Hemos publicado un video que resume las exploraciones realizadas en la mina:
La mina de agua del Puerto de Brenes o de la Fábrica de Anís.
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Imagen del Puero de Brenes desde el pozo de entrada de la mina. Foto: José Millán. |
Situación y contexto arqueológico:
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Plano del Puerto de Brenes con la Fábrica de Anís donde se puede ver la atarjea que abastecía el molino hidráulico. Foto:José Millán. |
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Sala de rodeznos del Molino de la Fábrica de Anís, donde se identifican las cimentaciones romanas. Foto:José Millán |
El agua que alimenta al molino de la Fábrica de Anís llega por una atarjea elevada que capta las aguas de la mina a trabes de una acequia enterrada. Dicha acequia es un conducto elaborado con muro de ladrillo y cubierta de piedras planas. Tiene una sección de unos cincuenta centímetros de alto por apenas cuarenta de ancho. Junto a este conducto hemos descubierto una arqueta parcialmente enterrada y que según parece era una derivación ya anulada de las aguas hacia unas fincas cercanas. La atarjea esta realizada combinando mampostería e hiladas de ladrillo con terminaciones de enlucido de cal, técnica habitual en todos los molinos harineros construidos a finales del S.XVII en los Alcores. Todo el edificio que abarca tanto las dependencias del molino como la casa del molinero esta hecho de ladrillo, si bien también existen muros de mampuesto en las zonas inferiores. El edificio ha sufrido algunas restauraciones recientes para darle su funcionalidad de fábrica de licores, usándose parte del caudal de agua de la atarjea para el enfriamiento de los alambiques, si bien una gran parte del mismo sigue ejerciendo su primitiva función de alimentar el cubo que desemboca en la sala de rodeznos. La atarjea , al igual que las fachadas del molino, presenta señales de diferentes restauraciones más antiguas, como la que hemos podido registrar por una inscripción hecha a carboncillo sobre el mortero de cal interior del canal de la atarjea y que reza “se arreglo el 1926”. No hemos encontrado referencias históricas concretas sobre la fecha de construcción de este molino, sólo en lo referente a su transformación en destilería. Existe la creencia de que fue un molino árabe pero nosotros no hemos encontrado ni referencia escrita ni prueba física que lo demuestre.
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Interior de la acequia que lleva el agua hasta la atarjea que alimentaba el molino de la fábrica de anís. Foto: José Millán |
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Grafiti hecho a carboncillo de una restauración de la atarjea realizada en 1926. Foto:José Millán. |
A apenas cien metros del Molino de la Fábrica de Anís y en dirección a la Vega encontramos los restos de otro molino similar pero totalmente destruido por el abandono y el hundimiento de los terrenos arcillosos sobre los que está edificado. Este molino utilizaba el mismo caudal de agua que era derivado por atarjeas de molino en molino, manteniendo la altura hasta el cubo. Este sistema de molinos consecutivos suele ser habitual en los Alcores. En la catalogación arqueológica que hemos consultado reza, al igual que la fábrica como un edificio de “época preindustrial”.
Para encontrar las primeras referencias arqueológicas de este Puerto de Brenes hemos de remitirnos, como en muchos otros casos, a finales del siglo XIX , tiempos en que el afamado arqueólogo Bonsor, miembro de la conocida por entonces “Sociedad Arqueológica de Carmona” realiza diferentes prospecciones arqueológicas en la zona que se centran como era habitual en las necrópolis, excavándose diferentes túmulos prerromanos en los puntos más elevados del Puerto y reconociéndose a este enclave como un asentamiento romano de cierta importancia en base a los innumerables restos de edificios presentes sobre el terreno. La referencia más interesante en relación a nuestra mina que hemos encontrado son los estudios realizados muchos años más tarde por el profesor Collantes de Terán. Transcribo un interesante párrafo extraído de la “Base de datos del patrimonio inmueble de Andalucía” refiriéndose al Puerto de Brenes y que resume estos trabajos arqueológicos.
Según Collantes, «vemos el camino jalonado a la derecha e izquierda por numerosas basas de columnas de buen tamaño y otros elementos constructivos trabajados en la piedra del país, que formaron parte de unas termas romanas que existieron en aquel lugar, según se deduce de los escasos restos conservados, de los que pudimos explorar, aunque muy superficialmente, algunos a manera de baños o pilones de mampostería con el característico enlucido de cal y pequeños fragmentos de cerámica y grava menuda. Uno de estos pilones está pavimentado con ladrillos romboidales. También observamos un conducto formado por dos hileras de sillares, cubiertos por losas. Todavía recuerdan algunos carmonenses haber visto las basas a que antes nos referíamos ordenadamente dispuestas en sus primitivos emplazamientos, formando un atrio o patio porticado, y en el corte del alcor, que forma el puerto, existió hasta hace poco, no muchos años, un conducto tallado en la roca calcárea que era practicable en un largo trecho”
Intentamos acceder a la mina por la estrecha acequia que alimenta la atarjea pero la invasión de parte de la galería por grandes raíces y el mal estado de algunas losas de la cubierta nos hicieron desistir, no obstante pudimos comprobar, tras avanzar unos metros que era un conducto de una gran longitud. Seguidamente exploramos la zona inferior del molino donde se encontraban en su día los rodeznos, examinando todas las estructuras de origen romano que están en parte sumergidas, realizando algunas fotos y una grabación. El siguiente paso fue el reconocimiento de dos pozos o lumbreras situadas sobre la colina que preside el Puerto a una distancia de unos cien metros una de otra y que seguro debían ser registros de acceso a las galerías. Para ello tuvimos que levantar las dos grandes losas de hormigón con las que se habían cubierto en épocas recientes. La primera de ellas y más próxima a la fábrica era un pozo típico de mina de sección rectangular y de unos 15 metros de profundidad. La zona superior estaba rematada con un arco de ladrillos sobre muros del mismo material, la tipología de los ladrillos podría ser romana aunque no los llegamos a medir. La estructura se encontraba en muy mal estado estando el muro parcialmente desprendido, las paredes del pozo se habían derrumbado en gran parte y algunas zonas aparecían en un estado muy precario y descompuesto, los escombros habían tapado casi por completo la galería inferior. En tales condiciones no nos atrevimos a bajar pero introducimos una cámara de video con la que pudimos grabar el agua circulando por un pequeño hueco existente debajo del derrumbe.
