Nuevas exploraciones en el sector Este de la mina de agua de Alcaudete.

En pasadas fechas hemos concluido una nueva serie de exploraciones en el sector Este de la mina de Alcaudete que se desarrolla bajo los terrenos del cortijo del mismo nombre a la izquierda de la pista forestal que va desde  la carretera a la conocida  «Vía Verde». Este sector de la mina  fue explorado y topografiado parcialmente por mí en el año 1995, pero a parte de la topografía carecíamos de  detalles de las galerías que nos ayudaran a entender como se construyeron y si presentaban la misma tipología que las de las galerías exploradas hasta ahora en la mina principal. El paso desde la galería principal de la mina hacia este  sector  estaba abierto en el año 95. Es una galería que parte desde el  inicio de la mina y que se encuentra actualmente  completamente taponada,  por lo que el acceso sólo podría realizarse  por las lumbreras que hay dentro del cortijo o abriendo las losas de hormigón con las que esta tapado  un  pozo situado junto a la pista y por el que accedimos en el año 95.
En trazado rojo se puede ver la topografía del sector Este realizada en el año 1995 y su conexión con la galería principal de la mina de Alcaudete señalada en trazo negro. El acceso a esta galería se realizó por el pozo marcado junto a la pista de acceso al cortijo o pista forestal . En la actualidad  la conexión entre este sector y la mina principal se encuentra cegado y el pozo cerrado con losas de hormigón.
Tras ponerme en contacto con el propietario de los terrenos, el señor Felipe Blazquez y solicitarle permiso para explorar las lumbreras situadas dentro de su finca  organizamos una reunión previa   para revisarlas,  pudiendo comprobar sobre el terreno que sólo dos permanecían abiertas ya que el resto se encontraban cerradas con losas de hormigón. Empezamos primero por la exploración de una lumbrera situada junto a uno de los caminos que recorren el olivar . Su profundidad es  de 13 metros y de su base medio taponado por escombros y basuras  parten dos galerías. Las galerías no están alineadas con el lado largo de la  lumbrera que es rectangular y de dimensiones típicas de 1,30 metros de largo por unos 0,90 m. de ancho y los sentidos de excavación son de la lumbrera hacia las galerías por lo que es claramente una lumbrera excavada previamente y no desde abajo como es habitual en algunos sectores de la mina principal. 
Accediendo a una lumbrera del sector Este de la mina de Alcaudete  dentro de la finca de Alcaddete propiedad de Felipe Blazquez. foto. Manolo Bernal.
 La primera de las galerías  (de la que viene el agua ) tiene dirección noroeste se trata de una galería de una altura  algo inferior a lo normal 1,20 de alto por 0,60 de ancho y que lleva una dirección muy constante  con una altura de agua de unos 50 centímetros, presenta lucernarios (huecos para colocar lucernas de aceite con las que iluminar la galería) en el lado izquierdo según sentido de excavación que es hacia  el que avanzamos ,espaciados unos setenta centímetros . A los 27 metros llegamos a una lumbrera similar a la anterior  donde se produce un brusco quiebro de 90ª tras el que continúa la galería con un rumbo  similar, este tipo de quiebros son muy habituales y suelen realizarse  para frenar  la corriente de agua  cuando estamos cerca de un manantial. Desde aquí avanzamos 16 metros más hasta que efectivamente la galería contacta con una cavidad natural o gran manantial  situado a unos tres metros por encima del lecho de la galería. Estamos en una especie de colector  en parte excavado y en parte natural con las paredes reforzadas con piedras encajadas sin argamasa y en el que convergen manantiales dos de ellos secos y uno (el inferior) activo, del que brota un pequeño  caudal de agua que circula por la galería aguas abajo. Estamos en el principal aporte de agua de este sector de la mina. Desde esta sala parte un nuevo tramo de galería con la misma dirección noroeste de apenas un metro de altura y que a los 12 metros culmina en un taponamiento. Revisando la topografía realizada en el año 95 descubro que este sector no estaba topografiado.
Cavidad natural  parcialmente reexcavada con las paredes reforzadas con piedras amontonadas sin argamasa: Foto Manuel Bernal.
Caudal de agua que surge de un manantial y que circula por la galería, único aporte localizado de este sector de la mina: Foto. Manuel Bernal.
Volviendo a la lumbrera de entrada tomamos por la galería que se desarrolla en dirección contraria, es decir suroeste  y a favor de la corriente de agua,  tiene unas dimensiones similares y una altura de agua de unos 60 cm. se aprecia por las señales de los picos  que vamos a favor del sentido de excavación  hasta que haciendo un recodo conecta con un sector donde vemos  el sentido de excavación inverso Apreciamos claramente   la zona de empalme. Vamos viendo claro como en este sector se unían unas  galerías con otras mediante dos equipos excavando en sentidos contrarios,  los lucernarios que cambian de pared  también delatan este hecho. Recorremos 30 metros hasta una nueva lumbrera  similar a la  anterior, vemos que el patrón de distanciamiento de lumbreras se repite a 30 metros que en medidas romanas son unas 10 pérticas (1 pértica= 10 pies = 2,96 metros). Este patrón es el mismo que encontramos en minas como la del puerto de Brenes en Carmona pero no es habitual en el resto de sectores de la mina de Alcaudete. puede indicar que este sector de la mina es posterior a la mina principal. Empezamos a creer que existe una evolución en el tiempo tendente a aumentar el espaciamiento de las lumbreras, pensemos que toda la mina pudo construirse en varias fases a lo largo de unos tres siglos.
Encontramos las típicas hornacinas para depositar vasijas de aceite  excavadas en la base de los pozos y en determinadas zonas de la galería, también aparece un típico ladrillo romano de un pie de largo  depositado sobre una repisa, en estos tramos no existen construcciones de refuerzo de ningún tipo, si hemos visto ladrillos en el remate superior de una de las lumbreras intercalado con piedras que es de donde puede proceder. 
Hornacina para la colocación de vasijas de aceite, situadas en la base de todas las lumbreras. Foto Manuel Bernal.
Ladrillode tipología romana de un pie de largo , es el ladrillo más comúnmente  utilizado en la mina de Alcaudete.
Foto Manuel Bernal.
  Desde este pozo la galería va claramente siguiendo un venero de agua por su trazado sinuoso e irregular que no obstante sigue una dirección más menos constante hacia el suroeste , en todo momento vamos en contra del sentido de excavación. Recorridos unos cuarenta metros alcanzamos una nueva lumbrera similar a la anterior, la distancia por el exterior en línea recta son unos 35 metros  un ligero cambio de patrón que hablando en medidas romanas se va a 1 actus (1 actus= 120 pies = 34,8 metros) en este caso podría estar excavada desde abajo por como esta orientada la lumbrera con la galería. En estas galerías, al igual que en otras de Alcaudete  se aprecian claramente en los techos las marcas de una herramienta acabada en una pala plana de unos cinco centímetros de anchura. Puede que producidas con un pico con dos extremos, ya que los hastiales (paredes laterales) están abiertas con el clásico pico curvo.  Tras esta lumbrera y recorridos apenas tres metros accedemos a una especie de colector formado por una cavidad en parte natural de unos dos metros de alto por cuatro de ancho,  esta cavidad conecta con una galería perpendicular a la que llevamos que se orienta en dirección este-oeste. Siguiendo primero el ramal que toma dirección Este accedemos a un tramo de galería que parece en gran parte un conducto natural parcialmente reexcavado de unas dimensiones atípicas ya que tiene un ancho de casi un metro y prácticamente la misma altura, progresamos unos 20 metros pasando por zonas con las  paredes descompuestas por betas de arcillas  hasta que apreciamos falta de oxigeno y decidimos regresar. 
Huellas de una herramienta de pala plana  con las que se atacaron los techos lo que da a la galería una sección cuadarada. Las huellas de esta herramienta aparecen frecuentemente en los techos de las galerías y creemos que pertenecen a un pico con esta terminación en «pala». Puede que los picos tuvieran (tal como pasa en muchos picos modernos) dos extremos acabados en pico o en pala. Foto : Julio Guijarro .
Los hastiales de la galería están abiertos con el clásico pico curvo según muestran las huellas. Foto Julio Guijarro.
Volviendo al punto inicial desde la pequeña sala-colector  la continuidad es una galería que lleva dirección Oeste y  que tiene apenas 1 metro de altura y más de 70 cm. de agua por lo que hay que pasar casi sumergido hasta que a los 25 metros alcanzamos la base de una lumbrera. esta galería es muy curiosa porque es distinta a las demás , parece en gran parte un conducto natural apenas reexcavado y conecta claramente dos sectores distintos de la mina. De la nueva lumbrera  parten dos veneros o manantiales en sentidos opuestos y pentrables unos metros y dos galerías excavadas. La lumbrera tiene 7 metros de profundidad y esta (como el resto) tapada con una losa de hormigón. Tomando por la galería que lleva dirección oeste recorremos unos doce metros hasta un punto donde la altura se reduce a apenas 30 cm. y hay mucha agua, la continuidad es complicada en este punto  y no seguimos explorando. Volviendo a la base de la lumbrera tomamos una nueva galería con dirección  suroeste y de dimensiones muchos mayores, 2,20 metros de alto por una anchura normal de 60 centímetros,  llevamos una dirección clara hacia la galería principal de la mina de  Alcaudete siguen encontrándose los típicos lucernarios espaciados cada 70 centímetros y la galería lleva unos 50 cm. de agua, progresamos unos 15 metros hasta llegar a una nueva lumbrera cuya base  esta completamente taponada con escombros y en este punto termina esta exploración. Hemos explorado y topografiado un total de 223 metros. Haciendo comparaciones con la topografía del año 95 se ve que este último tapón no existía y que aún nos queda mucha galería por recorrer hasta llegar a la galería principal. Al menos unos 200 metros en los que según la antigua topografía existen varios ramales más.
Galería de apenas un metro de altura y 25 metros de desarrollo   que conecta  dos sectores de la mina, parecen parte un conducto natural. Foto : Manuel bernal.
Lumbrera taponada por escombros que marca el final de la 1º exploración que realizamos en este sector de la mina. Foto: Manuel Bernal.
Lucernario cubierto de concrecciones calcáreas. Foto: Manolo Bernal.

Superposición de las galerías exploradas en la 1º incursión sobre la foto aérea. Se marcan las lumbreras y el manantial que actualmente es el único aporte de este sector de la mina.

En una nueva salida volvemos a la finca de Alcaudete  para explorar  una nueva lumbrera que también esta abierta y a  unos 150 metros al este de la  lumbrera por la que ya  habíamos bajado  y que nos indicó el señor Felipe Blázquez, ha de ser una de las continuidades de las galerías que ya hemos explorado y la zona más alejada de este sector de la mina, además es una zona que no topografiamos en el año 95, por lo que teníamos el máximo interés y curiosidad.
La lumbrera es similar a todas las demás, de sección rectangular y de siete metros de profundidad, la profundidad no nos cuadra demasiado ya que hay casi seis metros de diferencia con la profundidad de la lumbrera que exploramos con anterioridad y resulta que según el   GPS  están sólo a dos metros de desnivel una de otra. En la base de la lumbrera hay dos galerías, la primera con dirección suroeste, tiene unas dimensiones normalizadas de 1,80 x 0,60 m.  y apenas 15 cm. de agua,  suponemos que es la galería que aporta el agua pero  tras recorrer unos 10 metros acaba en una pared donde sencillamente se dejo de excavar, no se culminó la construcción de la galería siendo su punto final en este sector, lógicamente el sentido de excavación es hacia este final y los  lucernarios están espaciados a distancias normales de unos 60 cm.
  
Accediendo por una nueva lumbrera sin tapar y  situada unos 150 metros al este de la primera que exploramos y que debe dar acceso a la parte más alejada de este sector de la mina. Foto: José Millán.

En la parte final de la mina la galería acaba bruscamente, sencillamente se dejó de excavar , el agua presente en el lecho parece venir de filtraciones. Foto José Millán.
Volviendo al pozo de entrada  tomamos  la otra galería que lleva dirección noroeste, tiene dimensiones normales y sigue un trazado recto hasta una nueva lumbrera situada a 28 metros. Estas lumbreras parecen excavadas también desde arriba  por su alineación con la galería. pasada la lumbrera la galería hace una serie de quiebros y vuelve a tomar un trazado recto por lo que  parece una zona de conexión entre la lumbrera y la galería volvemos a la idea de dos equipos excavando en sentidos contrarios hasta juntarse. Tras 22 metros de galería recta llegamos a una nueva lumbrera, la distancia exterior entre lumbreras es de 28 metros cumpliendo aproximadamente el patrón de las 10 pérticas. , estas  lumbreras tienen una profundidad de unos 8 metros y están tapadas con losas de hormigón, la galería mantiene na altura de agua de unos 30 cm.
Imagen de la galería de sección y tamaño tipico de 1,80×0,60, se aprecian antiguos niveles de agua mucho más altos que los actuales. Foto: José Millán.

Desde esta última lumbrera podemos recorrer 25 metros más  hasta llegar a  una nueva  lumbrera completamente  taponada  que es punto final de la exploración. En total son 100 metros más de galería. Suponemos que esta galería conecta  con la explorada en la salida anterior pero aún distan unos treinta metros para la unión según la topografía ,distancia que concuerda con el patrón entre lumbreras de este sector . Queda por solucionar la aparente diferencia de cotas de estas dos galerías pero puede deberse a un error en la toma de la altura de ambas lumbreras. 

Descendiendo por la lumbrera de sección rectangular. Foto: José Millán.
Superposición de galerías exploradas a la foto aérea la zona en trazo azul es la posible conexión entre ambas galerías que actualmente esta taponada.
            Tras esta exploración  y con objeto de completar todo el trazado de la mina hasta la galería principal organizamos una nueva salida, esta vez  entraremos por la  lumbrera que hay fuera de la finca, junto a la pista forestal. Esta lumbrera fue el punto de acceso a esta galería en el año 95 y según la topografía de esa fecha es un colector donde convergen tres galerías, una que conecta con  la mina principal y dos que son aportes  y que han de conectar con los sectores  que ya habíamos explorado y topografiado.  La lumbrera se encuentra actualmente tapada con dos grandes losas de hormigón así que pedimos ayuda a  uno de los propietarios de las fincas cercanas que amablemente  nos ayuda apartándola un poco  con su  tractor.
Accediendo por la lumbrera situada junto a la pista una vez apartada la losa de hormigón. Foto: Manuel Bernal.
Base de la lumbrera junto a la pista, un colector desde donde salen tres galerías. Foto: José Millán.
 La lumbrera tiene una profundidad de unos cinco metros y efectivamente en su base aparecen  las tres galerías esperadas. Tomamos  primero  la que lleva dirección sur, a favor de la circulación de las aguas , hacia la galería principal de Alcaudete. Las paredes tienen  muy poca consistencia y se encuentra en un estado algo precario , la incursión de grandes raíces han dañado bastante la roca,  tiene unas dimensiones  1,30 de alto por unos 90 cm. de anchura y una altura de agua de unos 40 cm. el  ancho es superior a lo normal a causa de que parte de las paredes laterales  se han derrumbado  no quedan huellas de herramientas pero suponemos, siguiendo la lógica , que vamos en contra del sentido de excavación, se ven  algunos lucernarios donde la roca es más consistente. Tras recorrer unos 28 metros (se mantiene el patrón de 10 pérticas) y  siguiendo claramente un venero natural por el trazado sinuoso alcanzamos una nueva lumbrera de apenas tres metros de profundidad tapada con una losa de hormigón. la perfecta alineación de la lumbrera con la galería parece denotar una excavación desde abajo.Tras esta lumbrera entramos en una galería en mejor estado con una roca más consistente y de dimensiones normales  de 1,60X0,60 m. vemos ahora los trazados de los picos que indican que vamos efectivamente  en contra del sentido de excavación , recorremos unos 21 metros hasta una nueva lumbrera (un nuevo cambio de patrón entre lumbreras a  una medida más próxima a la de la galería principal de Alcaudete. Esta nueva lumbrera tiene apenas dos metros de profundidad y esta en muy mal estado por derrumbe, aún así podemos seguir avanzando unos 12 metros más hasta que se tapona totalmente. Estamos a unos 15 metros de la galería principal de La mina de Alcaudete y este tramo se encuentra completamente cegado, en el año 95 se podía conectar por aquí  con la mina principal.

Tomando datos en un tramo de galería muy descompuesta y que es la conexión con la mina principal. Foto: Manuel Bernal.

Volvemos al punto de partida y tomamos por el ramal que lleva dirección Norte, compuesto por una galería con una morfología muy peculiar porque esta excavada en gran parte sobre un gran conducto natural, tiene unas dimensiones medias de 1,70X 0,60 m. y una altura de agua de unos 40 cm. recorremos 35 metros hasta alcanzar un cruce con una nueva galería que lleva una dirección totalmente  perpendicular a la que llevamos , es decir,   este-oeste. Tomando el ramal de la derecha recorremos 10 metros hasta una lumbrera que por su alineación con la galería parece excavada desde abajo, esta tapada con losas de piedra parece un cerramiento muy antiguo y tiene una profundidad de unos 8 metros vamos a favor del sentido de excavación. Desde esta lumbrera recorremos unos 13 metros más hasta que la galería se tapona por derrumbe. Volviendo al cruce anterior y tomando la dirección contraria recorremos unos seis metros hasta una nueva lumbrera similar a la anterior tanto en profundidad como por el cerramiento que la cubre. El patrón de distancia entre estas dos lumbreras son 15 metros (5 pérticas) un patrón que no es habitual. Desde esta lumbrera podremos recorrer unos 48 metros más hasta que la galería se seca y se vuelve impracticable por taponamiento con sedimentos nos da la sensación que se trata de una galería de sedimentación . La topografía parece demostrar que esta galería conecta con la mina principal de Alcaudete a la altura de una lumbrera nº 7 , de la que también parte una pequeña galería en esta dirección ,taponada en un pozo por escombros .

Avanzando por una galería de morfología peculiar por la degradación de las paredes laterales y donde se aprecia el conducto freático preexistente. Foto: José Millán.

            Finalmente  volvemos al pozo de entrada y nos queda la galería que por su dirección ha de conectar con el pozo taponado al que llegamos en la primera exploración. Esta galería tiene unas dimensiones normales de 1,80X0,60 m. y una altura de agua de unos 50 cm. y en este caso el agua circula, avanzamos  en contra de la corriente de agua ,a favor del sentido de excavación y siguiendo claramente un venero por el trazado sinuoso y las huellas del conducto freático en el techo de la galería. Tras recorrer unos 50 metros alcanzamos una nueva lumbrera taponada que según la topografía  es la misma en la que acabamos en la primera exploración por lo que hemos enlazado las galerías. El agua que circula por esta la galería y que viene del manantial  se filtra por debajo del tapón de escombros de la lumbrera. La distancia en línea recta entre lumbreras es de 44 metros lo que corresponde a un patrón que si es recurrente en algunas galerías de la mina principal y que equivale a 15 pérticas en medidas romanas. Estos tramos de galería ya estaban topografiados en el año 95 salvo uno de ellos, el que conecta con la galería principal.

Lumbrera típica excavada desde la base de la galería. Foto: Manolo Bernal.

            Concluidas todas estas exploraciones los resultados son de 553 metros de galerías topografiadas, aumentando sustancialmente lo ya topografiado en el año 95.
 En general son galerías excavadas a favor de veneros de agua y donde se aprecian diferentes fases y puenteos como sucede en la galería principal. También se aprecian diferentes patrones de espaciamiento de lumbreras, 15, 20, 30 incluso 44 metros en algún caso. Parece que hay una mina original que conectaba con la galería principal a la altura de la´lumbrera marcada como P-7 Puede que esta galería fuera taponada posteriormente para dejarla como galería decantadora de limos, de hecho la galería aparece casi colmatada por sedimentos y las aguas se derivaron por nuevos ramales hacia la lumbrera  marcada como P-2 al inicio de la mina. Este es en definitiva un proceso similar al llevado a cabo en las galerías principales de la mina donde hay galerías puenteadas intencionadamente con la única intención (no vemos otra) de dejarlas como galerías decantadoras de sedimentos. Parece que en algún  momento de la historia de la mina se realizó una reconfiguración destinada tanto a aumentar los caudales de agua como a conseguir que esta llegara a su destino lo más limpia posible, son detalles que hay que analizar.

Plano superpuesto de las galerías del sector este donde se aprecian los puenteos. Se ve claramente que son galerías excavadas a favor de veneros de agua y como se han puenteado algunas zonas posiblemente para crear una galería de cantadora de limos la circulación del agua esta reflejada con flechas azules.. 

