Hemos publicado un video que resume las exploraciones realizadas en la mina:
Publicados los trabajos de exploración y estudio de la mina de agua del Puerto de Brenes o de la Fábrica de Anís en Carmona.
Una vez concluidos los trabajos en la mina hemos publicado un articulo que se puede leer o descargar en nuestro blog sobre minas de agua:
http://minasdeagua.blogspot.com.es/2015/03/la-mina-de-agua-del-puerto-de-brenes-o.html
o en la revista digital Gota a Gota de los compañeros del Grupo de espeleología de Villacarrillo:
https://drive.google.com/file/d/0B4JcDrAba_RPNTRnRG5EYlVGdnc/view?usp=sharing
La mina de agua del Puerto de Brenes o de la Fábrica de Anís.
Imagen del Puero de Brenes desde el pozo de entrada de la mina. Foto: José Millán. |
Situación y contexto arqueológico:
Plano del Puerto de Brenes con la Fábrica de Anís donde se puede ver la atarjea que abastecía el molino hidráulico. Foto:José Millán. |
Sala de rodeznos del Molino de la Fábrica de Anís, donde se identifican las cimentaciones romanas. Foto:José Millán |
El agua que alimenta al molino de la Fábrica de Anís llega por una atarjea elevada que capta las aguas de la mina a trabes de una acequia enterrada. Dicha acequia es un conducto elaborado con muro de ladrillo y cubierta de piedras planas. Tiene una sección de unos cincuenta centímetros de alto por apenas cuarenta de ancho. Junto a este conducto hemos descubierto una arqueta parcialmente enterrada y que según parece era una derivación ya anulada de las aguas hacia unas fincas cercanas. La atarjea esta realizada combinando mampostería e hiladas de ladrillo con terminaciones de enlucido de cal, técnica habitual en todos los molinos harineros construidos a finales del S.XVII en los Alcores. Todo el edificio que abarca tanto las dependencias del molino como la casa del molinero esta hecho de ladrillo, si bien también existen muros de mampuesto en las zonas inferiores. El edificio ha sufrido algunas restauraciones recientes para darle su funcionalidad de fábrica de licores, usándose parte del caudal de agua de la atarjea para el enfriamiento de los alambiques, si bien una gran parte del mismo sigue ejerciendo su primitiva función de alimentar el cubo que desemboca en la sala de rodeznos. La atarjea , al igual que las fachadas del molino, presenta señales de diferentes restauraciones más antiguas, como la que hemos podido registrar por una inscripción hecha a carboncillo sobre el mortero de cal interior del canal de la atarjea y que reza “se arreglo el 1926”. No hemos encontrado referencias históricas concretas sobre la fecha de construcción de este molino, sólo en lo referente a su transformación en destilería. Existe la creencia de que fue un molino árabe pero nosotros no hemos encontrado ni referencia escrita ni prueba física que lo demuestre.
Interior de la acequia que lleva el agua hasta la atarjea que alimentaba el molino de la fábrica de anís. Foto: José Millán |
Grafiti hecho a carboncillo de una restauración de la atarjea realizada en 1926. Foto:José Millán. |
A apenas cien metros del Molino de la Fábrica de Anís y en dirección a la Vega encontramos los restos de otro molino similar pero totalmente destruido por el abandono y el hundimiento de los terrenos arcillosos sobre los que está edificado. Este molino utilizaba el mismo caudal de agua que era derivado por atarjeas de molino en molino, manteniendo la altura hasta el cubo. Este sistema de molinos consecutivos suele ser habitual en los Alcores. En la catalogación arqueológica que hemos consultado reza, al igual que la fábrica como un edificio de “época preindustrial”.
Para encontrar las primeras referencias arqueológicas de este Puerto de Brenes hemos de remitirnos, como en muchos otros casos, a finales del siglo XIX , tiempos en que el afamado arqueólogo Bonsor, miembro de la conocida por entonces “Sociedad Arqueológica de Carmona” realiza diferentes prospecciones arqueológicas en la zona que se centran como era habitual en las necrópolis, excavándose diferentes túmulos prerromanos en los puntos más elevados del Puerto y reconociéndose a este enclave como un asentamiento romano de cierta importancia en base a los innumerables restos de edificios presentes sobre el terreno. La referencia más interesante en relación a nuestra mina que hemos encontrado son los estudios realizados muchos años más tarde por el profesor Collantes de Terán. Transcribo un interesante párrafo extraído de la “Base de datos del patrimonio inmueble de Andalucía” refiriéndose al Puerto de Brenes y que resume estos trabajos arqueológicos.
Según Collantes, «vemos el camino jalonado a la derecha e izquierda por numerosas basas de columnas de buen tamaño y otros elementos constructivos trabajados en la piedra del país, que formaron parte de unas termas romanas que existieron en aquel lugar, según se deduce de los escasos restos conservados, de los que pudimos explorar, aunque muy superficialmente, algunos a manera de baños o pilones de mampostería con el característico enlucido de cal y pequeños fragmentos de cerámica y grava menuda. Uno de estos pilones está pavimentado con ladrillos romboidales. También observamos un conducto formado por dos hileras de sillares, cubiertos por losas. Todavía recuerdan algunos carmonenses haber visto las basas a que antes nos referíamos ordenadamente dispuestas en sus primitivos emplazamientos, formando un atrio o patio porticado, y en el corte del alcor, que forma el puerto, existió hasta hace poco, no muchos años, un conducto tallado en la roca calcárea que era practicable en un largo trecho”
Intentamos acceder a la mina por la estrecha acequia que alimenta la atarjea pero la invasión de parte de la galería por grandes raíces y el mal estado de algunas losas de la cubierta nos hicieron desistir, no obstante pudimos comprobar, tras avanzar unos metros que era un conducto de una gran longitud. Seguidamente exploramos la zona inferior del molino donde se encontraban en su día los rodeznos, examinando todas las estructuras de origen romano que están en parte sumergidas, realizando algunas fotos y una grabación. El siguiente paso fue el reconocimiento de dos pozos o lumbreras situadas sobre la colina que preside el Puerto a una distancia de unos cien metros una de otra y que seguro debían ser registros de acceso a las galerías. Para ello tuvimos que levantar las dos grandes losas de hormigón con las que se habían cubierto en épocas recientes. La primera de ellas y más próxima a la fábrica era un pozo típico de mina de sección rectangular y de unos 15 metros de profundidad. La zona superior estaba rematada con un arco de ladrillos sobre muros del mismo material, la tipología de los ladrillos podría ser romana aunque no los llegamos a medir. La estructura se encontraba en muy mal estado estando el muro parcialmente desprendido, las paredes del pozo se habían derrumbado en gran parte y algunas zonas aparecían en un estado muy precario y descompuesto, los escombros habían tapado casi por completo la galería inferior. En tales condiciones no nos atrevimos a bajar pero introducimos una cámara de video con la que pudimos grabar el agua circulando por un pequeño hueco existente debajo del derrumbe.