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Cabecera de uno de los pozos de acceso a la mina rematada con un muro de ladrillo y bóveda parcialmente derrumbada.Foto:José Millán. |
El otro pozo tenía unas características similares pero no era tan profundo, tan sólo unos siete metros, las paredes no estaban en tan mal estado pero la cabecera en este caso estaba compuesta, como suele ser lo habitual, por piedras encajadas que se encontraban sueltas y en una estabilidad precaria, por lo que desistimos de descender. Cuando introducimos la cámara pudimos comprobar la existencia de una galería de mina por la que circulaba un exiguo hilo de agua. Con esto concluimos la primera fase de la exploración, quedando pendiente volver e intentar afianzar la cabecera de este pozo para descender a la galería con seguridad.
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Accediendo al pozo revestido con ladrillos. Foto: Miguelangel Bernal. |
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Detalle del revestimiento superior de ladrillo. Foto Manuel Bernal. |
El muro de ladrillo esta formado por piezas colocadas en una sólo hilada con unas dimensiones que va de 28,9 a 30 cm. de largo y un ancho que va de 21,3 a 22 cm. para un grosor bastante constante de unos 6 cm. El aparejo es mixto alternando hiladas de ladrillos a soga y a tizón, se han utilizado ladrillos rotos o cortados en algunos puntos No se aprecia ningún tipo de argamasa que los una y los muros tienen una profundidad de unos tres metros y unas dimensiones en la base de 1,20 m. por 80 cm. y en la coronación de 1 m. por 50 cm. La tipología de estos ladrillos es claramente romana y totalmente similar a los encontrados en otras minas como la de Alcaudete o Alcalá. Tanto en el muro de ladrillo como en el resto del pozo excavado en la roca existen mechinales dispuestos a ambos lados para introducir los pies o costeros, algunos de los ladrillos de base del muro se habían quedado casi totalmente “volados” y sin sustento por la degradación de la roca, no obstante este hecho no parecía hacer peligrar la estabilidad de la estructura. Se trata sin duda de un pozo muy peculiar y que debía de tener una funcionalidad distinta a la de un “putei” convencional. La primera circunstancia extraña es que se encuentra a apenas tres metros de otro pozo que tiene un remate superior normal de putei, a base de piedras encajadas. Los revestimientos superiores de los pozos son normales en todas las minas de agua en los Alcores ya que suele existir un estrato de arcillas rojas de un grosor variable sobre la roca calcarenítica que es salvado utilizando piedras de la propia excavación y normalmente sólo encajadas entre sí sin ningún tipo de argamasa. Lo llamativo en este caso es la utilización del ladrillo con idea de dar una mayor solidez a la estructura. Otro aspecto curioso es su forma cónica, siendo la base mayor que la coronación.
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Detalle del ladrillo de tipología romana con que estan hechos los muros superiores del pozo , sus medidas son 29X21,5X0,6 cm. Foto:José Millán |
Parece claro que este pozo tenía una funcionalidad especial, quizás estos muros sirvieran de base a una construcción superior ya desaparecida, ya que en las inmediaciones encontramos restos de lo que parecen muros o cimentaciones hechas con toscos sillares de piedra. Las coordenadas de este pozo y que para nosotros será el punto de referencia y origen de la topografía son: 265123,4 X, 4149272,4 Y, 240 m.s.n.m, USO 30. El pozo esta situado en una zona elevada a unos veinte metros a la derecha de la pista que baja desde la rotonda conocida como “Rotonda de los Caballos” en la carretera A-398 Viso-Carmona a la Fábrica de Anís y al Cortijo de la Bóveda. El pozo da acceso a dos galerías situadas a diferentes niveles; Cuando descendemos encontramos una galería colgada situada a 6,4 metros de profundidad y con una dirección de 295º por la que cae un hilo de agua, si seguimos descendiendo alcanzamos la galería inferior situada a 10,8 metros de profundidad y por la que circula actualmente toda el agua de la mina. En las paredes del pozo se aprecian huellas de desgaste en la roca producidas por los intensos caudales de agua que se han precipitado desde la galería superior a la inferior. La pared inferior esta cubierta por gruesas formaciones generadas por chorreo y que evidencian una gran antigüedad. En la ventana que comunica la galería superior con el pozo hay restos de un muro de ladrillo de un metro de altura que podría haber tenido la función de represa para conseguir un cierto nivel de agua, lo que queda evidenciado por las marcas de antiguos niveles de agua, que superan el metro de altura. La tipología de estos ladrillos es similar a los del pozo. Empezaremos describiendo la mina por la galería más alta:
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Detalle desde la base del pozo de entrada a la mina , a la derecha se aprecia la galería colgada que accede a la zona superior de la mina.Foto: Pilar Orche. |
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Galería superior de la Mina de la fábrica de anis. Foto: José Millán. |
Cuando un equipo iniciaba la jornada de trabajo en el frente de mina se excavaba una hornacina en la pared derecha para depositar una vasija de aceite con la que recargar las lucernas durante toda esa jornada, luego se excavaba un lucernario pegado al frente de excavación y a la altura de la cabeza con idea que estuviera lo más próximo posible a la pared y delante de la cabeza para no generar sombras, lo que dificultaría una buena visión. Creemos que al agotarse el aceite de la lámpara y en el momento de recargarla se excavaba un nuevo lucernario casi a ras del nuevo frente de excavación y así sucesivamente. Esto explica que donde la roca es más dura o la galería es más alta los lucernarios estén más juntos y viceversa. Este sistema permitiría además controlar los turnos de excavación simplemente contando lucernarios y relacionándolos al tiempo que tarda en gastarse el depósito de una lucerna. Las distancias entre hornacinas nos dan idea de cuales eran las distancias de roca excavadas por jornada o equipo. Ya hemos hablado de estas técnicas de minería romana en los estudios de lucernarios que hemos podido realizar en la mina de agua de Alcaudete, donde hemos encontrado distancias entre lucernarios de apenas 12 centímetros cuando la roca es muy dura, y hornacinas espaciadas a mayores distancias cuando también aumenta el espaciamiento de los lucernarios.
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Lucernarios distribuidos cada 60 cm. al lado izquierdo del sentido de excavación. Foto: Manolo Bernal. |
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Hornacina para depositar las basijas con aceite. Foto Manuel Bernal. |
La galería discurre sin cambios durante treinta metros hasta un quiebro de casi 90º grados que tras unos tres metros conecta con un primer pozo o puteis, el quiebro puede ser debido a un error en el rumbo de excavación ya que la galería esta excavada en un único sentido hacia el pozo. También podría haber sido realizado a drede para frenar la corriente de agua. Al partir del pozo y como era de esperar la galería recupera el rumbo inicial. El pozo es de sección rectangular, guardando la relación usual de aproximadamente 1.5X0,90 m. (los puteis en las minas romanas suelen guardar una relación aproximada de 3 pies de ancho por cinco de largo) y esta equipado con los típicos mechinales de apoyo a ambas caras del lado más corto del pozo. La cabecera esta tapada con una losa de hormigón reciente y su profundidad es similar a la del pozo anterior, unos siete metros. El patrón de medida entre puteis oscila entre los 30 y 29 metros. Estas medidas no son muy usuales aunque las hemos registrado ocasionalmente en otras minas y que podría corresponder a un patrón de 10 perticas o 20 passus, (1 pertica son 10 pies romanos que son aproximadamente tres metros).
