentes con los existentes en otras obras subterráneas similares y que hemos tenido la oportunidad de estudiar en los Alcores. Creo que a estas alturas ya podemos  a considerar que el los Alcores se desarrolló una intensa y eficiente  cultura de ingeniería minera hidráulica por parte de  las comunidades romanas que se asentaron en estas tierras a partir del siglo I antes de Cristo. 

Punto final de la galería inferior en un conducto impenetrable de ladrillo. Foto: José Millán

 Las  dos galerías de la mina nacen de  acuíferos situados a distinta cota y  que se han conectado en un pozo colector. Las galerías están excavadas siempre  hacia los manantiales lo que podría dar a entender que primero se localizaban estos,  utilizando seguramente técnicas zahoríes y luego se excavan los túneles desde el colector de salida  hasta el manantial, no hay evidencias (salvo en el caso de una galería de corto desarrollo)  de que las galerías hayan sido excavadas, como pasa en otras minas, siguiendo galerías naturales preexistentes con los característicos  trazados sinuosos y «equivocaciones» (galerías que tras ser excavadas han sido tapadas).
 Las dos galerías parecen haber sido excavadas con técnicas y patrones similares por lo que deben haber sido construidas  en una misma época. La mala consistencia de la roca en gran parte de la  galería inferior ha obligado a la construcción de conductos de ladrillo para salvaguardar la corriente de agua, rellenándose la galería superior de estas conducciones con sedimentos arcillosos, probablemente de sucesivas limpiezas.
Los ladrillos empleados en la construcción de los conductos y las tégulas vienen a reafirmar el origen romano de la mina y de las obras de refuerzo. He de decir que hemos realizado una comparativa tipológica  de ladrillos de todas las estructuras medievales existentes, molinos, atarjeas, etc. con los de la mina sin encontrar ninguna coincidencia, correspondiendo las piezas medidas en los molinos al ladrillo típico de 28X14X0,3 cm.  o 29 X14,5X0,3  utilizado en la  Edad Media. Sólo hemos observado reutilizaciones de grandes sillares de origen probablemente romano  en los cimientos de los molinos.

 Las galeríasque hemos podido explorar no parecen presentar remodelaciones notables y  posteriores a su construcción, salvo algunas evidencias de labores de mantenimiento recientes y un pozo que ha sido parcialemnte modificado. El desarrollo total explorado es de 387 metros de galerías artificiales  y 40 metros de galería natural. Parece que pudieron existir dos salidas de la mina; la primera situada antes del pozo colector y actualmente  taponada y la segunda la que ha día de hoy alimenta a la fábrica de Anís a través de la atarjea. Por tanto creemos que la mina habría de abastecer a dos edificios o asentamientos  situados a una distancia de unos cien metros. El primero el que identificó Collantes junto al camino del Puerto y el segundo el que esta bajo la fábrica de anís. Collantes habla de grandes cisternas, depósitos y conductos  desde los que se distribuiría el agua, esto puede justificar que en la mina no encontremos evidencias de que se haya buscado capacidad de  almacenamiento y sólo de conducción, hecho que si esta presente  en otras minas donde las galerías han sido excavadas a grandes alturas como en el caso de la de Alcaudete. La mina  ha sido reutilizada y mantenida  por los sucesivos asentamientos humanos de  la zona, siendo el más destacable el que corresponde a la construcción de los molinos hidráulicos preindustriales en el  S.XVIII. y en casos puntuales la finalidad lógica  de abastecimiento a fincas y viviendas
Las posibilidades de continuar la exploración son difíciles pero no imposibles ya que tenemos pendiente la apertura de un putei cerrado con una cúpula y  situado a unos 350 metros de la punta de exploración de la galería inferior  que podría ampliar el desarrollo o al menos darnos información sobre el trazado total. En cuanto a la galería superior no hemos encontrado ningún nuevo putei en las proximidades del taponamiento final y  el hecho de que se desarrolle bajo un polígono industrial limita mucho esta posibilidad porque los que hubiera seguro que  han sido tapados.
Por último creemos que esta mina habría de ser protegida y puesta en valor como el gran patrimonio arqueológico que es. Desde la AAES haremos todo lo posible para que esto suceda, ya están comprometidos con la causa  los propietarios de la Fabrica de Anís, esperemos que también lo hagan las autoridades pertinentes.

