La mina de agua de la Puerta de Córdoba.

La Puerta de Córdoba esta situada al Norte de la ciudad de Carmona y fue  uno de los principales accesos al recinto amurallado de  la ciudad desde época romana. Su construcción se remonta a la época de máximo esplendor de la Carmo romana, el en siglo I d.C. Se trata de una puerta con un importante  valor estratégico dada su extraordinaria visibilidad cuando se accede a la ciudad desde la  Vía Augusta. Quizás por eso se le dotó del carácter  monumental que tendría un «Arco del triunfo»  como un símbolo del  Imperio Romano ya que fue  decorada con columnas y con un gran  podio interior  de más de dos metros de altura.
 La puerta esta integrada en el flanco Este de la muralla defensiva , justo en el punto donde finalizaba  el Cardo Máximo y donde comienza la citada Vía Augusta, una de las  principales vías  de comunicación y de transportes  de toda la  Bética romana. Hemos de decir que la puerta original era mucho más espectacular que la actual, ya que contaba con un cuerpo superior desaparecido a día de hoy lo que le daba una altura aproximada de unos veinte metros por un ancho de unos treinta. Esta constituida por dos torreones octogonales realizados con sillares de roca calcarenítica, que originalmente estaban cerrados con tres arcos, uno central para el paso de carruajes y dos laterales para el paso peatonal. Cabe destacar que para su  construcción en época romana  hubo de realizarse un importante rebaje del terreno y el acondicionamiento de la vaguada o puerto  excavando sobre la roca  calcarenítica que lo forma
La puerta a sufrido innumerables reformas a lo largo del tiempo pero el aspecto que tiene actualmente es debido a una importante remodelación  realizada en el año 1796 por el arquitecto José de Echamorro. Mirando desde la cara externa de la puerta y a nuestra izquierda se localiza una fuente hecha de ladrillos y  compuesta por un pequeño caño y un abrevadero. Por su  tipología  podría haber sido construida o reformada con las obras realizadas sobre la puerta en el siglo XVIII.
La fuente de la Puerta de Córdoba. Foto. José Millán
 A finales del  pasado mes de marzo el compañero Angel Escamilla Aparicio, vecino de Carmona y colaborador de nuestro proyecto de exploración de las minas de agua en los Alcores,  nos informa de la existencia de una posible mina de agua  situada en las proximidades de la citada puerta y que parece ser que la alimenta. El acceso a dicha galería se encontraba en la misma fuente, en  un pequeño registro realizado sobre uno de los muros de la misma y que se encuentra en el interior de una finca. Solicitados los correspondientes permisos gestionados por Ángel realizamos una primera exploración de la galería.
Acceso al interior de la fuente. Foto: José Millán.
Accedemos a trabes de una pequeña ventana rectangular de hierro de unos 50X50 cm.  colocada en un hueco abierto sobre  uno de los muros de ladrillo de la fuente que da acceso  al interior de la estructura compuesta de un pasillo de 1,70 X0,70 m. realizado con ladrillo de tipología medieval y un enlucido muy tosco de mortero de cal. La zona superior esta cerrada por una bóveda de cañón sin enlucir. La base de la galería esta compuesta por una canalización  hecha de obra de ladrillo y mortero. Hacia la salida de las aguas  el pasillo culmina en especie de torreta circular de unos  tres metros de altura equipada con  un registro superior que esta cerrado. Esta zona ha sido restaurada o modificada porque vemos que los enlucidos son diferentes y están en mucho mejor estado, presentando incluso un revestimiento de cal hidrófugo.
Desde este espacio, que hace de colector, sale el agua por un canal hacia la fuente. Existe una antigua puerta de acceso desde la calle (zona exterior de la fuente) que esta tabicada. Desde este punto recorremos 13,5 metros llevando una  dirección de  200º, es decir al  suroeste llegando a un punto donde acaba  la  galería artificial,  conectando con el cantíl rocoso y comenzando una mina de agua excavada en la roca.

Cuerpo interior de la fuente compuesto por un pequeño torreón circular. Foto. José Millán.
Galería revestida sobre la canalización que lleva el agua a la fuente. Foto. José Millán.

La roca tiene poca consistencia ya que se trata de una roca calcarenitica con un alto contenido de margas.  En el punto de unión de la mina  con la galería existe un pequeño pozo de registro reforzado con ladrillo y rasilla moderna, esta parcialmente desprendido de la roca y entra luz  por una gran grieta existente entre esta estructura y la roca. .
La galería por la que penetramos esta excavada a pico de trazado curvo y con sentido de excavación hacia el interior, tiene  apenas  10 cm. de altura de agua y una altura inicial de 1,70 m. por un ancho de 60 cm. presenta lucernarios excavados en el lado izquierdo según el sentido de excavación espaciados  cada 80 cm. aproximadamente, mantiene un rumbo similar al de la galería precedente pero girando un poco al oeste, hasta los 205º. La sección de la galería es rectangular y los techos están abiertos con la típica herramienta plana que encontramos en otras minas estando las paredes de la galería  (hastiales)  abiertos a pico. Recorremos unos 12 metros hasta que la galería hace un quiebro a 90º donde vemos claramente que estamos en un punto de empalme de dos galerías,  ya que tras recorrer dos metros en dirección perpendicular vuelve a recuperar la dirección original y entramos en un  nuevo tramo donde las marcas de excavación, siendo las mismas herramientas, vienen hacia nosotros y los lucernarios pasan a estar en el lado contrario (derecho). La dirección de este nuevo tramo gira un poco al este a los 191º.

Imagen de un lucernario. Foto. José Millán.

Imagen de la galería de la mina de sección rectangular, se aprecia la excavación de los techos con una herramienta plana y los hastiales con pico curvo. Foto. José Millán.

En este nuevo sector de la mina  se han producido varios derrumbes de la  zona inferior, causados por la acción del agua y la poca consistencia de la roca lo que hace que los anchos de la galería aumenten en algún punto hasta casi un metro, la altura permanece más o menos constante a 1,80 metros. Desde este punto podremos recorrer 19,4 metros hasta una lumbrera taponada completamente por escombros, no obstante podemos apreciar que se trata de una lumbrera rectangular y por sus dimensiones de tipología romana. Cerca de la base de la lumbrera existe una gran hornacina excavada en la roca para depositar las vasijas con aceite con las que recargar las lucernas.

Zona de la galería donde se han producido derrumbes. Foto. José Millán.

Hornacina excavada para depositar vasijas de aceite con las que recargar las lucernas. Foto. José Millán.

Las primeras conclusiones es que estamos ante una mina de origen romano. Las marcas de herramientas, los  lucernarios, las hornacinas y el putei taponado son inequívocos en este aspecto. Desconocemos si originalmente abastecía a una fuente pública o a alguna canalización pero me inclino más por la primera hipótesis dado su lugar estratégico como punto de avituallamiento a la salida de la ciudad. La fuente actual se construyo adosada  al cantil rocoso para captar las aguas de la mina mediante una galería, no hay ningún rastro de las estructuras romanas que seguro existirían en esta zona. La tipología de la fuente y del conducto concuerda con la reforma realizada a la puerta en el siglo XVIII por lo que probablemente sea una obra contemporánea a esta y puede que una  reforma de una fuente más primitiva pero  no hemos encontrado ninguna referencia  al respecto.