Cabecera de uno de los pozos de acceso a la mina rematada con un muro de ladrillo y bóveda parcialmente derrumbada.Foto:José Millán. |
El otro pozo tenía unas características similares pero no era tan profundo, tan sólo unos siete metros, las paredes no estaban en tan mal estado pero la cabecera en este caso estaba compuesta, como suele ser lo habitual, por piedras encajadas que se encontraban sueltas y en una estabilidad precaria, por lo que desistimos de descender. Cuando introducimos la cámara pudimos comprobar la existencia de una galería de mina por la que circulaba un exiguo hilo de agua. Con esto concluimos la primera fase de la exploración, quedando pendiente volver e intentar afianzar la cabecera de este pozo para descender a la galería con seguridad.
Accediendo al pozo revestido con ladrillos. Foto: Miguelangel Bernal. |
Detalle del revestimiento superior de ladrillo. Foto Manuel Bernal. |
El muro de ladrillo esta formado por piezas colocadas en una sólo hilada con unas dimensiones que va de 28,9 a 30 cm. de largo y un ancho que va de 21,3 a 22 cm. para un grosor bastante constante de unos 6 cm. El aparejo es mixto alternando hiladas de ladrillos a soga y a tizón, se han utilizado ladrillos rotos o cortados en algunos puntos No se aprecia ningún tipo de argamasa que los una y los muros tienen una profundidad de unos tres metros y unas dimensiones en la base de 1,20 m. por 80 cm. y en la coronación de 1 m. por 50 cm. La tipología de estos ladrillos es claramente romana y totalmente similar a los encontrados en otras minas como la de Alcaudete o Alcalá. Tanto en el muro de ladrillo como en el resto del pozo excavado en la roca existen mechinales dispuestos a ambos lados para introducir los pies o costeros, algunos de los ladrillos de base del muro se habían quedado casi totalmente “volados” y sin sustento por la degradación de la roca, no obstante este hecho no parecía hacer peligrar la estabilidad de la estructura. Se trata sin duda de un pozo muy peculiar y que debía de tener una funcionalidad distinta a la de un “putei” convencional. La primera circunstancia extraña es que se encuentra a apenas tres metros de otro pozo que tiene un remate superior normal de putei, a base de piedras encajadas. Los revestimientos superiores de los pozos son normales en todas las minas de agua en los Alcores ya que suele existir un estrato de arcillas rojas de un grosor variable sobre la roca calcarenítica que es salvado utilizando piedras de la propia excavación y normalmente sólo encajadas entre sí sin ningún tipo de argamasa. Lo llamativo en este caso es la utilización del ladrillo con idea de dar una mayor solidez a la estructura. Otro aspecto curioso es su forma cónica, siendo la base mayor que la coronación.
Detalle del ladrillo de tipología romana con que estan hechos los muros superiores del pozo , sus medidas son 29X21,5X0,6 cm. Foto:José Millán |
Parece claro que este pozo tenía una funcionalidad especial, quizás estos muros sirvieran de base a una construcción superior ya desaparecida, ya que en las inmediaciones encontramos restos de lo que parecen muros o cimentaciones hechas con toscos sillares de piedra. Las coordenadas de este pozo y que para nosotros será el punto de referencia y origen de la topografía son: 265123,4 X, 4149272,4 Y, 240 m.s.n.m, USO 30. El pozo esta situado en una zona elevada a unos veinte metros a la derecha de la pista que baja desde la rotonda conocida como “Rotonda de los Caballos” en la carretera A-398 Viso-Carmona a la Fábrica de Anís y al Cortijo de la Bóveda. El pozo da acceso a dos galerías situadas a diferentes niveles; Cuando descendemos encontramos una galería colgada situada a 6,4 metros de profundidad y con una dirección de 295º por la que cae un hilo de agua, si seguimos descendiendo alcanzamos la galería inferior situada a 10,8 metros de profundidad y por la que circula actualmente toda el agua de la mina. En las paredes del pozo se aprecian huellas de desgaste en la roca producidas por los intensos caudales de agua que se han precipitado desde la galería superior a la inferior. La pared inferior esta cubierta por gruesas formaciones generadas por chorreo y que evidencian una gran antigüedad. En la ventana que comunica la galería superior con el pozo hay restos de un muro de ladrillo de un metro de altura que podría haber tenido la función de represa para conseguir un cierto nivel de agua, lo que queda evidenciado por las marcas de antiguos niveles de agua, que superan el metro de altura. La tipología de estos ladrillos es similar a los del pozo. Empezaremos describiendo la mina por la galería más alta:
Detalle desde la base del pozo de entrada a la mina , a la derecha se aprecia la galería colgada que accede a la zona superior de la mina.Foto: Pilar Orche. |
Galería superior de la Mina de la fábrica de anis. Foto: José Millán. |
Cuando un equipo iniciaba la jornada de trabajo en el frente de mina se excavaba una hornacina en la pared derecha para depositar una vasija de aceite con la que recargar las lucernas durante toda esa jornada, luego se excavaba un lucernario pegado al frente de excavación y a la altura de la cabeza con idea que estuviera lo más próximo posible a la pared y delante de la cabeza para no generar sombras, lo que dificultaría una buena visión. Creemos que al agotarse el aceite de la lámpara y en el momento de recargarla se excavaba un nuevo lucernario casi a ras del nuevo frente de excavación y así sucesivamente. Esto explica que donde la roca es más dura o la galería es más alta los lucernarios estén más juntos y viceversa. Este sistema permitiría además controlar los turnos de excavación simplemente contando lucernarios y relacionándolos al tiempo que tarda en gastarse el depósito de una lucerna. Las distancias entre hornacinas nos dan idea de cuales eran las distancias de roca excavadas por jornada o equipo. Ya hemos hablado de estas técnicas de minería romana en los estudios de lucernarios que hemos podido realizar en la mina de agua de Alcaudete, donde hemos encontrado distancias entre lucernarios de apenas 12 centímetros cuando la roca es muy dura, y hornacinas espaciadas a mayores distancias cuando también aumenta el espaciamiento de los lucernarios.