Fuentes comsultadas:

«Base de datos patrimonio inmueble de Andalucía». 

«CARTA ARQUEOLOGICA DE LOS ALCORES» de Fernando Amores Carredano.

«Brenes y Guadajoz. Nombres de lugar sevillano de filiación mozárabe». Stefan Rustaller. http://institucional.us.es/revistas/philologia/6/art_13.pdf

«Sociedad y mundo funerario en Tartessos»  Mariano Torres Ortiz.

«CARMONA ROMANA».  Excmo Ayuntamiento de Carmona y Universidad de Sevilla.




Resumen de exploraciones en la Surgencia de Zarzalones.

Durante el pasado verano un equipo formado por José maría Cuesta , Nacho Malibran y yo, José Millán ,  hemos continuado las inmersiones en la Surgencia de Zarzalones, con objeto de seguir conociendo y explorando la cavidad. Se ha podido realizar hasta la fecha un levantamiento topográfico al que me he dedicado casi de lleno  de 962 metros de galerías comprendidas entre la entrada y el comienzo de la galería Fedito a -58  metros de profundidad, no obstante  se han recorrido un total aproximado de 1.400 metros , siendo la punta  más lejana la alcanzada por el compañero Nacho Malibran , llegando a una  profundidad de -105 metros y unos novecientos  metros de desarrollo , punto donde la Galería Fedito desciende por debajo de los -130 metros. También hemos recorrido la casi totalidad de la galería conocida como “De la punta” que sabemos conecta con Fedito a una profundidad aproximada de -60 metros pero sin llegar a tomar datos topográficos que quedan pendientes para próximas incursiones. La surgencia es una red muy laberíntica donde encontramos un entramado de galerías que acaban por converger en colectores como la sala conocida como “Plazoleta” o la gran Galería Fedito. Las diferentes bifurcaciones que hemos explorado tanto en los conocidos como “Tubos de presión” como en la “Sala Mayorga” acaban por simplemente conectar diferentes sectores de la cavidad.
Publicamos una representación tridimensional de las zonas topografiadas. Así como algunas fotos tomadas por el compañero Juan Palomo.

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Tambien cuelgo un video que resume las exploraciones en la cavidad:

Localizada y parcialmente explorada la Mina de Agua de la fábrica de anís.

Por fin hemos podido encontrar y acceder a la mina de agua de la fábrica de anís en Carmona, ha sido por un pozo próximo a otro que ya habíamos tanteado pero que desistimos de bajar por el mal estado de la cabecera llena de grandes piedras sueltas y peligrosas. El nuevo pozo estaba completamente tapado y al descubrirlo hemos visto como toda la zona superior estaba revestida con un muro de ladrillo en muy buen estado por lo que hemos bajado por aquí. Los ladrillos son de tipología romana de 29,6X22x0,7. La mina tiene dos niveles, una galería superior de unos doscientos metros de desarrollo y que culmina en unos manantiales que actualmente están secos y otra inferior por la que circula toda el agua y que tiene dos direcciones, hacia los molinos esta revestida con ladrillo pero a una altura de apenas 30 cm. hacia el lado contrario que es de donde viene el agua hay un tapón de escombros que hemos podido puentear hasta una bifurcación, hemos escuchado un intenso ruido de agua que parece caer por una cascada, hemos dejado pendiente la exploración de este sector. La galería tiene una tipología típica de mina romana, excavada con picos curvos y lucernarios distribuidos a distancias de unos veinte centímetros. La altura oscila entre 1,80 metros y 3 metros en algunos puntos, el ancho medio es de 70 a 80 cm. Espaciadas por la galería hay hornacinas más grandes para depositar vasijas con aceite. Algunos lucernarios conservan las marcas de la llama. Volveremos próximamente a topografiar y explorar lo que queda. Agradecemos la colaboración de Jose Antonio, dueño de la fábrica de Anís los Hermanos que como siempre se ha ofrecido a poner medios y apoyo para poder llevar a cabo esta exploración.
Las fotos son de Manuel Bernal.

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Nuevas exploraciones en la Mina de Agua de Alcaudete, resultados y conclusiones.