Hay que decir que nos ha quedado pendiente la exploración de una lumbrera tapada con una losa de hormigón a la que no hemos podido llegar por ninguna de las galerías exploradas y que se encuentra situada al Este de la galería más alejada de este sector y parece que puede ser una continuidad de una de las galerías de las que no hemos podido concluir la exploración y que se desarrolla hacia el Este. Veremos si en próximas fechas es posible abrir y explorar este pozo y ver si realmente esta conectado con la mina.
Cabe destacar como se acaba la galería de repente en la zona más alejada sin llegar  a ningún manantial como si aquí se hubiese detenido su construcción y si es así podría ser la última fase construida  de la mina.
Queremos finalmente dar las gracias a Felipe Blazquez por permitirnos acceder por las lumbreras situadas en su finca y por el interés que ha mostrado por nuestras investigaciones. El equipo de exploración ha estado compuesto por Manolo Bernal, Francisco Zambrano, Julio Guijarro y yo, José Millán La topografía de este sector se ha realizado con un DIXTO que ha sido aportado por Julio Guijarro.

Accediendo desde la galería a una lumbrera abierta. Foto: José Millán.

Exploración y topografía de la zona final de la galería del Manantial en la Mina de agua de Alcaudete:

En fechas recientes hemos podido concluir toda la exploración y topografía de esta interesante zona de la mina. Inicialmente realizábamos el acceso por un pozo de 25 metros situado en el margen de la carretera y cuya cabecera, realizada con grandes piedras encajadas no ofrecía demasiada seguridad. Casualmente pudimos conocer y presentarnos  al dueño de la finca por la que  discurre la mina desde este punto, D. José Romero que se interesó por nuestros trabajos y nos permitió el acceso por los pozos que están en el interior de la finca que si bien tienen una factura similar presentan un estado más estable y seguro que el pozo de la carretera. Estas  exploraciones han permitido topografiar completamente el sector de la mina que discurre desde el pozo nº 67, taponado por escombros hasta el manantial, sumando un total de 210 metros de galería. Igualmente han permitido explorar y topografiar por completo la que hemos llamado Cueva del Manantial , una gran cavidad natural a la que se accede por una pequeña gatera situada en el techo de la galería y que ha resultado tener un desarrollo total de 153 metros.
Conversando con el dueño de la finca D.José Romero en los momentos previos a la exploración.
Foto: Manuel Bernal.
El sector de galería topografiado tiene una altura reducida que en principio es de entre 1.30 a 1.20 metros, siendo el ancho estandar de unos 65 cm. Creemos que esta altura puede ser debida a la acumulación de sedimentos debida al taponamiento del pozo, encontramos los lucernarios típicos espaciados a distancias de unos 60 cm. y las marcas de los picos indican una excavación hacia el manantial. Destacable en este sector  es el hallazgo de una cruz tallada de la que ya  dimos cuenta en un anterior artículo y de un pequeño fragmento de mineral de hierro que identificamos como pirita y  que ha sido analizado para intentar concretar su uso y origen. El mineral tiene un alto porcentaje de hierro, más de un ochenta por ciento, y apenas cobre que sólo esta en trazas por lo que no se trata de una calcopirita. El desgaste que presenta por uno de sus bordes induce a pensar que pudo ser usado como mechero, ya que al golpear este mineral  de hierro con un pedernal se producen chispas que pueden encender una yesca o mecha , al  encontrase en la base de un pozo sería parte del sistema de encendido de las lucernas de aceite.
Fragmento de mineral de hierro hayado en la base de uno de los pozos y que pudo haber sido usado como encendedor.
Desde el pozo 67 al final de la mina encontramos cuatro nuevos pozos que están distribuidos a distancias de 47,3. 36,95. 44,8. y 54,37, distancias que parecen algo arbitrarias si bien están próximas a las encontradas en otros sectores anteriores. Todos los pozos son rectangulares y estan alineados con la galería  tienen unas dimensiones similares de 1.30X0.90 netros y cuentan con mechinales para el apoyo de los pies.
Descendiendo un pozo o putei. En la zona final de la mina la profundidad de estos pozos alcanza los 25 metros
Foto :Manuel Bernal.
En cuanto al trazado la galería mantiene en principio un rumbo más o menos constante de unos 45º, con ligeros quiebros que parecen producto de pequeños errores en el rumbo de excavación, tras 84 metros de desarrollo y llegados al pozo 69  la galería gira hacia los 17 grados y así se recorren 42 metros más, distancia a la que  por correlación con el resto debería estar un pozo, pero en vez de un pozo encontramos un giro de 90º y una galería de escaso desarrollo que sale hacia la izquierda, me pregunto si en este punto estaban buscando conectar con un pozo al que finalmente no localizaron, de hecho tras un sinuoso recorrido de unos treinta metros enlaza la galería con el pozo nº 70. que esta muy desplazado de este punto ¿Estamos ante un gran error en el rumbo de excavación que hubo de ser corregido con treinta metros de galería auxiliar o se trata de un sistema para frenar la corriente de agua?, me cuesta trabajo creer que pudieran equivocarse de tal manera, máxime cuando vemos que otros  tramos de galería están  excavados con rumbos muy precisos. Sabemos que a veces se utilizaban estos quiebros de 90ª y galerías trazadas con formas sinuosas para frenar la fuerte corriente de agua. Además tenemos la misteriosa galería ciega, tiene apenas unos metros y no parece conectar con ningún manantial, no es una “equivocación” como las que existen  en otros sectores de la mina porque no fue cegada con piedras de la excavación, quisieron dejarla abierta y se me ocurre que podría servir como galería decantadora de limos, de hecho el suelo de la misma esta completamente cubierto de arcillas.
Desde el pozo nº70 la galería discurre en un rumbo uniforme de 20º hasta que recorridos 54 metros llegamos al  pozo nº 71. En este pozo se produce un hecho peculiar y es la elevación de la galería desde el metro escaso a los cinco metros y, como en sectores anteriores, apreciamos un conducto natural preexistente en el techo. Es en este punto donde nace el manantial de varios boquetes situados en la pared y aquí culmina la galería y empieza la que hemos llamado Cueva del manantial. Desde el pozo 71 al final de la mina hay unos 67 metros de galería. Este tramo habría de servir de colector de las aguas del manantial y es por eso que se excavó a gran altura.
Zona final de la galería del manantial entre los pozos 69-70 y donde la altura apenas supera el metro.
Foto: José Millán.
La Cueva del Manantial:
El acceso a la cueva se realiza desde el mismo lecho de la mina y a unos seis metros ante de terminar, donde habremos de trepar un par de metros  por un caos de bloques y pasar una pequeña gatera que nos deja en las primeras salas de la cavidad. Realmente la mina  ha cortado la galería estando esta divida en dos. La parte de más desarrollo y volumen discurre en dirección Este, se trata de una galería claramente freática de unas dimensiones considerables, 6 metros de ancho por tres de alto en su eje medio, el suelo esta ocupado por bloques de piedra de diferentes tamaños y gran cantidad de guano de murciélago.

Base del pozo nº 71, que da acceso a la zona final de la mina y a la cueva del manantial, arriba puede verse el tramo de galería final que alcanza una altura de 5 metros.
Foto: Manuel Bernal.

acceso desde la mina a la Cueva del manantial.
Foto: Manuel Bernal.

La galería discurre con sucesivas elevaciones y depresiones, típicas de los niveles freáticos formando varias salas que a los 70 metros de desarrollo aproximado queda  cerrada por un derrumbe, entre los bloques y superando unas gateras podemos acceder a un nuevo sector de la galería que culmina tras unos veinte metros en una galería taponada por sedimentos por la que se escapa cierta corriente de aire y un sonido que parece agua circulando. De hecho el agua que llega al manantial de la mina circula bajo esta galería por conductos que son impenetrables. Aproximadamente a mitad de su desarrollo la galería ha sido cortada por un pozo de captación moderno que ahonda unos seis metros por debajo del lecho de la misma, hasta el nivel por el que circulan las aguas. No hemos llegado a bajar a la base de este pozo, que es redondo y tiene unos dos metros de diámetro pero hemos podido comprobar que mantiene un nivel de agua de al menos 1 metro.



Imágenes de la galería principal de la Cueva del Manantial.
Foto: Manuel bernal.
 Volviendo hacia  la mina encontramos un paso elevado que conecta con el otro sector de la cueva, a este sector que discurre en dirección opuesta, es decir,  Oeste, se accede por este paso o desde el mismo lecho de la mina trepando por una gatera, tiene un escaso desarrollo, a penas unos 13 metros y una dimensiones reducidas de 1,5 metros de altura por dos en la zona más ancha. Al final hay dos posibles continuidades pero impenetrables. En esta zona de la galería encontramos un afloramiento de calcita (caliza cristalizada) de una espectacular belleza.
Afloramiento de calcita en el sector Oeste de la cavidad.
Foto: Manuel Bernal
 La corriente de agua en la cavidad circula de Este a Oeste y como hemos comentado en la actualidad se limita a un pequeño caudal que, como hemos comprobado, se ve afectado por las captaciones  de las fincas cercanas, existentes en las proximidades  de la mina, llegando en épocas de máxima utilización de agua a casi secarse.

Las dos zonas finales de la cavidad en los sectores Este y Oeste, ambas con posibilidades de continuidad.
Foto: Manuel Bernal.
Con estos trabajos damos por concluidas las exploraciones en este sector, si bien sería posible intentar desobstruir los pasos finales de la cavidad en sus dos sentidos, proyecto que quizás abordemos en un futuro.
Queremos dar las gracias a D. José Romero, que nos ha facilitado el acceso al interior de la finca y  los pozos y también al arqueólogo D. Mark Hunt, que ha colaborado  analizando muestras recogidas en la mina y finalmente publicamos la topografía completa de la Cueva del manantial.

La mina de agua del Puerto de Brenes o de la Fábrica de Anís.


Imagen del Puero de Brenes desde el pozo de entrada de la mina. Foto: José Millán.

Situación y contexto arqueológico:

La mina de agua que nos ocupa se haya situada a la entrada de la Localidad Sevillana de Carmona, en un paraje conocido históricamente como “Puerto o paso de Brenes”, y no por alusión a la cercana localidad de ese nombre. Se desconoce con precisión la etimología del vocablo “Brenes”, tan común en Andalucía, si bien algunos estudios consultados lo asocian al vocablo de origen islámico “breña” que significa “valle agreste y quebrado” lo que podría perfectamente ser aplicable en este caso, ya que el Puerto de Brenes esta formado por una especie de barranco que cae desde la zona alta de la colina en dirección Suroeste, hacia la Vega. Como todos los pasos naturales que existen en la colina de los Alcores constituye un lugar estratégico y no sólo como vía de comunicación también por la abundancia de agua procedente de unos conductos subterráneos que son el objeto de este estudio .
En toda la zona existen vestigios de  asentamientos primitivos, que abarcan desde el neolítico hasta la ocupación romana y muy posteriormente preindustrial cuando se construyeron dos molinos hidráulicos harineros que aprovecharon  el caudal de agua preexistente y destacando que se haya  a apenas 700 metros de la  conocida y singular “Necrópolis rormana  de Carmona” en el extrarradio de la ciudad. Actualmente la zona se haya muy deteriorada por  su antiguo uso como cantera de limo, más recientemente como vertedero y por las grandes remodelaciones que se han realizado sobre el terreno  para el soterramiento de una conducción de aguas residuales que han destruido la casi totalidad del yacimiento.
En la zona se haya situado el  singular  edificio  conocido como  “Fábrica de anís los Hermanos”, destilería creada  el año 1.880 sobre los restos de  un molino hidráulico construido probablemente  a finales del siglo XVII. Uno de los aspectos más  destacables  de este peculiar edificio excelentemente conservado son  que sus cimentaciones y parte de la sala subterránea donde se situaban  los rodeznos parecen de origen romano, tal como ya constató el arqueólogo Gorge Bonsor hace más de un siglo y que consideró que originalmente pudieron ser unas termas. 
Plano del Puerto de Brenes con la Fábrica de Anís donde se puede ver la atarjea que abastecía el molino hidráulico. Foto:José Millán.
Sala de rodeznos del Molino de la Fábrica de Anís, donde se identifican las cimentaciones romanas. Foto:José Millán
Interior del molino de la fábrica de Anís. Foto extraida del archivo de «Los Hermanos anís»

El agua que alimenta al molino de la Fábrica de Anís llega por una atarjea elevada que capta las aguas de la mina a trabes de una acequia enterrada. Dicha acequia es un conducto elaborado  con muro de ladrillo  y cubierta de piedras planas. Tiene  una sección  de unos cincuenta centímetros de alto por apenas cuarenta  de ancho.  Junto a este conducto hemos descubierto una arqueta parcialmente enterrada y que según parece era una derivación ya anulada de las aguas hacia unas fincas cercanas.  La atarjea esta realizada combinando mampostería e hiladas de ladrillo con terminaciones de enlucido de cal,  técnica habitual en todos los molinos harineros construidos a finales del S.XVII en los Alcores. Todo el edificio que abarca tanto las dependencias del molino como la casa del molinero esta hecho  de ladrillo, si bien también existen muros de mampuesto en las zonas inferiores. El edificio ha sufrido algunas restauraciones recientes para darle su funcionalidad de fábrica de licores, usándose parte del caudal de agua de la atarjea para el enfriamiento de los alambiques, si bien una gran parte del mismo sigue ejerciendo su primitiva función de alimentar el cubo que desemboca en la sala de rodeznos.  La atarjea , al igual que las fachadas del molino,  presenta señales de diferentes restauraciones más antiguas, como la que hemos podido registrar por una inscripción hecha a carboncillo sobre el mortero de cal interior del canal de la atarjea  y que reza “se arreglo el 1926”. No hemos encontrado referencias históricas concretas sobre la fecha de construcción de  este  molino, sólo en lo referente a su transformación en destilería. Existe la creencia de que fue un molino árabe pero nosotros no hemos encontrado ni referencia escrita  ni prueba física que lo demuestre.

Interior de la acequia que lleva el agua hasta la atarjea que alimentaba el molino de la fábrica de anís. Foto: José Millán
Grafiti hecho a carboncillo de una restauración de la atarjea realizada en 1926. Foto:José Millán.

 A apenas cien metros del Molino de la Fábrica de Anís y en dirección a la Vega  encontramos los restos de otro molino similar pero totalmente destruido por el abandono y el hundimiento de los terrenos arcillosos sobre los que está edificado. Este molino utilizaba  el mismo caudal de agua  que era derivado por atarjeas de molino en molino, manteniendo la altura hasta el cubo. Este  sistema de molinos consecutivos suele ser habitual en los Alcores. En la catalogación arqueológica que hemos consultado  reza, al igual que la fábrica  como un edificio  de “época preindustrial”.

Zona superior de la atarjea del Molino de la Fábrica de anís. Foto:José Millán.

   Para encontrar las primeras  referencias arqueológicas de este Puerto de Brenes  hemos de remitirnos, como en muchos otros casos, a finales del siglo XIX , tiempos en que   el afamado arqueólogo Bonsor, miembro de la conocida por entonces “Sociedad Arqueológica de Carmona” realiza diferentes prospecciones arqueológicas  en la zona que se centran  como era  habitual en las necrópolis, excavándose diferentes túmulos prerromanos en los puntos más  elevados del Puerto y  reconociéndose a este enclave como un asentamiento romano de cierta importancia en base a los innumerables restos de edificios presentes sobre el terreno. La referencia  más interesante en relación a nuestra mina que hemos encontrado  son  los estudios realizados muchos años más tarde  por el profesor Collantes de Terán. Transcribo  un interesante párrafo extraído de la “Base de datos del patrimonio inmueble de Andalucía” refiriéndose al Puerto de Brenes y  que resume estos  trabajos arqueológicos.

Restos romanos parcialmente excavados en la zona de paso o Puerto de Brenes. Este puerto contiene gran cantidad de agua de manantial. Collantes efectuó una excavación en lo que siempre se creyó fueran unas cisternas romanas.
Según Collantes, «vemos el camino jalonado a la derecha e izquierda por numerosas basas de columnas de buen tamaño y otros elementos constructivos trabajados en la piedra del país, que formaron parte de unas termas romanas que existieron en aquel lugar, según se deduce de los escasos restos conservados, de los que pudimos explorar, aunque muy superficialmente, algunos a manera de baños o pilones de mampostería con el característico enlucido de cal y pequeños fragmentos de cerámica y grava menuda. Uno de estos pilones está pavimentado con ladrillos romboidales. También observamos un conducto formado por dos hileras de sillares, cubiertos por losas. Todavía recuerdan algunos carmonenses haber visto las basas a que antes nos referíamos ordenadamente dispuestas en sus primitivos emplazamientos, formando un atrio o patio porticado, y en el corte del alcor, que forma el puerto, existió hasta hace poco, no muchos años, un conducto tallado en la roca calcárea que era practicable en un largo trecho”
El conducto que describe como “compuesto de sillares cubiertos por losas” es sin duda una conducción de origen romano y por desgracia ya ha desaparecido , pero es seguro que  recogía el agua de la mina y la encauzaba a los edificios que describe Collantes. Hay que señalar que actualmente toda el agua que circula por la mina brota por la atarjea de la fábrica.  El conducto tallado en la roca que se menciona  no es más que una de las galerías de la mina que se dirige hacia el cantil rocoso. Nosotros hemos podido  localizar esta entrada ha día de hoy taponada desde el interior, ya que  hemos accedido a la mina por uno de los pozos o puteis superiores.
Molino asociado al de la Fábrica de anís en un total estado de abandono.Foto: José Millán.
Historia de las exploraciones y descripción de la mina:          
 En enero de 2013, D. Jose Antonio Rodriguez, gerente y dueño de la Fábrica de Anís Los Hermanos propuso a la AAES  la posibilidad de investigar las conducciones subterráneas de agua  que abastecían la fábrica y que según nos comentó provenían de una mina excavada en el alcor, cosa sabida por  referencias verbales de los anteriores propietarios de la fábrica. Estos túneles habían sido objeto de mantenidos y reparaciones en el pasado para garantizar el caudal de agua que alimentaba a los molinos y posteriormente a la fábrica,  pero  ya hacía mucho  tiempo que esta actividad de mantenimiento había cesado, tapándose las bocas de acceso a la mina por lo que se desconocía cual era su estado actual. Lo cierto es que el caudal de agua que circula por la atarjea es ciertamente importante y sobre todo constante durante todo el año, así que al menos los conductos subterráneos  no debían estar colapsados.

 Intentamos acceder a la mina  por la estrecha acequia que alimenta la  atarjea pero la invasión  de parte de la galería por grandes raíces y el mal estado de algunas losas de la cubierta nos hicieron desistir, no obstante pudimos comprobar, tras avanzar unos metros que era un conducto de una gran longitud. Seguidamente exploramos la zona inferior del molino donde se encontraban en su día los rodeznos, examinando todas las estructuras de origen romano que están en parte sumergidas, realizando algunas fotos y una grabación. El siguiente paso fue el reconocimiento de dos pozos o lumbreras situadas sobre la colina que preside el Puerto a una distancia de unos cien metros una de otra  y que seguro debían ser registros de acceso a las galerías. Para ello tuvimos que levantar las dos grandes  losas de hormigón con las que se habían cubierto en épocas recientes. La primera de ellas y más próxima a la fábrica  era un pozo típico de mina  de sección rectangular y de unos 15 metros de profundidad. La zona superior estaba rematada con un arco de ladrillos sobre muros del mismo material, la tipología de los ladrillos podría ser  romana aunque no los llegamos a medir. La estructura se encontraba en muy mal estado estando el muro parcialmente desprendido, las paredes del pozo se habían derrumbado en gran parte y algunas zonas aparecían en un estado muy precario y descompuesto, los escombros habían tapado casi por completo la galería inferior. En tales condiciones no nos atrevimos a bajar pero introducimos una cámara de video con la que pudimos grabar el agua circulando por un pequeño hueco existente  debajo del derrumbe.

Cabecera de uno de los pozos de acceso a la mina rematada con un muro de ladrillo y bóveda parcialmente derrumbada.Foto:José Millán.

 El otro pozo tenía unas características similares pero  no era tan profundo, tan sólo unos siete metros, las paredes  no estaban  en tan mal estado pero la cabecera en este caso estaba  compuesta, como suele ser lo habitual, por piedras encajadas que se encontraban sueltas y en una estabilidad precaria, por lo que desistimos de descender. Cuando introducimos la cámara pudimos comprobar  la existencia de una galería de mina por la que circulaba un exiguo hilo de agua. Con esto concluimos la primera fase de la  exploración, quedando pendiente volver e intentar afianzar la cabecera de este pozo para descender a  la galería con seguridad.