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Putei fotografiado desde su base. Foto: Pilar Orche. |
Las marcas de herramientas de hierro también nos parecen algo peculiares en esta zona ya que no observamos los típicos picos curvos tan presentes en otras minas y canteras romanas , se destacan las huellas de punteros de percusión y lo que parecen cinceles o cuñas con los que se atacaron fundamentalmente los techos. En la pared derecha encontramos una sucesión de grandes alcayatas de hierro clavadas en las rocas dispuestas probablemente para colocar candiles o sujetar un cable eléctrico, por su aspecto y estado no deben de tener muchos años, sabemos que la mina fue durante mucho tiempo objeto de revisiones y mantenimientos por parte de poceros.
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Huellas de herramientas. Foto Pilar orche. |
Desde este punto recorremos otros treinta metros de galería sin cambios morfológicos ni de rumbo hasta alcanzar un nuevo putei. Se trata de un pozo similar al anterior y también tapado, en la base del pozo hay una acumulación de escombros que obliga a pasar sobre ellos arrastrándose y en la galería posterior y debido al taponamiento ya encontramos una altura de agua de unos 20 cm. El agua esta estancada pero limpia. Entramos en un nuevo tramo de 29 metros hasta un nuevo putei, en este caso con ligeros quiebros y un rumbo que vira hacia los 320º. La boca superior de este nuevo putei de unos ocho metros de profundidad esta abierta (se encuentra en el interior de una finca particular). La galería en este sector gana altura llegando a los 2,2 metros y las secciones superiores de las galerías son ovaladas probablemente porque la roca es más dura apreciándose, como era de esperar, que las distancias entre lucernarios se reducen a unos 40 cm. Empezamos a distinguir las típicas señales de picos curvos sobre la roca. En la base de este pozo la mina contacta con una cavidad natural o manantial subterráneo cuyo lecho esta completamente seco en la actualidad. En el techo de la galería se observan cúpulas de disolución que sólo se forman en inundación total y que forman parte de un conducto natural reexcavado al construir la mina. Estamos ante lo que fue una de los “manantiales madres» de la mina.
La cueva forma una sala de unas dimensiones aproximadas de 3X4 metros desde la que encontramos tres continuidades posibles. Dos galerías excavadas y una gran oquedad elevada un metro del suelo que da paso entre bloques de piedra a un conducto natural, el hecho de que este conducto na haya sido tapado demuestra que era emisivo, probablemnet el principal aporte de este colector.
La primera de las galerías esta excavada siguiendo una galería natural preexistente a la que simplemente se la ha reexcavado el lecho inferior y consecuentemente tiene una forma irregular ,toma una dirección de 300 grados y a los siete metros culmina en un venero impenetrable. La galería natural que es un conducto de origen freático tiene sección laminar de unos 1.5X0,4 metros, desarrollado a favor de una pequeña falla horizontal , que sigue un rumbo de unos 70º y del que se han podido explorar unos cuarenta metros.
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Zona donde la mina contacta con una galería natural, Foto:José Millán. |
La tercera de las continuidades es una galería artificial de dimensiones normales que toma un rumbo de 360 grados y que tras recorrer unos quince metros desemboca en un nuevo putei similar a los anteriores pero con su base a unos dos metros por debajo del lecho actual de la galería superior. Esta zona ha sido claramente modificada desde su estructura original, estando suelo de la galería recrecido con piedras y depósitos de arcilla, acumulados por el agua. En el acceso desde la galería al pozo se ha construido una especie de represa para retener un buen nivel de agua . El pozo esta equipado con una bomba eléctrica sumergible . La continuidad de la mina la encontramos descendiendo al agua, donde arranca una nueva galería con un rumbo de unos 280º. Al inicio de esta nueva galería existe una acumulación de piedras y barro que represa el agua en el pozo y que provoca que los primeros metros esten secos, recuperando el nivel de agua a los pocos metros de recorrido. Este último sector de la mina es una galería es similar a las anteriores con una sección en principio algo más alta de lo normal de 2,20X0,70 m, los lucernarios están espaciados cada cincuenta centímetros y esta también excavada hacia el interior. En este sector si apreciamos las huellas típicas de picos curvos tanto en paredes como en techos y la roca es mucho más consistente que en las galerías iniciales, tiene las secciones superiores predominantemente ovales y una altura de agua de unos setenta centímetros. Recorridos 17 metros alcanzamos un nuevo putei, en este caso rectangular y con medidas típicas, esta tapado por una losa de hormigón y su profundidad es de unos ocho metros. A partir de este punto la altura de la galería se va reduciendo poco a poco, pasando de los 2,20 a 1,40 metros hasta llegar a un nuevo putei similar al anterior y situado a treinta metros. Desde aquí sólo nos quedan unos 29 metros para llegar al final penetrable de la galería, producido por un taponamiento de escombros que coincide con un pozo. Estamos a la altura del polígono de Brenes, delante de unas naves industriales. La dirección de la galería en todo este tramo es de 300 grados, el desarrollo total hasta el taponamiento es de 196 metros y la profundidad prácticamente constante. A lo largo de la galería se aprecian antiguas marcas de niveles de agua de algo más de un metro de altura.
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Zona final de la galería superior de la mina antes del taponamiento. Foto: José Millán. |
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Detalle del conducto de ladrillo de la galería inferior. Foto: Manolo Bernal. |
En el sentido contrario , que es de donde viene el agua, encontramos un conducto de ladrillo similar, enterrado bajo sedimentos arcillosos y que tienen el aspecto de ser acumulaciones de sucesivas limpiezas de la galería. En este caso la galería no esta totalmente taponada y podemos acceder por un hueco entre el sedimento y el techo, que tiene un metro de ancho y apenas treinta centímetros de altura. En este punto encontramos una bifurcación a la derecha de dimensiones muy reducidas que no es mas que una antigua galería excavada en la roca y colmatada casi hasta el techo por los mismos sedimentos que la anterior y de la que hemos podido recorrer unos ocho metros, hasta un paso impenetrable pero tras el que se aprecia la continuidad de la galería. En el techo se han formado gruesas estalactitas de una longitud de al menos 20 cm. lo que sugiere que este conducto en este punto puede llevar taponado muchos años. No descartamos que bajo el sedimento pueda existir un conducto de ladrillo que en su día llevara el agua al exterior.