Durante el  pasado verano  realizamos  una serie de salidas a la mina para completar  la exploración y topografía de la que hemos llamado «Galería del manantial», que es  el sector de mayor desarrollo y que aporta el mayor caudal de agua a la mina . La   galería comienza en un cruce sin pozo (la mayor parte de los cambios de rumbo o conexión de galerías se hacen en la base  de pozos) situado  a 420 metros desde la entrada actual de la mina (creemos que la entrada  situada en la caseta que hay dentro de los terrenos donde se celebra la Romería de el Viso no es la salida original de las aguas de la mina  que debería estar unos setenta  metros más abajo. hacia la Vega, donde el nivel de la galería se iguala con el del terreno) y se separa de la vía principal que hemos llamado «Galería Norte»,  cruzando  en dirección noroeste a traves de los terrenos de cultivo de la finca Viñas Viejas y  pasando por delante de la entrada a  la urbanización “Los Frutales del Alcor” ,  discurriendo luego  paralela a la carretera. Es el ramal de mayor longitud  superando  con creces el kilómetro   pero del que desconocíamos su desarrollo exacto, ya que  la exploración se hallaba  detenida en la base de un pozo, para nosotros el pozo número 67 y que al estar  taponado por escombros  no pudimos superar. Pozo que  estaba localizado por la  topografía en uno de los márgenes de la carretera Viso-Carmona , a unos 1.600 metros de desarrollo desde el inicio de la mina y una vez pasada la entrada a la urbanización .Estaba cubierto  por una estructura de hormigón en forma de enrejado  en muy mal estado. Inspeccionamos el pozo  descendiendo   hasta  la zona superior del tapón de escombros y valorando su posible  desobstrucción  pero consideramos que no  merecía la pena porque podíamos  puentear la galería por un pozo posterior a este . Dimos aviso al Seprona  para que lo taparan  con una losa de hormigón por el peligro que suponía que estuviera abierto  y así lo hicieron.


Superposición de la zona final de la mina a la foto aérea donde se marca el pozo taponado.


Imspeccionando el pozo taponado con ayuda del trípode, en la foto inferior se puede ver el interior del pozo y los mechinales  laterales presentes en todos los pozos.
 La Galería del Manantial comienza su desarrollo con  una altura de algo más de dos metros y un ancho «estándar» de  sesenta centímetros. Recorridos  treinta metros la altura  se eleva hasta los tres metros y tras  ciento noventa metros de desarrollo alcanza  los cuatro metros, manteniendose con estas dimensiones unos trescientos metros más. Estos cambios de altura coinciden con cambios de dirección y de rumbo de excavación y por lo tanto de equipos trabajando en sentidos contrarios lo que no debe ser casualidad. Estos  primeros 450 metros presentan un trazado peculiar . Los trayectos de galería  entre pozos, que para ser más puristas llamaremos a partir de ahora «puteis», van  describiendo  curvas y no parecen seguir una dirección preestablecida, alternados con tramos rectos que finalmente  siguen un rumbo de unos 46 grados respecto al Norte. Los puteis no sólo tienen la función de ventilación y desalojo de escombros, tambien marcan el rumbo a seguir, algo muy importante cuando no se cuenta con instrumentos de orientación como la brúgula.
Las galerías que  unen los puteis  pueden ser rectas o como en estos casos seguir trazados extraños. Es muy posibe que estos trazados sean el resultado del seguimento de  veneros de agua y estos veneros tambien hayan sido a veces la guía para conectar pozos entre sí. Sabemos que los  fossores (en el mundo romano eran los encargados de excavar túneles) se guiaban  a veces por  veneros de agua preexistentes cuando buscaban manantiales , sin un  rumbo preestablecido de excavación.  Sabían que los pequeños veneros de agua pueden marcar el camino hacia  corrientes mucho mayores que son las que en definitiva aportan los grandes  caudales a la mina. Para frenar la velocidad de las aguas los ingenieros romanos  utilizaban una sucesión  de  quiebros de la galería  en ángulo recto situadas   en las zonas cercanas al manantial. En Alcaudete hemos constatado la utilización de esta técnica.
En este sector no existen construcciones de refuerzo de ningún tipo  ya que  la roca es muy firme y no presenta  importantes betas  de arcillas como es el caso de la Galería Norte. Las huellas de herramientas, que en toda la mina estan generadas por  picos de hierro  curvos en las pareeds  y cuñas en los techos, estan muy marcadas en la roca, facilitando la identificación de las mismas y los sentidos de excavación. En algunos  tramos de galería   donde existen   filtraciones constantes  se han generado concreciones calcáreas de un grosor considerable en forma de blancas coladas parietales,  siendo  homogéneas desde el techo hasta la base  , incluso en las galerías que alcanzan los cuatro metros de altura , dimensiones tan inusuales que podrian ser debidas a una  reexcavación  para ganar profundidad. Esto induce a pensar que esta reexcavación, si se hizo, no fue en una  época muy posterior al resto de la mina o que realmente ya se excavaron desde su origen a esta altura.
Superposición sobre la foto aérea del inicio de la «galería del manantial» donde se observa un trazado sinuoso que parece seguir veneros de agua preexistentes, en el plano se han marcado los pozos.