Representación tridimensional de la mina.
Zona inicial de la galería de la fuente. Foto. José Millán,

En cuanto al sector de la mina explorado  hemos comprobado como esta excavada por dos equipos en sentidos contrarios,  lo que es una técnica  habitual cuando se conectan galerías, esto permite hacer las correcciones precisas en el punto de empalme, tanto de rumbo  como de profundidad.
La galería viene trazada desde  la zona del Alcazar donde sabemos que existen aljibes y manantiales , un equipo vino excavando desde ese sector y en las proximidades de la puerta otro equipo excavó buscando esta galería hasta el punto de empalme que hemos descrito. En este caso no se trata realmente de una mina de agua como tal ya que no esta siguiendo el trazado de un manantial previo sino que se trata más bien de  un acueducto cuyo  objeto es dotar a este importante enclave de un punto de agua, por desgracia la lumbrera taponada no nos ha permitido continuar la exploración pero sabemos que existen más puntos de acceso (lumbreras)  situadas entre este punto taponado y el Alcazar. Vamos a realizar gestiones para intentar acceder a la mina por alguno de estos puntos y completar su exploración y topografía. Acompañamos este artículo con una foto de satélite de la zona donde se dibuja el trazado de la mina y una representación tridimensional de las galerías topografiadas.

Superposición del trazado de la mina a la foto de satélite.

Damos las gracias a Angel Escamilla por hacer de mediador en esta exploración y a los propietarios de las fincas anexas a la fuente por permitirnos el paso. Los trabajos topográficos han sido realizados utilizando un DIXTO (medidor electrónico mediante láser), y todo el trabajo de exploración y topografía por Julio Guijarro y José Millán.

La mina de agua de la Huerta de Don Marcos.

En pasadas fechas fuimos  invitados por el compañero Pancho Gamero  a explorar en Córdoba una de las minas de agua más espectaculares que hemos visto hasta la fecha. Esta situada en una de las huertas con más historia de Córdoba , que fue lugar de retiro del famoso escritor Luis de Gongora. De origen probablemente romano y posiblemente relaciona con uno de los grandes acueductos que abasteció a la ciudad en el siglo I , el «Aqua Nova Domitiana Augusta” . Esta excavada con técnicas muy similares a las que tenemos en los Alcores pero sobre una roca distinta formada por una roca característica de Carmona llamada «Biocalcarenita cordobesa» formada por un   conglomerado de arenas y cantos rodados lo que confiere a las galerías un aspecto muy especial. Como pasa en los Alcores las galerías están trazadas reexcavando conductos naturales preexistentes «protoconductos» y las lumbreras (pozos) son también similares. Parece que el grandioso Imperio Romano también ha dejado sus huellas en el subsuelo de Córdoba, un desconocido patrimonio subterráneo que no deja de admirarnos y sorprendernos. Participaron en la exploración los compañeros de Cádiz Eugenio Belgrano, Antonio Melero Godoy, David Blanco Barcala y  Cristian Rubiales pertenecientes a un grupo de investigación del subsuelo de Cádiz.

Hemos publicado un completo artículo en nuestro blog sobre minas de agua:

http://minasdeagua.blogspot.com.es/search/label/C%C3%B3rdoba

Nuevas exploraciones en la mina de agua de la Huerta de los frailes.

Hemos realizado tentativas de exploración de esta mina situada en las proximidades de Carmona entre el conocido Monasterío de los Frailes y las Huertas de María Auxiliadora y Marbella. Para ello hemos abierto varias lumbreras y explorado un pozo existente dentro de la finca Marbella donde hemos podido inspeccionar las galerías que alimentan el pozo y que provienen de la mina , son muy estrechas y están bajo el agua. Las tentativas en todas las lumbreras abiertas  han sido hasta ahora estériles porque la galería se encuentra completamente inundada pero hemos deducido que en la zona deben existir al menos dos galerías diferentes dadas las diferencias de profundidad de los pozos explorados. La primera mina discurre más cercana al monasterio, entre este y la finca Marbella y la segunda discurre paralela a la carretera encontrando varias lumbreras dentro de la finca María Auxiliadora. En las lumbreras situadas en el interior de esta última finca hemos introducido la cámara de vídeo con la que hemos podido grabar la galería situada a un metro de profundidad aproximadamente. Los dueños de las fincas nos han comentado que es probable que los niveles de agua desciendan en verano por lo cabe la posibilidad de explorarlas más adelante. Damos las gracias  Gregorio Cabeza y a Juanma  dueños de estas dos fincas por permitirnos el acceso a las lumbreras y colaborar con nuestras exploraciones. las siguientes fotos corresponden a las exploraciones dentro de estas dos fincas.

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Concluida la exploración del sector Norte de la Mina de agua de Alcaudete.

Teníamos pendiente desde hace tiempo  la exploración de la zona final de la que hemos llamado Galería Norte en la Mina de Alcaudete  y que discurre por debajo de la finca Viñas Viejas debido a que un taponamiento por derrumbe nos había detenido. Finalmente hemos podido puentear este taponamiento por una lumbrera situada dentro de una granja y hemos descubierto que  las galerías continúan con unas dimensiones en algunos puntos de más de cuatro metros de altura .El final de la mina son galerías que concluyen en pequeños veneros de agua y no en grandes cavidades como pasa en otros sectores La longitud total de la mina ya alcanza los 5.200 metros. La mina de Alcaudete no para de sorprendernos y ya estamos seguros que estamos ante una de las obras subterráneas romana más importantes de España. Sólo queda que sea reconocida como tal. Queremos también dar las gracias a Felipe Blazquez por facilitarnos el acceso. Hemos publicado un completo artículo en nuestro blog sobre minas de agua:

http://minasdeagua.blogspot.com.es/2016/03/nuevas-exploraciones-de-la-zona-final.html

dejo algunas fotos de esta actividad.

 

 

 

Revisión de cavidades en el Polje de Libar.

El pasado mes de Febrero hemos realizado una visita al fabuloso Polje de Libar para dar un repaso a las grandes cavidades que existe y que exploramos hace ya años. Valoramos la posibilidad de retomar la exploración de algunas cavidades que por si situación y características podrían ser muy importantes como el sumidero del Flaco , cavidad de 122 metros de desnivel y que por su situación podría  estar relacionado con la surgencia de Chapi, que esta situada 600 metros por debajo de este sumidero y donde llevamos realizando campañas desde hace años.

También estuvimos inspeccionando la gran dolina existente en el Polje del Burfo, situado encima del Polje de los Pozuelos. Se trata de una gigantesca dolina de hundimiento que crece año tras año lo  que la convierte en un sumidero  cada vez más activo.