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Galería semi taponada que en su día salia al cantil rocoso del puerto. Foto: Manolo Bernal. |
Sabemos por la topografía que es esta la galería que sale al cantil rocoso del puerto y debe ser a la que alude Collantes. La salida al exterior de este conducto ha de estar localizada en un recodo en la roca, a la derecha de la pista que baja hacia la fábrica y en la que existe una higuera y restos de lo que parece una antigua acequia, de hecho en el suelo de la galería y en el último punto explorado existen grandes raíces procedentes probablemente de esta la higuera. Por las descripciones que hace Collantes esta debía de ser la galería que suministraba agua al conducto de sillares y losas que se describe en el articulo citado lo que nos induce a pensar que esta debía de ser una de las salidas originales de la mina.
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Punto en el cantíl del Puerto donde según la topografía estaría una de las salidas de la mina, hoy taponada. Foto: José Millán |
Volviendo al conducto inicial habremos de continuar “arrastrándonos” unos 18 metros más hasta que conectamos con una nueva galería de 1,80 X0,70 m. donde aparece el otro lado del conducto de ladrillo. Sobre los sedimentos de relleno encontramos algunas tégulas amontonadas. La pared de la galería esta muy erosionada y no son visibles las huellas de herramientas pero si los lucernarios, situados en el lado izquierdo según se avanza a distancias de entre 60 y 80 cm. la zona superior de la galería tiene una sección ovalada. Tras recorrer doce metros encontramos lo que parece un pozo inacabado y excavado desde abajo aunque tambien podría ser una pequeña cavidad natural reexcavada.Ya hemos hallado lo que parecen pozos a medio hacer en otras minas como la de Alcaudete y que sustenta la teoría de que algunos pozos pudieron ser excavados desde el interior. Tiene una sección sensiblemente rectangular y de dimensiones normales de 1X0,5 m. En este caso y como pasa en los casos de la mina de Alcaudete la profundidad de la galería respecto al suelo es de apenas 5 metros lo que por supuesto favorece esta “excavación inversa”. El pozo esta lleno de formaciones por el intenso goteo que existe ene esta zona, algunas tienen un grosor considerable, de hecho encontramos formaciones muy desarrolladas a lo largo de todo este tramo.
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Detalle del conducto de ladrillo cubierto por sedimentos. Foto: José Millán. |
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Restos de tégulas entre los sedimentos. Foto José Millán. |
Tres metros mas adelante encontramos un putei completamente taponado por piedras que parecen colocadas desde el interior formando una bóveda, el taponamiento es muy antiguo porque las piedras están cubiertas de formaciones. Desde este puteis taponado recorremos un largo tramo de 42 metros de galería hasta el siguiente , con un rumbo constante de 20 grados y con alturas que oscilan entre los 1,5 y 1,8 metros para un ancho de entre los 50 y 60 centímetros. Hay niveles de agua muy marcados en la roca que están un metro por encima del nivel actual. Las paredes de este nuevo pozo están completamente cubiertas de formaciones, tiene una profundidad de unos cinco metros y la cubierta esta tapada con una losa de hormigón. La base del pozo esta parcialmente cubierta de bloques de piedra y al otro lado encontramos un tramo de galería de cinco metros cuya altura se reduce a apenas 1,20 m. y que acaba en un nuevo conducto de ladrillo de unos 20X30 cm. pero en este caso rectangular ,la zona superior de la galería esta completamente taponada con bloques de piedra, en este punto culmina la exploración. El agua no parece brotar del conducto sino del suelo, quizás exista un taponamiento y el agua haya acabado por buscar su camino bajo el suelo.
La galería tiene un desarrollo total de 84 metros y una dirección muy constante de unos 25 grados. La posición de los lucernarios y marcas de herramientas indica un rumbo de excavación hacia el interior. Las distancias entre puteis en principio siguen el mismo patrón que en la galería superior, unos treinta metros, 10 pérticas, pero luego esta distancia aumenta hasta los 42 metros, distancia que también nos resulta común por haber sido registrada recurrentemente en uno de los sectores finales de la mina de Alcaudete, 42 metros son 14 pérticas o 28 passus. Esta galería discurre paralela a la carretera y pasa por debajo de un grupo de viviendas en la Calle Bonifacio IV. Sabemos que alguna de estas viviendas tiene pozos de acceso a la mina aunque de momento ningun propietario nos ha permitido acceder a ellos. Pasado este grupo de casas y a 350 metros del último punto explorado de la mina encontramos un pozo tapado con una cúpula al lado de unas estructuras del Siglo XVIII. compuestas por aljibes y acequias, podría tratarse de un putei de la mina así que haremos gestiones con el Ayuntamiento para poder destaparlo y explorarlo y así intentar completar el trazado aproximado de la mina.
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Detalle de dos sectores de la galería inferior donde se pueden apreciar la diferencia de alturas y las marcas de antiguos niveles de agua muy superiores a los actuales. Foto: José Millán |
De todas maneras, bien fueran termas curtidurías o simplemente grandes Villaes rurales lo que existiera en este puerto habría de ser lo suficientemente importante para justificar la construcción de un sistema de abastecimiento de agua de las características de esta mina. En cuanto a los sistemas constructivos observados vemos como son casi totalmente coincidentes con los existentes en otras obras subterráneas similares y que hemos tenido la oportunidad de estudiar en los Alcores. Creo que a estas alturas ya podemos a considerar que el los Alcores se desarrolló una intensa y eficiente cultura de ingeniería minera hidráulica por parte de las comunidades romanas que se asentaron en estas tierras a partir del siglo I antes de Cristo.
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Punto final de la galería inferior en un conducto impenetrable de ladrillo. Foto: José Millán |
Las dos galerías de la mina nacen de acuíferos situados a distinta cota y que se han conectado en un pozo colector. Las galerías están excavadas siempre hacia los manantiales lo que podría dar a entender que primero se localizaban estos, utilizando seguramente técnicas zahoríes y luego se excavan los túneles desde el colector de salida hasta el manantial, no hay evidencias (salvo en el caso de una galería de corto desarrollo) de que las galerías hayan sido excavadas, como pasa en otras minas, siguiendo galerías naturales preexistentes con los característicos trazados sinuosos y «equivocaciones» (galerías que tras ser excavadas han sido tapadas).