Concrecciones calcáreas de la «galería del manantial», son homeogéneas desde los techos hasta el suelo.

 En cuanto a las distancias que hemos medido entre  puteis  cabe destacar que  los  dos puteis  iniciales  estan a la mayor  distancia registrada en la mina  que es de   62,18 metros  (por el exterior), siendo la longitud de galería entre ambos de más de setenta metros debido a su trazado irregular. A partir de este punto los pozos se distribuyen a distancias que  oscilan entre los 30, 36  y 42 metros, esto  en cuanto a medidas exteriores  entre pozos ya que el desarrollo de galería suele ser algo superior  por no tener trazados rectos. Hemos buscado posibles patrones a estas medidas y resulta que  36 metros son aproximadamente  un Actus, medida muy utilizada por los ingenieros romanos y que equivale a 120 pies (1 pie romano son 29,6 cm.), treinta metros son 100 pies y 42 metros son aproximadamente  140 pies. Ya vimos en articulos anteriores como en las galerías iniciales de la mina había patrones entre pozos de unos 18 metros, que no es más que la mitad de un Actus o, como decíamos también 12 passus (1 passus son cinco pies, aproximadamente 1,5 metros).

Los sentidos de excavación que podemos deducir de  las marcas de picos y disposición de los lucernarios es la que dejan  dos equipos excavando desde sentidos contrarios hasta encontrase en un punto  intermedio entre pozos y no necesariamente el centro. En algunos casos son visibles los errores en el rumbo que fueron subsanados con  quiebros antes de los puntos de unión  . Puede que utilizaran el sonido para excavar en la dirección correcta cuando los dos equipos  se acercaban, máxime si lo hacian siguiendo una galería natural preexistente.
En algunos puntos donde la mina  cambia de rumbo  se cegó el tramo de  galería ya construido  con piedras procedentes de las labores de  excavación , girando  el frente de mina hacia una nueva  dirección . En algunos casos  estos conductos sellados estan por encima  del lecho de  la galería. Esto  apoya la idea de  que se excavara  en algunos casos siguiendo  veneros de agua  y que se abortaba y cambiara  de rumbo  cuando no se conseguía  el resultado esperado que no es más que seguir el camino de  los veneros principales.

Ejemplo de enlace de galerías entre los pozos P43 Y P44
Galería completamente taponada con piedras procedentes de la excavación en un cruce ¿equivocación o reconfiguración de la mina?.

 A unos 450 metros desde el cruce y a 870 desde los molinos encontramos una bifurcación a la izquierda (única de este sector) que a los 8 metros de desarrollo  conecta por un pozo vertical de unos dos metros a un  nivel superior compuesto por un entramado de galerías de dimensiones normales , 1.70 de alto por 0.50  de ancho, con un desarrollo total  de unos 60 metros y que se superponen a la  galería inferior. La finalidad de estos conductos es encauzar  el agua de una galería o venero  natural de gran tamaño que a día de hoy esta seca. La mina  lo corta perpendicularmente quedando el conducto «colgado» a ambos lados de la galería. Hemos explorado unos cincuenta metros de esta cueva  sin llegar al final porque la mala consistencia de la roca nos hizo desistir.  El hecho de que este gran manantial este situado a  unos dos metros por encima del nivel  de la mina nos induce a pensar  que en períodos más secos (como el actual) acabara  por desecarse o disminuir enormemente su caudal , puede que esto provocara la búsqueda de   un nuevo  manatial más caudaloso  localizado previamente desde el exterior  y conducido  por la  larga galería que precede a  este punto. ¿se reconfiguró entonces la mina en una época posterior a su construcción  reexcavando las galerías y  ajustando la profundidad a la del nuevo manantial? . En definitiva nos preguntamos si estamos ante dos fases constructivas separadas en el tiempo o no. Habrá que investigar algo más para descubrirlo.