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La cueva del tabaco o de Marileche,

La cueva del Tabaco o de la Marileche se haya situada en el barrio carmonense del Almendral, por su situación se trata de  una cavidad conocida popularmente, aunque  no hemos encontrado referencias escritas sobre ella , sólo verbales, y siempre por parte de lugareños, la mayoría residentes en el barrio señalado. Las primeras referencias sobre esta  cueva nos llegaron por parte de D. Ángel Escamilla Aparicio, vecino de Carmona y colaborador en la exploración de minas. Ángel nos comenta que se trata de una cueva de gran longitud, con varios lagos y de origen desconocido, lo que evidentemente despierta nuestra curiosidad. Parece que algunos pensaron que debió  ser  una cueva utilizada  para secar el tabaco, de ahí su nombre,  también nos dicen  que hace algunos años existían   entradas a la cueva  desde el mismo barrio del Almendral y  que fueron tapadas. Ángel nos comenta  que la entrada a la cavidad, situada en el escarpe, fue dinamitada hace años  para intentar taparla, pero que se podía acceder a ella entre los bloques. Hemos de decir, para situarnos,  que dicho barrio se haya situado en la zona sur de Carmona, justo encima del escarpe rocoso que  da paso a la Vega, se trata de  una barriada edificada a principio de los años 90.

Foto satélite de Carmona donde se señala la localización del barrio del Almendral donde se encuentra la cavidad.
Sabemos que en  la zona del escarpe donde se encuentra la cueva existen una serie  de covachas que hace  tiempo estuvieron habitadas. Tanto en la zona donde hoy esta la barriada como en la ladera hacia la Vega han aparecido innumerables vestigios de asentamientos y necrópolis que abarcan del  calcolítico a  la época romana. La zona esta también asociada por proximidad  a un importante e histórico enclave arqueológico carmonense conocido como Campo Real. 
El pasado mes de marzo realizamos una  primera inspección de la cavidad acompañados por Ángel que nos lleva hasta la entrada que es de difícil localización. Lo primero que nos sorprende son sus características, ya que pronto comprobamos que no era una cavidad natural sino una mina excavada sobre materiales muy blandos. Igualmente nos sorprende no encontrarnos las características huellas de picos de hierro propias de las minas alcoreñas   sino las  de una especie de azada  de unos 9 cm. de ancho y con la que claramente se han abierto todas las galerías. Entendemos que esta debe ser la herramienta más adecuada dada  la poca consistencia de la roca arenosa.
Zona de entrada a la cavidad desde el cantil rocoso. Foto: José Millán.

Acceso a la mina por una pequeña galería entre derrumbes. Foto: José Millán.
La entrada a  la cavidad esta situada sobre  el cantil rocoso y  en una zona que no tiene un acceso muy cómodo, se trata de  una  pequeña cueva de aspecto natural por la que tras avanzar unos metros entre bloques  de derrumbe  se alcanzan las galerías de la mina. Toda la zona de entrada se encuentra en un estado algo precario, estando constituida por  la parte superior de la primitiva galería, que en esta zona esta completamente enterrada bajo escombros.
Las galerías tienen un tamaño medio de 3 metros de ancho por dos de alto, aunque en algún sector llega a alcanzar los cuatro metros de anchura.  Apreciamos como las galerías  están dispuestas formando una especie de enrejado formado por galerías paralelas  de entre 25 y 30 metros de longitud y con con una orientación similar  de entre 60 y 70 grados respecto al norte.  En algunas zonas se ha producido el derrumbe de los techos en parte favorecido por la invasión de raíces y es necesario superar estrechos pasos entre los escombros. De estas  galerías principales salen a distancias de unos seis metros  galerías perpendiculares a derecha e izquierda de entre 6 y 3 metros de longitud. Las galerías principales están conectadas entre sí por galerías más pequeñas. Todas las galerías han sido excavadas con azadas. En el lateral de una de las galerías aparece una pequeña gatera que da acceso a  un pozo de unos 9 metros y  que  parece tener una función de ventilación .  El brocal superior parece estar  tapado con losas de piedra . Las dimensiones del pozo rectangular  nos resultan totalmente familiares , tiene 0,90X 1,50 m. y esta equipado con mechinales.  Se trata de un pozo idéntico a los que encontramos en todas las minas de agua  que estudiamos en los Alcores, es decir el clásico putei romano. El hallazgo de este pozo por tanto  nos hace sospechar que estamos ante una obra de origen romano.

Huellas de azadas en los hastiales de la mina. Foto: José Millán.

Azada romana muy similar a las actuales que pudo ser la herramienta utilizada.
Vista la estructura de la mina , sus dimensiones y su más que probable origen romano nos parece sumamente interesante realizar una exploración completa acompañada de un levantamiento topográfico. La función de la mina no parece otra que la de  extracción de calcarenita en un estado terroso, material que vulgarmente llamamos albero. A lo largo de las galerías se ven rocas de pequeño tamaño que han sido desechadas lo que da muestras de que sólo se buscaba el material blando que era excavado con grandes azadas como muestran las visibles huellas de la pared. La forma de enrejado parece producida porque se fueron siguiendo las betas de material blando entre la roca más compacta. Localizamos algunos fósiles propios de esta roca en las paredes de la mina, pequeñas conchas de moluscos bivalvos. También encontramos una gran hornacina excavada en la pared con la misma herramienta de excavación y que debe estar relacionada con la iluminación de la mina, quizás para depositar una vasija con aceite para recarga de lucernas.
Entre la roca aparecen fósiles de bivalvos. Foto: José Millán.
Hornacina excavada en la pared que pudo ser utilizada para albergar una vasija de aceite con la que recargar las lucernas. Foto: José Millán.
Una de las galerías principales o «calles» de la mina, en el suelo se aprecian pequeñas rocas que han sido desechadas en la excavación. Foto. José Millán.
Pozo de tipología romana fotografiado desde su base y situado en uno de los laterales de la galería de la mina. Foto: José Millán.
Una vez avisada  a la delegación de patrimonio del  Ayuntamiento de Carmona  del  descubrimiento y de la importancia que podía tener volvemos a la cavidad  acompañados por el  arqueólogo municipal D. Juanma Román, que inspecciona las galerías de la mina e identifica las estructuras excavadas  y algunos restos cerámicos como de origen romano. Juanma nos indica que la mina tiene una justificación evidente ya que   el albero fue un material muy utilizado en la construcción de la primitiva ciudad de Carmona, tanto para  los turdetanos como para  los romanos posteriormente. El albero era  la base principal  de los ladrillos de adobe, mucho más baratos que los de barro y  profusamente utilizados en todo tipo de construcciones  y también la materia prima para  la construcción de los muros de tapial que eran realizados mediante encofrados de madera y albero compactado. Una gran parte de los edificios realizados en la Carmona romana fueron levantados en gran medida  con este  tipo tapial.