Durante el año 2013 y casi todo el 2014, nuestras exploraciones han estado centradas  en la cercana Mina de agua de Alcaudete, donde ya hemos podido topografiar y estudiar  un total de casi cuatro kilómetros de galerías por lo que no ha sido hasta finales de este pasado 2014 cuando hemos retomado la exploración de esta interesante mina. A finales del mes de  Diciembre nos desplazamos a la zona para intentar realizar  la primera exploración del pozo de mina menos profundo. Teníamos el  objetivo de afianzar la cabecera  y descender con la ayuda de una estructura de acero que colocaríamos sobre la vertical. Una vez destapado el pozo y mientras valorábamos los trabajos descubrimos que a apenas tres metros del  pozo abierto  existía  una sospechosa losa de hormigón de pequeño tamaño y  que parecía tapar un nuevo pozo. Su cercanía nos despistaba bastante  ya que no es habitual encontrar pozos de mina tan cercanos pero decidimos probar suerte. Cuando descubrimos la losa nos encontramos con un nuevo pozo cuya cabecera en este caso estaba formada por un muro de ladrillos rectangular de un metro por cincuenta centímetros de ancho y de al menos tres metros de profundidad, aparentemente  se encontraba en un excelente estado de conservación a pesar que se observaba un ligero desplazamiento de algunas hiladas de ladrillo por movimientos del terreno. Cuando medimos la  profundidad total del pozo  observamos con sorpresa que era  unos cinco metros más hondo que el pozo paralelo, la mina tenía dos niveles.

Accediendo al pozo revestido con ladrillos. Foto: Miguelangel  Bernal.

Detalle del revestimiento superior de ladrillo. Foto Manuel Bernal.

 El muro de ladrillo esta formado por piezas colocadas en una sólo hilada  con unas dimensiones  que va de 28,9 a 30 cm. de largo  y un ancho que va de 21,3 a 22 cm. para un grosor bastante constante de unos 6 cm. El aparejo es mixto alternando hiladas de ladrillos a soga y a tizón, se han utilizado ladrillos rotos o cortados en algunos puntos No se aprecia ningún tipo de argamasa que los una y los muros  tienen  una profundidad de unos tres metros y unas dimensiones en la base de 1,20 m. por 80 cm. y en la coronación de 1 m. por 50 cm. La tipología de estos ladrillos es claramente romana y totalmente similar a los  encontrados en otras minas como la de Alcaudete o Alcalá. Tanto en el muro de ladrillo  como en el resto del pozo excavado en la roca  existen  mechinales  dispuestos a ambos lados para introducir los pies o costeros, algunos de los ladrillos de base del muro se habían quedado casi totalmente “volados” y sin sustento por la degradación de la roca, no obstante este hecho no parecía hacer peligrar la estabilidad de la estructura.  Se trata sin duda de un pozo muy  peculiar y que debía de tener una funcionalidad distinta a la de un “putei” convencional. La primera circunstancia extraña es que se encuentra  a apenas tres metros de otro pozo que tiene un  remate superior normal de putei, a base de piedras encajadas. Los revestimientos superiores de los pozos son normales en todas las minas  de agua  en los Alcores ya que suele existir  un estrato  de arcillas rojas  de un grosor variable sobre la roca calcarenítica que es salvado utilizando piedras de la propia excavación y normalmente sólo encajadas entre sí sin ningún tipo de argamasa. Lo llamativo en este caso es la utilización del ladrillo con idea de dar una mayor solidez a la estructura. Otro aspecto curioso es su forma cónica, siendo la base mayor que la coronación.

Detalle del ladrillo de tipología romana con que estan hechos los muros superiores del pozo , sus medidas son 29X21,5X0,6 cm. Foto:José Millán

 Parece  claro que este pozo tenía una funcionalidad especial, quizás estos muros sirvieran de base a una construcción  superior ya desaparecida, ya que en las inmediaciones  encontramos restos de lo que parecen muros o cimentaciones  hechas con toscos sillares de piedra.  Las coordenadas de este pozo y que para nosotros será el punto de referencia y origen de la topografía  son: 265123,4 X,  4149272,4 Y, 240 m.s.n.m,  USO 30. El pozo esta situado en una zona elevada a unos veinte metros a la derecha de la pista que baja desde la rotonda conocida como “Rotonda de los Caballos” en la carretera A-398 Viso-Carmona a la Fábrica de Anís y al Cortijo de la Bóveda. El pozo da acceso a dos galerías situadas a diferentes niveles; Cuando descendemos encontramos una galería colgada  situada a  6,4 metros de profundidad y con una dirección de 295º por la que cae un hilo de agua, si seguimos descendiendo alcanzamos la galería inferior situada a 10,8 metros de profundidad y por la  que circula actualmente toda el agua de la mina. En las paredes del  pozo se aprecian huellas  de  desgaste en la roca producidas por los  intensos caudales de agua que se han precipitado desde la galería superior a la inferior. La pared inferior esta cubierta por gruesas formaciones generadas por chorreo  y que evidencian  una gran antigüedad.  En la ventana que comunica la galería superior con el pozo  hay restos de un muro de ladrillo  de un metro de altura  que podría haber tenido la función de represa para conseguir un cierto nivel de agua, lo que queda evidenciado por las marcas de antiguos niveles de agua, que superan el metro de altura. La tipología de estos ladrillos es similar a los del pozo. Empezaremos describiendo la mina por la galería más alta:

Detalle desde la base del pozo de entrada a la mina , a la derecha se aprecia la galería colgada que accede a la zona superior de la mina.Foto: Pilar Orche.
Galería superior:
La galería superior  esta excavada en la roca que  presenta una consistencia más  blanda de lo normal pues parece contener una importante cantidad de arcillas. Empieza teniendo unas dimensiones típicas, 1,80 metros de altura  por un  ancho de 70 cm. (las galerías romanas típicas suelen tener un alto aproximado de 3 pies romanos por seis pies de alto, un pie romano son 0,296 cm.)  y  una sección rectangular. Ya hemos observado en otras minas como en los terrenos más blandos se opta por secciones rectangulares que facilitarían una eventual entibación con costeros de madera, piedra o ladrillo.  La galería toma un rumbo de entre 280 a 300 grados, pasando por debajo de la carretera A-398. Presenta lucernarios de tamaño normal (10X20 cm.) excavados en la pared izquierda según avanzamos y a distancias regulares de unos sesenta centímetros, algunos aún conservan restos del hollín de la llama. El sentido de excavación hacia el interior  esta  bien identificado   por las marcas de herramientas y la situación de lucernarios en el lado izquierdo. En la pared derecha y espaciados a distancias de unos diez metros encontramos grandes huecos u hornacinas excavadas para depositar vasijas con aceite. Estamos ante una técnica de excavación de minas  genuinamente romana y que es la siguiente:

Galería superior de la Mina de la fábrica de anis. Foto: José Millán.

 Cuando un equipo  iniciaba la jornada de trabajo en el frente de  mina se  excavaba una  hornacina en la pared derecha para depositar una vasija de aceite con la que recargar las lucernas durante toda esa  jornada, luego se excavaba un lucernario pegado al frente de excavación  y a la altura de la cabeza con idea que estuviera lo más próximo posible a la pared y delante de la cabeza para no generar sombras, lo que dificultaría una buena visión. Creemos que al agotarse  el aceite de la lámpara y en el momento de recargarla se excavaba un nuevo lucernario casi a ras del nuevo frente de excavación y así sucesivamente. Esto explica que donde la roca es más dura o la galería es más alta  los lucernarios estén más juntos y viceversa. Este sistema permitiría además controlar los turnos de excavación simplemente contando lucernarios y relacionándolos  al tiempo que tarda en gastarse el depósito de una lucerna. Las distancias entre hornacinas nos dan idea de cuales eran las distancias de roca excavadas por jornada o equipo. Ya hemos hablado de estas técnicas de minería romana en los  estudios de lucernarios  que hemos podido realizar  en  la mina de agua de Alcaudete, donde hemos encontrado distancias entre lucernarios de apenas 12 centímetros  cuando la roca es muy dura, y hornacinas espaciadas a mayores distancias cuando también aumenta el espaciamiento de los lucernarios. 

Lucernarios distribuidos cada 60 cm. al lado izquierdo del sentido de excavación. Foto: Manolo Bernal.

  

Hornacina para depositar las basijas con aceite. Foto Manuel Bernal.

  La galería discurre sin cambios durante treinta metros hasta un quiebro de casi  90º grados que tras unos tres metros  conecta con un primer pozo o puteis, el quiebro puede ser debido a un error en el rumbo de excavación ya que la galería esta excavada en un único sentido hacia el pozo. También podría haber sido realizado a drede para frenar la corriente de agua. Al partir del pozo  y  como era de esperar la galería recupera el rumbo inicial. El pozo es  de sección rectangular, guardando la relación usual de aproximadamente  1.5X0,90 m. (los puteis en las minas romanas suelen guardar una relación aproximada de 3 pies de ancho por cinco de largo) y esta equipado con  los típicos  mechinales de apoyo  a ambas caras  del lado más corto del pozo. La cabecera   esta  tapada  con una losa de hormigón reciente  y su  profundidad es similar a la del  pozo anterior, unos siete metros. El patrón de medida entre puteis  oscila entre los 30 y 29 metros. Estas medidas no son muy  usuales aunque las hemos registrado ocasionalmente en otras minas y que podría corresponder a un patrón de 10 perticas o 20 passus, (1 pertica son 10 pies  romanos que  son aproximadamente tres metros). 
 

Putei fotografiado desde su base. Foto: Pilar Orche.


 Las marcas de herramientas de hierro  también nos parecen  algo peculiares en esta zona   ya que no observamos los típicos  picos curvos tan presentes en otras minas y canteras romanas , se  destacan las  huellas de punteros de percusión y lo que parecen cinceles o cuñas  con los que se atacaron fundamentalmente los techos. En la pared derecha encontramos una sucesión de grandes alcayatas de hierro clavadas en las rocas dispuestas probablemente para colocar candiles o sujetar un cable eléctrico, por su aspecto y estado no deben de tener muchos años, sabemos que la mina fue durante mucho tiempo objeto de revisiones y mantenimientos por parte de poceros. 

Huellas de herramientas. Foto Pilar orche.

  Desde este punto recorremos otros treinta metros de galería sin cambios morfológicos ni de rumbo  hasta alcanzar un nuevo putei.  Se trata de un pozo similar al anterior y también tapado, en la base del pozo hay una acumulación de escombros que obliga a pasar sobre ellos arrastrándose y en la galería  posterior y debido al taponamiento  ya encontramos una altura de agua de unos 20 cm. El agua esta estancada pero limpia. Entramos en un nuevo  tramo de 29 metros hasta un nuevo putei, en este caso  con ligeros quiebros y un rumbo que vira hacia los 320º. La boca superior de este nuevo putei de unos ocho metros de profundidad esta abierta (se encuentra en el interior de una finca particular). La galería en este sector gana altura llegando a los 2,2 metros y las secciones superiores  de las galerías son ovaladas probablemente porque la roca es más dura apreciándose, como era de esperar, que las distancias entre lucernarios se reducen a unos 40 cm. Empezamos a distinguir  las típicas señales de picos curvos sobre la roca. En la base de este pozo  la mina contacta con una cavidad natural o manantial  subterráneo cuyo lecho esta completamente seco en la actualidad. En el techo de la galería se observan cúpulas de disolución que sólo se forman en inundación total y que forman parte de un conducto natural reexcavado al construir la mina. Estamos ante lo que fue una de los “manantiales madres» de la mina.

 La  cueva forma una sala de unas dimensiones aproximadas de 3X4 metros  desde la que encontramos tres continuidades posibles. Dos galerías excavadas y una gran oquedad elevada un metro del suelo  que da paso entre bloques de piedra  a un conducto natural, el hecho de que este conducto na haya sido tapado demuestra que era emisivo, probablemnet el principal aporte de este colector.
La primera de las galerías esta excavada siguiendo una galería natural preexistente a la que simplemente se la ha reexcavado el lecho inferior y consecuentemente  tiene una forma irregular ,toma una dirección de 300 grados y a los siete metros culmina en un venero impenetrable. La galería natural que es un conducto de origen  freático tiene sección laminar de unos 1.5X0,4 metros, desarrollado a favor de una pequeña falla horizontal , que sigue un rumbo de unos 70º y del que se han podido explorar unos cuarenta metros.

Zona donde la mina contacta con una galería natural,  Foto:José Millán.

La tercera de las continuidades  es una  galería artificial de dimensiones normales que toma un rumbo de 360 grados y que tras recorrer unos quince metros desemboca en un nuevo putei  similar a los anteriores pero  con su base a unos dos metros por debajo del lecho actual de  la galería superior. Esta zona ha sido claramente modificada desde su estructura original, estando  suelo de la galería recrecido con piedras y  depósitos de arcilla, acumulados por el agua. En el acceso desde la galería al pozo se ha construido una especie de represa para retener un  buen nivel de agua . El pozo  esta equipado con una bomba eléctrica sumergible . La continuidad de la mina la encontramos descendiendo al agua, donde arranca una nueva galería con un rumbo de unos 280º. Al inicio de esta nueva galería existe una acumulación  de piedras y barro que represa el agua en el pozo y  que provoca que  los primeros metros esten secos, recuperando el nivel de agua a los pocos metros de recorrido.  Este  último sector de la mina  es  una  galería es similar a las anteriores con una sección en principio algo más alta  de lo normal  de  2,20X0,70 m, los lucernarios están espaciados cada cincuenta  centímetros  y esta también excavada hacia el interior. En este sector si apreciamos las huellas típicas de picos curvos tanto en paredes como en techos y la roca es mucho más consistente  que en las galerías iniciales,  tiene las secciones superiores predominantemente   ovales  y una altura de agua de unos setenta centímetros. Recorridos 17 metros alcanzamos un nuevo putei, en este caso rectangular y con medidas típicas, esta tapado por una losa de hormigón  y su  profundidad es de unos ocho metros. A partir de este punto la altura de la galería se va reduciendo poco a poco, pasando de los 2,20  a 1,40 metros  hasta llegar a un nuevo putei similar al anterior y situado a treinta metros. Desde aquí sólo nos quedan unos 29 metros para llegar al final penetrable  de la galería, producido por un taponamiento de escombros que coincide con un pozo. Estamos a la altura del polígono de Brenes, delante de unas naves industriales. La dirección de la galería en todo este tramo es de 300 grados, el desarrollo total hasta el taponamiento es de 196 metros y la profundidad prácticamente constante. A lo largo de la galería se aprecian antiguas marcas de niveles de agua de algo más de un metro de altura.

Zona final de la galería superior de la mina antes del taponamiento. Foto: José Millán.
Trazado de la mina superpuesto a la foto aérea.

Galería Inferior:

 La galería inferior se desarrolla en dos direcciones, más o menos paralelas al cantil rocoso del puerto. El agua circula desde  un conducto de ladrillo situado en la zona inferior de una galería casi totalmente taponada por sedimentos,  pasa por la zona inferior del pozo y entra en un nuevo conducto de ladrillo similar  que tiene una dirección de  220º. Las dos galerías están revestidas con una bóveda de ladrillo de 60 cm. de ancho y apenas 40 cm. de altura. Hemos podido estudiar con detalle la parte revestida de la galería que recibe el agua ya que la otra esta prácticamente oculta por sedimentos. En la zona superior del arco de ladrillo  se aprecia la galería original excavada en la roca y  que ha sido rellenada por completo con tierra. Hemos podido comprobar  que el conducto artificial   tiene una longitud  de unos tres metros tras los que se abre de nuevo la galería en una especie de sala,  para volver a cerrarse en un nuevo conducto de ladrillo similar al precedente. Sabemos que esta es la galería que lleva agua a la Fábrica de Anís, ya que tras la exploración el agua estuvo saliendo embarrada por la acequia  durante varios días. Parece que la mala consistencia de la roca muy arcillosa obligó a construir las conducciones de ladrillo y cegar la galería original  por lo que la exploración de este sector es por ahora inviable. Los conductos de ladrillo son muy interesantes; están construidos con varias hiladas de ladrillos dispuestos a soga en los laterales sobre los que se sustenta el arco de medio punto. Los ladrillos  son similares  a los que forman el muro de entrada al pozo con unas medidas de 29,2X21,8X6 cm. Entre los ladrillos de la zona superior  encontramos algunas  piezas algo más pequeñas de 14,8X27X3 cm.  que estan rotas y  puede ser una restauración posterior ya que no existen en el resto de arcos de ladrillo que hemos podido estudiar . No hemos apreciado ningún tipo de mortero que los una.

Detalle del conducto de ladrillo de la galería inferior. Foto: Manolo Bernal.

 En  el  sentido contrario , que es de  donde viene el agua, encontramos un conducto de ladrillo similar, enterrado bajo sedimentos arcillososque tienen el aspecto de ser  acumulaciones de  sucesivas  limpiezas de la galería. En este caso la galería no esta totalmente taponada y  podemos acceder  por un hueco entre el sedimento y el techo,  que tiene un metro de ancho y  apenas treinta centímetros de altura. En este punto encontramos una bifurcación a la derecha  de dimensiones muy reducidas que no es mas que una antigua galería excavada en la roca y  colmatada casi hasta el techo por los mismos sedimentos que la anterior  y de la que hemos podido recorrer unos ocho metros, hasta un paso impenetrable  pero tras el que se aprecia  la continuidad de  la galería. En el techo se han formado gruesas estalactitas de una longitud de al menos 20 cm. lo que sugiere que este conducto  en este punto puede  llevar taponado muchos años. No descartamos que bajo el sedimento pueda existir un conducto de ladrillo que en su día llevara el agua al exterior.

Galería semi taponada que en su día salia al cantil rocoso del puerto. Foto: Manolo Bernal.

Sabemos por la topografía que es esta  la galería que sale al cantil rocoso del puerto  y debe ser a la que alude Collantes. La salida al exterior de este conducto ha de estar localizada en un recodo en la roca, a la derecha de la pista que baja hacia la fábrica y  en la  que existe una higuera y restos de lo que parece una antigua acequia, de hecho en el suelo de la galería y en el último punto explorado existen grandes raíces procedentes probablemente de esta la higuera. Por las descripciones que hace Collantes esta debía de ser la galería que suministraba agua al conducto de sillares y losas que se describe en el articulo citado lo que nos induce a pensar que esta debía de ser una de las salidas originales de la mina.

Punto en el cantíl del Puerto donde según la topografía estaría una de las salidas de la mina, hoy taponada. Foto: José Millán

 Volviendo al conducto inicial habremos de continuar “arrastrándonos” unos 18 metros más  hasta que conectamos con una nueva galería de  1,80 X0,70 m. donde aparece el otro lado del conducto de ladrillo. Sobre los sedimentos de relleno encontramos algunas tégulas amontonadas. La pared de la galería esta muy erosionada y no son visibles las huellas de herramientas pero si los lucernarios, situados  en el lado izquierdo según se avanza a distancias de entre 60 y 80 cm. la zona superior de la  galería tiene una sección ovalada. Tras recorrer doce metros encontramos lo que parece un pozo inacabado y excavado desde abajo aunque tambien podría ser una pequeña cavidad natural reexcavada.Ya hemos hallado lo que parecen pozos a medio hacer en otras minas como la de Alcaudete y que sustenta la teoría de que algunos pozos pudieron ser  excavados desde el interior. Tiene una sección sensiblemente rectangular y de dimensiones normales  de 1X0,5 m. En este caso y como pasa en los casos de la mina de  Alcaudete  la profundidad de la galería respecto al suelo es de apenas 5 metros lo que por supuesto favorece esta “excavación inversa”. El pozo esta lleno de formaciones por el intenso goteo que existe ene esta zona, algunas tienen un grosor considerable, de hecho encontramos formaciones muy desarrolladas a lo largo de todo este tramo.

Detalle del conducto de ladrillo cubierto por sedimentos. Foto: José Millán.

Restos de tégulas entre los sedimentos. Foto José Millán.

 Tres metros mas adelante encontramos un putei completamente taponado por piedras que parecen colocadas desde el interior formando una bóveda, el taponamiento es muy antiguo porque las piedras están cubiertas de formaciones. Desde este puteis taponado recorremos un largo  tramo de 42 metros de galería hasta el siguiente , con un rumbo constante de 20 grados y  con alturas que oscilan entre los 1,5 y 1,8 metros para un ancho de entre los 50 y 60 centímetros. Hay niveles de agua muy marcados en la roca que están un metro por encima del nivel actual. Las paredes de este nuevo pozo están completamente cubiertas de formaciones, tiene una profundidad de unos cinco metros y la cubierta esta tapada con una losa de hormigón. La base del pozo esta parcialmente cubierta de bloques de piedra y al otro lado encontramos un tramo de galería de cinco metros cuya altura se reduce a apenas 1,20 m. y que acaba en un nuevo conducto de ladrillo de unos 20X30 cm.  pero en este caso rectangular  ,la zona superior de la galería esta completamente taponada con bloques de piedra, en este punto culmina la exploración. El agua no parece brotar del conducto sino del suelo, quizás exista  un taponamiento y el agua haya acabado por buscar su camino bajo el suelo.