Recreación tridimensional de la zona inicial de la  galería del nacimiento donde se observa el manantial seco situado sobre la galería que divide este tramo en dos sectores con diferentes dimensiones y morfología

La galería que empieza tras este cruce nos va dando algunas pistas que nos indican  que estamos en  otro sector o fase  de la mina. Las alturas pasan bruscamente de los 4 metros al patrón normal de entre 1.70 y 1.80 metros. Los sentidos de excavación son únicos hacia el interior y ya  no hay evidencias de  dos equipos excavando en sentidos contrarios. Todas las distancias entre puteis  se incrementan  hasta los 40 ó 42 metros, hecho que puede ser provocado por el aumento a más de 20 metros  de  la profundidad  de los puteis al elevarse la cota del terreno. Distanciarlos  más   disminuye el número y por lo tanto el enorme costo de excavar puteis  tan profundos. Consideremos   que, como pasa en todas las minas estudidas  la galería se ha excavado prácticamente horizontal y que  de hecho hay apenas un metro de diferencia de cotas entre  la galería en los molinos y la que tiene en la punta de la mina a 1.600 metros de distancia. Si se eleva el terreno, aumenta la profundidad de la mina.
En este caso y por excavasrse en un sentido único   los errores en el rumbo  se manifiestan en la proximidad de los puteis,  donde se aprecian pequeños quiebros de escasos metros en los puntos de unión. Algunos de los puteis   están   situados fuera de la galería y no sobre ella como es habitual  lo que podría ser fruto de estos errores citados.

Avanzaremos más de seiscientos metros desde este punto  hasta llegar al pozo taponado por escombros, el pozo número 67,  sin encontrar ninguna otra bifurcación ni galerías cegadas o “errores”, ni tramos curvos,  lo que pone de manifiesto que este largo sector (de unos 800 metros)  se excavó con la única finalidad de conectar la mina con un nuevo manantial  que ya estaría localizado previamente  por técnicas zahoríes probablemente.
El agua de la mina circula  por un hueco entre los escombros de la base inferior del pozo . Desde este punto hasta el final de la mina y como ya hemos referido la exploración se realizó  accediendo por un pozo posterior, el número 68.

Sector final de la galería del manantial antes de llegar al pozo taponado, son claramente visibles las señales de los picos y el sentido de excavación así como las marcas de diferentes niveles de agua muy superiores al de la actualidad.

  La profundidad del pozo 68 es  de unos 23 metros.  La cabecera esta formada, como suele ser habitual por piedras irregulares  dispuestas en hileras  sin ningún tipo de argamasa lo que no nos daba mucha confianza  ya que un golpe podría hacerlas caer. Retirarlas resultaba muy complicado sin provocar el  derrumbe y posible taponamiento por lo que  optamos por utilizar un trípode con el que  descender por el centro del pozo sin tocar las paredes. El trípode  fue cedido, como en otras ocasiones por nuestro compañero  José Manuel Gordillo, dueño de la  empresa EASTAV, miembro de la AAES y participante de esta exploración.

 Los poceros de la zona y buenos conocedores de la mina  nos había comentado que la galería existente tras este derrumbe se prolongaba  unos doscientos metros más hasta llegar a  la finca contigua a la  urbanización , que es una explotación agraria. En el final de la mina  se encontraba el nacimiento o lo que ellos llaman  “madre de la mina” por lo que para nosotros esta exploración era de máximo interés.