Las dos galerías parecen haber sido excavadas con técnicas y patrones similares por lo que deben haber sido construidas en una misma época. La mala consistencia de la roca en gran parte de la galería inferior ha obligado a la construcción de conductos de ladrillo para salvaguardar la corriente de agua, rellenándose la galería superior de estas conducciones con sedimentos arcillosos, probablemente de sucesivas limpiezas.
Los ladrillos empleados en la construcción de los conductos y las tégulas vienen a reafirmar el origen romano de la mina y de las obras de refuerzo. He de decir que hemos realizado una comparativa tipológica de ladrillos de todas las estructuras medievales existentes, molinos, atarjeas, etc. con los de la mina sin encontrar ninguna coincidencia, correspondiendo las piezas medidas en los molinos al ladrillo típico de 28X14X0,3 cm. o 29 X14,5X0,3 utilizado en la Edad Media. Sólo hemos observado reutilizaciones de grandes sillares de origen probablemente romano en los cimientos de los molinos.
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«Base de datos patrimonio inmueble de Andalucía».
«CARTA ARQUEOLOGICA DE LOS ALCORES» de Fernando Amores Carredano.
«Brenes y Guadajoz. Nombres de lugar sevillano de filiación mozárabe». Stefan Rustaller. http://institucional.us.es/revistas/philologia/6/art_13.pdf
«Sociedad y mundo funerario en Tartessos» Mariano Torres Ortiz.
«CARMONA ROMANA». Excmo Ayuntamiento de Carmona y Universidad de Sevilla.
Nuevas exploraciones en la mina de agua de la finca de Trigueros.
Por razones que el actual propietario desconoce hace ya algunos años se realizó un taponamiento con tierra del pozo colector y de gran parte de la galería principal. A parte de esta destrucción parcial la mina se encuentra muy contaminada por materiales arrojados por los pozos como latas, botellas, etc.
Detalle de uno de los dos pozos que aún quedan de la mina y la zona donde se encuentra dentro de la finca.
La galería se encuentra contaminada por residuos arrojados por los pozos
huellas de los picos de hierro y lucernario con señales de la llama
Galería artificial parcialmente costruida con tégulas, el suelo esta cubierto de gruesas capas de caliza «flotante».
pequeña galería de apenas 60 cm. de altura concreccionada con caliza flotante.
plano de la mina donde se señalan las galerías que no estan taponadas.
Revisión de la mina de agua de Martín Pérez
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Cartél de las jornadas. |
Imágenes de la galería principal de la mina |
Primitiva vela de cera hallada durante la exploración. |
Posibles inscripciones. |
la Mina de Agua de Alcalá y los Caños de Carmona.
La mina de agua de Alcalá de Guadaira es sin duda una de las minas urbanas más extensa y conocidas de Andalucía. Su importancia histórica cobra mayor relevancia en base a su relación directa con los llamados Caños de Carmona, un formidable acueducto de más de veinte kilómetros en parte aéreo y en parte subterráneo que durante muchos siglos fue el principal abastecimiento de agua a Sevilla. En este caso se trata de una mina que ha sido siempre un elemento del subsuelo urbano, y es que durante siglos la mina fue también la fuente principal de abastecimiento de agua potable de Alcalá, estando el trazado de sus calles directamente relacionado con el de sus galerías, cuyas lumbreras distribuidas a distancias regulares de unos veinte metros , acabaron convirtiéndose en un sistema de pozos de abastecimiento para las viviendas edificadas en la Edad Media, y así ha sido hasta tiempos recientes cuando los pozos han quedado en desuso por la contaminación de las aguas del acuífero. Es lógico que una de las calles principales de la población se llame “Calle de la Mina”. El importante caudal que circulaba por la mina fue también utilizado para proporcionar fuerza motriz al conocido como “Molino de la Mina”, uno de los pocos molinos hipogeos que existen en España. La mayoría de los molinos alcalareños fueron construidos durante la ocupación islámica, sin descartar que ya existieran algunos en época romana y reutilizados de manera intensiva en la Edad Media cuando la localidad llegó a conocerse como “Alcalá de los panaderos”. No hay un elemento más representativo de la cultura harinera-panadera alcalareña como los innumerables molinos, movidos tanto por las aguas del Guadaira como por los manantiales subterráneos.
El castillo de Cheber y el Molino del Algarobo en Alcalá de Guadaira.
Foto: Manuel Bernal. |
Las condiciones hidrogeológicas del subsuelo de Alcalá son bastante excepcionales y coinciden en general con las que existen en toda la cornisa de los Alcores. Las colinas alcalareñas están formadas por un potente estrato de sedimentos marinos del mioceno que han generado la característica roca conocida como calcarenita. Con unos grosores que a veces superan los treinta metros y que están asentadas sobre un zócalo de margas azules sobre el que se retiene el agua formando importantes acuíferos. Tal acumulación de calcarenita ha generado una intensa explotación a lo largo del último siglo plasmado en forma de innumerables y antiestéticas canteras que han remodelado y caracterizado el paisaje alcalareño. La calcarenita molida a la que vulgarmente llamamos albero es una tierra muy apreciada en Andalucía por su capacidad drenante y que siempre ha estado relacionada con los espectáculos taurinos y feriales. Además la calcarenita es una importante materia prima para la fabricación de cementos, industria que también esta presente en la localidad. No hay un subsuelo con mejores condiciones para la excavación de minas de agua que este que esta presente en los Alcores; abundancia de agua subterránea y una roca fácil de excavar pero muy resistente al colapso. Realmente son varias las minas que existen en el subsuelo de Alcalá. A lo largo de las márgenes del Guadaira y en la zona de Oromana se localizan otra serie de conducciones menores que en muchos casos alimentaban molinos hidráulicos. Algunas tienen desarrollos importantes y tipologías similares a la mina principal pero sin relación física con ella. Pudieron ser originalmente minas de abastecimiento de pequeños núcleos urbanos o Villaes, sin descartar que algunas puedan tener un origen más reciente islámico o medieval. Actualmente están en proceso de estudio por parte de la Sociedad Espeleológica GEOS.
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Plano medieval del trazado de los Caños de Carmona. (archivo histórico) |
Fábrica abandonada del Adufe. Foto: José Millán |
trazado aproximado de los Caños de Carmona desde la Mina de Alcalá a Sevilla |
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Imágenes de los Caños de Carmona antes de su demolición. |
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Plano Esquemático de los trazados principales de la Mina de Alcalá.
Dibujo: José Millán.