Detalle de las formaciones parietales que se han desarrollado a lo largo de la galería inferior. Arriba a la derecha se puede apreciar lo que podría ser un pozo inacabado y excavado desde abajo. Fotos: José Millán.

La galería tiene un desarrollo total de 84 metros y una dirección muy constante de unos 25 grados. La posición de los lucernarios y marcas de herramientas indica un rumbo de excavación hacia el interior. Las distancias entre puteis en principio siguen el mismo patrón que en la galería superior, unos treinta metros, 10 pérticas,  pero luego esta distancia aumenta hasta los 42 metros, distancia que también nos resulta común por haber sido  registrada recurrentemente en uno de los sectores finales  de la mina de Alcaudete, 42 metros son 14 pérticas o 28 passus. Esta galería discurre paralela a la carretera y pasa por debajo de un grupo de viviendas en la Calle Bonifacio IV. Sabemos que alguna de estas viviendas tiene pozos de acceso a la mina aunque de momento ningun propietario nos ha  permitido  acceder a ellos. Pasado este grupo de casas y  a 350 metros del último punto explorado de la mina encontramos un pozo  tapado con una cúpula al lado de unas estructuras del Siglo XVIII. compuestas por aljibes y acequias,  podría tratarse de un putei de la mina así que haremos gestiones con el Ayuntamiento para poder destaparlo  y explorarlo y así intentar completar el trazado aproximado de la mina.

Detalle de dos sectores de la galería inferior donde se pueden apreciar la diferencia de alturas y las marcas de antiguos niveles de agua muy superiores a los actuales. Foto: José Millán
Conclusiones:
Estamos sin duda ante un sistema de captación y conducción de agua destinado a alimentar grandes edificios de origen romano y que no han podido ser, por falta de excavaciones y estudios  identificados claramente. El Puerto de Brenes fue sin duda un enclave  importante en el ámbito rural de la Carmo Romana. Collantes habla del hallazgo en el lugar de basas de columnas, cisternas, baños y pilones de mampostería y lo que cree fueron unas termas por los restos del característico enlucido de cal  impermeabilizante “opus signinum”  y pequeños ladrillo romboidales; sin  olvidarnos de  las cimentaciones de la Fábrica de Anís que habría que incluirlas dentro de este potente  yacimiento que ha de  encuadrase cronológicamente  en el Alto Imperio Romano. Algunos investigadores han puesto en entredicho  que estos grandes edificios fueran realmente termas, proponiendo la hipótesis de que fueran  curtidurías, establecimientos que estarían más en concordancia con un enclave rural, máxime cuando ya han sido hallados restos de  grandes termas públicas como las de las  Calles  Pozo Nuevo o Juan de Ortega en el centro de la ciudad o las del Cortijo de la Bóveda, que están situadas a un kilómetro de esta emplazamiento en dirección a la Vega.
De todas maneras, bien fueran termas curtidurías o simplemente grandes Villaes rurales lo que existiera en este puerto  habría de ser lo suficientemente importante para justificar la construcción de un sistema de abastecimiento de agua  de las características de esta mina. En cuanto a los sistemas constructivos observados vemos como son casi totalmente coincidentes con los existentes en otras obras subterráneas similares y que hemos tenido la oportunidad de estudiar en los Alcores. Creo que a estas alturas ya podemos  a considerar que el los Alcores se desarrolló una intensa y eficiente  cultura de ingeniería minera hidráulica por parte de  las comunidades romanas que se asentaron en estas tierras a partir del siglo I antes de Cristo. 

Punto final de la galería inferior en un conducto impenetrable de ladrillo. Foto: José Millán

 Las  dos galerías de la mina nacen de  acuíferos situados a distinta cota y  que se han conectado en un pozo colector. Las galerías están excavadas siempre  hacia los manantiales lo que podría dar a entender que primero se localizaban estos,  utilizando seguramente técnicas zahoríes y luego se excavan los túneles desde el colector de salida  hasta el manantial, no hay evidencias (salvo en el caso de una galería de corto desarrollo)  de que las galerías hayan sido excavadas, como pasa en otras minas, siguiendo galerías naturales preexistentes con los característicos  trazados sinuosos y «equivocaciones» (galerías que tras ser excavadas han sido tapadas).
 Las dos galerías parecen haber sido excavadas con técnicas y patrones similares por lo que deben haber sido construidas  en una misma época. La mala consistencia de la roca en gran parte de la  galería inferior ha obligado a la construcción de conductos de ladrillo para salvaguardar la corriente de agua, rellenándose la galería superior de estas conducciones con sedimentos arcillosos, probablemente de sucesivas limpiezas.
Los ladrillos empleados en la construcción de los conductos y las tégulas vienen a reafirmar el origen romano de la mina y de las obras de refuerzo. He de decir que hemos realizado una comparativa tipológica  de ladrillos de todas las estructuras medievales existentes, molinos, atarjeas, etc. con los de la mina sin encontrar ninguna coincidencia, correspondiendo las piezas medidas en los molinos al ladrillo típico de 28X14X0,3 cm.  o 29 X14,5X0,3  utilizado en la  Edad Media. Sólo hemos observado reutilizaciones de grandes sillares de origen probablemente romano  en los cimientos de los molinos.

 Las galeríasque hemos podido explorar no parecen presentar remodelaciones notables y  posteriores a su construcción, salvo algunas evidencias de labores de mantenimiento recientes y un pozo que ha sido parcialemnte modificado. El desarrollo total explorado es de 387 metros de galerías artificiales  y 40 metros de galería natural. Parece que pudieron existir dos salidas de la mina; la primera situada antes del pozo colector y actualmente  taponada y la segunda la que ha día de hoy alimenta a la fábrica de Anís a través de la atarjea. Por tanto creemos que la mina habría de abastecer a dos edificios o asentamientos  situados a una distancia de unos cien metros. El primero el que identificó Collantes junto al camino del Puerto y el segundo el que esta bajo la fábrica de anís. Collantes habla de grandes cisternas, depósitos y conductos  desde los que se distribuiría el agua, esto puede justificar que en la mina no encontremos evidencias de que se haya buscado capacidad de  almacenamiento y sólo de conducción, hecho que si esta presente  en otras minas donde las galerías han sido excavadas a grandes alturas como en el caso de la de Alcaudete. La mina  ha sido reutilizada y mantenida  por los sucesivos asentamientos humanos de  la zona, siendo el más destacable el que corresponde a la construcción de los molinos hidráulicos preindustriales en el  S.XVIII. y en casos puntuales la finalidad lógica  de abastecimiento a fincas y viviendas
Las posibilidades de continuar la exploración son difíciles pero no imposibles ya que tenemos pendiente la apertura de un putei cerrado con una cúpula y  situado a unos 350 metros de la punta de exploración de la galería inferior  que podría ampliar el desarrollo o al menos darnos información sobre el trazado total. En cuanto a la galería superior no hemos encontrado ningún nuevo putei en las proximidades del taponamiento final y  el hecho de que se desarrolle bajo un polígono industrial limita mucho esta posibilidad porque los que hubiera seguro que  han sido tapados.
Por último creemos que esta mina habría de ser protegida y puesta en valor como el gran patrimonio arqueológico que es. Desde la AAES haremos todo lo posible para que esto suceda, ya están comprometidos con la causa  los propietarios de la Fabrica de Anís, esperemos que también lo hagan las autoridades pertinentes.

Fuentes comsultadas:

«Base de datos patrimonio inmueble de Andalucía». 

«CARTA ARQUEOLOGICA DE LOS ALCORES» de Fernando Amores Carredano.

«Brenes y Guadajoz. Nombres de lugar sevillano de filiación mozárabe». Stefan Rustaller. http://institucional.us.es/revistas/philologia/6/art_13.pdf

«Sociedad y mundo funerario en Tartessos»  Mariano Torres Ortiz.

«CARMONA ROMANA».  Excmo Ayuntamiento de Carmona y Universidad de Sevilla.




Nuevas exploraciones en la Mina de Agua de Alcaudete, resultados y conclusiones.

Durante el  pasado verano  realizamos  una serie de salidas a la mina para completar  la exploración y topografía de la que hemos llamado «Galería del manantial», que es  el sector de mayor desarrollo y que aporta el mayor caudal de agua a la mina . La   galería comienza en un cruce sin pozo (la mayor parte de los cambios de rumbo o conexión de galerías se hacen en la base  de pozos) situado  a 420 metros desde la entrada actual de la mina (creemos que la entrada  situada en la caseta que hay dentro de los terrenos donde se celebra la Romería de el Viso no es la salida original de las aguas de la mina  que debería estar unos setenta  metros más abajo. hacia la Vega, donde el nivel de la galería se iguala con el del terreno) y se separa de la vía principal que hemos llamado «Galería Norte»,  cruzando  en dirección noroeste a traves de los terrenos de cultivo de la finca Viñas Viejas y  pasando por delante de la entrada a  la urbanización “Los Frutales del Alcor” ,  discurriendo luego  paralela a la carretera. Es el ramal de mayor longitud  superando  con creces el kilómetro   pero del que desconocíamos su desarrollo exacto, ya que  la exploración se hallaba  detenida en la base de un pozo, para nosotros el pozo número 67 y que al estar  taponado por escombros  no pudimos superar. Pozo que  estaba localizado por la  topografía en uno de los márgenes de la carretera Viso-Carmona , a unos 1.600 metros de desarrollo desde el inicio de la mina y una vez pasada la entrada a la urbanización .Estaba cubierto  por una estructura de hormigón en forma de enrejado  en muy mal estado. Inspeccionamos el pozo  descendiendo   hasta  la zona superior del tapón de escombros y valorando su posible  desobstrucción  pero consideramos que no  merecía la pena porque podíamos  puentear la galería por un pozo posterior a este . Dimos aviso al Seprona  para que lo taparan  con una losa de hormigón por el peligro que suponía que estuviera abierto  y así lo hicieron.


Superposición de la zona final de la mina a la foto aérea donde se marca el pozo taponado.


Imspeccionando el pozo taponado con ayuda del trípode, en la foto inferior se puede ver el interior del pozo y los mechinales  laterales presentes en todos los pozos.
 La Galería del Manantial comienza su desarrollo con  una altura de algo más de dos metros y un ancho «estándar» de  sesenta centímetros. Recorridos  treinta metros la altura  se eleva hasta los tres metros y tras  ciento noventa metros de desarrollo alcanza  los cuatro metros, manteniendose con estas dimensiones unos trescientos metros más. Estos cambios de altura coinciden con cambios de dirección y de rumbo de excavación y por lo tanto de equipos trabajando en sentidos contrarios lo que no debe ser casualidad. Estos  primeros 450 metros presentan un trazado peculiar . Los trayectos de galería  entre pozos, que para ser más puristas llamaremos a partir de ahora «puteis», van  describiendo  curvas y no parecen seguir una dirección preestablecida, alternados con tramos rectos que finalmente  siguen un rumbo de unos 46 grados respecto al Norte. Los puteis no sólo tienen la función de ventilación y desalojo de escombros, tambien marcan el rumbo a seguir, algo muy importante cuando no se cuenta con instrumentos de orientación como la brúgula.
Las galerías que  unen los puteis  pueden ser rectas o como en estos casos seguir trazados extraños. Es muy posibe que estos trazados sean el resultado del seguimento de  veneros de agua y estos veneros tambien hayan sido a veces la guía para conectar pozos entre sí. Sabemos que los  fossores (en el mundo romano eran los encargados de excavar túneles) se guiaban  a veces por  veneros de agua preexistentes cuando buscaban manantiales , sin un  rumbo preestablecido de excavación.  Sabían que los pequeños veneros de agua pueden marcar el camino hacia  corrientes mucho mayores que son las que en definitiva aportan los grandes  caudales a la mina. Para frenar la velocidad de las aguas los ingenieros romanos  utilizaban una sucesión  de  quiebros de la galería  en ángulo recto situadas   en las zonas cercanas al manantial. En Alcaudete hemos constatado la utilización de esta técnica.
En este sector no existen construcciones de refuerzo de ningún tipo  ya que  la roca es muy firme y no presenta  importantes betas  de arcillas como es el caso de la Galería Norte. Las huellas de herramientas, que en toda la mina estan generadas por  picos de hierro  curvos en las pareeds  y cuñas en los techos, estan muy marcadas en la roca, facilitando la identificación de las mismas y los sentidos de excavación. En algunos  tramos de galería   donde existen   filtraciones constantes  se han generado concreciones calcáreas de un grosor considerable en forma de blancas coladas parietales,  siendo  homogéneas desde el techo hasta la base  , incluso en las galerías que alcanzan los cuatro metros de altura , dimensiones tan inusuales que podrian ser debidas a una  reexcavación  para ganar profundidad. Esto induce a pensar que esta reexcavación, si se hizo, no fue en una  época muy posterior al resto de la mina o que realmente ya se excavaron desde su origen a esta altura.
Superposición sobre la foto aérea del inicio de la «galería del manantial» donde se observa un trazado sinuoso que parece seguir veneros de agua preexistentes, en el plano se han marcado los pozos.


Concrecciones calcáreas de la «galería del manantial», son homeogéneas desde los techos hasta el suelo.

 En cuanto a las distancias que hemos medido entre  puteis  cabe destacar que  los  dos puteis  iniciales  estan a la mayor  distancia registrada en la mina  que es de   62,18 metros  (por el exterior), siendo la longitud de galería entre ambos de más de setenta metros debido a su trazado irregular. A partir de este punto los pozos se distribuyen a distancias que  oscilan entre los 30, 36  y 42 metros, esto  en cuanto a medidas exteriores  entre pozos ya que el desarrollo de galería suele ser algo superior  por no tener trazados rectos. Hemos buscado posibles patrones a estas medidas y resulta que  36 metros son aproximadamente  un Actus, medida muy utilizada por los ingenieros romanos y que equivale a 120 pies (1 pie romano son 29,6 cm.), treinta metros son 100 pies y 42 metros son aproximadamente  140 pies. Ya vimos en articulos anteriores como en las galerías iniciales de la mina había patrones entre pozos de unos 18 metros, que no es más que la mitad de un Actus o, como decíamos también 12 passus (1 passus son cinco pies, aproximadamente 1,5 metros).

Los sentidos de excavación que podemos deducir de  las marcas de picos y disposición de los lucernarios es la que dejan  dos equipos excavando desde sentidos contrarios hasta encontrase en un punto  intermedio entre pozos y no necesariamente el centro. En algunos casos son visibles los errores en el rumbo que fueron subsanados con  quiebros antes de los puntos de unión  . Puede que utilizaran el sonido para excavar en la dirección correcta cuando los dos equipos  se acercaban, máxime si lo hacian siguiendo una galería natural preexistente.
En algunos puntos donde la mina  cambia de rumbo  se cegó el tramo de  galería ya construido  con piedras procedentes de las labores de  excavación , girando  el frente de mina hacia una nueva  dirección . En algunos casos  estos conductos sellados estan por encima  del lecho de  la galería. Esto  apoya la idea de  que se excavara  en algunos casos siguiendo  veneros de agua  y que se abortaba y cambiara  de rumbo  cuando no se conseguía  el resultado esperado que no es más que seguir el camino de  los veneros principales.

Ejemplo de enlace de galerías entre los pozos P43 Y P44
Galería completamente taponada con piedras procedentes de la excavación en un cruce ¿equivocación o reconfiguración de la mina?.

 A unos 450 metros desde el cruce y a 870 desde los molinos encontramos una bifurcación a la izquierda (única de este sector) que a los 8 metros de desarrollo  conecta por un pozo vertical de unos dos metros a un  nivel superior compuesto por un entramado de galerías de dimensiones normales , 1.70 de alto por 0.50  de ancho, con un desarrollo total  de unos 60 metros y que se superponen a la  galería inferior. La finalidad de estos conductos es encauzar  el agua de una galería o venero  natural de gran tamaño que a día de hoy esta seca. La mina  lo corta perpendicularmente quedando el conducto «colgado» a ambos lados de la galería. Hemos explorado unos cincuenta metros de esta cueva  sin llegar al final porque la mala consistencia de la roca nos hizo desistir.  El hecho de que este gran manantial este situado a  unos dos metros por encima del nivel  de la mina nos induce a pensar  que en períodos más secos (como el actual) acabara  por desecarse o disminuir enormemente su caudal , puede que esto provocara la búsqueda de   un nuevo  manatial más caudaloso  localizado previamente desde el exterior  y conducido  por la  larga galería que precede a  este punto. ¿se reconfiguró entonces la mina en una época posterior a su construcción  reexcavando las galerías y  ajustando la profundidad a la del nuevo manantial? . En definitiva nos preguntamos si estamos ante dos fases constructivas separadas en el tiempo o no. Habrá que investigar algo más para descubrirlo.

Recreación tridimensional de la zona inicial de la  galería del nacimiento donde se observa el manantial seco situado sobre la galería que divide este tramo en dos sectores con diferentes dimensiones y morfología

La galería que empieza tras este cruce nos va dando algunas pistas que nos indican  que estamos en  otro sector o fase  de la mina. Las alturas pasan bruscamente de los 4 metros al patrón normal de entre 1.70 y 1.80 metros. Los sentidos de excavación son únicos hacia el interior y ya  no hay evidencias de  dos equipos excavando en sentidos contrarios. Todas las distancias entre puteis  se incrementan  hasta los 40 ó 42 metros, hecho que puede ser provocado por el aumento a más de 20 metros  de  la profundidad  de los puteis al elevarse la cota del terreno. Distanciarlos  más   disminuye el número y por lo tanto el enorme costo de excavar puteis  tan profundos. Consideremos   que, como pasa en todas las minas estudidas  la galería se ha excavado prácticamente horizontal y que  de hecho hay apenas un metro de diferencia de cotas entre  la galería en los molinos y la que tiene en la punta de la mina a 1.600 metros de distancia. Si se eleva el terreno, aumenta la profundidad de la mina.
En este caso y por excavasrse en un sentido único   los errores en el rumbo  se manifiestan en la proximidad de los puteis,  donde se aprecian pequeños quiebros de escasos metros en los puntos de unión. Algunos de los puteis   están   situados fuera de la galería y no sobre ella como es habitual  lo que podría ser fruto de estos errores citados.

Avanzaremos más de seiscientos metros desde este punto  hasta llegar al pozo taponado por escombros, el pozo número 67,  sin encontrar ninguna otra bifurcación ni galerías cegadas o “errores”, ni tramos curvos,  lo que pone de manifiesto que este largo sector (de unos 800 metros)  se excavó con la única finalidad de conectar la mina con un nuevo manantial  que ya estaría localizado previamente  por técnicas zahoríes probablemente.
El agua de la mina circula  por un hueco entre los escombros de la base inferior del pozo . Desde este punto hasta el final de la mina y como ya hemos referido la exploración se realizó  accediendo por un pozo posterior, el número 68.

Sector final de la galería del manantial antes de llegar al pozo taponado, son claramente visibles las señales de los picos y el sentido de excavación así como las marcas de diferentes niveles de agua muy superiores al de la actualidad.

  La profundidad del pozo 68 es  de unos 23 metros.  La cabecera esta formada, como suele ser habitual por piedras irregulares  dispuestas en hileras  sin ningún tipo de argamasa lo que no nos daba mucha confianza  ya que un golpe podría hacerlas caer. Retirarlas resultaba muy complicado sin provocar el  derrumbe y posible taponamiento por lo que  optamos por utilizar un trípode con el que  descender por el centro del pozo sin tocar las paredes. El trípode  fue cedido, como en otras ocasiones por nuestro compañero  José Manuel Gordillo, dueño de la  empresa EASTAV, miembro de la AAES y participante de esta exploración.

 Los poceros de la zona y buenos conocedores de la mina  nos había comentado que la galería existente tras este derrumbe se prolongaba  unos doscientos metros más hasta llegar a  la finca contigua a la  urbanización , que es una explotación agraria. En el final de la mina  se encontraba el nacimiento o lo que ellos llaman  “madre de la mina” por lo que para nosotros esta exploración era de máximo interés.

Accediendo con el trípode  por el pozo situado tras el derrumbe

 En la base del pozo  conectamos con la galería que es similar en morfología  a las precedentes salvo por su altura que en un principio es de 1,5 metros pero que va diminuyendo progresivamente hasta los 90 cm. parece  que debido  al relleno del lecho por acumulación de sedimentos  y no porque la galería se excavara a estas dimensiones, puede que el taponamiento precedente haya provocado esta acumulación de arenas . La galería esta excavada a pico curvo como las precedentes y  la dirección de excavación sigue siendo siempre hacia el manantial . Los lucernarios se distribuyen a distancias regulares de entre 30 cm. y 1 m. estando siempre situados en el lado izquierdo  lo que también delata el sentido de excavación. Destaca la  existencia de varios “quiebros” de la galería en ángulo recto y  cuya finalidad es claramente disminuir la velocidad del agua. La galería presenta antiguas marcas de niveles de agua muy altos y constantes. En la actualidad la altura de la lámina de agua es de apenas 15 cm. En esta exploración se realizan dos hayazagos interesantes ;  una cruz latina tallada en roca de unos treinta centímetros de longitud y que es  uno de los pocos grabados encontrados en la mina. Puede ser una cristianización o una marca de cantero, aunque esto último me parece poco probable porque la cruz no esta modificada. Hemos localizado  una cruz similar pero algo más pequeña tallada en la pared de  la zona inicial de la mina lo que apoya la teoría de la cruistianización y no necesariamente medieval ya que sabemos que el asentamiento agrícola de Alcaudete perduró incluso en época paleocristiana como delatan algunos hayazgos arqueólogicos  en la zona.