En algunas zonas las raíces han provocado derrumbes. Foto. José Millán.
Se han realizado  varias salidas topográficas a la mina que finalmente ha alcanzado un desarrollo total de 513 metros, estando formada por un total de ocho galerías principales o “calles” interconectadas entre sí. Su desarrollo original debió ser mayor ya que algunos sectores son inaccesibles por derrumbe. Creemos que pudo tener varias salidas al exterior ya que en el cantil se localizan varias entradas que están tapadas a los pocos metros. Pensemos que todo este cantil ha sufrido grandes modificaciones y derrumbes de manera natural o intencionada. En las proximidades del cantil también hubo de existir un sistema de infraestructuras y caminos para procesar el material extraído y transportarlo a la ciudad. Creemos que todas las covachas localizadas en esta zona pudieron ser  entradas a galerías de extracción de albero.También se ha localizado un segundo pozo o pueti totalmente colmatado por sedimentos y situado al final de una de las galerías principales.

Representación tridimensional de la mina.

A efectos descriptivos hemos dividido la mina en tres sectores:
Un sector central, más accesible y claramente más visitado por lo que es el que esta más deteriorado. Esta compuesto por cuatro de las ocho calles que forman la mina. En este sector encontramos el pozo de ventilación que según la topografía se encuentra en mitad de una de las calles de la barriada, entre dos portales. Su situación lo convierte en un posible punto de acceso a la mina, más seguro que la entrada desde el cantil.
Otro sector de dos calles situado al norte y al que se accede por unas pequeñas gateras entre derrumbes, este es un sector donde vemos que las galerías principales son más anchas, llegando a los cuatro metros y que probablemente conectaría con un nuevo sector inaccesible porque esta completamente colapsado.  En esta zona ha habido grandes derrumbes, quizás provocados por las obras de construcción de las casas que están justo encima sumado a  que la roca es muy poco consistente
El último sector esta al sur y se accede desde casi la misma entrada por unas gateras, es el sector mejor conservado ya que apenas hay derrumbes, quizás porque  la roca tiene una consistencia algo mayor que en el resto. Es en este sector donde encontramos el segundo pozo completamente taponado. No hay evidencias de continuidad de esta zona hacia el sur.

Zona final del sector central  donde se ha formado un pequeño charco por agua infiltrada. Foto José Millán.
Zona final del sector Sur que es el mejor conservado y  donde se aprecian  dos galerías laterales y perpendiculares que son de corto desarrollo y que siguen las betas de material blando. Foto: José Millán.
Se ha instado al Ayuntamiento a que se interese por esta mina y sea protegida dada su importancia y antigüedad. El hecho que esté  situada bajo una barriada creemos que  hace  más necesaria  esta conservación, ya que un colapso de estas galerías, que son de gran volumen, podría afectar a la estabilidad de los edificios que hay encima. Por otro lado es una mina muy peculiar por el tipo de material extraído no teniendo constancia de que existan minas similares en la zona, al menos que hayan sido estudiadas. Creemos necesario un estudio a fondo de toda la zona y determinar si realmente existieron una sucesión de explotaciones subterráneas similares como parecen indicar las covachas que aparecen a lo largo del cantil, Próximamente publicáremos una topografía detallada de la cavidad junto con estudio  más extenso sobre esta mina.

Superposición de la mina a la foto de satélite donde se aprecia la estructura de enrejado.
Los trabajos topográficos de la mina han sido realizados por Julio Guijarro  y por mi,  utilizando  un DIXTO, el procesamiento de los datos ha siso realizado por Julio.
Agradecemos la colaboración de Ángel Escamilla que nos ha mostrado la mina y la participación del arqueólogo  del Ayuntamiento  Juanma Román. También agradecer la colaboración  del geólogo Antonio Gonzalez Cantero, vecino de Carmona y colaborador de nuestro proyecto de exploración de las minas carmonenses.
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La mina de agua de la Huerta de Don Marcos.

 

Galerías iniciales de la mina que tiene una sección muy característica por estar excavada sobre un gran protoconducto freático 

                 El pasado mes de Febrero fuimos invitados por nuestro compañero Pancho Gamero, investigador entre otros temas de las antiguas estructuras  hidráulicas cordobesas,  a visitar una interesante mina de agua situada en un singular paraje cercano a Córdoba conocido como Huerta de Don  Marcos.  La huerta de Don  Marcos se haya situada a unos tres kilómetros al  noreste de Córdoba, cerca del Barrio Naranjo, es un lugar con una historia realmente interesante que la ha convertido en uno de los lugares de culto en relación a  la figura del conocido escritor cordobés Luis de Góngora.

              La historia conocida del lugar se remonta al año 1.275  por referencias al que fuera en ese momento señor de esta hacienda ,un  canónigo cordobés llamado Don Marcos. En aquellos tiempos ya existía en el lugar un importante molino de aceite y una huerta , abastecidos  por las aguas de un caudaloso manantial que nacía bajo la propia hacienda  y que iba a desembocar al Arroyo  Pedroche, situado en las proximidades.
Tras la  muerte de Don Marcos la huerta pasa a ser propiedad del Cabildo de Córdoba que la arrienda sucesivamente durante siglos. Entre los arrendatarios de la huerta figura el ilustre escritor Luis de Góngora,  que disfruta de la huerta  hasta el año 1.615. Se cree que  Góngora escribe algunas de sus mejores obras en este sitio al que acudía a inspirarse y retirarse de la vida pública , entre ellas  una de sus historias más emblemáticas “Polifemo y Galatea”.

Localización de la Huerta de Don Marcos.

Aspecto actual de la Huerta de Don Marcos, la mina de agua se haya situada en un rebaje del terreno  bajo el edificio que se ve en primer término , sobre las huertas que se encuentran en la zona inferior. de la finca al fondo. Foto: José Millán.

       Se sabe desde siempre que las aguas que riegan la Huerta surgen de una canalización subterránea o mina de agua y es muy probable que el origen  de esta mina se remonte a épocas muy anteriores a la Edad Média , concretamente al siglo I de nuestra era, ya que pudo ser una de las fuentes del acueducto conocido como “ Aqua Nova Domitiana Augusta”,  construido por orden del emperador Domiciano para paliar  las crecientes necesidades de agua de la Corduba romana, abastecida hasta entonces por otro gran acueducto,  el “Aqua Betus” o acueducto de Valdepuentes. Se conservan algunos restos del Aqua Nova Domitiana Augusta  junto al Arroyo Pedroche, a unos 200 metros al este de la Huerta  que ya   fueron documentados en el  año 1.760 por Francisco Ruano en su “Historia General de Córdoba” El acueducto disponía de cuatro ramales con una longitud aproximada de 13,2 kilómetros.  Se cree que  uno de estos ramales proviene de un gran depósito o cisterna situado  junto al llamado Castillo de Maimón y del que se conservan algunos restos,  muy  cerca de la Huerta de Don Marcos. Los ramales del  acueducto estaban constituidos por canales rectangulares de 40X60 cm.  hechos de opus caementicium (cantos rodados ligados con cal) discurriendo de manera superficial hasta que en las proximidades de Corduba se unían todos en una sola conducción de 90X60 cm. elevada unos seis metros sobre el suelo.