Accediendo con el trípode  por el pozo situado tras el derrumbe

 En la base del pozo  conectamos con la galería que es similar en morfología  a las precedentes salvo por su altura que en un principio es de 1,5 metros pero que va diminuyendo progresivamente hasta los 90 cm. parece  que debido  al relleno del lecho por acumulación de sedimentos  y no porque la galería se excavara a estas dimensiones, puede que el taponamiento precedente haya provocado esta acumulación de arenas . La galería esta excavada a pico curvo como las precedentes y  la dirección de excavación sigue siendo siempre hacia el manantial . Los lucernarios se distribuyen a distancias regulares de entre 30 cm. y 1 m. estando siempre situados en el lado izquierdo  lo que también delata el sentido de excavación. Destaca la  existencia de varios “quiebros” de la galería en ángulo recto y  cuya finalidad es claramente disminuir la velocidad del agua. La galería presenta antiguas marcas de niveles de agua muy altos y constantes. En la actualidad la altura de la lámina de agua es de apenas 15 cm. En esta exploración se realizan dos hayazagos interesantes ;  una cruz latina tallada en roca de unos treinta centímetros de longitud y que es  uno de los pocos grabados encontrados en la mina. Puede ser una cristianización o una marca de cantero, aunque esto último me parece poco probable porque la cruz no esta modificada. Hemos localizado  una cruz similar pero algo más pequeña tallada en la pared de  la zona inicial de la mina lo que apoya la teoría de la cruistianización y no necesariamente medieval ya que sabemos que el asentamiento agrícola de Alcaudete perduró incluso en época paleocristiana como delatan algunos hayazgos arqueólogicos  en la zona.

Tramo final de galería antes del manantial y cruz latina tallada en la roca

El segundo e interesante  hayazgo  es un pequeño fragmento de mineral de pirita, concretamente “pirrotina”,   que se encontró  introducido en un taladro hecho en la roca y que por supuesto no procede de los Alcores. Pudo ser utilizado   para taladrar la roca ya que tiene forma de  punta, quizás colocada al final de un mango de madera. Siempre hemos pensado que una mina como esta pudo  ser escavada por mineros y este pequeño fragmento de mineral de hierro  puede ser un nexo entre la minería de hierro y las minas de agua, como hipótesis resulta prometedora y puede abrir una nueva vía de investigación.

Tras recorrer unos cien metros y pasar bajo dos nuevos puteis  alcanzamos el  sector final de la mina elevandose  la  altura de la galaería  a más de cuatro metros y alcanzando  el nacimiento o lo que los poceros llaman  “madre”   y que no es  más  que un autentico  «río subterráneo» y en este caso con agua. Actualmente el agua brota de dos pequeñas oquedades situadas sobre el lecho de la mina aunque vemos claras evidencias de que el agua ha caido a chorros desde los techos.  La mina  se acaba bruscamente  en un tramo de galería  perfectamente rectangular  , esta forma de «terminar la obra» es muy similar a la encontrada en el manantial seco que hemos explorado con anterioridad . En el techo de esta  galería se abren dos accesos a una  cueva natural generada por la circulación del agua y que exploramos en parte . Nos sorprenden  sus dimensiones , que en algunos puntos llega a los cuatro  metros de anchura por tres  de altura.
Final de la galería del manantial, donde contacta con los manatiales y la cueva natural

Piedra de pirita hayada en el interior de un orificio en la roca.

Detalle de uno de los manantiales que abastecen la mina en el sector final.

Accediendo a la cueva natural por el techo de la galería final de la mina.

Seguimos destacando,  tras estas exploraciones,  que el  estado de conservación general de la mina es extraordinario en comparación con otras  de la zona,  y esto no puede ser más que porque ha sido utilizada y mantenida por los sucesivos asentamientos de Alcaudete  desde su construcción hasta hoy. La mayoría de puteis  ni siquiera cuentan con una cubierta, ni brocal alguno  encontradose abiertos a ras del suelo. No hay  constancia de que hayan sido utilizados (al menos la mayoría) como pozos de abastecimiento   por lo que simplemente han quedado como  pozos de registro por los que acceder a la mina para su mantenimiento. La mayoría han sido rematados con hiladas de piedras superpuestas sobre las que no descartamos que hubiera podido existir algún tipo de estructura hoy desaparecida ya que en algunos casos muy contados se conservan  cúpulas de mortero sore piedra o ladrillo muy típicas en los Alcores.