Tramo final de galería antes del manantial y cruz latina tallada en la roca

El segundo e interesante  hayazgo  es un pequeño fragmento de mineral de pirita, concretamente “pirrotina”,   que se encontró  introducido en un taladro hecho en la roca y que por supuesto no procede de los Alcores. Pudo ser utilizado   para taladrar la roca ya que tiene forma de  punta, quizás colocada al final de un mango de madera. Siempre hemos pensado que una mina como esta pudo  ser escavada por mineros y este pequeño fragmento de mineral de hierro  puede ser un nexo entre la minería de hierro y las minas de agua, como hipótesis resulta prometedora y puede abrir una nueva vía de investigación.

Tras recorrer unos cien metros y pasar bajo dos nuevos puteis  alcanzamos el  sector final de la mina elevandose  la  altura de la galaería  a más de cuatro metros y alcanzando  el nacimiento o lo que los poceros llaman  “madre”   y que no es  más  que un autentico  «río subterráneo» y en este caso con agua. Actualmente el agua brota de dos pequeñas oquedades situadas sobre el lecho de la mina aunque vemos claras evidencias de que el agua ha caido a chorros desde los techos.  La mina  se acaba bruscamente  en un tramo de galería  perfectamente rectangular  , esta forma de «terminar la obra» es muy similar a la encontrada en el manantial seco que hemos explorado con anterioridad . En el techo de esta  galería se abren dos accesos a una  cueva natural generada por la circulación del agua y que exploramos en parte . Nos sorprenden  sus dimensiones , que en algunos puntos llega a los cuatro  metros de anchura por tres  de altura.
Final de la galería del manantial, donde contacta con los manatiales y la cueva natural

Piedra de pirita hayada en el interior de un orificio en la roca.

Detalle de uno de los manantiales que abastecen la mina en el sector final.

Accediendo a la cueva natural por el techo de la galería final de la mina.

Seguimos destacando,  tras estas exploraciones,  que el  estado de conservación general de la mina es extraordinario en comparación con otras  de la zona,  y esto no puede ser más que porque ha sido utilizada y mantenida por los sucesivos asentamientos de Alcaudete  desde su construcción hasta hoy. La mayoría de puteis  ni siquiera cuentan con una cubierta, ni brocal alguno  encontradose abiertos a ras del suelo. No hay  constancia de que hayan sido utilizados (al menos la mayoría) como pozos de abastecimiento   por lo que simplemente han quedado como  pozos de registro por los que acceder a la mina para su mantenimiento. La mayoría han sido rematados con hiladas de piedras superpuestas sobre las que no descartamos que hubiera podido existir algún tipo de estructura hoy desaparecida ya que en algunos casos muy contados se conservan  cúpulas de mortero sore piedra o ladrillo muy típicas en los Alcores.

Aspecto general de la mayoría de puteis , sin ningún tipo de cubierta o brocal.

Putei cubierto con una cúpula de ladrillo y mortero de antiguedad incierta y  típicas en los Alcores

Desde  las  galerías iniciales encontramos  patrones de excavación similares a otras minas de origen romano como la de Alcalá de Guadaira , Gandúl o Trigeros  , a parte de la morfología, huellas de picos curvos o lucernarios distribuidos regularmente  las  distancias entre puteis se repiten siendo de unos 18 metros (60 pies o 12 passus), exceptuando la zona próxima a los molinos donde encontramos distancia algo menores y puntuales como 15, 12 ó 9 metros y en un caso excepcional   30 metros. Hemos encontrado algunos grabados en la roca como una cruz latina ya referida anteriormente y las letras «V» y «X» que podrian ser una numeración, de pozos o  de distancias. Tambien sabemos que hubo más pozos, al menos dos,  hacia la vega, en un tramo de galería de unos  setenta  metros y que ha día de hoy estan cegados.

Arriba las letras «V» y «X» grabadas sobre la pared de la galería y abajo una cruz latina, etos grabados se encuentran en los tramos iniciales de la mina. Foto cedida por  Pilar Orche

En el sector inicial de la mina se han realizado dieferentes obras de refuerzo por la mala calidad de la roca en los techos y algunas paredes , cabe destacar   dos espectaculares bóvedas de ladrillo de medio punto  sustentadas sobre muros de mampostería y  otras tres  similares pero con cubierta de piedras planas,  todas las labores estan  rejuntadas  con mortero de cal, salvo en un caso que las piedras están unidas con arcilla. En algunos rellenos  se han utilizado tégulas. Los ladrillos, como ya hemos referido en otros articulos son todos de tipología romana. Esta galería inicial es una galería sin quiebros, excavada siempre siguiendo un rumbo constante y con una altura extraordinaria , más de cinco metros en algunos puntos y siempre por encima de los cuatro metros . Encontramos un sólo cambio de rumbo   a los 340 metros de desarrollo y realizado , como suele ser habital,  en un pozo. Los pozos a veces servían para este fin que no es más que cambiar la dirección de la galería y llevar el conducto a donde se quería. Todos los pozos cuentan con “mechinales” laterales y suelen ser de sección rectangular , (sólo hay tres pozos circulares), también hemos encontrado estos mechinales en las galerías altas, espaciados cada pocos metros como sistema auxiliar para su construcción. Ya hemos comentado en otros articulos que hay evidencias de que algunos pozos fueron excavados desde abajo y esto puede deberse a la poca profundidad de la mina en este tramo, unos seis metros. La ausencia total en este sector inicial  de quiebros o errores de rumbo en la excavación podrían avalar la hipótesis de una excavación de puteis desde la galería y no desde el exterior . En este primer sector también resultan visibles varios “puenteos” y una posible reexcavación de 1,20 metros en profundidad para adaptar la mina a la cota de los manantiales más alejados y que hubo de ser realizada en un período posterior a la construcción de la mina. 

Muros  de mampostería rematados  con bóveda  de ladrillo situado en los tramos iniciales de la mina

En este primer sector cercano a los molinos también hemos  explorado  una galería de una sección más pequeña ,  0,80 m. de alto por 0,50 m. de ancho   y veinticinco metros de longitud  que daría servicio de agua a una de las fincas situadas en la zona, ya que culmina en un pequeño pozo que ha día de hoy esta completamente cegado. Hay evidencias arqueológicas (grandes sillares y materiales de construcción de origen romano)   de que la finca se construyó sobre los restos de una Villae  por lo que esta galería y pozo puede ser de servicio de agua  a este asentamiento. También hemos explorado  y topografiado  dos  galerías cercanas al inicio de la mina de dimensiones normales  y  que son dos aportes . Una de ellas es de  de corto desarrollo y culmina en un venero natural que aún sigue activo (seguramente estos son los veneros naturales por los que se guiaron los fossores en algunos tramos) . La otra es de mayor  desarrollo, unos cuatrocientos metros,  y se bifurca en dos ramales para recolectar  el agua de dos nuevos veneros de muy escaso caudal en la actualidad. Esta galería  ha sido cegada   recientemente a la altura de su conexión con la principal y  los pozos por los que podríamos acceder han sido tapados con grandes losas de hormigón. Por suerte fue explorada y topografiada  por mí  en el año 1995.

Venero de agua natural situado al final de una galería, creemos  que estos pequeños conductos podian servir de guía de excavación a los fossores.
Tramos iniciales de la Mina de Alcaudete desde los molinos.

Este sector que se desarrolla hacia el Noroeste y debajo de los terrenos de la finca de Alcaudete esta construido con dimensiones normales de galerías de 1,80X0,60, seis pies de alto por dos pies de ancho. Las distancias entre puteis  son de unos 36 metros (un Actus) . Recoge y encauza el agua de dos manantiales que convergen en un pozo colector. Aunque se topografió en el año 1995 tenemos pendiente su estudio detallado que sólo será posible entrando por uno de los pozos, ya que la unión con la galería principal ha sido cegada.
El sector inicial de la mina desemboca en la que llamamos Galería Norte y a todas luces el sector que primero se construyó. Esta galería se dirige a un manantial al que no hemos podido acceder por encontranos con un tapónamiento. Los sucesivos puenteos delatan que este sector ha sido modificado a lo largo del tiempo, seguramente por el descenso de los niveles freáticos,  cegando algunos tramos de las galerías iniciales y creando nuevos conductos algo más profundos , fue necesario  adaptar la mina  a los nuevos manantiales, quedando los originales secos y «colgados». Esto demuestra la importancia de la mina y su prolongada utilización a lo largo del tiempo ¿por qué había tanta necesidad de agua?, ¿por qué invertir tan ingente cantidad de esfuerzo durante probablemente cientos de años para mantener unos grandes caudales de agua?, como ya hemos dicho en otros articulos sólo se nos ocurre un motivo que es el de proporcionar ferza hidráulica con la que mover  molinos hidráulicos harineros.


Sector final de la Galería Norte donde se reflejan los sucesivos puenteos y una zona con quiebros para detener la velocidad del agua.

Ha día de hoy  ya tenemos topografíado la casi totalidad de los conductos artifiales accesibles de la mina que suman un total de 3.669 metros, quedando pendiente algunos tramos de corto desarrollo que podrián elevar el total a unos 4.000 metros y quedando también pendiente la  exploración  y topografia de los dos conductos naturales. Tambien tenemos constancia (gracias a las informaciones del Seprona) de la posible existencia de galerías tras el taponamiento  en el final de la Galería Norte y que aporta una gran parte del caudal de agua de la mina. Su exploración esta supeditada a que podamos conseguir los permisos necesarios ya que los pozos por los que acceder estan dentro de una finca privada. En definitiva pronto esperamos tener  concluida la exploración y topografía completa de la mina.

Mapa actualizado de las galerías de la Mina de Agua de Alcaudete sobre la foto aérea.

 Enlaces a videos relacionados con las exploraciones en Alcaudete.

Nuevas exploraciones en la mina de agua de la finca de Trigueros.

Después de varios meses de espera hemos podido volver entrar y explorar la mina de agua de la finca de Trigueros en Carmona que debido a un taponamiento de las galerías principales se encontraba inundada. El escaso régimen de lluvias del último año a provocado la desecación del manantial que nutre la mina y por lo tanto estas galerías han vuelto a quedar aéreas.
Por razones que el actual propietario desconoce hace ya algunos años se realizó un taponamiento con tierra del pozo colector y de gran parte de la galería principal. A parte de esta destrucción parcial la mina se encuentra muy contaminada por materiales arrojados por los pozos como latas, botellas, etc.





Detalle de uno de los dos pozos que aún quedan de la mina y la zona donde se encuentra dentro de la finca.

Esta incursión en la mina nos ha permitido estudiar con mayor detalle la galería que ya exploramos en el año 1986, tiempos en los que nuestros conocimientos sobre minas eran muy escasos. A pesar de la nefasta e inexplicable destrucción de parte de la mina al menos tenemos la suerte de que las características y elementos presentes en las galerías que aún existen, pueden aportarnos valiosos sobre los orígenes de la mina, su proceso constructivo y utilización. El acceso lo hemos realizado a traves de uno de los pozos (el de menor diámetro), porque era en el que el brocal de ladrillo moderno se encontraba en mejor estado.


Acceso por uno de los pozos

La galería esta excavada en la roca a pico de hierro y cincel, pico en las paredes y cincel y cuñas en los techos. Hay un sentido de excavación claro hacia el manantial o venero principal de la mina. Las huellas de los picos presentan un trazado curvo lo que concuerda con el tipo de herramienta que usaban los romanos en las excavaciones mineras o de cantería que solían ser curvados. Los lucernarios están distribuidos a distancias de no más de veinte centímetros, como sucede en algunas galerías de la mina de Alcaudete, distancias tan pequeñas que sugieren que, como en Alcaudete y en algunas minas de mineral romanas catalogadas en la Península podrían también haber servido como control de los turnos de excavación. Todos presentan las huellas del hollín de la llama marcado sobre la roca de color claro y tienen una profundidad de entre 9 y 11 cm. lo que concuerda con la longitud de las pequeñas lucernas de barro romanas. Las galerías excavadas en la roca son de tres tipologías; la galería común de dimensiones 1,80 X0,60 m. Un tramo donde la altura se ha reducido a 0.75 manteniendo la anchura, puede que con idea de represar el agua, y una pequeña galería de apenas 50 cm. de altura que se parece mucho a las pequeñas galerías de prospección que se excavan en las minas de mineral para buscar betas. De hecho acaba en un pequeño venero por lo que su función podría haber sido la misma, que no es más que buscar en este caso un venero de agua para conectarlo con la mina. El suelo esta cubierto de capas gruesas de caliza flotante (precipitada) lo que indica regímenes de agua muy estancada. Las secciones de todas estas galerías tienden a ser rectangulares. Los pozos se distancian entre sí a un patrón de unos 18 metros similar a los patrones que hay en alcaude o la mina de agua de Alcalá. 12 passus romanos = 17,7 metros.


La galería se encuentra contaminada por residuos arrojados por los pozos

La zona más interesante de lo que queda de mina es sin duda un tramo de galería artificial realizada con mampostería sin argamasa cubierta con bloques de mayor tamaño y tégulas. La pequeña sección de esta galería de apenas 30 cm. de anchura y poco más de un metro de altura sugiere que se ha construido desde arriba, excavando un hueco en la roca que luego se ha tapado. La hemos explorado sólo en parte ya que hay una zona con peligro de derrumbe que será necesario afianzar para alcanzar con seguridad el final. Sabemos que esta galería debe llegar hasta el manantial principal de la mina y la longitud medida hasta lo que parece un derrumbe es de unos veinte metros.


huellas de los picos de hierro y lucernario con señales de la llama

Esta galería tiene una tipología totalmente similar a las galerías artificiales que hemos encontrado en la mina de Alcaudete y su función ha de ser la misma que no es más que contener materiales blandos y evitar el colapso del conducto, como en el caso de la pequeña “galería de prospección”, el suelo de esta completamente concrecionado por caliza flotante que ha ido precipitando sucesivamente formando una gruesa capa y esto debe ser por el régimen constante de agua embalsada en la mina sin apenas circulación , lo que también nos da pistas sobre su funcionalidad como reservorio de agua.


Galería artificial parcialmente costruida con tégulas, el suelo esta cubierto de gruesas capas de caliza «flotante».

Sabemos por los estudios hechos sobre espeleotemas en cuevas que el grosor aproximado de caliza que se deposita por precipitación en unos mil años en condiciones favorables (como es el caso) puede ser de unos 10 cm. El grosor que he podido medir en el suelo llega a los 15 cm. en algunos puntos por lo que podríamos hacer una datación aproximada de la mina basándonos en estas formaciones calcáreas y por supuesto con una metodología de estudio precisa y utilizando métodos científicos. De hecho la datación por espeleotemas es una técnica que ya se viene poniendo en práctica en determinadas estructuras subterráneas muy antiguas.


pequeña galería de apenas 60 cm. de altura concreccionada con caliza flotante.

Como conclusión estamos ante una mina que parece construida utilizando las mismas técnicas que la de Alcaudete, incluidas las obras de refuerzo interiores, sólo que en este caso se trata de una pequeña mina de abastecimiento-almacenamiento de una comunidad y no una gran mina “industrial” de varios kilómetros.


las secciones de la galería son rectangulares.

Hemos de destacar el apoyo recibido para estas exploraciones del propietario de la finca D. Eduardo Mencos, que se ha mostrado muy interesado en la recuperación y puesta en valor de la mina, así como a José, el guarda, que ha colaborado en todas las actividades realizadas. Como objetivos futuros tenemos previsto la limpieza e intento de destaponamiento de las galerías cegadas así como la consolidación de la galería artificial para facilitar su total exploración y estudio.


plano de la mina donde se señalan las galerías que no estan taponadas.

Revisión de la mina de agua de Martín Pérez

En fechas recientes hemos vuelto a visitar la agua de Martín Pérez junto con los miembros de la Asociación de defensa del patrimonio Luis Reyes Calabazo, como actividad de campo para dar a conocer el Patrimonio arqueológico y natural de Carmona y en la que también se incluyó una conferencia sobre el proyecto de exploración y catalogación de las minas de agua de los Alcores Sevillanos que la AAES esta llevando a cabo. Se aprovecho la visita para realizar algunas fotos y un vídeo de esta bonita y curiosa mina de agua. Lo más destacable de la visita fue el descubrimiento de una primitiva vela hecha con cera de abeja y que parece que pudo ser utilizada para iluminar algunas labores de excavación. El estudio de esta vela puede aportar datos muy valiosos sobre la historia de la mina, intentaremos datarla. También se exploró un pozo sin duda asociado con la mina que esta completamente colmatado de sedimentos.

Cartél de las jornadas.
 Hemos observado algunas evidencias que parecen indicar que el pozo principal de la mina situado en el colector pudo ser excavado desde abajo, tal como sucede en la mina de Alcaudete. Por otro lado la vela puede ser un sistema alternativo a las lámparas de aceite, sabemos que en algunos momentos de la historia este escaseo tanto que se adoptaron estos sistemas de iluminación. Un primer estudio de la vela revela una gran antigüedad por la patina que la recubre y que la ha ennegrecido. Parece estar fabricada enrollando capas de cera de abeja que era ligeramente calentada previamente lo que no es un sistema muy común ya que lo normal era fabricarlas por inmersiones sucesivas en cera caliente. La mecha central ha desaparecido completamente al ser de fibras orgánicas. Creemos que esta vela ha de ser estudiada en profundidad y datada mediante carbono 14 para establecer su antigüedad con precisión.

Imágenes de la galería principal de la mina
Algunos de los lucernarios que hemos estudiado en esta mina resultaban muy pequeños para albergar una lámpara por lo que fueron claramente realizados para una vela. ¿Se excavó toda la mina con velas?, es una posibilidad pero hay lucernarios más grandes y cuyas huellas de humo, bien visibles en la roca, parecen pertenecer por su posición más a una lámpara de aceite que a una vela. La vela se encontraba entre los escombros de excavación de una pequeña galería lateral, suponemos que se cayó y no fue abandonada ya que las velas de cera eran caras en la antigüedad y no demasiado fáciles de conseguir. De hecho tanto en el Imperio Romano como en la Edad Media eran habituales las velas hechas de cebo o grasa animal mucho más baratas y fáciles de conseguir, el problema es que eran poco efectivas y despedían mucho humo de olor desagradable por lo que no eran adecuadas para excavar en una mina. Tenemos muchos estudios y pruebas sobre la iluminación de labores de excavación en minas mediante lucernas de aceite, durante el Imperio Romano y la Edad Media pero sobre velas no hay prácticamente nada y aquí radica la gran importancia que puede tener este hallazgo.
 Tambien se han localizado trazados sobre la roca que podrían ser inscripciones  pero que habrá que analizar con más detalle. En definitiva estamos ante una mina que todavía puede dar mucho de sí en cuanto su historia y origenes se referiere. Tenemos previsto volver para seguir revisando y buscando más pruebas que confirmen o desmientan las teorías iniciales que teníamos sobre esta mina.
Primitiva vela de cera hallada durante la exploración.
Posibles inscripciones.

Reaundación de trabajos en la Mina de Alcaudete. Estudio de la galería principal.