Lucernarios distribuidos cada 60 cm. al lado izquierdo del sentido de excavación. Foto: Manolo Bernal. |
Hornacina para depositar las basijas con aceite. Foto Manuel Bernal. |
La galería discurre sin cambios durante treinta metros hasta un quiebro de casi 90º grados que tras unos tres metros conecta con un primer pozo o puteis, el quiebro puede ser debido a un error en el rumbo de excavación ya que la galería esta excavada en un único sentido hacia el pozo. También podría haber sido realizado a drede para frenar la corriente de agua. Al partir del pozo y como era de esperar la galería recupera el rumbo inicial. El pozo es de sección rectangular, guardando la relación usual de aproximadamente 1.5X0,90 m. (los puteis en las minas romanas suelen guardar una relación aproximada de 3 pies de ancho por cinco de largo) y esta equipado con los típicos mechinales de apoyo a ambas caras del lado más corto del pozo. La cabecera esta tapada con una losa de hormigón reciente y su profundidad es similar a la del pozo anterior, unos siete metros. El patrón de medida entre puteis oscila entre los 30 y 29 metros. Estas medidas no son muy usuales aunque las hemos registrado ocasionalmente en otras minas y que podría corresponder a un patrón de 10 perticas o 20 passus, (1 pertica son 10 pies romanos que son aproximadamente tres metros).
Putei fotografiado desde su base. Foto: Pilar Orche. |
Las marcas de herramientas de hierro también nos parecen algo peculiares en esta zona ya que no observamos los típicos picos curvos tan presentes en otras minas y canteras romanas , se destacan las huellas de punteros de percusión y lo que parecen cinceles o cuñas con los que se atacaron fundamentalmente los techos. En la pared derecha encontramos una sucesión de grandes alcayatas de hierro clavadas en las rocas dispuestas probablemente para colocar candiles o sujetar un cable eléctrico, por su aspecto y estado no deben de tener muchos años, sabemos que la mina fue durante mucho tiempo objeto de revisiones y mantenimientos por parte de poceros.
Huellas de herramientas. Foto Pilar orche. |
Desde este punto recorremos otros treinta metros de galería sin cambios morfológicos ni de rumbo hasta alcanzar un nuevo putei. Se trata de un pozo similar al anterior y también tapado, en la base del pozo hay una acumulación de escombros que obliga a pasar sobre ellos arrastrándose y en la galería posterior y debido al taponamiento ya encontramos una altura de agua de unos 20 cm. El agua esta estancada pero limpia. Entramos en un nuevo tramo de 29 metros hasta un nuevo putei, en este caso con ligeros quiebros y un rumbo que vira hacia los 320º. La boca superior de este nuevo putei de unos ocho metros de profundidad esta abierta (se encuentra en el interior de una finca particular). La galería en este sector gana altura llegando a los 2,2 metros y las secciones superiores de las galerías son ovaladas probablemente porque la roca es más dura apreciándose, como era de esperar, que las distancias entre lucernarios se reducen a unos 40 cm. Empezamos a distinguir las típicas señales de picos curvos sobre la roca. En la base de este pozo la mina contacta con una cavidad natural o manantial subterráneo cuyo lecho esta completamente seco en la actualidad. En el techo de la galería se observan cúpulas de disolución que sólo se forman en inundación total y que forman parte de un conducto natural reexcavado al construir la mina. Estamos ante lo que fue una de los “manantiales madres» de la mina.
La cueva forma una sala de unas dimensiones aproximadas de 3X4 metros desde la que encontramos tres continuidades posibles. Dos galerías excavadas y una gran oquedad elevada un metro del suelo que da paso entre bloques de piedra a un conducto natural, el hecho de que este conducto na haya sido tapado demuestra que era emisivo, probablemnet el principal aporte de este colector.
La primera de las galerías esta excavada siguiendo una galería natural preexistente a la que simplemente se la ha reexcavado el lecho inferior y consecuentemente tiene una forma irregular ,toma una dirección de 300 grados y a los siete metros culmina en un venero impenetrable. La galería natural que es un conducto de origen freático tiene sección laminar de unos 1.5X0,4 metros, desarrollado a favor de una pequeña falla horizontal , que sigue un rumbo de unos 70º y del que se han podido explorar unos cuarenta metros.
Zona donde la mina contacta con una galería natural, Foto:José Millán. |
La tercera de las continuidades es una galería artificial de dimensiones normales que toma un rumbo de 360 grados y que tras recorrer unos quince metros desemboca en un nuevo putei similar a los anteriores pero con su base a unos dos metros por debajo del lecho actual de la galería superior. Esta zona ha sido claramente modificada desde su estructura original, estando suelo de la galería recrecido con piedras y depósitos de arcilla, acumulados por el agua. En el acceso desde la galería al pozo se ha construido una especie de represa para retener un buen nivel de agua . El pozo esta equipado con una bomba eléctrica sumergible . La continuidad de la mina la encontramos descendiendo al agua, donde arranca una nueva galería con un rumbo de unos 280º. Al inicio de esta nueva galería existe una acumulación de piedras y barro que represa el agua en el pozo y que provoca que los primeros metros esten secos, recuperando el nivel de agua a los pocos metros de recorrido. Este último sector de la mina es una galería es similar a las anteriores con una sección en principio algo más alta de lo normal de 2,20X0,70 m, los lucernarios están espaciados cada cincuenta centímetros y esta también excavada hacia el interior. En este sector si apreciamos las huellas típicas de picos curvos tanto en paredes como en techos y la roca es mucho más consistente que en las galerías iniciales, tiene las secciones superiores predominantemente ovales y una altura de agua de unos setenta centímetros. Recorridos 17 metros alcanzamos un nuevo putei, en este caso rectangular y con medidas típicas, esta tapado por una losa de hormigón y su profundidad es de unos ocho metros. A partir de este punto la altura de la galería se va reduciendo poco a poco, pasando de los 2,20 a 1,40 metros hasta llegar a un nuevo putei similar al anterior y situado a treinta metros. Desde aquí sólo nos quedan unos 29 metros para llegar al final penetrable de la galería, producido por un taponamiento de escombros que coincide con un pozo. Estamos a la altura del polígono de Brenes, delante de unas naves industriales. La dirección de la galería en todo este tramo es de 300 grados, el desarrollo total hasta el taponamiento es de 196 metros y la profundidad prácticamente constante. A lo largo de la galería se aprecian antiguas marcas de niveles de agua de algo más de un metro de altura.