En la foto superior se ve el acceso a la mina de agua y abajo el aspecto de la galería inicial completamente revestida con mampostería y un tosco enlucido. Fotos: José Millán.

           El acceso a la mina se realiza por una pequeña puerta abierta en una pared  situada bajo el cortijo, en un rebaje del terreno. Las aguas alimentan una alberca que parece  de factura medieval y luego circula hacia unas  terrazas donde están las huertas y los restos del molino. Los primeros metros de la galería  están formados por un conducto revestido de unas dimensiones de  1,80X0, 70 m. aproximadamente, las paredes  están realizadas con mampostería y algunos  ladrillos intercalados, cubierto con un tosco  enlucido de mortero bastardo. La cubierta de la galería esta formada por grandes losas de piedra labrada. Tras unos metros la galería cambia, estando revestida solo por la zona inferior donde se ha creado una canal que parece hecho con ladrillo y mortero. La zona superior de la galería esta excavada en una roca característica del subsuelo de Córdoba compuesta por un conglomerado de calcarenita, arenas y grabas, la llamada Biocalcarenita Miocena cordobesa. Encontramos una primera lumbrera o registro rectangular de unos 0,90 cm. de lado completamente revestida con grades piedras labradas. Tiene una profundidad de unos cinco metros.

Arriba aspecto de la la galería inicial excavada en conglomerados y revestida en la zona inferior formando una canal. Abajo se puede ver una lumbrera o registro completamente revestida con piedra labrada. Fotos: José Millán. 

       Tras este primer tramo que mide unos treinta metros llegamos a un hueco abierto entre formaciones calcáreas de forma alargada que  tiene aproximadamente  1 metro de alto por unos 50 cm. de anchura y  da  acceso a la mina propiamente dicha. Lo primero que observamos es que esta claramente excavada sobre un protoconducto freático . El  primer tramo de galería que hemos recorrido anteriormente parece claramente  posterior a la mina original. Tanto los materiales de los revestimientos como la forma de excavación  hasta la mina sugieren que debe ser una remodelación hecha en época medieval, puede que de época árabe o del siglo XIII, que es cuando hay constancia del primer uso de la huerta y del molino. La continuidad original de la galería a favor de las aguas  (al menos de la galería freática)  se encuentra  cegada a los pocos metros.

Arriba vemos un lucernario típico completamente cubierto por concreciones calcáreas, abajo vemos el acceso desde la galería revestida a la mina un paso entre formaciones. Fotos: José Millán. 

            La forma en que ha sido excavada la mina parece similar a la de las minas de agua romanas estudiadas en Los Alcores ya que el sistema ha sido seguir el trazado  del protoconducto ,que  queda en el techo,  reexcavando la zona inferior  a un ancho estandarizado de unos 60 cm. (dos pies romanos)  que es algo menor que la del protoconducto,  dando a la galería una sección muy peculiar pero que que nos resulta familiar por comparativa con otras minas similares. En los primeros metros encontramos dos galerías superpuestas, la inferior esta  claramente excavada artificialmente  y tiene  de apenas 90 centímetros de altura, la de arriba es  el protoconducto. Tras unos 10 metros  ambos conductos se unen en uno sólo. Este hecho podría estar  relacionado, bien con el encauzamiento de las aguas para desviarlas de su cauce natural  o bien por  algún sistema de frenado o represamiento de las aguas. Localizamos algunos lucernarios espaciados a distancias de varios metros y en algunos puntos se aprecian las marcas de picos que parece el clásico pico romano de punta curvada. En el principio de la mina encontramos las únicas bifurcaciones, la primera es una  galería que sale a nuestra  derecha de unas dimensiones aproximadas de   1,50X0, 60 m. y con bastante agua, que tras unos veinte metros culmina en un sifón y que  no parece excavada a favor de ningún protoconducto  previo. La galería esta cubierta por concreciones calcáreas y conserva las marcas de los  picos de hierro  y  los lucernarios  espaciados cada metro aproximadamente. No tenemos muy clara la funcionalidad de esta galería para ello habría que concluir su exploración superando el sifón, podría ser una galería de decantación de limos  o simplemente la continuidad original de la mina. Realmente podría funcionar como galería decantadora de manera similar a  las que existen en otras minas, que no es más que  una galería de corto desarrollo perpendicular  a la principal y destinada a acumular los limos y arenas que arrastra el agua. Estas galerías siempre estaban combinadas con una sistema de frenado de las aguas previo por lo que se encuentra en un lugar adecuado para ello.

Arriba aspecto de la galería en sus primeros metros, claramente excavada a favor de un protoconducto de origen  freático . El lecho se ha reexcavado a un ancho inferior a la galería freática lo que produce un caracteristico escalón sobre el que se han acumulado sedimentos. Abajo una pequeña galería lateral, que culmina en un sifón y que podría ser la continuidad original de la mina. Fotos: José Millán.

   
         La galería principal de la mina es espectacular, en principio tiene unas dimensiones normales de 1,60 X 0,60 m., como ya hemos apuntado los laterales están  reexcavados formando unos escalones sobre los que se han amontonado sedimentos, sobre las paredes y techos se han formado bonitas  concreciones calcáreas. La curiosa morfología, la textura de los materiales formados por conglomerados y los recubrimientos calcáreos dan una espectacular belleza a estas galerías. Esta peculiar morfología con escalones laterales  ha hecho innecesaria en gran medida la excavación de lucernarios ya que las  lucernas han podido colocarse fácilmente sobre los escalones formados en los hastiales (zonas laterales de la galería), no obstante encontramos algunos que tienen  dimensiones y características similares al resto de minas romanas que hemos estudiado. Como suele ser habitual en este tipo de minas la galería va ganando altura progresivamente. Esto es debido a la tendencia ascendente del protoconducto, ya que el lecho de la mina esta excavado prácticamente sin pendiente  (se buscaba una circulación lenta del agua  que no provocara desgaste ni arrastre de limos). Esto hace que  las alturas alcancen en algunos  puntos los seis o  siete metros. La anchura de la zona excavada en el lecho de la galería se mantiene entre los 50 y 60 cm. si bien la anchura de la zona central del  protocoducto  es mucho mayor, en algunos puntos de   casi tres metros. El lecho de la galería es ligeramente ascendente pero esto es debido a la  acumulación de concreciones escalonadas que llamamos gours, estos se han generado por una circulación lenta de las aguas. No hay señales de que los niveles de agua hayan sido en ningún momento muy altos, es una mina donde claramente no se ha producido acumulación de columna de agua (como en otras estudiadas en los Alcores), sólo ha existido una circulación constante. No obstante los materiales extremadamente porosos formados por los conglomerados sobre los que se ha excavado la galería hubieran impedido en gran medida esta función de almacenamiento. Recordemos que esta mina era probablemente utilizada para alimentar un acueducto por lo interesaba una circulación constante y sin retenciones.