Tras unos meses de parada  por fin hemos retomado las exploraciones en la Mina de Alcaudete en Carmona. Como primer objetivo queremos culminar un levantamiento topográfico completo de toda  la mina, hasta donde sea posible, cosa que no es tarea fácil dada las dimensiones de esta increible obra hidráulica. Paralelamente hemos ido  recabando datos morfológicos y rastros físicos  que nos ayuden a entender  el proceso constructivo  de las galerías y sus sucesivas modificaciones a lo largo del tiempo. Actualmente  ya hay 2.830  metros de galerías topografiadas, quedando pendiente al menos 500 metros más, por lo que ya podemos asegurar que la longitud total de la mina supera con creces  los 3.000 metros.
Parece evidente que la mina tiene varias  fases o ampliaciones   seguramente construidas en distintas épocas  pero creo (por algunas evidencias) que dentro de la dominación romana de la zona. La galería  principal del acueducto  discurre desde los molinos en dirección noroeste y  tiene unas dimensiones medias de 4 metros  de altura por sesenta centímetros de anchura, llegando en algunos puntos a los 4,5 metros y un desarrollo inicial  hasta un taponamiento de unos 420 metros. Si bien dicho taponamiento esta puenteado por una galería secundaria por lo que la galería se prolonga casi cuatrocientos metros más, hasta un derrumbe impenetrable bajo el que brota el agua que abastece este sector de la mina. Por lo tanto  la zona explorada de la galería principal  tiene algo más de ochocientos  metros de desarrollo, siendo el resto de la mina galerías que portan a la principal. Tenemos posibles evidencias de que  la mina continua tras este taponamiento por la existencia de varios pozos  en superficie,  pero estos se encuentran  en el interior de la finca Viñas Viejas, por lo que estamos pendientes de los permisos necesarios para su exploración.
Hay otras  dos galerías  que aportan agua a este colector principal y que  se desarrollan hacia el noroeste. La primera a escasos metros del  inicio de la mina  que esta topografiada pero pendiente de estudio y que tiene una longitud explorada de casi quinientos metros, si bien hay algunas incógnitas que pueden elevar este desarrollo . Probablemente sea contemporánea a la galería principal. La segunda galería y  que aporta mayor caudal a la mina   conecta con la galería principal  a través de la galería de menores dinmensiones  que hace de puenteo. Tiene un desarrollo que supera el  kilómetro y  esta explorada sólo en parte, ya que la exploración se haya detenida en un pozo parcialmente taponado que no obstante se puede cortocircuitar por un pozo posterior. Pensamos que este sector puede corresponder a la última fase de ampliación de la mina.

Galería principal de la mina de Alcaudete

Las grandes e inusuales  dimensiones de galería  no son totalmente constantes en todo su trazado, existen  algunos tramos de menores dimensiones. Son más reducidas en el comienzo desde los molinos  donde las alturas no superan los 2,5 metros y  no se empieza a elevar hasta unos cien metros de iniciado el recorrido. También varía su altura  poco antes del taponamiento final  donde hay un tramo en que  la galería se reduce considerablemente llegando  a no tener más de un  metro . Esto se debe a que son   galerías realizadas en épocas posteriores y  que  cortocircuitan a la galería principal, siendo esto una prueba de que  la mina se reexcavó  algo más de un metro para igualar su cauce al nivel de un  manantial algo más profundo y más alejado. De hecho creemos que el  manantial original que abastecería la mina y que marca su fase más antigua  esta localizado unos cien metros antes del derrumbe  final, en una galería superior y  que a día de hoy esta completamente seca.
La galería que discurre desde este punto a los molinos  presenta a lo largo de todo su trazado  una línea de discontinuidad o relieve más o menos marcado situado a alturas que oscilan entre el  1,40 y 1,20  metros y que también coincide con la base de los muros de mampostería que sustentan los arcos de ladrillo y piedra  que describiremos más adelante y que no parece hecho por un nivel de agua sino por una  una reexcavación .

Los muros de mampostería están elevados sobre el lecho de la galería, lo que puede evidenciar una reexcavación.
En esta foto se aprecia una discontinuidad o relieve situado a 1,20 metros desde el lecho de la galería y que es coincidente con la elevación de los muros de mampostería.  
Cuando empezamos a explorar la mina ya pensamos que la gran altura de las galerías podría ser consecuencia de reexcavaciónes sucesivas a lo largo de los siglos  pero algunas evidencias nos hicieron ver que  la galería principal había sido excavada ya desde su origen a una  altura elevada. No obstante y  una vez que avanzaron las exploraciones encontramos otras nuevas evidencias como las ya enumeradas: galerías superiores “puenteadas”  , manantiales más altos  etc.  y  que parecían apuntar a que efectivamente se habría producido una reexcavación . Lo cierto es que esta posible reexcavación no superó en ningún caso la profundidad de 1,40 metros y si es así seguimos estando ante una galería excavada originalmente a más de tres metros de altura y esto es muy excepcional y por tanto seguimos manteniendo la teoría que asocia las grandes alturas a conseguir  almacenamiento y presión de agua. También resulta obvio , por las muchas evidencias, que la mina se  fue ampliando a lo largo del tiempo, bien por disminuir sus caudales iniciales o por una mayor necesidad de agua  y esto indica una prolongada y continuada utilización, seguramente de varios siglos.
Los pozos o  lumbreras  se distribuyen a distancias que en  el  principio de la galería son  algo arbitrarias, pero luego se adaptan a un patrón definido con muy poca variabilidad  de 17,7 metros que son  exactamente 12 pasos romanos “passus”,  un “passus” son 1.48 metros, 1.48 x12= 17.76 m. Exceptuando un caso en que esta longitud alcanza los  35,14 metros, que serían 24 passus (el doble).
Galería en parte natural y que  probablemente fuera  el manantial original que abastecería la mina y que está situado a unos dos metros sobre el lecho actual de la galería.
A los  trescientos metros de desarrollo desde el inicio de la galería y como ya hemos referido   encontramos una bifurcación a la derecha de menores dimensiones  y que es la que actualmente   aporta toda el agua a la mina y que, como hemos comprobado ,  cortocircuita o puentea a la galería principal. A partir de este cruce la galería  principal  discurre con las mismas dimensiones y características pero va progresivamente secándose, ya que el lecho  se eleva ligeramente   y  a los 120 metros de desarrollo  esta  completamente taponada. Las razones de este taponamiento y abandono  parecen debidas a una reconfiguración realizada en la mina para  derivar todo el caudal  por la pequeña galería precedente, posiblemente por mejorar la circulación del agua y nivelar alturas por un descenso de nivel de los manantiales que la abastecen  , lo que podría corresponder con esa posible reexcavación observada.
La galería principal  presenta lucernarios a distintas alturas y distancia . Además se  han excavado pequeños  huecos a ambos lados de la pared para facilitar la excavación en altura , lo que parece demostrar que la galería se excavó de abajo hacia arriba  para darle una gran altura. Los huecos pueden servir tanto para el apoyo de los pies como de costeros de madera. Otra detalle que hemos observado es que cada cierta distancia (que varía de una galería a otra) se han excavado hornacinas o huecos mucho más grandes que los lucernarios y a una altura inferior pero por encima del supuesto nivel de agua. Creemos que su función es la de depositar, víveres o vasijas con aceite para recargar los lucernarios.
Hornacina excavada en la roca , creemos que para  para depositar vasijas de aceite.
 En cuanto a los pozos son todos (menos tres)  de sección rectangular y con unas dimensiones  de unos 0,8 X 1,2 metros,  presentan también  huecos excavados en el lado más  estrecho, bien para el apoyo de los pies o de costeros de madera a modo de andamio  para facilitar  su excavación. A lo largo de la galería hemos encontrado   lo que a todas luces  parecen pozos a medio construir y que están  excavados  hacia arriba, estos  parecen detenerse  al alcanzar un estrato blando y de poca consistencia. Un poco más adelante de estos “intentos” vemos como sí se ha excavado un pozo completo. Esto es toda una novedad para nosotros ya que siempre habíamos pensado que los pozos se excavaban siempre desde arriba. Puede que este hecho también se deba a la relativamente poca profundidad que en este tramo tiene la galería que es de apenas siete metros. Para excavar desde abajo es necesario que la roca sea consistente y no este suelta por el peligro de derrumbe  por lo que creemos que en estos puntos donde aparece roca suelta  se ha adelantado el pozo unos metros más, hasta una zona más firme. Esto explicaría que en algunos puntos el patrón de excavación varía de los 17,7 metros a los 19, 20 ó 21 metros.

Pozo inacabado y  excavado desde el lecho de la galería (en este caso redondo).
 En cuanto a la orientación de  señales de los picos en la roca  para determinar los sentidos de excavación resulta  difícil en algunas zonas  porque la roca es blanda y esta muy erosionada por el paso de  grandes volúmenes de agua ,  en algunos puntos la pared se ha concrecionado recubriéndose de una capa caliza y borrando dichas huellas. Las huellas que encontramos son mayormente de picos de hierro, si bien también hay huellas de cinceles en algunos puntos, sobre todo en techos.
En donde existen huellas y son muy visibles  estas suelen ir   hacia el exterior, es decir hacia los molinos. Parece por tanto que ,al menos en la galería principal ,  primero se localizaban los manantiales y luego eran construidos los túneles, desde estos  hasta la salida de las aguas. Supongo que toda la excavación se haría en seco y una vez construidos los túneles estos se pondrían en carga conectándolos con el manantial. No obstante esto no sería siempre así ya que en la galería más larga (que va hacia el este) los últimos trescientos metros están  excavados claramente   hacia el manantial. Lo cierto es que  esta galería de la que hablamos  parece la última fase de la mina y esta construida con unos patrones algo distintos a las galerías principales.

En las galerías donde la roca es dura están perfectamente marcadas las huellas de los picos, lo que ayuda a determinar el sentido de excavación.
 En el primer tramo de  galería principal y a unos doscientos metros de iniciada la galería   hay una extraordinaria estructura de mampostería y bóveda de medio punto de ladrillo de  unos tres metros de altura por sesenta centímetros de anchura y  diez metros de longitud. Esta construida sin duda para contener materiales blandos o por el contacto con una gran oquedad natural  ya que sobre la bóveda de ladrillo se aprecia un gran espacio hueco. La zona central del arco (dobela) esta enlucida  con mortero. Los muros de sustentación arrancan  a 1,20 m. sobre el lecho de la galería (puede que originalmente llegara al suelo y con la citada reexcavación haya quedado elevada) están realizados con piedras de mediano tamaño procedentes de la excavación y unidas con mortero de cal. En cuanto a las piezas de ladrillo son muy interesantes porque pueden proporcionar una datación aproximada de la mina. Los arcos están elaborados con dos  tipos de ladrillos:
 Los ladrillos de base o sustentación de los arcos y muros que  son de unas dimensiones de 29,6X22X0,6 cm.,  ladrillos que también están presentes  en diferentes puntos de la galería como refuerzos de estructuras de mampostería o simplemente tapando huecos.  Y los ladrillos que forman la zona superior del arco que  son de 29,6X14,8X0,5 cm.

Galería revestida con estructura de mampostería y arco de medio punto de ladrillo , en la foto de  abajo, detalle de la bóveda.
  
En cuanto al mortero que los une, un primer estudio superficial evidencia que se trata de un mortero compuesto  de cal y una matriz de arena caliza que no es más que calcarenita molida. La cal esta completamente transformada en caliza lo que evidencia su antigüedad, de hecho más que mortero parece que se trate de concreciones calcáreas. No se aprecian en el mortero trazas  de  yeso u otros elementos inorgánicos ni orgánicos.
En esta  galería existen  marcas muy claras de niveles de agua que casi alcanzan  los techos y que prueban un régimen de inundación continuado , además hay taponamientos intencionados de fisuras y huecos  realizados con piedras y ladrillos, incluso hay una pared completamente  revestida hasta el techo, donde parece vislumbrarse una galería superior taponada. Veo claras intenciones de conseguir altura de agua. La galería lleva un rumbo  muy bien definido sin grandes quiebros ni curvas, sólo presenta un cambio de dirección a los 330 metros de desarrollo, donde gira al Noroeste. Por último cabe resaltar la existencia de la reexcavación de lo que parece un derrumbe situado a unos ciento veinte metros de iniciada la galería y que coincide estar bajo el cruce entre la carretera y el carril de acceso al cortijo,  lo que no debe ser casualidad. En este sector se han realizado dos pozos auxiliares situados a pocos metros  para extraer el material. Puede que la galería se colapsara por obras de pavimentación de carreteras  en épocas relativamente recientes. Hay que tener en cuenta que la mina fue utilizada en el S.XVIII. para abastecer molinos y necesariamente hubo de tener un mantenimiento. Un hecho que no cuadra es que si la mina se reexcavó algo más de un metro desde su tamaño original las alturas de las galerías iniciales sean la mitad ¿es que acaso estas no se reexcavaron? Puede que se hiciera así a drede para conseguir cierta retención de las aguas antes de su salida y  esto puede  cuadrar  si lo que se pretendía era  almacenar el agua. El estudio de las cotas de profundidad  entre pozos parece avalar esta hipótesis ya que  que cerca de la salida la pendiente del lecho de la galería se invierte  y parece ser ascendente.
Galería completamente taponada con piedras. En este caso se trata de  la galería principal puenteada en este cruce.
 La bifurcación que aporta  toda el agua de la mina empieza siendo una galería de pequeñas dimensiones,  de 0.60 cm. de ancho por 1,76 de altura y discurre sin lumbreras durante casi 150 metros, lo que es un hecho inusual si la relacionamos con la galería principal. Esta galería tiene la característica de ser un «puenteo» de la galería principal y además vemos como en este sector la roca es muy dura, lo que también puede tener algo que ver. En este caso la galería no es totalmente recta y presenta giros y cambios bruscos de dirección aunque al final el rumbo si que es constante. Al principio pensamos que podría deberse a que se excavaba siguiendo un cauce natural de agua pero hemos descartado esta hipótesis  y lo que ahora pensamos es que  se hizo así para frenar de alguna manera la velocidad del agua y evitar un excesivo desgaste de la galería. También encontramos varias galerías tapadas que yo llamo  “equivocaciones”.  Estas galerías están excavadas de medio metro a un metro por encima del lecho de la galería principal lo que sugiere que se quería  evitar la circulación del agua hacia ellas , bien porque se excavaron con la galería ya en carga  o porque la galería iba siendo excavada a un nivel superior y posteriormente reexcavada para ponerla en carga  una vez llegados al punto deseado (que puede ser una lumbrera),  se podrían reexcavar en sentido contrario hasta conectar con la corriente de agua y ponerla en carga. También puede simplemente ser por ahorrar trabajo y no excavar completamente hasta estar seguros de ir en el rumbo adecuado. Las galerías abandonadas están sellada con piedras. Las huellas de picos en esta zona  señalan un rumbo de excavación claro hacia el interior y los lucernarios están todos colocados en el lado izquierdo según avanzamos. A los ochenta metros de desarrollo se produce un cambio apreciable en  la altura de la galería que se eleva hasta casi los tres metros y el sentido de excavación cambia, estando ahora los lucernarios en el lado derecho y las señales de picos hacia el exterior. Es evidente que había dos equipos excavando hasta encontrarse en este punto. ¿Cómo se orientaban para unirse?, quizás siguiendo fisuras y cauces de agua preexistentes o por el sonido. Las “equivocaciones” a las que antes nos hemos referido pueden ser errores en la orientación que  luego fueron rectificados.
Galería excavada por encima del lecho de la galería y luego tapada con piedras ¿equivocación?
 Los lucernarios están muy juntos, a penas veinte centímetros,  y pegados al techo. También encontramos las grandes hornacinas destinadas seguramente a albergar provisiones  espaciadas por la galería. Existe la creencia,  en los estudios que hemos consultado sobre minería romana  de que los lucernarios tenían también una función de control de turnos de excavación y esto parece demostrado en esta galería donde la roca es muy dura y están tan juntos. Si cada vez que se agota una lámpara excavamos un lucernario, tendremos un control bastante exacto  de los tiempos simplemente contando lucernarios.
Avanzando unos treinta y cinco metros más desde el punto anterior llegaremos a un cruce. A nuestra derecha sale una galería con dirección este, que aporta un gran caudal de agua,   esta es,  por ahora, la galería  más larga explorada en la mina, ya que supera ampliamente  el kilómetro de desarrollo hasta culminar en un manantial. Es una galería morfológicamente distinta a la principal y  parece que fue excavada en una época posterior con objeto de  aumentar el caudal de la mina. En ella observamos patrones de excavación algo distintos, y tramos con galerías superiores. también encontramos tramos de galerías encavadas a 4 metros de altura alternados con tramos a alturas normales . En cuanto a las   distancias entre lumbreras  son más elevadas y van desde los 35 metros a los 41 metros,  medidas que también  pueden cuadrar con  patrones romanos. En este tramo no existen estructuras de ladrillo ya que la roca es muy firme y eso impide, de momento, una datación aproximada. Si bien hay sectores de la mina muy concrecionados por filtraciones de agua y en algunos puntos,  los grandes grosores de dichas formaciones apuntan a una gran antigüedad.
Volviendo a la galería que nos ocupa  y siguiendo el rumbo Noroeste que llevábamos alcanzamos una lumbrera o pozo de 9.5 metros de profundidad. Hemos recorrido 150 metros sin pozos desde la bifurcación de la galería principal. Desde este pozo la galería cambia y gira más al noroeste adquiriendo unas dimensiones de 4.5 metros de altura. Según nos indica la topografía hemos retomado la galería principal. De hecho del mismo pozo parte  una galería excavada  a un nivel superior y  que lleva  rumbo hacia la zona taponada por lo que estamos justamente en el “puenteo” de esta la galería. Las razones de este cortocircuito habremos de buscarlas  probablemente en un ajuste de niveles para que circule el agua  ya que no vemos evidencias de derrumbes y  la galería parece tapada a conciencia.
A partir de este punto encontramos frecuentes obras de refuerzo  ya que a veces el terreno es blando. Dichas obras de refuerzo  tienen características comunes  y es el uso material procedente de la misma excavación,  alternado con ladrillos y en algún caso tégulas. La morfología de la  galería es muy irregular en algunos sectores.
Galería completamente revestida con bóveda de piedras
 

Galería irregular parcialmente revestida

 Las estructuras que nos encontramos sucesivamente son primero dos revestimientos de mampostería de  unos seis metros de longitud y cuatro de altura. Como sucedía en la primera estructura rematada con ladrillo que ya hemos descrito los muros comienzan a 1,20 metros por encima del lecho de la galería. La primera de las estructuras tiene  la cubierta superior derrumbada y  la segunda se encuentra  en muy buen estado. Están compuestas por hiladas de piedras medianas  unidas con mortero de cal y rematada con grandes losas del mismo material  toscamente labradas. Estas grandes losas han tenido que ser colocadas desde arriba , desde un hueco superior de la galería, que esta abierta por uno de sus extremos y rellena de piedras por el contrario.

Unos veinte metros después de  estas dos estructuras encontramos un  gran muro de mampostería que cierra completamente la pared derecha , construido también con hiladas de piedras y elevado 1,40 metros sobre el lecho. En esta ocasión parece que se ha utilizado arcilla para unir las piedras y entre estas se han colocado algunas piezas de ladrillo de la misma tipología que los de los arcos y que podrían haber sido colocadas  para sustentar algún tipo de andamiaje y  facilitar la construcción de la zona superior.
Gran muro de mampostería  consolidado con arcilla. En la imagen se aprecia un ladrillo que podría ser un soporte para un andamiaje.
 Estas  estructuras, de las que hay varias a lo largo de la galería,  parecen destinadas a contener betas de arcilla o taponar grandes huecos naturales. También encontramos ladrillos colocados en fisuras y huecos simplemente empotrados y sin ningún tipo de mortero  cuya finalidad parece simplemente la de tapar o contener  betas de material blando. La galería continua con las mimas características unos cincuenta metros  hasta  que en la base de un pozo encontramos  una de las zonas más curiosas e interesantes de la mina. Es una galería superior que discurre a un par de metros  por encima de la galería principal  y que esta completamente revestida con piedras y mortero.
Detalle del muro de mampostería y del mortero
Ladrillos empotrados en una fisura en la pared
 A la entrada de esta  galería hay una cámara  que parece originariamente  natural y que ha sido revestida en parte. Entre las piedras que forman el muro encontramos algunas tégulas y restos de ladrillos que han sido usados de relleno. También encontramos algunos restos cerámicos que parecen de tipología romana. La galería artificial tiene unas dimensiones medias de 40 cm. de anchura por 1,60 metros de altura (aunque creemos que esta no es la altura original ya que esta parcialmente rellena de escombros) y ha sido claramente construida desde arriba. Es similar a las anteriores que existen en la galería sólo que a parte de ser mas estrecha y tener menos altura tiene mucho más desarrollo. Como ya hemos comentado esta parcialmente colmatada por material que parecen restos de excavación, probablemente de la galería que excavaron para puentearla. Por esta galería podremos progresar unos veinte metros hasta un tapón impenetrable. Parece construida aprovechando una cavidad natural preexistente. A la zona superior de esta galería se puede acceder por un hueco situado unos metros más adelante siguiendo  la galería principal y donde se puede comprobar como efectivamente se trata de una galería natural. Creo que en esta zona se limitaron a revestir un cauce preexistente de agua. De hecho las galerías artificiales  contactan en algunos puntos con galerías naturales, en la mayoría de los casos se han tapado salvo en un caso en que se ha dejado abierta  siendo una galería penetrable y que esta pendiente de topografiar y estudiar.