Aspecto general de la mayoría de puteis , sin ningún tipo de cubierta o brocal.

Putei cubierto con una cúpula de ladrillo y mortero de antiguedad incierta y  típicas en los Alcores

Desde  las  galerías iniciales encontramos  patrones de excavación similares a otras minas de origen romano como la de Alcalá de Guadaira , Gandúl o Trigeros  , a parte de la morfología, huellas de picos curvos o lucernarios distribuidos regularmente  las  distancias entre puteis se repiten siendo de unos 18 metros (60 pies o 12 passus), exceptuando la zona próxima a los molinos donde encontramos distancia algo menores y puntuales como 15, 12 ó 9 metros y en un caso excepcional   30 metros. Hemos encontrado algunos grabados en la roca como una cruz latina ya referida anteriormente y las letras «V» y «X» que podrian ser una numeración, de pozos o  de distancias. Tambien sabemos que hubo más pozos, al menos dos,  hacia la vega, en un tramo de galería de unos  setenta  metros y que ha día de hoy estan cegados.

Arriba las letras «V» y «X» grabadas sobre la pared de la galería y abajo una cruz latina, etos grabados se encuentran en los tramos iniciales de la mina. Foto cedida por  Pilar Orche

En el sector inicial de la mina se han realizado dieferentes obras de refuerzo por la mala calidad de la roca en los techos y algunas paredes , cabe destacar   dos espectaculares bóvedas de ladrillo de medio punto  sustentadas sobre muros de mampostería y  otras tres  similares pero con cubierta de piedras planas,  todas las labores estan  rejuntadas  con mortero de cal, salvo en un caso que las piedras están unidas con arcilla. En algunos rellenos  se han utilizado tégulas. Los ladrillos, como ya hemos referido en otros articulos son todos de tipología romana. Esta galería inicial es una galería sin quiebros, excavada siempre siguiendo un rumbo constante y con una altura extraordinaria , más de cinco metros en algunos puntos y siempre por encima de los cuatro metros . Encontramos un sólo cambio de rumbo   a los 340 metros de desarrollo y realizado , como suele ser habital,  en un pozo. Los pozos a veces servían para este fin que no es más que cambiar la dirección de la galería y llevar el conducto a donde se quería. Todos los pozos cuentan con “mechinales” laterales y suelen ser de sección rectangular , (sólo hay tres pozos circulares), también hemos encontrado estos mechinales en las galerías altas, espaciados cada pocos metros como sistema auxiliar para su construcción. Ya hemos comentado en otros articulos que hay evidencias de que algunos pozos fueron excavados desde abajo y esto puede deberse a la poca profundidad de la mina en este tramo, unos seis metros. La ausencia total en este sector inicial  de quiebros o errores de rumbo en la excavación podrían avalar la hipótesis de una excavación de puteis desde la galería y no desde el exterior . En este primer sector también resultan visibles varios “puenteos” y una posible reexcavación de 1,20 metros en profundidad para adaptar la mina a la cota de los manantiales más alejados y que hubo de ser realizada en un período posterior a la construcción de la mina. 

Muros  de mampostería rematados  con bóveda  de ladrillo situado en los tramos iniciales de la mina

En este primer sector cercano a los molinos también hemos  explorado  una galería de una sección más pequeña ,  0,80 m. de alto por 0,50 m. de ancho   y veinticinco metros de longitud  que daría servicio de agua a una de las fincas situadas en la zona, ya que culmina en un pequeño pozo que ha día de hoy esta completamente cegado. Hay evidencias arqueológicas (grandes sillares y materiales de construcción de origen romano)   de que la finca se construyó sobre los restos de una Villae  por lo que esta galería y pozo puede ser de servicio de agua  a este asentamiento. También hemos explorado  y topografiado  dos  galerías cercanas al inicio de la mina de dimensiones normales  y  que son dos aportes . Una de ellas es de  de corto desarrollo y culmina en un venero natural que aún sigue activo (seguramente estos son los veneros naturales por los que se guiaron los fossores en algunos tramos) . La otra es de mayor  desarrollo, unos cuatrocientos metros,  y se bifurca en dos ramales para recolectar  el agua de dos nuevos veneros de muy escaso caudal en la actualidad. Esta galería  ha sido cegada   recientemente a la altura de su conexión con la principal y  los pozos por los que podríamos acceder han sido tapados con grandes losas de hormigón. Por suerte fue explorada y topografiada  por mí  en el año 1995.