Zona final de la galería superior de la mina antes del taponamiento. Foto: José Millán. |
Detalle del conducto de ladrillo de la galería inferior. Foto: Manolo Bernal. |
En el sentido contrario , que es de donde viene el agua, encontramos un conducto de ladrillo similar, enterrado bajo sedimentos arcillosos y que tienen el aspecto de ser acumulaciones de sucesivas limpiezas de la galería. En este caso la galería no esta totalmente taponada y podemos acceder por un hueco entre el sedimento y el techo, que tiene un metro de ancho y apenas treinta centímetros de altura. En este punto encontramos una bifurcación a la derecha de dimensiones muy reducidas que no es mas que una antigua galería excavada en la roca y colmatada casi hasta el techo por los mismos sedimentos que la anterior y de la que hemos podido recorrer unos ocho metros, hasta un paso impenetrable pero tras el que se aprecia la continuidad de la galería. En el techo se han formado gruesas estalactitas de una longitud de al menos 20 cm. lo que sugiere que este conducto en este punto puede llevar taponado muchos años. No descartamos que bajo el sedimento pueda existir un conducto de ladrillo que en su día llevara el agua al exterior.
Galería semi taponada que en su día salia al cantil rocoso del puerto. Foto: Manolo Bernal. |
Sabemos por la topografía que es esta la galería que sale al cantil rocoso del puerto y debe ser a la que alude Collantes. La salida al exterior de este conducto ha de estar localizada en un recodo en la roca, a la derecha de la pista que baja hacia la fábrica y en la que existe una higuera y restos de lo que parece una antigua acequia, de hecho en el suelo de la galería y en el último punto explorado existen grandes raíces procedentes probablemente de esta la higuera. Por las descripciones que hace Collantes esta debía de ser la galería que suministraba agua al conducto de sillares y losas que se describe en el articulo citado lo que nos induce a pensar que esta debía de ser una de las salidas originales de la mina.
Punto en el cantíl del Puerto donde según la topografía estaría una de las salidas de la mina, hoy taponada. Foto: José Millán |
Volviendo al conducto inicial habremos de continuar “arrastrándonos” unos 18 metros más hasta que conectamos con una nueva galería de 1,80 X0,70 m. donde aparece el otro lado del conducto de ladrillo. Sobre los sedimentos de relleno encontramos algunas tégulas amontonadas. La pared de la galería esta muy erosionada y no son visibles las huellas de herramientas pero si los lucernarios, situados en el lado izquierdo según se avanza a distancias de entre 60 y 80 cm. la zona superior de la galería tiene una sección ovalada. Tras recorrer doce metros encontramos lo que parece un pozo inacabado y excavado desde abajo aunque tambien podría ser una pequeña cavidad natural reexcavada.Ya hemos hallado lo que parecen pozos a medio hacer en otras minas como la de Alcaudete y que sustenta la teoría de que algunos pozos pudieron ser excavados desde el interior. Tiene una sección sensiblemente rectangular y de dimensiones normales de 1X0,5 m. En este caso y como pasa en los casos de la mina de Alcaudete la profundidad de la galería respecto al suelo es de apenas 5 metros lo que por supuesto favorece esta “excavación inversa”. El pozo esta lleno de formaciones por el intenso goteo que existe ene esta zona, algunas tienen un grosor considerable, de hecho encontramos formaciones muy desarrolladas a lo largo de todo este tramo.
Detalle del conducto de ladrillo cubierto por sedimentos. Foto: José Millán. |
Restos de tégulas entre los sedimentos. Foto José Millán. |
Tres metros mas adelante encontramos un putei completamente taponado por piedras que parecen colocadas desde el interior formando una bóveda, el taponamiento es muy antiguo porque las piedras están cubiertas de formaciones. Desde este puteis taponado recorremos un largo tramo de 42 metros de galería hasta el siguiente , con un rumbo constante de 20 grados y con alturas que oscilan entre los 1,5 y 1,8 metros para un ancho de entre los 50 y 60 centímetros. Hay niveles de agua muy marcados en la roca que están un metro por encima del nivel actual. Las paredes de este nuevo pozo están completamente cubiertas de formaciones, tiene una profundidad de unos cinco metros y la cubierta esta tapada con una losa de hormigón. La base del pozo esta parcialmente cubierta de bloques de piedra y al otro lado encontramos un tramo de galería de cinco metros cuya altura se reduce a apenas 1,20 m. y que acaba en un nuevo conducto de ladrillo de unos 20X30 cm. pero en este caso rectangular ,la zona superior de la galería esta completamente taponada con bloques de piedra, en este punto culmina la exploración. El agua no parece brotar del conducto sino del suelo, quizás exista un taponamiento y el agua haya acabado por buscar su camino bajo el suelo.
La galería tiene un desarrollo total de 84 metros y una dirección muy constante de unos 25 grados. La posición de los lucernarios y marcas de herramientas indica un rumbo de excavación hacia el interior. Las distancias entre puteis en principio siguen el mismo patrón que en la galería superior, unos treinta metros, 10 pérticas, pero luego esta distancia aumenta hasta los 42 metros, distancia que también nos resulta común por haber sido registrada recurrentemente en uno de los sectores finales de la mina de Alcaudete, 42 metros son 14 pérticas o 28 passus. Esta galería discurre paralela a la carretera y pasa por debajo de un grupo de viviendas en la Calle Bonifacio IV. Sabemos que alguna de estas viviendas tiene pozos de acceso a la mina aunque de momento ningun propietario nos ha permitido acceder a ellos. Pasado este grupo de casas y a 350 metros del último punto explorado de la mina encontramos un pozo tapado con una cúpula al lado de unas estructuras del Siglo XVIII. compuestas por aljibes y acequias, podría tratarse de un putei de la mina así que haremos gestiones con el Ayuntamiento para poder destaparlo y explorarlo y así intentar completar el trazado aproximado de la mina.
Detalle de dos sectores de la galería inferior donde se pueden apreciar la diferencia de alturas y las marcas de antiguos niveles de agua muy superiores a los actuales. Foto: José Millán |
De todas maneras, bien fueran termas curtidurías o simplemente grandes Villaes rurales lo que existiera en este puerto habría de ser lo suficientemente importante para justificar la construcción de un sistema de abastecimiento de agua de las características de esta mina. En cuanto a los sistemas constructivos observados vemos como son casi totalmente coincidentes con los existentes en otras obras subterráneas similares y que hemos tenido la oportunidad de estudiar en los Alcores. Creo que a estas alturas ya podemos a considerar que el los Alcores se desarrolló una intensa y eficiente cultura de ingeniería minera hidráulica por parte de las comunidades romanas que se asentaron en estas tierras a partir del siglo I antes de Cristo.