Trazado topografiado hasta la fecha   de la mina de Alcaudete que alcanza los 2.800 metros,

 Este sector que hemos descrito esta taponado y puenteado por una galería inferior que es por la que discurre el agua actualmente, lo que es la prueba de una reexcavación desde un nivel inicial representado por la galería artificial. La galería inferior que puentea a esta tiene una altura media de 2,5 metros cuando la que llevábamos hasta este punto alcanzaba los 4 metros. De hecho una vez superado este tramo de puenteo, que tiene unos 35 metros recuperamos la altura que llevábamos de 4 metros.  Es en este nuevo sector donde encontramos una nueva estructura de mampostería rematada con arco de medio punto de ladrillos. Tiene unas dimensiones casi idénticas a la estructura anterior y esta ejecutada de la misma forma y también esta elevada  algo más de un metro sobre el lecho de la galería, por supuesto también con la misma tipología de ladrillos y mortero 

Galería artificial realizada en una cavidad natural que ha sido taponada y puenteada por una galería inferior

Interior de la galería artificial que ha sido puenteada.
Tras cruzar esta bóveda  la galería continúa con las mismas dimensiones hasta que recorridos unos treinta metros  llegamos a un sector  donde la galería cambia substancialmente y que podría corresponder a una ampliación de la galería original ,  ya que es aquí donde encontramos el manantial seco situado sobre el cauce actual y puede  ser el punto donde naciera en un primer momento la mina. Esta galería superior esta comunicada con el exterior por un pozo, es en parte natural  y tiene un  desarrollo de unos treinta  metros , culminando en un manantial seco. Esta  puenteada por una galería inferior de apenas un metro de altura y   que conecta tras recorrer unos venticinco metros con un sector de la mina muy peculiar. Lo que nos encontramos ahora  es una galería de unos 2,5 metros de altura media y la anchura normal de entre 0,60 y 0,70 cm. Lo característico de la misma es que es una galería que va dando constantes quiebros y presenta un alto grado de erosión . Se aprecian algunos derrumbes en techos y paredes y labores de desescombro recientes. Creo que esta peculiar morfología es debida a intentar retener la velocidad de la corriente de agua   y así paliar la erosión de las paredes.  Este nuevo tramo de galería culmina, tras   unos cincuenta metros, en un derrumbe por el que brota el agua entre los bloques. En principio no sabemos a ciencia cierta si tras este derrumbe esta el manantial que da origen a la mina o continua la galería. Por encima del agua y entre los cascotes  se observa un arco excavado en la roca con una destreza que no es habitual en el resto de la mina y que no es el inicio de una galería sino el acceso a una especie de cámara de la que sale el agua, ¿un arca de agua?.
Galería previa al derrumbe final donde se aprecian obras de desescombro recientes por derrumbes del techo
Curioso arco de factura algo más elaborada y situado en la zona inferior del derrumbe al final de la galería
  El sector de la mina que hemos descrito tiene un desarrollo de unos ochocientos metros  y la mina en total supera ampliamente  los tres mil  metros. Esto da idea de lo mucho que aún queda por investigar. Una vez concluidas las topografías continuaremos desarrollando los  muchos trabajos de investigación que confirmen o desmientan las teorías que tenemos sobre como se construyó este formidable acueducto subterráneo.

Planta de la galería principal de la mina de Alcaudete. Estan marcados todos los pozos (puteis), un total de 37 y las galerías de puenteo marcadas en rojo. 



La mina de agua de la Huerta de Martín Pérez

La llamada Huerta de Martín Pérez esta localizada unos dos kilómetros al Este de Carmona, en la Campiña. El acceso más directo  es tomar por  la antigua carretera N-IV que parte  de la llamada “Puerta de Sevilla” desde el  Casco Urbano en dirección a la autovía A-4,  recorridos unos tres kilómetros y antes de llegar a la  autovía parte un carril a nuestra izquierda que nos conduce al paraje conocido como “Cueva de la Batida”, que son unas  antiguas canteras de roca calcarenita explotadas en tiempos Romanos y Medievales. 

















Llegados al carril y recorridos unos ochocientos metros habremos de tomar por una bifurcación que sale  a nuestra derecha y que pasa por un túnel bajo la autovía .Saliendo del túnel estaremos en la finca, presidida por una fuente-abrevadero construida recientemente. El elemento más destacable del paisaje es su característico  torreón medieval y  por la que esta finca es tan conocida. En las proximidades del torreón existe una huerta y los restos de un gran caserío. La funcionalidad y origen del torreón sigue siendo a día de hoy incierta ya que no parece estar en un lugar idóneo para la vigilancia, bajo un cerro y no encima de él,  ni esta construido  con los materiales morfología y  consistencia  de otras torres de vigilancia existentes en la zona.
La torre tiene una planta rectangular de unos cinco metros de lado y una altura de casi seis metros. En la base se observan grandes sillares de roca calcarenita que realmente desentonan con el grueso de sus muros que  son de mampostería combinada en algunos puntos con ladrillo y que pueden ser restos de construcciones más antiguas. Los muros se hayan en gran parte enlucidos con mortero de cal y arena sobre los que se han incrustado en fresco fragmentos de cerámica y pequeñas piedras. Se observan remodelaciones en los muros que han reconfigurado  huecos de ventanas y puertas originales. No existe la cubierta superior que se ha derrumbado pero si se observan dos plantas en las que se conservan  restos de la estructura de vigas de madera de los forjados. La zona superior está almenada, lo que le confiere un carácter defensivo.
  
En el antiguo libro del “Repartimiento de Carmona” no se encuentran referencias expresas a esta finca de “Martín Pérez”  pero sí hay repobladores de la campiña con este nombre sin poderse concretar a  cual de ellos hace referencia, si es que hace referencia a alguno. Lo más probable es que se trate de una antigua torre de alquería restaurada en época medieval y entregada a caballeros o peones como donadío o heredamientos. En cuanto a su uso no se puede descartar que pudiera haber sido usada como molino y su situación próxima a un manantial de agua puede sugerir un carácter protector  del mismo, como sucede en otros emplazamientos. La finca ha estado habitada hasta épocas recientes. En una foto aérea del 2002 hemos apreciado que los edificios principales estaban aún en buenas condiciones, hoy están derruidos  quedando los restos de varias dependencias, un aljibe subterráneo dos  albercas y una huerta que sigue existiendo  en la actualidad. El agua que alimentaba toda la finca sale de la mina de agua  que nos ocupa.
En cuanto al carácter arqueológico de la finca como antiguo y continuado  lugar de poblamiento es muy notable. Aparece en las cartas arqueológicas como un posible asentamiento romano de Época Imperial, donde se han recogido, mezclados con cerámicas árabes y medievales  innumerables restos de ladrillo, tegulae y sigillata hispánica. (“Amores Carredano” y “Michel Ponsich”). Las evidencias reflejan que se trata sin duda de un primitivo asentamiento como mínimo de época romana  asociado a una importante fuente de agua que como en otros casos en los Alcores  mana de una mina excavada en la roca. Nosotros hemos localizado dos murallas de cerramiento, una en el lado Este y otra al Oeste, hacia el Norte la finca está cerrada por un cerro,  estando la mina en el eje central de la zona comprendida entre ambas murallas. También hemos localizado al Oeste de la finca y lindando con un gran arroyo que cruza paralelo a la autovía  muros de mampostería que aún siguen en pie e innumerables restos de muros desechos. Sin duda fue un asentamiento muy importante. No se puede  dejar de lado la posible  relación de este establecimiento con la cercana Cantera  de la Batida, situada a unos novecientos metros al Oeste. Una explotación de esta envergadura debería de tener asociado un núcleo urbano formado  por cientos de trabajadores. Las canteras se encuentran a mil setecientos metros del casco urbano de Carmona y esta finca, como ya hemos referido, dista menos de un kilómetro. Otro dato importante y que no debe ser casualidad  es  la cercanía del emplazamiento al trazado de  la Vía Augusta, trazado que se ha conservado hasta épocas recientes.

La mina se sitúa en la zona alta de la finca, bajo la colina. Sus coordenadas aproximadas son: X. 2679442, Y.41521616, 158 m.s.n.m. El único pozo de acceso está protegido por una estructura de muros abierta y rectangular de unos dos metros de altura con una factura de apariencia medieval y compuesta de ladrillos de 25X12,5X0,4 cm. combinados con mampostería y cubierto con enlucido de mortero de cal. La tipología de los ladrillos parece apuntar a una época más recientes que la Medieval si bien es cierto que la estructura parece remodelada o restaurada partiendo de otra más antigua .Sin duda tiene una función protectora, pudiéndose apreciar que originalmente estaba rematada con una cubierta y cerrada con una puerta. El pozo está coronado con un brocal rectangular hecho de ladrillo de la misma tipología que los anteriores de 1 metro de alto y 1,20 de ancho. Sobre esta estructura ha crecido una gran higuera cuyo grueso tronco sirve de eficaz apoyo para descender el único pozo que nos lleva a la mina.Tiene sección circular y seis metros de profundidad.

En la base de este pozo que en el momento de la exploración estaba seco (creemos que en épocas de abundancia de agua la mina debe tener los niveles de agua mucho más altos) encontramos dos galerías en sentidos opuestos Norte-Sur. La galería Sur, que es la que va hacia la finca, esta completamente cegada, sobre el derrumbe se ven materiales de construcción modernos por lo que pensamos que el taponamiento ha sido reciente. En la pared lateral del pozo que da hacia el Este hay una galería que ha sido tabicada con ladrillo moderno y bajo la misma hay una «represa» hecha de este mismo material. Todo sugiere que los últimos habitantes del cortijo taponaron estos conductos para mantener un cierto nivel de agua en el pozo y no se llegara a secar. Como suele pasar en toda la zona los manantiales que alimentan la mina han debido de disminuir mucho su caudal en los últimos tiempos.

Desde la base del pozo arranca una galería con una dirección de 348º grados y sentido descendente que a los pocos metros alcanza el agua, tiene una altura de casi cuatro metros y un ancho que oscila entre los ochenta centímetros y el metro. La galería está excavada en un estrato de caliza tableada lo que le confiere a la galería una forma muy irregular en las paredes y plana en el techo. Se aprecian lucernarios excavados en la roca con marcas negras del hollín de la llama. Recorridos unos quince metros con un nivel de agua de más de un metro alcanzamos un colector formado por un ensanchamiento donde convergen cinco galerías contado también por la que venimos. Sobre esta sala se abre un pozo circular cerrado al exterior de un metro de diámetro y que arroja con el telémetro láser una altura de casi catorce metros.
De la pared derecha (Este), parte una galería con un nivel de agua muy alto. Hacia el Noroeste aparecen dos galerías casi paralelas  y a nuestra izquierda (Oeste) arranca una nueva galería que se ciega completamente a los pocos metros y que creemos puede estar asociada a un pozo sin continuidad  encontrado a unos treinta metros al Oeste de la mina. Tomando por la galería que se abre más al Oeste y que toma un rumbo de 294º grados, entraremos en un sector de secciones más reducidas de un metro y medio de alto por ochenta centímetros de ancho  y con una altura de agua de noventa centímetros. A los quince metros un recodo a la izquierda recoge agua de un manantial que brota del suelo y tras recorrer otros quince metros culmina en un quiebro de la galería en ángulo recto donde nace un nuevo manantial también del suelo. En este punto se aprecia una gran acumulación de fragmentos de roca  extraídos del lecho del manantial, seguramente para mejorar el caudal. Se aprecian señales de picos de hierro y lucernarios excavados en las paredes, a distancias de unos dos metros y alternando en pared derecha e izquierda. También se localizan excavaciones regulares  por encima del agua que por su disposición no parecen  lucernarios, sino muescas para poder andar sobre la galería sin mojarse.
Volviendo al colector y tomando por la galería que parte casi paralela a esta última  en un rumbo Noroeste de 341º grados entramos en un sector de secciones algo más grandes, más de dos metros de alto por uno de ancho,  por lo que pensamos que esta puede ser la continuidad de la galería principal de la mina, la altura del  agua en esta zona  llega hasta un metro sesenta . Recorreremos unos doce metros hasta un recodo donde nace un nuevo manantial. Es curioso que cada vez que la galería alcanza un manantial esta gire en un ángulo de 90º. Puede sugerir que se excavaba con un rumbo indefinido hasta conectar con un venero de agua que siempre cruzaba perpendicular a la galería excavada. Esta galería esta también llena de lucernarios y marcas de las llamas.

Sólo nos   queda por describir  la última de las galerías que parte del colector en dirección Noroeste con un rumbo inicial de 37º grados y que poco a poco gira hacia los 70º grados. Esta es la  galería  en  la que mayor altura de agua encontramos, casi dos metros en algún punto. Tras recorrer unos quince metros gira bruscamente hacia el Norte y culmina en una sala con dos manantiales que brotan del suelo. También apreciamos aquí los lucernarios con sus marcas bien visibles sobre la cálcarenita. La longitud total de la mina es de 81 metros y su profundidad desde la zona más alta que es el pozo vertical 15 metros.

Como conclusiones podríamos afirmar que estamos claramente ante una mina de abastecimiento de un núcleo urbano. Las evidencias arqueológicas a nivel de suelo  nos remontan al menos  a una ocupación romana (sin descartar un poblamiento anterior a falta de excavaciones) por lo que podríamos inferir y a falta de otro punto de agua conocido  en la zona que la mina hubo de ser construida por estos primeros pobladores. La mina tiene unos patrones morfológicos y constructivos  que encajan con la tipología de excavación romana. La ausencia de estructuras de ladrillo (salvo las del pozo de entrada que son recientes) no permite una datación más concluyente. Ha sido excavada con iluminación primitiva de lámparas de aceite (lucernas) y excavación de  lucernarios (huecos para apoyarlas) técnica típicamente romana. Existe una galería principal o  colector  sobre la que se abre un pozo (excavado para la extracción de materiales) y que recoge el agua de tres galerías recolectoras de corto desarrollo culminadas en  manantiales. Este pozo tiene casi quince metros de profundidad, esta sellado y tapado y nos ha sido imposible localizarlo por el exterior, aún sabiendo donde está no queda ninguna huella ni rastro del mismo. Las aguas convergen en este  colector y se encauzan hacia el pozo por el que accedemos a la mina. La gran altura de la galería principal sugiere que se buscó cierta función no sólo de conducción sino de almacenamiento de agua, muy adecuada para épocas de sequía. 
En la siguiente foto aérea se dibuja la mina en trazo rojo y la situación de los diferentes elementos encontrados, como el pozo ciego, los restos de murallas en color verde, la localización aproximada de los yacimientos y muros de mampostería y el recorrido aproximado que sigue el agua de la mina hacia la finca y que es impracticable en la actualidad en trazo amarillo. 
De la base del pozo de acceso parten lo que parecen dos galerías conductoras completamente cegadas  en la actualidad,  probablemente se hizo para  intentar mantener el nivel agua. Hay una represa de ladrillo  que así parece demostrarlo. Suponemos que bajo el nivel de esta represa se ha colocado una tubería que es la que conduce el agua  hasta la finca. Las direcciones de estas dos galerías sugieren los emplazamientos de los asentamientos a los que abastecía. El primero donde está el actual cortijo y donde en tiempos modernos  alimentaba un aljibe subterráneo  y hasta donde sigue llegando el agua en la actualidad,  encauzada por tuberías que riegan la huerta. Creemos que el cortijo está construido sobre el primitivo asentamiento romano. El segundo hacia el Este donde hemos encontrado también una muralla de cerramiento y restos de edificaciones romanas. Esta galería esta tapada con ladrillos y podría ser abierta para su exploración. 

Otro hecho importante y creo que destacable  es que parece que estamos ante una mina a medio construir o cuyo proyecto de ampliación se paró. Sabemos que la técnica constructiva sobre la que se desarrollaban las minas era la de primero construir pozos verticales que luego eran conectados con galerías horizontales.  Existe un pozo de unos siete metros de profundidad, cegado por escombros excavado al Oeste de la mina y una galería inacabada  que arranca desde el colector hacia este pozo buscando probablemente nuevos manantiales hacia el  Oeste y donde efectivamente sabemos que existen, ya que en las obras de la autovía (que pasa por esta zona) fue puesto al descubierto un manantial que actualmente es el que  abastece la fuente-abrevadero existente en la finca.   

Parece que en Época Medieval y hasta tiempos recientes  se protegió el manantial mediante estructuras de cerramiento y defensivas siendo la mayor prueba de ello el curioso   torreón con carácter marcadamente  militar. Puede que fuera un punto de agua de vital importancia en esta época y no dejo de pensar en su relación con la explotación próxima de la cantera de la  Batida y la importancia que también esta tuvo  en Época Medieval. Sin olvidarnos claro está de su relación con la Vía Augusta, calzada que perduró hasta época reciente como una vital vía de comunicación de la Carmo Romana , Islámica y Medieval.
La topografía de la mina ha sido realizada con Telémetro láser, brújula electrónica y clinómetro digital. Los datos han sido procesados con el programa para topografía subterránea «Visual  Topo» .El alzado y la planta han sido dibujados con el programa de dibujo Corel Draw.
Algunas de las fotos han sido realizadas por el compañero Manolo Bernal.


Fuentes consultadas:

AMORES CARREDANO, Fernando. Carta arqueológica de Los Alcores: Sevilla. Diputación Provincial, 1982. 84-500-8180-7.

PONSICH, Michel. Implantation rurale antique sur le Bas-Guadalquivir. V. I. 1974, 240.

«BASE DE DATOS DEL PATRIMONIO INMUEBLE DE ANDALUCÍA» Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, Consejería de Educación Cultura y Deporte . Junta de Andalucía.

«BLOG, LA OTRA CARMONA». http://laotracarmona.blogspot.com.es/2009/11/torre-de-la-huerta-de-martin-perez.html

«CASTILLOS NET» www.castillosnet.org

.

La Mina de Agua de Alcaudete

La mina de agua de Alcaudete es sin duda uno de los acueductos subterráneos más impresionante y poco conocido que podemos encontrar en Andalucía. La mayor parte de su trazado discurre bajo las tierras de la Finca de Alcaudete, situada a un kilómetro de la salida de la Población del Viso del Alcor en dirección a Carmona. Las aguas de esta mina movían los rodeznos de cuatro molinos hidráulicos construidos a principios del siglo XVIII y a los que pertenecen los restos que existen en la actualidad.
La finca es un enclave arqueológico excepcional, sobre el terreno destaca la elevación artificial conocida como “Túmulo o Motilla de Alcaudete”, realizada por acumulación de piedras y tierra en forma de pirámide truncada y base elipsoidal, de unos veinticinco metros de altura por unos ciento treinta metros en su base más ancha y situada en un punto estratégico dentro de la finca, que es justamente el puerto natural entre la Vega y la Colina.

Las primeras referencias de la Motilla y del entorno arqueológico de Alcaudete que hemos encontrado datan del año 1885 y proceden de la conocida como “Sociedad Arqueológica de Carmona”que dirige una serie de visitas a la zona con objeto de explorar la Motilla. El afamado arqueólogo y miembro de la Sociedad Jorge Bonsor realiza varias excavaciones en una de las laderas y dibuja un plano en planta de la misma. Los hallazgos de origen romano encontrados en estos primeros sondeos inducen a Bonsor a considerar el túmulo como romano, teoría que posteriormente ha sido rebatida por arqueólogos modernos como Fernando Amores que la considera como un bastión defensivo asociado a un poblado calcolítico (al menos 1500 años antes de Cristo) situado en su base y del que ciertamente Bonsor ya encontró evidencias, como fragmentos de cabañas y cerámica. Existen restos de una muralla de piedras (que se aprecia en la foto siguiente) y que podría ser parte del cerramiento defensivo o de la necrópolis de dicho poblado.
El caso es que la interpretación arqueológica de la Motilla es muy complicada y esta lejos de aclararse, sobre todo por la ausencia de excavaciones y estudios más profundos, existiendo diferentes teorías en cuanto a su origen y funcionalidad. Lo cierto es que los numerosos fragmentos cerámicos encontrados en sus laderas, que abarcan un amplio estadio de tiempo de la Edad de Bronce a la Época Íbera, Romana y en menor medida Islámica sugieren por su tipología un lugar de culto más que defensivo o de habitad. Por otro lado algunos sillares que delatan la primitiva existencia de un edificio y dos grandes silos situados en la parte superior sugieren su uso como almacén de grano protegido por su altura de la humedad de la vega y de los posibles saqueos, cosa que concuerda con un establecimiento rural-agrario de mucha importancia como atestiguan los restos existentes. Sin dejar de lado la idea, sugerida por algunos investigadores de que fuera un templo de culto a alguna divinidad. En sus laderas han aparecido innumerables enterramientos íberos y romanos lo que induce a pensar en su sentido religioso. Lo más probable es que tuviera diferentes usos a lo largo de la historia y que haya sido reutilizado e incluso transformado.

