La mina del cortijo de Trigueros en Carmona fue una de las primeras minas de agua romana que pude explorar y topografiar, allá por el año 1986. Unos años más tarde parte de la mina quedó sepultada por taponamientos intencionados y parte de sus galerías se perdieron. Treinta años más tarde y gracias al firme propósito y apoyo de D. Eduardo Mencos estas galerías perdidas van de nuevo saliendo a la luz. Agradecemos, compartimos y nos enorgullece ser parte activa de este firme interés de muchos ciudadanos en recuperar este patrimonio, y que además y de una manera firme es compartido por instituciones públicas como el Ayuntamiento de Carmona, del que seguimos recibiendo el apoyo necesario para ir poco a poco recuperando y poniendo en valor estas extraordinarias obras hidráulicas subterráneas.