Punto final de la galería inferior en un conducto impenetrable de ladrillo. Foto: José Millán |
Las dos galerías de la mina nacen de acuíferos situados a distinta cota y que se han conectado en un pozo colector. Las galerías están excavadas siempre hacia los manantiales lo que podría dar a entender que primero se localizaban estos, utilizando seguramente técnicas zahoríes y luego se excavan los túneles desde el colector de salida hasta el manantial, no hay evidencias (salvo en el caso de una galería de corto desarrollo) de que las galerías hayan sido excavadas, como pasa en otras minas, siguiendo galerías naturales preexistentes con los característicos trazados sinuosos y «equivocaciones» (galerías que tras ser excavadas han sido tapadas).
Las dos galerías parecen haber sido excavadas con técnicas y patrones similares por lo que deben haber sido construidas en una misma época. La mala consistencia de la roca en gran parte de la galería inferior ha obligado a la construcción de conductos de ladrillo para salvaguardar la corriente de agua, rellenándose la galería superior de estas conducciones con sedimentos arcillosos, probablemente de sucesivas limpiezas.
Los ladrillos empleados en la construcción de los conductos y las tégulas vienen a reafirmar el origen romano de la mina y de las obras de refuerzo. He de decir que hemos realizado una comparativa tipológica de ladrillos de todas las estructuras medievales existentes, molinos, atarjeas, etc. con los de la mina sin encontrar ninguna coincidencia, correspondiendo las piezas medidas en los molinos al ladrillo típico de 28X14X0,3 cm. o 29 X14,5X0,3 utilizado en la Edad Media. Sólo hemos observado reutilizaciones de grandes sillares de origen probablemente romano en los cimientos de los molinos.
«Base de datos patrimonio inmueble de Andalucía».
«CARTA ARQUEOLOGICA DE LOS ALCORES» de Fernando Amores Carredano.
«Brenes y Guadajoz. Nombres de lugar sevillano de filiación mozárabe». Stefan Rustaller. http://institucional.us.es/revistas/philologia/6/art_13.pdf
«Sociedad y mundo funerario en Tartessos» Mariano Torres Ortiz.
«CARMONA ROMANA». Excmo Ayuntamiento de Carmona y Universidad de Sevilla.
Nueva publicación sobre las exploraciones de la AAES en el Sumidero del navazo Hondo
Hemos publicado un nuevo articulo sobre las exploraciones en esta cavidad que se puede ver y descargar tanto en la revista digital «Gota a Gota»: https://sites.google.com/site/espeleovillacarrillo/home/gota-a-gota-no-6-2014
como en el blog «Cuevas y sifones andaluces»: http://sifonesandaluces.blogspot.com.es/2015/01/resumen-de-las-campanas-de.html
Resumen de exploraciones en la Surgencia de Zarzalones.
Durante el pasado verano un equipo formado por José maría Cuesta , Nacho Malibran y yo, José Millán , hemos continuado las inmersiones en la Surgencia de Zarzalones, con objeto de seguir conociendo y explorando la cavidad. Se ha podido realizar hasta la fecha un levantamiento topográfico al que me he dedicado casi de lleno de 962 metros de galerías comprendidas entre la entrada y el comienzo de la galería Fedito a -58 metros de profundidad, no obstante se han recorrido un total aproximado de 1.400 metros , siendo la punta más lejana la alcanzada por el compañero Nacho Malibran , llegando a una profundidad de -105 metros y unos novecientos metros de desarrollo , punto donde la Galería Fedito desciende por debajo de los -130 metros. También hemos recorrido la casi totalidad de la galería conocida como “De la punta” que sabemos conecta con Fedito a una profundidad aproximada de -60 metros pero sin llegar a tomar datos topográficos que quedan pendientes para próximas incursiones. La surgencia es una red muy laberíntica donde encontramos un entramado de galerías que acaban por converger en colectores como la sala conocida como “Plazoleta” o la gran Galería Fedito. Las diferentes bifurcaciones que hemos explorado tanto en los conocidos como “Tubos de presión” como en la “Sala Mayorga” acaban por simplemente conectar diferentes sectores de la cavidad.
Publicamos una representación tridimensional de las zonas topografiadas. Así como algunas fotos tomadas por el compañero Juan Palomo.
Tambien cuelgo un video que resume las exploraciones en la cavidad:
Localizada y parcialmente explorada la Mina de Agua de la fábrica de anís.
Por fin hemos podido encontrar y acceder a la mina de agua de la fábrica de anís en Carmona, ha sido por un pozo próximo a otro que ya habíamos tanteado pero que desistimos de bajar por el mal estado de la cabecera llena de grandes piedras sueltas y peligrosas. El nuevo pozo estaba completamente tapado y al descubrirlo hemos visto como toda la zona superior estaba revestida con un muro de ladrillo en muy buen estado por lo que hemos bajado por aquí. Los ladrillos son de tipología romana de 29,6X22x0,7. La mina tiene dos niveles, una galería superior de unos doscientos metros de desarrollo y que culmina en unos manantiales que actualmente están secos y otra inferior por la que circula toda el agua y que tiene dos direcciones, hacia los molinos esta revestida con ladrillo pero a una altura de apenas 30 cm. hacia el lado contrario que es de donde viene el agua hay un tapón de escombros que hemos podido puentear hasta una bifurcación, hemos escuchado un intenso ruido de agua que parece caer por una cascada, hemos dejado pendiente la exploración de este sector. La galería tiene una tipología típica de mina romana, excavada con picos curvos y lucernarios distribuidos a distancias de unos veinte centímetros. La altura oscila entre 1,80 metros y 3 metros en algunos puntos, el ancho medio es de 70 a 80 cm. Espaciadas por la galería hay hornacinas más grandes para depositar vasijas con aceite. Algunos lucernarios conservan las marcas de la llama. Volveremos próximamente a topografiar y explorar lo que queda. Agradecemos la colaboración de Jose Antonio, dueño de la fábrica de Anís los Hermanos que como siempre se ha ofrecido a poner medios y apoyo para poder llevar a cabo esta exploración.