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En años posteriores son destacables las que hizo el alcalareño Vicente Romero Gutiérrez en los años ochenta o los que ha realizado más recientemente Francisco García Rivero. La mina también ha suscitado interés bioespeleológico en base a curiosos peces y anguilas ciegos encontrados en sus aguas, adaptados a la vida en la oscuridad total. Tuve el privilegio de asistir a una de las múltiples conferencias que Vicente Romero organizó en Alcalá sobre la mina, ilustrada con toda una serie de fotografías de los diferentes sectores del acueducto. Además de las conferencias Vicente Romero publicó numerosos artículos en el periódico Alcalá Semanal donde relataba con detalle las diferentes incursiones en las galerías y donde daba cuenta de su trazado a lo largo del casco urbano y de los sectores que se dirigían desde el colector del Zacatin (situados en las afueras del pueblo) hacia Sevilla. Dedujo que la mina habría de ser romana en base a sus características y a los ladrillos que componían las bóvedas de refuerzo en los sectores entibados. Las charlas con Vicente Romero despertaron mi curiosidad por las minas y durante unos años estuve también realizando incursiones e investigaciones en la mina, fruto de las cuales son las topografías, gráficos y fotos que publico en este trabajo. Mas recientemente el grupo espeleológico GEOS, en base a un convenio de colaboración firmado con el Ayuntamiento ha estado realizando estudios y topografías de las galerías desde hace más de diez años, trabajo que se ha plasmado en diferentes publicaciones y conferencias.http://www.traianvs.net/pdfs/2010_08_geos.pdf
Gracias a las crónicas de Vicente Romero, que exploró las galerías años antes de que algunos tramos fueran destruidos, sabemos que la galería principal recogía el agua de caudalosos manantiales subterráneos que él considero el origen de la mina y que afloraban bajo la desaparecida ermita medieval de Santa Lucía, cuya localización exacta (la ermita fue destruida en el siglo XIX, y se conocía sólo su emplazamiento aproximado) ha sido confirmada gracias a unas excavaciones arqueológicas que han desenterrado parte de sus muros en la zona conocida como “Los cercadillos” en las proximidades del recinto ferial. Junto a la ermita ha sido también excavada una necrópolis romana de los siglos III al IV después de Cristo.
http://www.arqueologiamedieval.com/noticias1/1131/alcala-confirman-la-ubicacion-exacta-de-la-ermita-medieval-de-santa-lucia.
«Los Cercadillos». Lugar donde se encontraba la Ermita de Santa Lucía y el origen de la mina.
Foto: José Millán.
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Teatro Gutierrez de Alba , situado sobre El Molino de la Mina.
Foto: José Millán.
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El Molino de la Mina. Foto: José Millán |
Desde Santa Lucía la mina discurría bajo el casco urbano pasando por el Molino de la Mina donde sus aguas eran utilizadas para mover sus rodeznos y desde aquí hacia el colector del Zacatín, lugar situado las afueras del pueblo y justo al lado de la antigua carretera de Alcalá a Sevilla, que discurre paralela al río y donde hoy día se haya situada la «Venta de los Ponis» y donde antiguamente estuvieron los lavaderos públicos de los que sólo queda la galería subterránea que los alimentaba que como puede suponerse esta excavada desde la mina.
El Zacatín. Zona donde se encuentra el colector de la mina. antes de ir hacia Sevilla
Foto: José Millán.
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El recorrido total de este sector es de algo más de dos kilómetros, sin contar las bifurcaciones que existen y que captan manantiales secundarios. En el Zacatín, las aguas de Santa Lucía se unían a las que transportaba una nueva galería que actualmente esta muy destruida por taponamientos y derrumbes y que según Vicente Romero recogía las aguas de unos importantes manantiales situados en las proximidades de la parroquia de San Sebastián (que fue el antiguo hospital de Alcalá). Este sector tiene un desarrollo algo menor y como sucede en la anterior galería cuenta con varias bifurcaciones que parecen captar agua de manantiales menores.
Lumbreras de la galería del Zacatín tras un rebaje del terreno .Foto: José Millán |
Tiene la particularidad de que en un determinado punto se ha hecho descender la galería unos cinco metros para adaptarla al nivel de la de Santa Lucía que discurre a una cota más baja. Desde el Zacatín se desarrolla la galería que se dirige hacia Sevilla siguiendo paralela a la carretera Sevilla-Alcalá en donde aún se pueden ver las lumbreras en uno de sus márgenes tapadas con unas características cúpulas. En este tramo hay una captación moderna que deriva el agua hacia la fábrica del Adufe, ya abandonada. La mina pasaba por la zona conocida como Venta de la Liebre que es donde esta el cruce entre la antigua carretera Alcalá- Sevilla y la SE-30 y luego se dirigía hacia lo que hoy día es el Polígono la Red, donde hasta tiempos relativamente recientes existió una caseta de registro de la mina o “arca de agua”.
Antigua carretera Alcalá-Sevilla. A la derecha se ven las lumbreras de la mina, espacidas cada veinte metros
Foto: José Millán.
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Detalle de una lumbrera |
La orografía del terreno, en suave pendiente hacia Sevilla provoca que las galerías y lumbreras vayan siendo cada vez menos profundas hasta que acaban por salir al exterior, punto donde las aguas eran recogidas por una acequia y luego por los soberbios Caños de Carmona. Sabemos que la conducción discurría por las tierras de la barriada de Torreblanca, que por algo fue bautizada como “Torreblanca de los Caños” y que en este punto ya debería ir por un canal superficial ya que se encuentra a unos siete kilómetros del Zacatín y según nuestras estimaciones, considerando la profundidad de la galería en el Zacatín y la pendiente hacia Sevilla no habría más de tres kilómetros de mina subterránea. Todo el tramo de mina desde la venta de la Liebre al polígono la Red ha sido destruido por las obras de los polígonos industriales.
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Galerías de la Mina de Agua de Alcalá. Foto: José Millán |
Lo que conocemos como el Acueducto de los Caños estaba compuesto por 410 arcos de ladrillo y en algunos sitios a doble altura y si cada arco tenía unos cuatro metros de luz la longitud total del acueducto debería ser de 1.640 metros. De los Caños sólo quedan unos pocos restos, concretamente tres tramos de unos cinco arcos dentro del casco urbano de Sevilla. Fue demolido en el año 1911 por la ampliación urbanística de la ciudad.http://es.wikipedia.org/wiki/Ca%C3%B1os_de_Carmona,
Se cree que el acueducto fue construido cuando Julio Cesar fue cuestor de Hispalis de los años 68 a 65 antes de Cristo, junto con las murallas de la ciudad. Fue restaurado, como ya hemos referido, por orden del califa de Sevilla Abud Yacub Yusuf en el año 1.171 y posteriormente en el siglo XIV, añadiendo algunos arcos más. Hasta que fue demolido estuvo en pleno uso proporcionando un caudal de agua potable de unos 5.000 m3.
