La exploración subterránea es una actividad apasionante, tanto en su faceta aérea como la de cuevas sumergidas o Espeleobuceo. Desde que me inicié en esta actividad hace más de treinta años no ha dejado de aportarme satisfacciones, también algún que otro mal rato o situación comprometida ya que es una actividad donde el riesgo siempre esta presente. En este mundo quedan pocas zonas por explorar y el mundo subterráneo es una de ellas.
Desde nuestra Asociación www.aaes.es no hemos dejado de divulgar y dar a conocer desde hace ya algunos años este increíble patrimonio subterráneo que tenemos en nuestra tierra y del que tan poco se sabe a veces. Desde nuestra Asociación hemos también dedicado parte de nuestro tiempo al estudio de las minas de agua. Las minas de agua que ocupan por entero este blog no son cuevas naturales, sólo comparten con las cuevas el ámbito subterráneo pero tienen en su favor el enorme interés arqueológico que de su estudio deriva y que por desgracia suele ser tan poco reconocido y valorado.
En las minas de agua me inicié en la espeleología hace mucho, mucho tiempo cuando exploraba los Alcores Sevillanos, una zona donde abundan las mina y se superponen importantes yacimientos arqueológicos y es que una cosa en este caso implica a la otra. Durante muchos años dejé de lado las minas para dedicarme de lleno a las cuevas naturales, ahora he decidido retomar lo que empecé y recomenzar con la exploración de estas increíbles obras de ingeniería de nuestros antepasados. Las motivaciones ya no son la exploración simplemente es el deseo de conocer e investigar lo que antiguas civilizaciones realizaron con sobrehumano esfuerzo hace cientos o miles de años. Las minas de agua son un patrimonio no sólo prácticamente desconocido sino que en muchos casos se encuentra en un lamentable estado de abandono y destrucción. Desde que empecé a estudiar y explorar las minas hasta hoy, muchas ya han sido destruidas o contaminadas sin que nada ni nadie haya hecho lo más mínimo por impedirlo. Un patrimonio que, como tantos otros, acaba perdiéndose para siempre y es muy lamentable porque las minas guardan en su interior innumerables datos sobre los hombres que las construyeron. Son un lugar que por su naturaleza subterránea ha permanecido casi inalterado durante siglos y siglos. Como pensamos algunos, conocer y estudiar lo que nuestros antepasados construyeron bajo tierra nos ayuda a conocer la historia de nuestra civilización y de esto trata este blog, de intentar aportar algo más de información que ayude a comprender y poner en valor este formidable patrimonio subterráneo.