Las fotos son de Manuel Bernal.
Publicadas las nuevas exploraciones en la Mina de agua de Alcaudete.
He publicado un nuevo trabajo en mi blog sobre minas de agua que resume los últimos trabajos realizados en esta increible mina de agua:
Publicado un nuevo trabajo sobre las exploraciones de la AAES en la Cueva de la Minilla
Se ha publicado en mi blog «Cuevas y sifones andaluces» un nuevo trabajo que resume todas las campañas de exploración de la AAES en la surgencia de la Minilla en Parauta.
ver artículo
Nuevas exploraciones en la Mina de Agua de Alcaudete, resultados y conclusiones.
Imspeccionando el pozo taponado con ayuda del trípode, en la foto inferior se puede ver el interior del pozo y los mechinales laterales presentes en todos los pozos.
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Las galerías que unen los puteis pueden ser rectas o como en estos casos seguir trazados extraños. Es muy posibe que estos trazados sean el resultado del seguimento de veneros de agua y estos veneros tambien hayan sido a veces la guía para conectar pozos entre sí. Sabemos que los fossores (en el mundo romano eran los encargados de excavar túneles) se guiaban a veces por veneros de agua preexistentes cuando buscaban manantiales , sin un rumbo preestablecido de excavación. Sabían que los pequeños veneros de agua pueden marcar el camino hacia corrientes mucho mayores que son las que en definitiva aportan los grandes caudales a la mina. Para frenar la velocidad de las aguas los ingenieros romanos utilizaban una sucesión de quiebros de la galería en ángulo recto situadas en las zonas cercanas al manantial. En Alcaudete hemos constatado la utilización de esta técnica.
En este sector no existen construcciones de refuerzo de ningún tipo ya que la roca es muy firme y no presenta importantes betas de arcillas como es el caso de la Galería Norte. Las huellas de herramientas, que en toda la mina estan generadas por picos de hierro curvos en las pareeds y cuñas en los techos, estan muy marcadas en la roca, facilitando la identificación de las mismas y los sentidos de excavación. En algunos tramos de galería donde existen filtraciones constantes se han generado concreciones calcáreas de un grosor considerable en forma de blancas coladas parietales, siendo homogéneas desde el techo hasta la base , incluso en las galerías que alcanzan los cuatro metros de altura , dimensiones tan inusuales que podrian ser debidas a una reexcavación para ganar profundidad. Esto induce a pensar que esta reexcavación, si se hizo, no fue en una época muy posterior al resto de la mina o que realmente ya se excavaron desde su origen a esta altura.
Superposición sobre la foto aérea del inicio de la «galería del manantial» donde se observa un trazado sinuoso que parece seguir veneros de agua preexistentes, en el plano se han marcado los pozos.
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Concrecciones calcáreas de la «galería del manantial», son homeogéneas desde los techos hasta el suelo.
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En cuanto a las distancias que hemos medido entre puteis cabe destacar que los dos puteis iniciales estan a la mayor distancia registrada en la mina que es de 62,18 metros (por el exterior), siendo la longitud de galería entre ambos de más de setenta metros debido a su trazado irregular. A partir de este punto los pozos se distribuyen a distancias que oscilan entre los 30, 36 y 42 metros, esto en cuanto a medidas exteriores entre pozos ya que el desarrollo de galería suele ser algo superior por no tener trazados rectos. Hemos buscado posibles patrones a estas medidas y resulta que 36 metros son aproximadamente un Actus, medida muy utilizada por los ingenieros romanos y que equivale a 120 pies (1 pie romano son 29,6 cm.), treinta metros son 100 pies y 42 metros son aproximadamente 140 pies. Ya vimos en articulos anteriores como en las galerías iniciales de la mina había patrones entre pozos de unos 18 metros, que no es más que la mitad de un Actus o, como decíamos también 12 passus (1 passus son cinco pies, aproximadamente 1,5 metros).
En algunos puntos donde la mina cambia de rumbo se cegó el tramo de galería ya construido con piedras procedentes de las labores de excavación , girando el frente de mina hacia una nueva dirección . En algunos casos estos conductos sellados estan por encima del lecho de la galería. Esto apoya la idea de que se excavara en algunos casos siguiendo veneros de agua y que se abortaba y cambiara de rumbo cuando no se conseguía el resultado esperado que no es más que seguir el camino de los veneros principales.
Ejemplo de enlace de galerías entre los pozos P43 Y P44
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Galería completamente taponada con piedras procedentes de la excavación en un cruce ¿equivocación o reconfiguración de la mina?.
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A unos 450 metros desde el cruce y a 870 desde los molinos encontramos una bifurcación a la izquierda (única de este sector) que a los 8 metros de desarrollo conecta por un pozo vertical de unos dos metros a un nivel superior compuesto por un entramado de galerías de dimensiones normales , 1.70 de alto por 0.50 de ancho, con un desarrollo total de unos 60 metros y que se superponen a la galería inferior. La finalidad de estos conductos es encauzar el agua de una galería o venero natural de gran tamaño que a día de hoy esta seca. La mina lo corta perpendicularmente quedando el conducto «colgado» a ambos lados de la galería. Hemos explorado unos cincuenta metros de esta cueva sin llegar al final porque la mala consistencia de la roca nos hizo desistir. El hecho de que este gran manantial este situado a unos dos metros por encima del nivel de la mina nos induce a pensar que en períodos más secos (como el actual) acabara por desecarse o disminuir enormemente su caudal , puede que esto provocara la búsqueda de un nuevo manatial más caudaloso localizado previamente desde el exterior y conducido por la larga galería que precede a este punto. ¿se reconfiguró entonces la mina en una época posterior a su construcción reexcavando las galerías y ajustando la profundidad a la del nuevo manantial? . En definitiva nos preguntamos si estamos ante dos fases constructivas separadas en el tiempo o no. Habrá que investigar algo más para descubrirlo.
La galería que empieza tras este cruce nos va dando algunas pistas que nos indican que estamos en otro sector o fase de la mina. Las alturas pasan bruscamente de los 4 metros al patrón normal de entre 1.70 y 1.80 metros. Los sentidos de excavación son únicos hacia el interior y ya no hay evidencias de dos equipos excavando en sentidos contrarios. Todas las distancias entre puteis se incrementan hasta los 40 ó 42 metros, hecho que puede ser provocado por el aumento a más de 20 metros de la profundidad de los puteis al elevarse la cota del terreno. Distanciarlos más disminuye el número y por lo tanto el enorme costo de excavar puteis tan profundos. Consideremos que, como pasa en todas las minas estudidas la galería se ha excavado prácticamente horizontal y que de hecho hay apenas un metro de diferencia de cotas entre la galería en los molinos y la que tiene en la punta de la mina a 1.600 metros de distancia. Si se eleva el terreno, aumenta la profundidad de la mina.