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Galería con un canal central . Foto: José Millán. |
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Lumbrera.Foto: José Millán. |
En total, y contando todos los tramos subterráneos y aéreos podemos considerar al acueducto como una infraestructura de conducción hidráulica de más de veinte kilómetros de desarrollo, por lo que creo que debería ser merecidamente considerado como una de las grandes obras de ingeniería hidráulica del Imperio romano en Andalucía. Lo increíble y penoso del caso es que, no sólo este patrimonio único en Andalucía no acaba de estar debidamente reconocido sino que, como diferentes asociaciones llevan años denunciando, hoy día se siguen destruyendo y dañando las galerías subterráneas de una manera impune y vergonzosa.
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Galería revestida .Foto: José Millán |
Esta galería tiene una longitud de más de dos kilómetros y se desarrolla en el eje Norte-Sur discurriendo en su mayor parte bajo el casco Urbano. Las galerías tienen unas dimensiones medias de 1,80X60 cm. Presenta tramos, algunos de más de cien metros, donde no hay lumbreras y donde hay lumbreras estas se sitúan a una distancia de entre 19 y 21 metros, guardando los patrones normales. La profundidad de las lumbreras varía con la orografía del terreno ya que la galería se mantiene horizontal con una ligera pendiente de no más de un 6 ó 7%. Las profundidades de las lumbreras van de los 8 a los 18 metros. Las encontramos tanto de sección rectangular como circular y no suelen tener más de dos metros de diámetro o lado. Existen varios tramos de refuerzo realizados con bóvedas de medio punto de ladrillo, una de estas estructuras tiene más de treinta metros. Son sectores donde claramente existen betas de material blando y fue necesario entibar. Podemos encontrar ladrillos de diferentes épocas y morfologías, desde el ladrillo ordinario romano de 29,6X22X0,6 cm. a ladrillos árabes y medievales utilizados en las diferentes restauraciones o en menor medida ladrillos especiales en forma de cuña o con bordes que deben ser originales. La galería tiene varias bifurcaciones de no mucho desarrollo que parecen en su mayoría más recientes que la galería principal. Es en este sector don encontramos el “Molino de la Mina”, justo debajo del Teatro Gutiérrez de Alba, situado en la Calle Nuestra Señora del Águila. Frente a la puerta principal del teatro existe una trampilla con un pozo de unos tres metros que da acceso a la rampa que baja al molino y por donde antaño se sacaban los carros de harina a la calle, de hecho el teatro esta edificado sobre los cimientos de la antigua casa del molinero. Este sector de la mina es el que mejor estado de conservación presenta gracias a las intervenciones de EMASESA. El molino de la mina es una obra muy singular y de origen y antiguedad incierta. Por los materiales con que esta construido ha de ser medieval. Es un molino de funcionamiento clasíco a base de atarjea y cubo para aprovechar el salto de agua por lo que está construido en dos niveles. Es un molino único en España y sólo se conoce uno parecido en Suiza.
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Galería con un dique .Foto: José Millán |
Esta galería aporta un importante caudal de agua al colector del Zacatin ,se encuentra mucho más deteriorada presentando diversos taponamientos y derrumbes. Se desarrolla en dirección Este para luego dividirse en dos ramales a unos trescientos metros de desarrollo desde el Zacatin. La bifurcación toma rumbo al Noroeste, hacia un manantial . En la zona del Zacatin encontramos derivaciones de la galería principal destinadas a abastecer de agua a los antiguos lavaderos públicos, así como diversas captaciones recientes. También apreciamos algunas diferencias constructivas, siendo la más notable que se desarrolle en dos niveles. Hay un punto en el que se hizo descender la galería unos cinco metros mediante un pozo y esto suponemos para buscar el mismo nivel que la que venía de Santa Lucía, esto implica que los manantiales de San Sebastián estaban más altos que los de Santa Lucía y fue necesario hacer este salto para igualar niveles antes del colector del Zacatin. Otra diferencia morfológica es que esta galería presenta una media de altura superior a los dos metros, llegando en algunos casos a los cuatro metros. A lo largo de la misma encontramos diferentes represas por lo que seguramente estas alturas fueran para almacenar agua. Las anchuras si son coincidentes y las lumbreras se sitúan a los mismos patrones de distancia, de 18 a 21 metros y son preferentemente redondas. Otra particularidad es que es una galería con secciones muy cambiantes que en algunos puntos llega a ser en forma de huso o cuadradas, incluso hay tramos con una canal central excavada, cosa que no es propia de las galerías de origen romano por lo que pensamos que son modificaciones posteriores o son sectores más modernos, excavados en época islámica o medieval. Su trazado es sinuoso en muchos puntos por lo que se deduce que parte de la mina se excavó siguiendo un curso natural de agua. Es por tanto una galería puramente de captación, que aporta agua al colector principal siguiendo un venero natural preexistente. Las profundidades de los pozos son mucho mayores llegando a los 18 metros, cosa debida a la orografía del terreno, ya que la galería se desarrolla bajo un cerro. En esta galería no se aprecian refuerzos de ladrillo pero sí lucernarios a lo largo de todo el recorrido.
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Sector de la galería de los manantiales de San Sebastian, donde se ha hecho descender la galería al nivel de la galería de Santa Lucía antes del colector del zacatin . |
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La galería del colector del Zacatin a Sevilla:
En este caso es una galería puramente de conducción por lo que presenta un rumbo constante y lumbreras muy regulares a la distancia preestablecida de unos 19 a 21 metros (estas lumbreras son visibles en uno de los márgenes de la carretera de Alcalá a Sevilla y están tapadas con pequeñas y características bóvedas), son pozos de secciones preferentemente redondas. Es una galería de la que sólo conocemos sus primeros metros ya que, como hemos comentado, ha sido en su mayor parte destruida, pero lo que conocemos presenta una morfología y características muy similares a las galerías anteriores con unas secciones típicas de 2X0,70 metros. Desde esta galería se derivó el agua a la fábrica del Adufe, situada en las márgenes del Guadaira y es la que aportaba agua a los Caños de Carmona, su recorrido subterráneo habría de ser de al menos cuatro kilómetros ya que a parte de las lumbreras existía una gran caseta de registro o Arca de agua situada en lo que hoy es el Polígono la Red, situado a más de cuatro kilómetros del Zacatín, por lo tanto es sin duda el tramo de galería más largo.