Dos aspectos de la galería principal de la mina, donde se aprecia claramente la existencia de un gran protoconducto  freático que ha sido parcialmente reexcavado, Se aprecian perfectamente los diferentes estratos de roca, combinación de calcarenita con conglomerados. Fotos: José Millán.

        La galería esta equipada con lumbreras que llevan un patrón de espaciamiento de unos 15 metros, salvo en un par de casos que se va a 30 metros. El patrón de 15 metros puede corresponder en unidades romanas a 5 pérticas (1 pértica =2,96 m.). En los Alcores hemos encontrado estas medidas en minas construidas en el siglo I.  Las lumbreras son totalmente típicas, de sección rectangular de 1,30X0, 90 m. aproximadamente y están equipadas con mechinales para el apoyo de los pies, algunas tienen profundidades de casi  30 metros. La mayoría de lumbreras están excavadas desde el lecho de la galería hacia arriba, que es el sistema habitual cuando se reexcava un gran protoconducto. No obstante hemos encontrado una lumbrera que por su orientación sobre la galería parece excavada desde arriba, puede que sea una lumbrera de prospección por la que en una primera fase se localizara el protoconducto. Estos sistemas de excavación de lumbreras son totalmente similares a las minas de los Alcores en los sectores donde se han reexcavado grandes galerías naturales. Las lumbreras son ciertamente curiosas porque presentan  una textura de roca extraordinariamente lisa, hemos llegado a pensar que pudieran estar revestidas con mortero de cal, como algunas zonas de la galería, pero probablemente se deba a la combinación de diferentes estratos de roca propios de la biocalcarenita  formada en gran medida por pequeños  cantos rodados procedentes de corrientes fluviales unidos con una matriz arenosa. En algunas zonas de la galería estos materiales están muy sueltos y se descomponen al tocarlos, lo que resulta ciertamente peligroso sobre todo en la zona final explorada.

Arriba se ven dos lumbreras rectangulares típicas en las minas de origen romano, la mayoría parecen excavadas desde la galería hacia arriba. Foto: José Millán.

         El único revestimiento encontrado en este sector de la mina es una pequeña bóveda de ladrillos que parece estar tapando una lumbrera fallida, es decir , una lumbrera que se comenzó a excavar y por malas condiciones del terreno se abandonó, tapándola posteriormente con esta bóveda posiblemente para evitar caída de materiales a la galería. Los ladrillos están colocados de una manera algo arbitraria estando algunos colocados incluso de cara y no de canto como es lo própio de una bóveda de medio punto.
No hemos podido hacer une estudio tipológico  de los ladrillos porque se encuentra a una altura considerable sobre el suelo pero aparentemente podrían cuadrar dentro de un modulo  romano.

Detalle de una bóveda de ladrillo que parece tapar una lumbrera fallida. Foto: José Millán.

      El desarrollo total que podemos recorrer es de unos 700 metros hasta una lumbrera completamente taponada, existe la posibilidad de puentear este derrumbe por una lumbrera posterior, creemos que el desarrollo total de la mina podría superar el kilómetro. Las conclusiones que hemos sacado de esta exploración  son la de que estamos ante una mina de agua de origen romano y que por sus dimensiones y características debe tratarse  de gran obra pública, financiada por el Estado  y no una pequeña mina de abastecimiento de una colonia o Villae, lo que cuadra con que fuera parte del abastecimiento de un gran acueducto. Si  se confirma su relación con el acueducto Aqua Nova Domitiana Augusta, debería de tener una cronología similar a su construcción, es decir sobre el siglo I. Las características constructivas son similares a la de las minas romanas que existen en Los Alcores Sevillanos que también fueron construidas en un período cronológico similar y ya vamos comprobando como también son comunes estas técnicas en las minas de agua construidas en general en toda la zona de la Bética romana.
Parece que la mina fue modificada en su último tramo para derivar las aguas hacia la Huerta de Don Marcos,  sin poderse determinar si fue durante la dominación islámica o en época cristiana ya que no existe documentación al respecto antes de la fecha citada del 1.275.  En definitiva los valores patrimoniales e históricos de esta mina son extraordinarios por lo que debería instarse a su conservación, evitando las agresiones que ya ha sufrido por el taponamiento de alguna de sus lumbreras.

Arriba dos imágenes de la zona final de la galería antes del taponamiento, excavada totalmente en conglomerados. Foto: José Millán. 

Queremos dar las gracias a D. Diego Navero Navero, dueño de la finca y que nos ha permitido el acceso. Los integrantes de esta exploración han sido: Pancho Gamero, Eugenio Belgrano, Antonio Melero Godoy, David Blanco Barcala, Cristian Rubiales, Manuel Martorell Martínez y José Millán. y especialmente dar las gracias a Pancho Gamero por la invitación y por darme datos sobre la zona y la mina para poder confeccionar este artículo.

Nuevas exploraciones de la zona final del sector Norte de la mina de agua de Alcaudete.

La galería principal de la Mina de agua de Alcaudete a la  que hemos llamado Galería Norte, culmina en un taponamiento por derrumbe a unos 800 metros del inicio de la mina.  Sabíamos que la galería probablemente habría de seguir tras este taponamiento y que debían existir  lumbreras más adelante, dentro de los terrenos de  la explotación agraria Viñas Viejas. Tras entablar contactos con el propietario de estos  terrenos el señor Felipe Blazquez, que ya nos había permitido la exploración de las lumbreras de una de sus fincas, tiene también la deferencia de ponernos  en contacto con los encargados de dicha explotación con los que concretamos la inspección de varios pozos que según sus propios testimonios han de pertenecer a la mina. Realizamos la primera de las exploraciones en una  lumbrera situada a unos 70 metros al noroeste del taponamiento de la galería principal. La lumbrera  esta cubierta con un pretil de hormigón prefabricado y equipada con una escalera metálica de registro  ya que tiene instalado un sistema de bombeo de agua,  tiene una profundidad de 13,7 metros, pero la profundidad real ha de ser de unos 15 metros debido a un cono de escombros y una especie de represa que ha elevado el lecho de la lumbrera. 
Lumbrera situada dentro de la finca Viñas Viejas, la parte superior ha sido  cerrada con un pretil de hormigón. Foto: José Millán. 
Interior de la lumbrera de acceso a la mina dentro de la finca Viñas viejas equipada con una escalera y un sistema de bombeo de agua.
Comparando las cotas del terreno con la profundidad de los pozos de toda la mina comprobamos que en términos absolutos esta es la galería más profunda de la mina, unos tres metros, y por algunas evidencias que luego comentaremos ha de ser el último sector construido de las galerías principales. Se trata de una lumbrera típica de sección rectangular  y que no esta alineada con la galería principal  que lleva una dirección noroeste-suroeste. De su base  parte también  un ramal  lateral que se desarrolla hacia el este, es  una galería de poca altura  que esta  casi inundada. Los escombros acumulados hacen que tengamos  que acceder a la galería principal por un pequeño hueco .Tomamos primero  por el ramal  que tiene  dirección suroeste, que es el rumbo hacia el taponamiento al que habíamos llegado en la mina principal. Entramos en una galería de unas dimensiones medias de 0.60 X 1, 30 m. y unos 20 cm. de altura de agua. Por antiguas marcas de niveles el agua ha circulado a  más de un metro por encima del actual. Recorremos unos nueve metros hasta que la galería da un quiebro a 90º. Encontramos los típicos lucernarios espaciados a distancias de entre 60 cm. y 1 m. y  las habituales  hornacinas excavadas para depositar  las vasijas de aceite. Vamos en sentido contrario a las señales de excavación y  tras unos cinco metros la galería vuelve a dar un giro de 90º recuperando el rumbo que llevaba, en esta caso este quiebro parece destinado al empalme de dos galerías ya que tras el último quiebro el sentido de excavación se invierte.