En este caso y por excavasrse en un sentido único los errores en el rumbo se manifiestan en la proximidad de los puteis, donde se aprecian pequeños quiebros de escasos metros en los puntos de unión. Algunos de los puteis están situados fuera de la galería y no sobre ella como es habitual lo que podría ser fruto de estos errores citados.
El agua de la mina circula por un hueco entre los escombros de la base inferior del pozo . Desde este punto hasta el final de la mina y como ya hemos referido la exploración se realizó accediendo por un pozo posterior, el número 68.
La profundidad del pozo 68 es de unos 23 metros. La cabecera esta formada, como suele ser habitual por piedras irregulares dispuestas en hileras sin ningún tipo de argamasa lo que no nos daba mucha confianza ya que un golpe podría hacerlas caer. Retirarlas resultaba muy complicado sin provocar el derrumbe y posible taponamiento por lo que optamos por utilizar un trípode con el que descender por el centro del pozo sin tocar las paredes. El trípode fue cedido, como en otras ocasiones por nuestro compañero José Manuel Gordillo, dueño de la empresa EASTAV, miembro de la AAES y participante de esta exploración.
Accediendo con el trípode por el pozo situado tras el derrumbe
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En la base del pozo conectamos con la galería que es similar en morfología a las precedentes salvo por su altura que en un principio es de 1,5 metros pero que va diminuyendo progresivamente hasta los 90 cm. parece que debido al relleno del lecho por acumulación de sedimentos y no porque la galería se excavara a estas dimensiones, puede que el taponamiento precedente haya provocado esta acumulación de arenas . La galería esta excavada a pico curvo como las precedentes y la dirección de excavación sigue siendo siempre hacia el manantial . Los lucernarios se distribuyen a distancias regulares de entre 30 cm. y 1 m. estando siempre situados en el lado izquierdo lo que también delata el sentido de excavación. Destaca la existencia de varios “quiebros” de la galería en ángulo recto y cuya finalidad es claramente disminuir la velocidad del agua. La galería presenta antiguas marcas de niveles de agua muy altos y constantes. En la actualidad la altura de la lámina de agua es de apenas 15 cm. En esta exploración se realizan dos hayazagos interesantes ; una cruz latina tallada en roca de unos treinta centímetros de longitud y que es uno de los pocos grabados encontrados en la mina. Puede ser una cristianización o una marca de cantero, aunque esto último me parece poco probable porque la cruz no esta modificada. Hemos localizado una cruz similar pero algo más pequeña tallada en la pared de la zona inicial de la mina lo que apoya la teoría de la cruistianización y no necesariamente medieval ya que sabemos que el asentamiento agrícola de Alcaudete perduró incluso en época paleocristiana como delatan algunos hayazgos arqueólogicos en la zona.
Tramo final de galería antes del manantial y cruz latina tallada en la roca
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El segundo e interesante hayazgo es un pequeño fragmento de mineral de pirita, concretamente “pirrotina”, que se encontró introducido en un taladro hecho en la roca y que por supuesto no procede de los Alcores. Pudo ser utilizado para taladrar la roca ya que tiene forma de punta, quizás colocada al final de un mango de madera. Siempre hemos pensado que una mina como esta pudo ser escavada por mineros y este pequeño fragmento de mineral de hierro puede ser un nexo entre la minería de hierro y las minas de agua, como hipótesis resulta prometedora y puede abrir una nueva vía de investigación.
Final de la galería del manantial, donde contacta con los manatiales y la cueva natural
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Piedra de pirita hayada en el interior de un orificio en la roca.
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Detalle de uno de los manantiales que abastecen la mina en el sector final.
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Accediendo a la cueva natural por el techo de la galería final de la mina.
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Seguimos destacando, tras estas exploraciones, que el estado de conservación general de la mina es extraordinario en comparación con otras de la zona, y esto no puede ser más que porque ha sido utilizada y mantenida por los sucesivos asentamientos de Alcaudete desde su construcción hasta hoy. La mayoría de puteis ni siquiera cuentan con una cubierta, ni brocal alguno encontradose abiertos a ras del suelo. No hay constancia de que hayan sido utilizados (al menos la mayoría) como pozos de abastecimiento por lo que simplemente han quedado como pozos de registro por los que acceder a la mina para su mantenimiento. La mayoría han sido rematados con hiladas de piedras superpuestas sobre las que no descartamos que hubiera podido existir algún tipo de estructura hoy desaparecida ya que en algunos casos muy contados se conservan cúpulas de mortero sore piedra o ladrillo muy típicas en los Alcores.
Aspecto general de la mayoría de puteis , sin ningún tipo de cubierta o brocal.
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Putei cubierto con una cúpula de ladrillo y mortero de antiguedad incierta y típicas en los Alcores
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Desde las galerías iniciales encontramos patrones de excavación similares a otras minas de origen romano como la de Alcalá de Guadaira , Gandúl o Trigeros , a parte de la morfología, huellas de picos curvos o lucernarios distribuidos regularmente las distancias entre puteis se repiten siendo de unos 18 metros (60 pies o 12 passus), exceptuando la zona próxima a los molinos donde encontramos distancia algo menores y puntuales como 15, 12 ó 9 metros y en un caso excepcional 30 metros. Hemos encontrado algunos grabados en la roca como una cruz latina ya referida anteriormente y las letras «V» y «X» que podrian ser una numeración, de pozos o de distancias. Tambien sabemos que hubo más pozos, al menos dos, hacia la vega, en un tramo de galería de unos setenta metros y que ha día de hoy estan cegados.