Venero de agua natural situado al final de una galería, creemos  que estos pequeños conductos podian servir de guía de excavación a los fossores.
Tramos iniciales de la Mina de Alcaudete desde los molinos.

Este sector que se desarrolla hacia el Noroeste y debajo de los terrenos de la finca de Alcaudete esta construido con dimensiones normales de galerías de 1,80X0,60, seis pies de alto por dos pies de ancho. Las distancias entre puteis  son de unos 36 metros (un Actus) . Recoge y encauza el agua de dos manantiales que convergen en un pozo colector. Aunque se topografió en el año 1995 tenemos pendiente su estudio detallado que sólo será posible entrando por uno de los pozos, ya que la unión con la galería principal ha sido cegada.
El sector inicial de la mina desemboca en la que llamamos Galería Norte y a todas luces el sector que primero se construyó. Esta galería se dirige a un manantial al que no hemos podido acceder por encontranos con un tapónamiento. Los sucesivos puenteos delatan que este sector ha sido modificado a lo largo del tiempo, seguramente por el descenso de los niveles freáticos,  cegando algunos tramos de las galerías iniciales y creando nuevos conductos algo más profundos , fue necesario  adaptar la mina  a los nuevos manantiales, quedando los originales secos y «colgados». Esto demuestra la importancia de la mina y su prolongada utilización a lo largo del tiempo ¿por qué había tanta necesidad de agua?, ¿por qué invertir tan ingente cantidad de esfuerzo durante probablemente cientos de años para mantener unos grandes caudales de agua?, como ya hemos dicho en otros articulos sólo se nos ocurre un motivo que es el de proporcionar ferza hidráulica con la que mover  molinos hidráulicos harineros.


Sector final de la Galería Norte donde se reflejan los sucesivos puenteos y una zona con quiebros para detener la velocidad del agua.

Ha día de hoy  ya tenemos topografíado la casi totalidad de los conductos artifiales accesibles de la mina que suman un total de 3.669 metros, quedando pendiente algunos tramos de corto desarrollo que podrián elevar el total a unos 4.000 metros y quedando también pendiente la  exploración  y topografia de los dos conductos naturales. Tambien tenemos constancia (gracias a las informaciones del Seprona) de la posible existencia de galerías tras el taponamiento  en el final de la Galería Norte y que aporta una gran parte del caudal de agua de la mina. Su exploración esta supeditada a que podamos conseguir los permisos necesarios ya que los pozos por los que acceder estan dentro de una finca privada. En definitiva pronto esperamos tener  concluida la exploración y topografía completa de la mina.

Mapa actualizado de las galerías de la Mina de Agua de Alcaudete sobre la foto aérea.

 Enlaces a videos relacionados con las exploraciones en Alcaudete.

Recuperación de botellas de buceo de la Cueva de la Minilla.

Hemos vuelto a la cavidad para recuperar dos botellas de buceo que se nos quedaron en el sifón terminal tras la finalización de la campaña en el año 2012. En estos dos años la cavidad ha entrado en carga repetidas veces por las intensas llúvias caídas en la zona y no teníamos muy claro el castigo que habrían sufrido por la fuerza de las aguas. La principal dificultad de esta cavidad es la falta de oxigeno que hace la progresión entre sifones muy penosa, sobretodo cargados de material. Las botellas se encontraban oxidadas y con signos de haber sido golpeadas contra la roca pero operativas y aún cargadas de gas. Hemos de agradecer la colaboración de Manuel Bernal, José Manuel Gordillo y Emilo Sandoval que nos ayudaron a portar todo el material desde el S-1 hasta la calle. La recuperación de las botellas la realizamos José Luis Rubio y yo, José Millán. Adjunto la topografía de la cavidad algunas fotos de Manuel Bernal y un video grabado en el sifón S-1.

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minilla 2012 com

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