Topografiando en un cruce de galerías en el sector que se desarrolla hacia el suroeste, es decir hacia el taponamiento de la mina principal. Foto : José Millán.
Ya vamos viendo, como en otras ocasiones,  que estamos en un sector excavado por diferentes equipos que iban siguiendo un venero de agua (las galerías tienen trazados sinuosos e irregulares que es el resultado  de seguir estos veneros). Recorremos otros 9 metros y llegamos a otro quiebro donde encontramos  una galería cegada con piedras procedentes de la excavación. Estas galerías cegadas son típicas en los sectores de prospección donde se iban siguiendo pequeños veneros que si resultaban  estériles o iban en un rumbo inadecuado  se cegaban . Tras este quiebro recorremos un tramo de 13 metros en una dirección constante y recta, parece una galería de conexión entre dos sectores  y efectivamente conectamos con un sector algo distinto que tiene  unos 40  metros de desarrollo y un trazado muy complejo  donde se abren varias galerías de corto desarrollo  a derecha e izquierda. 
Galería cegada con piedras resultante de un cambio de dirección o de venero. Foto: José Millán.
  Los sentidos de excavación marcados por los picos parecen mostrar  diferentes equipos excavando en sentidos contrarios y uniéndose en zonas de empalme, alguna de las galerías conectan con pequeños veneros naturales otras parecen venir de algún pozo cegado a día de hoy porque el sentido de excavación es desde la zona cegada hacia la galería que llevamos. En algunos sectores es visible un conducto freático previo en el techo  y se aprecian  marcas de niveles de agua muy altos respecto a los actuales.
Imagen de galería donde se aprecia lo que parece un conducto freático previo en el techo y los niveles de agua mucho más altos que el actual . Foto: José Millán.
Tras superar toda esta zona alcanzamos una especie de colector formado por una cavidad natural de unos dos metros de altura por lo mismo  de ancho de la que parten dos conductos naturales ascendentes y que tras unos metros se taponan, vemos señales de picos que indican excavación desde estas galerías hacia donde estamos por lo que deducimos que ha de haber una lumbrera cerca pero cegada. De este cruce parte una galería con dirección suroeste que tiene un trazado irregular porque va dando quiebros para seguir el venero y  que tras unos veinticinco metros culmina en un taponamiento. Hemos avanzado siempre en contra del sentido de excavación y estamos en este punto a unos 10 metros del último punto explorado en la galería Norte por lo tanto estamos en la zona de unión y donde esta el gran derrumbe que nos impidió continuar desde el otro lado. Cabe destacar que no hay lumbreras visibles en todo este sector pero sí hay galerías que parecen venir de ellas por lo que pensamos que estas se excavaron y luego quedaron completamente cegadas tanto las lumbreras como las galerías de empalme con la galería principal. Se trata de lumbreras excavadas desde arriba y desde las que se buscó la galería que va siguiendo el venero principal, ya hemos visto casos así en otros sectores de la mina. La conclusión es que este es el típico sector de galerías donde se excavaba buscando nuevos veneros que añadir a la mina. En estos sectores las lumbreras se excavan previamente y desde la base de las mismas se van siguiendo y buscando  los veneros que luego se unen entre sí. Es normal que alguna de estas lumbreras estén desplazadas o fuera de la galería principal y se hayan cegado con posterioridad.
            
En esta superposición de la mina a la foto aérea se observa el sector taponado en la galería Norte y el trazado irregular de las galerías tras la zona taponada debido a que son galerías de prospección excavadas buscando nuevos veneros de agua que añadir a la mina. A la derecha esta marcada la lumbrera de acceso desde la finca Viñas Viejas.
Volvemos al punto de partida e  intentamos explorar el  ramal lateral que toma  dirección este,  pero esta casi sifonado, además en la galería aparece  flotando el cadáver de un conejo en descomposición, así que desistimos. Se trata de una  galería de pequeñas dimensiones que parece un ramal de captación de algún venero y no debe ser muy larga. Optamos por seguir la galería principal que sale en dirección noroeste, se trata de una galería de poca altura, 1,10 m. y un ancho estándar de unos sesenta centímetros, la particularidad es que tiene casi un metro de altura de agua y una longitud en línea recta de unos 30 metros, hay que superarla casi totalmente sumergido, vamos a favor del sentido de excavación según las marcas de picos y hay lucernarios pegados al techo y a distancias regulares de entre 50 y 70 cm. en algunos puntos se aprecian las marcas del hollín de la llama de las lámparas y hay concreciones calcáreas en el techo y algunas zonas de la pared, por su trazado no parece una galería excavada a favor de un venero es una galería de conexión destinada a unir dos  sectores de la mina.

Galería totalmente recta de 30 metros de longitud que une dos sectores de la mina. Foto: José Millán.

Supera esta zona se eleva la altura de la galería hasta los 1,90 metros y tras un par de quiebros que parecen una zona de empalme de dos sectores  y recorrer unos 20 metros alcanzamos una lumbrera similar a la anterior, tanto en morfología como en profundidad. Del lateral de la lumbrera sale una galería con dirección suroeste y al frente sigue la galería principal con dirección noroeste. Dejamos de topografiar porque se nos hacía tarde  y avanzamos unos metros para comprobar la continuidad de la mina. La galería va aumentando progresivamente su altura hasta los 3,5 metros apreciándose en el techo un conducto freático preexistente. En este sector la mina sigue el trazado de una gran venero natural que se ha reexcavado en profundidad  para mantener el nivel de circulación de agua sin pendiente, las lumbreras están excavadas desde abajo y están espaciadas a una distancia muy superior al de otros sectores de la mina, 52 metros. Creemos que esta distancia puede obedecer en medidas romanas  a un actus y medio, es decir 34,8m.+17,4m.= 52,2 m. Esto supone un cambio de criterio importante en el espaciamiento de pozos que en las primeras fases de la mina es de 17,7 m.= ½ actus. Hemos observado que en  los sectores claramente más modernos de la mina se aumenta el espaciamiento de lumbreras y este creemos que es el último en ser construido. Quizás se mejoraron los sistemas de extracción de escombros por las lumbreras con el desarrollo de sistemas de poleas o grúas y esto provocó este cambio de patrón.