Arriba las letras «V» y «X» grabadas sobre la pared de la galería y abajo una cruz latina, etos grabados se encuentran en los tramos iniciales de la mina. Foto cedida por Pilar Orche
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En el sector inicial de la mina se han realizado dieferentes obras de refuerzo por la mala calidad de la roca en los techos y algunas paredes , cabe destacar dos espectaculares bóvedas de ladrillo de medio punto sustentadas sobre muros de mampostería y otras tres similares pero con cubierta de piedras planas, todas las labores estan rejuntadas con mortero de cal, salvo en un caso que las piedras están unidas con arcilla. En algunos rellenos se han utilizado tégulas. Los ladrillos, como ya hemos referido en otros articulos son todos de tipología romana. Esta galería inicial es una galería sin quiebros, excavada siempre siguiendo un rumbo constante y con una altura extraordinaria , más de cinco metros en algunos puntos y siempre por encima de los cuatro metros . Encontramos un sólo cambio de rumbo a los 340 metros de desarrollo y realizado , como suele ser habital, en un pozo. Los pozos a veces servían para este fin que no es más que cambiar la dirección de la galería y llevar el conducto a donde se quería. Todos los pozos cuentan con “mechinales” laterales y suelen ser de sección rectangular , (sólo hay tres pozos circulares), también hemos encontrado estos mechinales en las galerías altas, espaciados cada pocos metros como sistema auxiliar para su construcción. Ya hemos comentado en otros articulos que hay evidencias de que algunos pozos fueron excavados desde abajo y esto puede deberse a la poca profundidad de la mina en este tramo, unos seis metros. La ausencia total en este sector inicial de quiebros o errores de rumbo en la excavación podrían avalar la hipótesis de una excavación de puteis desde la galería y no desde el exterior . En este primer sector también resultan visibles varios “puenteos” y una posible reexcavación de 1,20 metros en profundidad para adaptar la mina a la cota de los manantiales más alejados y que hubo de ser realizada en un período posterior a la construcción de la mina.
Muros de mampostería rematados con bóveda de ladrillo situado en los tramos iniciales de la mina
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En este primer sector cercano a los molinos también hemos explorado una galería de una sección más pequeña , 0,80 m. de alto por 0,50 m. de ancho y veinticinco metros de longitud que daría servicio de agua a una de las fincas situadas en la zona, ya que culmina en un pequeño pozo que ha día de hoy esta completamente cegado. Hay evidencias arqueológicas (grandes sillares y materiales de construcción de origen romano) de que la finca se construyó sobre los restos de una Villae por lo que esta galería y pozo puede ser de servicio de agua a este asentamiento. También hemos explorado y topografiado dos galerías cercanas al inicio de la mina de dimensiones normales y que son dos aportes . Una de ellas es de de corto desarrollo y culmina en un venero natural que aún sigue activo (seguramente estos son los veneros naturales por los que se guiaron los fossores en algunos tramos) . La otra es de mayor desarrollo, unos cuatrocientos metros, y se bifurca en dos ramales para recolectar el agua de dos nuevos veneros de muy escaso caudal en la actualidad. Esta galería ha sido cegada recientemente a la altura de su conexión con la principal y los pozos por los que podríamos acceder han sido tapados con grandes losas de hormigón. Por suerte fue explorada y topografiada por mí en el año 1995.
Venero de agua natural situado al final de una galería, creemos que estos pequeños conductos podian servir de guía de excavación a los fossores.
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Tramos iniciales de la Mina de Alcaudete desde los molinos.
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Este sector que se desarrolla hacia el Noroeste y debajo de los terrenos de la finca de Alcaudete esta construido con dimensiones normales de galerías de 1,80X0,60, seis pies de alto por dos pies de ancho. Las distancias entre puteis son de unos 36 metros (un Actus) . Recoge y encauza el agua de dos manantiales que convergen en un pozo colector. Aunque se topografió en el año 1995 tenemos pendiente su estudio detallado que sólo será posible entrando por uno de los pozos, ya que la unión con la galería principal ha sido cegada.
El sector inicial de la mina desemboca en la que llamamos Galería Norte y a todas luces el sector que primero se construyó. Esta galería se dirige a un manantial al que no hemos podido acceder por encontranos con un tapónamiento. Los sucesivos puenteos delatan que este sector ha sido modificado a lo largo del tiempo, seguramente por el descenso de los niveles freáticos, cegando algunos tramos de las galerías iniciales y creando nuevos conductos algo más profundos , fue necesario adaptar la mina a los nuevos manantiales, quedando los originales secos y «colgados». Esto demuestra la importancia de la mina y su prolongada utilización a lo largo del tiempo ¿por qué había tanta necesidad de agua?, ¿por qué invertir tan ingente cantidad de esfuerzo durante probablemente cientos de años para mantener unos grandes caudales de agua?, como ya hemos dicho en otros articulos sólo se nos ocurre un motivo que es el de proporcionar ferza hidráulica con la que mover molinos hidráulicos harineros.
Sector final de la Galería Norte donde se reflejan los sucesivos puenteos y una zona con quiebros para detener la velocidad del agua.
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Ha día de hoy ya tenemos topografíado la casi totalidad de los conductos artifiales accesibles de la mina que suman un total de 3.669 metros, quedando pendiente algunos tramos de corto desarrollo que podrián elevar el total a unos 4.000 metros y quedando también pendiente la exploración y topografia de los dos conductos naturales. Tambien tenemos constancia (gracias a las informaciones del Seprona) de la posible existencia de galerías tras el taponamiento en el final de la Galería Norte y que aporta una gran parte del caudal de agua de la mina. Su exploración esta supeditada a que podamos conseguir los permisos necesarios ya que los pozos por los que acceder estan dentro de una finca privada. En definitiva pronto esperamos tener concluida la exploración y topografía completa de la mina.
Mapa actualizado de las galerías de la Mina de Agua de Alcaudete sobre la foto aérea.
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Enlaces a videos relacionados con las exploraciones en Alcaudete.
Recuperación de botellas de buceo de la Cueva de la Minilla.
Hemos vuelto a la cavidad para recuperar dos botellas de buceo que se nos quedaron en el sifón terminal tras la finalización de la campaña en el año 2012. En estos dos años la cavidad ha entrado en carga repetidas veces por las intensas llúvias caídas en la zona y no teníamos muy claro el castigo que habrían sufrido por la fuerza de las aguas. La principal dificultad de esta cavidad es la falta de oxigeno que hace la progresión entre sifones muy penosa, sobretodo cargados de material. Las botellas se encontraban oxidadas y con signos de haber sido golpeadas contra la roca pero operativas y aún cargadas de gas. Hemos de agradecer la colaboración de Manuel Bernal, José Manuel Gordillo y Emilo Sandoval que nos ayudaron a portar todo el material desde el S-1 hasta la calle. La recuperación de las botellas la realizamos José Luis Rubio y yo, José Millán. Adjunto la topografía de la cavidad algunas fotos de Manuel Bernal y un video grabado en el sifón S-1.
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