Bonsor realiza diferentes excavaciones en zonas próximas a la Motilla que evidencian un primitivo asentamiento de la Edad del Bronce. También excava varios túmulos funerarios de cremación con matices considerados orientalizantes o Tartesicos fechados en la primera mitad del siglo VII a.C. Estas excavaciones han constatado una ocupación continuada hasta momentos Íberos.
Sobre estos primitivos asentamientos se superpone una clara e intensa ocupación romana desde Época Republicana, atestiguada por innumerables restos visibles sobre el terreno (grandes sillares, tégulas, ladrillos y cerámica). Estos restos asociados a Villaes dan constancia de al menos cuatro grandes núcleos de poblamiento en la zona desde el siglo I que parecen evidenciar que Alcaudete fue uno de los establecimientos rurales que más perduró en el tiempo tras el sucesivo abandono de las estaciones agrícolas romanas manifestado en todo los Alcores a partir del siglo III. Es por este motivo que los arqueólogos lo consideran uno de los principales enclaves agrícolas de la Carmo Romana. Entre las razones de este hecho se alega su situación estratégica y la abundancia de agua, pero lo cierto es que en los Alcores hay muchos enclaves que también cumplen estos requisitos. Otro factor que en mi opinión no se suele tener en cuenta es el hecho de que si Alcaudete cuenta con un suministro de agua tan importante y caudaloso es fundamentalmente por la mina de agua allí existente y esto va a colación de los que opinan que toda la infraestructura hidráulica de Alcaudete es de naturaleza islámica, basándose en que sobre la finca también esta presente una clara ocupación islámica, atestiguada por algunos restos de edificios y gran cantidad de cerámicas vidriadas, lo que sugiere la existencia de una alquería de cierta importancia.
Otro elemento representativo de Alcaudete son sin duda los restos de sus molinos hidráulicos, diseñados mediante el sistema de origen islámico de atarjea y cubo típicos de los Alcores. Los molinos datan de principios del XVIII, época en la que se produce en la zona un intenso crecimiento demográfico unido al desarrollo de explotaciones de cereal por toda la vega.
El conjunto está compuesto por un total de cuatro molinos que reciben sucesivamente el caudal de agua transportado por las atarjeas en tramos aéreos y otros cubiertos. Los molinos se nombran por orden hacia la Vega como San José, Santa Bárbara, San Nicolás y San Antonio. Hay evidencias de que se construyeron sobre estructuras ya preexistentes que se presuponen islámicas. En la foto aparece una imagen de uno de los molinos y su atarjea, a la izquierda se puede ver la atarjea de un segundo molino, tomada de J.M. Espejo.

A finales del SXIX Alcaudete deja de ser una explotación cerealistica y se incorpora de forma muy intensa el cultivo del olivo, construyéndose en esta época una almazara de aceite que aún se conserva en el cortijo. La historia más reciente de la finca está bien documentada por figurar en el Repartimiento de Carmona como el mayor donadío de tierras, siendo asignada a Doña Juana de Ponthieu, segunda esposa de Fernando III. A comienzos del XVIII pasa a ser parte del patrimonio rustico de los Lasso de la Vega y al Sevillano Monasterio de San Benito. Actualmente es propiedad de la familia Blázquez Fernández. Sobre la historia antigua de la finca no hay prácticamente datos a parte de las evidencias de poblamiento desde la Edad del Bronce y que debió ser un importante enclave rural romano. En referencia a momentos islámicos sólo se sabe que perteneció a un alto funcionario musulmán y poco más.
Los molinos se abastecían de la mina de agua excavada en la calcarenita que recoge y encauzaba el agua de al menos seis manantiales subterráneos, alguno de los cuales esta a más de un kilómetro de los molinos. El sentido de la mina en ausencia de un gran núcleo urbano es abastecer a los molinos y por lo tanto siempre ha existido una asociación lógica entre ambas construcciones, datar el origen de la mina es por tanto datar también el origen de los molinos.

Exploré por primera vez esta mina en el año 1995 , pude recorrerla en parte y topografiar un sector de los conductos auxiliares que suministraban el agua al colector principal.
En fechas recientes hemos retomado su exploración no sin algunas dificultades burocráticas que estamos pendientes de resolver .Hasta la fecha hemos realizado dos largas incursiones en la mina que nos han permitido topografiar parte del conducto principal, recabar datos morfológicos y reconocer las estructuras de ladrillo y mampostería existentes en su interior. Cuando accedí a la mina para estudiarla lo hice con la premisa de que probablemente estábamos ante una obra de origen islámico por paralelismo con los supuestos orígenes de los molinos, sin embargo las evidencias encontradas en el interior apuntan en otra dirección muy distinta.
La entrada más cómoda y accesible a la mina es una pequeña caseta de captación situada cerca de la Ermita de Santa María del Alcor, dentro del terreno donde se celebra la Romería del Viso del Alcor, está rotulada como «agua de Alcaudete». Sus coordenadas son 260701X, 4143875Y.

En este punto la galería discurre a unos cuatro metros de profundidad existiendo una escalera de madera para bajar a la mina. Desde aquí el agua se encauzaba a la atarjea de los molinos .Actualmente en este punto existe un aljibe subterráneo moderno desde donde se distribuye el agua a las fincas. Desde la base de este pozo la galería se desarrolla en dirección noroeste (contraria a la Vega) y comienza como un túnel excavado a pico de unas dimensiones de casi tres metros de alto por ochenta centímetros de ancho, la altura de agua es de medio metro. Al poco de avanzar encontramos un cruce que trae agua de la zona noreste donde hay un entramado de galerías de más de trecientos metros de longitud que recogen agua de varios manantiales situados bajo el mismo cortijo de Alcaudete y la colina. Este sector tiene unas galerías de dimensiones y secciones muy cambiantes que en algunos sitios llegan a ser rectangulares. Las galerías cuadradas se suelen excavar en terrenos blandos para facilitar su encofrado con madera, es una técnica genuinamente minera. Las anchuras son muy constantes, de unos 60 cm. pero las alturas varían desde un metro a dos metros. Los pozos o lumbreras están distribuidos arbitrariamente no superando los seis metros de profundidad, además suelen ser pozos redondos y de pequeña sección . No hay construcciones internas de refuerzos pero en algunos puntos existen lucernarios ( pequeños huecos excavados a diferentes alturas y que servían para albergar las pequeñas lucernas de barro alimentadas con aceite con las que iluminar el frente de excavación). El trazado tan cambiante y sinuoso de la galería sugiere que se excavó buscando un venero de agua ya preexistente. Existe un punto donde la galería se ha colapsado y se ha hecho una obra moderna con tuberías para que el agua circule. Este sector está topografiado pero queda pendiente un estudio más a fondo para intentar determinar si pertenece a la obra original de la mina o puede ser un conducto posterior o ampliación. Lo seguro es que su función es aportar agua de tres pequeños veneros cuyo caudal es muy exiguo en la actualidad.

Volviendo a la galería principal vamos encontrando pozos a distancias que oscilan entre los 11 y 30 metros y que poco a poco van ganado en profundidad al mismo tiempo que aumenta la altura de la galería. En este sector se ven muchas remodelaciones recientes incluso un derrumbe total de la galería que ha sido reexcavado y coincide que está bajo el trazado de la carretera y el cruce del camino de entrada al cortijo cosa que no debe ser casualidad. Hemos de tener en cuenta que la mina alimentó los molinos construidos a principios del siglo XVIII y es posible también que molinos árabes. Algunas de las reformas y limpiezas del acueducto debieron de realizarse en estas épocas y por supesto tambien en tiempos recientes .Este tramo de galería presenta peculiaridades como sucesivos cambios de dirección y distancias entre pozos que no concuerdan con los patrones que luego observamos, por lo que pienso que este sector es el más alterado respecto a la mina original.

Recorridos unos ciento setenta metros llegamos a un muro de ladrillo moderno realizado para represar el agua y sobre el que se abre un pozo cubierto con una nueva caseta de captación la primera vez que accedimos a la mina lo hicimos por este pozo en el que existe una escalera de hierro en muy mal estado y a la que le falta la parte inferior por lo que descendimos rapelando. En este punto la mina ya adquiere unas dimensiones uniformes de unos cinco metros de alto por setenta de ancho y los pozos se distancian entre ellos a patrones constantes de 18.7 metros siendo la profundidad de los pozos también muy constante de unos 10 a 11 metros (la galería de la mina es prácticamente horizontal por lo que a discurrir bajo un llano la profundidad es más o menos constante). Se aprecian lucernarios a diferentes alturas y espaciados algunos metros unos de otros. Recorridos 236 metros a una dirección casi constante que oscila entre los unos 315 y 340 grados la galería gira para tomar una dirección casi exacta de 360 grados, es decir al Norte. Es en este sector donde encontramos la primera obra de refuerzo consistente en una bóveda de ladrillo de medio punto con sustentación a base de muro de mampostería todo unido con argamasa y con unas dimensiones de unos siete metros de largo por unos cuatro de alto. Los ladrillos que hemos podido medir son todos de factura romana con unas dimensiones de 29,6X22X0,6 cm. un pié romano de largo por medio pie más un cuarto de ancho, un ladrillo muy común de la Bética romana de época Imperial. La siguiente foto es un detalle de uno de los ladrillos extraídos de la mina para su estudio y que se encontraba suelto.

En uno de los extremos del arco se aprecia una zona que parece reforzada o restaurada y se ven algunos ladrillos que podrían ser árabes o medievales. El nervio central del arco (dovela) presenta un relleno con argamasa sin ser visible el ladrillo. Sobre el arco se abre un gran espacio relleno de piedras en algunos puntos y que debió ser el responsable de la construcción del arco ya que las paredes son firmes, puede que una gran beta de material blando. Unos treinta metros más adelante de la bóveda aparece una bifurcación de la galería con dirección Este que es la que actualmente aporta toda el agua a la mina. La galería principal continúa con las mismas características y dimensiones pero girando un poco más hacia el Este, el agua desaparece en este punto y la mina se seca completamente . Este sector queda pendiente de explorar y topografiar.

Volviendo a la bifurcación que aporta el caudal de agua entramos en un sector muy distinto al precedente, la galería se ha excavado sin pozos de ventilación con unas dimensiones normales de 1,80 a 2 metros por 0,60 cm., a falta de pozos para extraer el material de excavación se han aprovechado galerías ciegas ensanchamientos y oquedades naturales para rellenar con escombros y al ser la roca muy dura son muy visibles las huellas de herramientas (picos y cinceles de hierro). Los luceranrios en estas galerías están muy juntos lo que sugiere largos turnos de excavación (parece que los lucernarios también servían como sistema de controlar dichos turnos). Por otro lado el hecho de que aparezcan en diferentes lados de la pared (derecho o izquierdo) así como las huellas de las herramientas en distintos sentidos y cámaras de mayor diámetro en diferentes puntos sugieren equipos excavando en sentidos contrarios para encontrase en un punto.

Hemos encontrado algunos números romanos grabados en la roca que podrían corresponder a mediciones o marcas de los constructores pero esto habrá que estudiarlo más afondo.
La galería se desarrolla sin pozos al menos un centenar de metros hasta que conecta con un nuevo sector donde se recuperan las grandes alturas y los pozos situados a distancias regulares de unos veinte metros. La explicación que puede tener esta galería de conexión sin pozos y de menores dimensiones entre dos grandes sectores de la mina puede ser simplemente la de ahorrar trabajo. Parece evidente que la galería en esta zona se desarrolla en un estrato de caliza muy compacta y dura, es casi como hormigón. La excavación en este punto debió de ser costosísima. Al no poder «puentear» este estrato y siendo necesario para alcanzar nuevos manantiales se optó por atravesarlo excavando lo mínimo y sin pozos hasta llegar a una zona de roca arenisca más blanda. ¿Como se orientaban los trabajadores para llevar la galería en la dirección correcta excavando bajo tierra es aún un misterio?, puede que se guiaran por veneros de agua ya existentes o que utilizaran métodos trigonométricos.

En el nuevo sector de grandes galerías encontramos nuevas obras de refuerzo de mampostería pero el arco de medio punto ha sido sustituido por grandes piedras y creo que porque el arco original de ladrillo se derrumbó, ya que sobre los muros de piedras persiste la forma y el hueco vacío del arco en la roca. En las oquedades y salientes de esta zona aparecen muchos ladrillos sueltos quizás provenientes del desplome de dicho arco. En todo este sector aparecen una gran cantidad de ladrillos reforzando algunas zonas de la galería, todos con las mimas medidas que los anteriores . Este ramal se dirige paralelo a la carretera del Viso a Carmona, es decir con dirección Noroeste y es el más largo de la mina, estando pendiente de explorar y topografiar completamente. Hemos localizado en esta zona un antiguo manantial, situado a unos metros por encima del cauce de la galería con acceso al exterior mediante una rampa y que actualmente está completamente seco.

Lo que más sorprende de esta mina son las alturas de las galerías del colector principal que llegan a los cinco metros, cosa que no cuadra en absoluto con la morfología habitual de los conductos de conducción que suelen ser de unos dos metros de altura por ochenta centímetros (el frente de mina era excavado por un solo hombre que iba siendo relevado). Lo primero que pensamos es que esto podía ser por una reexcavación sucesiva del lecho de la galería durante siglos, pero esto quedó descartado al comprobar que los refuerzos de mampostería de los tramos artificiales partían del mismo lecho de la galería y sustentaban bóvedas de medio punto de ladrillo que conservaban esta altura. Además encontrábamos galerías de conexión entre sectores que sí guardaban estas dimensiones normales y por las que habría circulado los mismos volúmenes de agua.

La altura de la galería principal es sin duda la que sus constructores habían querido. La pregunta era ¿por qué? Si lo que queremos es transportar agua hasta un punto para utilizarla basta excavar con las medidas normales de una galería de conducción, aumentar la altura de esa manera es multiplicar a más del doble el ingente trabajo tanto de excavación como de desescombro (cada metro de galería excavado a esa altura genera casi siete toneladas de escombros) tenía que haber un motivo. La única explicación coherente es que la mina no sólo tuviera una función recolectora y de conducción de agua sino también almacenadora, es decir, que fuera también un aljibe. Hemos comprobado como las antiguas marcas de agua llegan casi hasta el techo en las galerías principales lo que podría confirmar esta hipótesis. Si tapamos la salida de la mina con una compuerta y dejamos que toda la longitud, que es de varios kilómetros se inunde tendremos una bolsa de agua considerable con gran presión hidrostática por su altura y que proporcionaría fuerza motriz hidráulica para los molinos durante muchas horas. La gran longitud de la mina esta también condicionada por la búsqueda de manantiales que puedan cargar la mina en un tiempo corto y que hiciera rentable la actividad de molienda. Creo que estamos ante una mina de carácter industrial, condicionada a la explotación de cereal y su trasformación en harina para abastecer a los grandes núcleos de población que ocupaban los Alcores en el Alto Imperio Romano. El pan era sin duda uno de los alimentos vitales y esto explicaría tan y costosa y faraónica obra subterránea.
Siempre ha existido cierta controversia en el sentido de considerar que los primeros molinos hidráulicos hayan sido romanos, pero el registro arqueológico es claro en el hecho de que la mayoría de molinos anteriores al siglo VII se construyeron en el Alto Imperio romano. La lectura de los clásicos también indica que los molinos eran ya conocidos en el siglo I a.C. (Estrabón o Vitrubio) y que para Plinio estaban ya bastante extendidos:
Un claro ejemplo lo tenemos en Barbegal, población francesa cercana a Arlés en el sur de Francia, en donde los romanos construyeron en el siglo II o III un gran complejo industrial harinero, formado por 16 molinos, del tipo conocido como aceña. Los molinos de aceña no tienen atarjea, ni cubo y se alimentan directamente de un embalse de agua con la suficiente capacidad para mantenerlos funcionando durante horas.

Los molinos árabes evolucionaron añadiendo la atarjea y el cubo lo que permitía que la fuerza de la gravedad sustituyera en gran parte a la del agua, pudiendo moler con caudales pequeños. El modelo árabe de atarjea fue el que perduró hasta casi el SigloXX cuando los molinos hidráulicos fueron sustituidos por molinos modernos a motor. El diseño de la mina de Alcaudete es por tanto el más adecuado para mover molinos de aceña aunque por supuesto sirviera en épocas más recientes para mover molinos de atarjea y esto creo que es una evidencia más de su origen romano.

Los ladrillos utilizados en la mina son un elemento fundamental y decisivo para su a datación, al menos aproximada. Se podría plantear la posibilidad de una reutilización pero esto es bajo mi punto de vista absurdo cuando todas las piezas encontradas son iguales. Hay otro dato importante y concluyente que es la existencia de estos mismos ladrillos de refuerzo en la Mina de Agua de Alcalá de Guadaira, donde el grupo GEOS viene realizando un importante estudio desde hace ya más de diez años http://www.traianvs.net/pdfs/2010_08_geos.pdf
La mina de Alcalá es de origen romano y construida en el Alto Imperio, si bien ha sido remodelada y ampliada desde época árabe hasta la actualidad . Son también estos ladrillos los que habitualmente suelen encontrarse en restos de villas rurales romanas asociadas al núcleo poblacional de Alcaudete. Los hemos medido y registrado en yacimientos cercanos como los que se ven en las siguientes imágenes tomadas en las proximidades del cortijo abandonado de “Marileón”. En las fotos se aprecia una solería de ladrillos de medidas 29X22 cm. un gran ladrillo de 60X60 bipedalium, así como restos de tégulas y pavimento opus signinum. Estos restos están diseminados sobre una superficie cultivada de unas tres hectáreas sobre la colina y pertenecen a uno de los núcleos rurales romanos asociados a Alcaudete.
Otro elemento importante para la datación de la mina son los lucernarios , algunos de estos huecos, como el de la foto, aún tienen las marcas del humo de la llama . Este es un sistema genuinamente romano y desarrollado, como el resto de técnicas de excavación de túneles en las minas de mineral, como en el caso de las Médulas en León, donde estas técnicas romanas han sido muy bien estudiadas:
La mayoría de pozos son de sección cuadrada, morfología preferida sobre la redonda y muy utilizada por los romanos cuando se excava en un sustrato blando como la calcarenita por la facilidad de encofrarlos con madera. Las técnicas de excavación de minas de agua son totalmente similares a las empleadas en las minas de mineral.
En la siguiente foto aérea de Google hemos dibujado el trazado de la mina sobre la finca. En trazo más grueso están los conductos ya topografiados que suman unos ochocientos metros y en un trazo fino una aproximación de las galerías pendientes de topografiar en las que encontramos algunas bifurcaciones que no están reflejadas. Las primeras estimaciones nos inducen a pensar en una longitud total de al menos tres mil metros pero podría ser mucho más según conversaciones mantenidas con poceros y dueños de la finca que la han explorado en su totalidad.
Ahora creo por todas las evidencias que estamos ante un acueducto subterráneo de origen romano y si es así los molinos hidráulicos de Alcaudete fueron originariamente romanos.
Esta mina, como otras, esta en un serio peligro de degradación y destrucción y creo que es prioritario protegerla. Sabemos que desde el Ayuntamiento de Carmona hace tiempo que se ha tomado interés en la protección del partimonio arqueológico de Alcaudete incluyendo la mina y los molinos. Actualmente nos hayamos gestionando un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Carmona para la exploración tanto de la mina de Alcaudete como de otras minas cercanas. Los estudios de esta mina están sólo en su fase inicial, sus increíbles dimensiones y complejidad pueden generar años de estudio.
Todas las futuras exploraciones y novedades que sobre esta increíble mina se vallan produciendo las iré reflejando en este blog.
Fuentes consultadas:
«LA SOCIEDAD ARQUEOLÓGICA DE CARMONA»
Carmona : [s.n.], 1887 (Imp. de La Verdad)
«APROXIMACIÓN AL MUNDO RURAL ROMANO EN EL TERRITORIO DE CARMO»
Elisabet Conlin Hayes, Alejandro Jiménez Hernández.
ROMULLA, 11, 2012, páginas 27-57. Revista del seminario de arqueología de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
«EL POBLAMIENTO ORIENTALIZANTE DE LOS ALCORES (SEVILLA) HIPOTESIS DE UN COMPORTAMIENTO»
Fernando Amores Carredano.
«LA SECUENCIA CULTURAL DEL II MILENIO A.C EN LOS ALCORES (SEVILLA)»
Alejandro Jiménez Hernandez.
«LOS MOLINOS HIDRÁULICOS EN LA ANTIGUEDAD»
Juan Palomo Palomo y María Pilar Fernandez Uriel. Espacio tiempo y forma, serie 2, historia antigua t.19-20, 2006-2007, pág. 499-524
“EL ACUEDUCTO A SEVILLA DESDE ALCALÁ DE GUADAIRA».” Asociación “Sociedad Espeleológica GEOS”. AQVAE
«MINERÍA ROMANA», Roberto Matías Rodríguez, «articulos de opinión»
«BASE DE PATRIMONIO INMUEBLE DE ANDALUCÍA»
Consejería de Educación Cultura y Deporte. Instittuto Andaluz de Patrimonio Histórico. Junta de Andalucía.

Adjunto un vídeo grabado durante una de las actividades de exploración de la mina.