Zona donde la galería alcanza los 3,5 metros de altura y donde se precia un gran conducto freático previo en el techo de la galería. Foto: José Millán.

Tras esta primera exploración concretamos una segunda visita con objeto de concluir la exploración y  topografía completa de este sector pero en esta ocasión decidimos descender a la mina por una nueva  lumbrera abierta situada a unos 210 metros al noroeste. Esta lumbrera es totalmente similar a las anteriores y tiene una profundidad de 16 metros, un metro más profunda que la primera. La diferencia de altura del terreno entre ambas es de 5 metros a favor de esta última por lo que observamos que hay una ligera pendiente ascendente en este tramo, concretamente unos 3 metros en algo mas de 200 metros, lo que nos da un 1,5% de pendiente. Esta pendiente es algo superior a la que tenemos en el resto de sectores de la mina que no supera el 1%.

Accediendo por una lumbrera situada en unos sembrados a unos 210 al noroeste de la primera lumbrera explorada. Foto: José Millán.

Desde la base de la lumbrera tenemos dos continuidades, tomamos primero la que va en dirección noroeste (en contra de la corriente de agua), es una galería de 3,30 metros de altura media por 0,50 de ancho,  tiene un trazado algo sinuoso y vamos a favor de las señales de excavación,  tras recorrer los 52 metros (patrón de espaciamiento de lumbreras en este sector) culmina en una nueva lumbrera con la base parcialmente ocupada por escombros que parecen procedentes  de La excavación. En la base de la lumbrera tenemos dos continuidades, una galería superior situada a unos 2,5 metros de altura, que toma rumbo norte  y que tras unos 6 metros culmina en una pared sin excavar (parece que aquí se detuvo la excavación), es una galería completamente seca. El agua viene de la otra galería situada al mismo nivel del suelo de la lumbrera y que lleva un rumbo noroeste. Aquí podemos deducir  por las evidencias el sistema de excavación de estas galerías de gran altura. Primero se excavaba la galería superior a una altura normal de 1,80 m.  Siguiendo el venero que quedaba en el techo y luego en una segunda fase se reexcava esta galería hasta el nivel de circulación del agua, dando con esto esas alturas de 3,5 metros. La segunda galería a nivel del suelo es de dimensiones normales de 1,70×0, 60 m. y a los nueve metros culmina en un venero que nace del suelo. Todo este sector esta recubierto de bonitas formaciones calcáreas y presenta los lucernarios típicos espaciados a distancias regulares que siguen el mismo patrón de entre 60 y 70 centímetros.

Zona final de la galería superior de  la mina, donde se dejó de excavar y que creemos que es el último punto construido de la galería. Foto José Millán.

Terminada la exploración de la zona  final de la mina volvemos a recorrer la mina en sentido contrario, unos 200 metros  hasta alcanzar el pozo donde habíamos detenido los trabajos topográficos en la primera exploración y empezamos por topografiar la galería lateral que sale de esta lumbrera. Es una galería normal de 0,55X1, 5 m. excavada en línea recta con un rumbo de unos 35º respecto al norte y que finalmente tras recorrer unos 54 metros culmina en un punto donde se dejó de excavar, mantiene un nivel de agua de unos 40 cm. y suponemos que se trata de una galería de captación de algún venero que no es visible. Quizás el agua se filtre desde el lecho de la galería.

Zona final de la galería inferior de la mina que culmina en una pared sin excavar, cubierta por formaciones. El agua que circula por la galería parece filtrase desde el suelo. Foto: José Millán.

Seguidamente continuamos topografiando la galería principal que mantiene una altura considerable de entre 3,5 a 3,8 metros y que sigue la misma tónica apareciendo importantes recubrimientos calcáreos en algunas zonas de grosores considerables. En algunos puntos la galería contacta con pequeños veneros de agua, uno de ellos activo y vemos refuerzos de las paredes con piedras procedentes de la excavación, amontonadas sin ningún tipo de argamasa. Tras recorrer otros  52 metros llegamos a una nueva lumbrera, algo más profunda por la elevación natural del terreno (15 metros)  y sin galería lateral. Pasamos la lumbrera y sigue la galería otros 23 metros recta, luego da un quiebro a la derecha y otros 27 metros hasta una nueva lumbrera, mantenemos el patrón de espaciamiento y los quiebros parecen adaptaciones al venero preexistente. Las lumbreras parecen excavadas todas desde la galería. Tras recorrer desde este punto 102 metros con la correspondiente lumbrera intermedia (por la que hemos descendido)  alcanzamos la última lumbrera de la mina y concluimos la topografía y exploración de este sector. Con esta exploración hemos añadido 540 metros más a la a galería Norte que  alcanza un desarrollo de unos 1.240 metros que sumados con todo el resto de sectores de la mina nos da un desarrollo total de  unos 5.200 metros. Aún nos quedan algunos flecos que rematar para concluir el desarrollo total de la mina como una misteriosa lumbrera tapada con hormigón y que ignoramos a que sector de la mina pertenece y la galería casi inundada que quedó pendiente en la primera exploración de este sector.

Lumbrera de la galería principal excavada desde el lecho de la galería. Foto: José Millán.

La conclusión final en relación a este sector de la mina es que tras una serie de pequeñas galerías de búsqueda donde se van siguiendo los veneros se contacta con una galería freática muy desarrollada donde cambia visiblemente los sistemas  de excavación dando como resultado galerías de grandes alturas y trazados regulares y donde las lumbreras están excavadas desde la base de la galería para adaptarlas perfectamente el trazado del venero. Al final se culmina la construcción de la galería de una manera atípica que parece indicar un abandono de las labores constructivas.
En este punto ya estamos ante una obra subterránea realmente formidable por sus dimensiones y que sin duda podría considerarse , junto con la mina de agua de Alcalá, como una de las obras subterráneas   de captación de agua romanas  más importantes de la península.

Zonas de la mina  cubiertas por concrecciones calcareas. Foto: José Millán.
Lucernario completamente cubierto por formaciones calcáreas. Foto: José Millán.

La exploración y topografia de estos sectores ha sido realizada por un equipo formado por Julio Guijarro, Manolo Bernal, Francisco Zambrano y José Millán. Se ha utilizado un DIXTO facilitado por Julio Guijarro y cinta métrica y brújula en zonas de la mina con altos niveles de agua. Agradecer la colaboración a Felipe Blazquez, y a los encargados de la explotación agraria y  los miembros del Seprona de Carmona que han colaborado tanto en la gestión de los permisos como de la localización de las lumbreras.

Los dos ramales principales de la mina , los sectores Norte ( arriba)  y la Galería del manantial que van casi paralelos desde el punto donde se bifurcan los dos sectores.
  

Colaboración con el programa de televisión «Sinergias»de Canaldoce Mairena.

Hemos sido invitados por la televisión local de Mairena Canal Doce e participar en un nuevo programa sobre Mairena y su historia llamado Sinergias. En él hablaremos sobre las minas de agua que existen en el subsuelo de Mairena del Alcor y su historia:

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