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Manantial en la Mina de agua de Alcalá.Foto: José Millán |
Hay grandes paralelismos entre la mina de Alcalá y otras existentes en los Alcores como la de Alcaudete, http://minasdeagua.blogspot.com.es/2013/11/la-mina-de-agua-de-alcaudete.html tanto en morfologías constructivas (las distancias entre lumbreras y la tipología de los ladrillos de refuerzo son similares) como en materiales y esto es la prueba que debieron ser construidas durante el mismo período que no es otro que el Alto Imperio Romano, sin embargo creo que la mina de Alcalá debe ser algo más antigua que la de Alcaudete ya que si aceptamos la cronología que se le atribuye a los caños de Carmona la mina debería también obedecer a esta cronología, es decir entre los años 68 a 65 antes de Cristo. La mina de Alcaudete se construyó para mover molinos hidráulicos y esto no debió de ser hasta que los Alcores no hubieran alcanzado el suficiente desarrollo demográfico para justificar una gran demanda de harina y esto no debió de ser al menos hasta finales del Siglo I, cuando los Alcores estuvieron más intensamente poblados. Con lo cual podemos estar ante dos grandes obras hidráulicas del imperio romano con una diferencia cronológica de unos cien años. En este caso de Alcalá estamos ante una mina de abastecimiento de una gran metrópolis y en el caso de Alcaudete ante una mina industrial para el movimiento de molinos hidráulicos. Las minas industriales tienen ciertas características peculiares que no tienen las minas de abastecimiento y es fundamentalmente la gran altura a la que se excavan las galerías principales con objeto de almacenar una importante columna de agua.
Trazado aproximado de la Mina de Alcalá. |
La longitud de la mina de Alcalá es sólo estimativa, ya que esta en parte destruida pero debió alcanzar con seguridad los nueve kilómetros. La longitud total de la de Alcaudete debe rondar los cinco kilómetros aunque podría ser más ya que todavía esta en exploración y medición .En resumen dos increíbles obras subterráneas que por desgracia no han sido reconocidas ni puestas en valor ni protegidas como lo que son. En el caso de Alcalá al menos hay estudios e iniciativas de puesta en valor por parte del Ayuntamiento, a pesar de las agresiones que la mina sigue sufriendo. En el caso de la de Alcaudete es mucho más inverosímil y sangrante ya que no hay ninguna institución ni organismo que tenga algún interés por la mina, más allá del que tiene la Confederación Hidrográfica como acuífero o los propietarios de las fincas colindantes como suministro de agua. El hecho de que esta mina siga siendo el acuifero más importante de la zona y el nacimiento de una arroyo «El arroyo Alcaudete» , es lo que en parte la ha preservado. La cosa llega a tal punto que la mina de Alcaudete esta catalogada como árabe en algunas publicaciones y es sencillamente porque nadie, hasta ahora, se ha molestado en catalogarla ni estudiarla. Como precedente habría que decir que algo parecido sucedió con la Mina de Alcalá y Los Caños que durante años, fueron consideradas por algunos como obras de origen islámico.
La Mina de agua de la Cartuja de Jerez
En este caso voy a traer a este blog uno de los muchos e interesantes trabajos del compañero y explorador del subsuelo de Cádiz, Eugenio Belgrano. http://cuevasdemariamocos.jimdo.com/
Eugenio lleva años investigando todo típo de túneles y estructuras subterráneas, tanto en el subsuelo de la ciudad de Cádiz como en diferentes enclaves de la provincia. En este caso traigo un articulo publicado en el diario digital «Cadiz directo», www.cadizdirecto.com sobre unos túneles de captación situados en la Cartuja de Jerez y que sin duda se trata de una mina de agua de origenes inciertos. La datación de los ladrillos que conforman el túnel apuntan al siglo XVII pero parecen existir evidencias de un origen muy anterior, puede que romano. A continuación pongo el articulo completo y un video de la exploración de la mina.
«CÁDIZDIRECTO/Eugenio Belgrano.- A través de la investigación cursada en el subsuelo de Cádiz, encuentro documentación de galerías subterráneas en ciudades de nuestro término provincial.
En este caso, en concreto, voy a hablar de la ciudad vecina de Jerez de la Frontera. Un joven investigador de allí, Francisco Jordi Páez, me hace llegar un croquis de un sistema de minas de captación de agua del año 1923 que iban desde la barriada de Los Albarizones hasta el Monasterio de La Cartuja.
Existen diversas leyendas acerca de estas galerías subterráneas, como la que iban desde el Monasterio hasta la Catedral, el cual recorrían los monjes del Convento o para huir en tiempos convulsos.
Las publicaciones de Manuel Romero Bejarano en el Diario de Jerezdescartan estas teorías, según sus investigaciones realizadas en el Archivo Municipal.
Según comenta, en 1543 se descubre de modo fortuito un sistema de captación de agua en la zona de Los Albarizones. La noticia llegó al Cabildo, diciéndose incluso que era una obra maravillosa “propia de moros o de gentiles”, así que ingeniaron un proyecto para enviar el agua hasta Jerez de la Frontera, pero no pudieron salvar el desnivel existente entre el manantial y la zona alta de Jerez, así que colocaron una fuente adosada a la Ermita de Guía que recibió el nombre de La Alcubilla. Los frailes decidieron desviar esta captación de agua hasta su Convento lo que originó que en1563 Jerez se quedara sin agua y con ello un gran pleito que acabaría a favor del Municipio.
Con toda esta información, me decido a investigar en el enclave de Los Albarizones una posible entrada a esta mina, con David Blanco, Antonio Melero y Francisco Jordi.
Después de una investigación de horas, localizo diferentes entradas a entramados subterráneos, así que decidí volver al día siguiente, con el equipo de seguridad apropiado.
Entramos en una mina que estaba en el patio de una casa de un vecino de Los Albarizones. La mina era de bóveda de medio cañón, con sus paredes y sus bóvedas de ladrillos toscos. La altura era de 1,60 metros y la anchura de 1 metro, teniendo cada metro una apertura en la pared para la captación de agua.
Lo extraño de esta galería fue que la dirección que tomaba no era en el monasterio, sino en el lado contrario. La primera parte de la galería, creo poder fecharla en el siglo XVII, pero en su tramo final que tenía unos 100 metros (en total la galería tiene 400 metros de recorrido) la forma constructiva cambia radicalmente y el revestimiento de las paredes de las bóvedas pasa a ser de sillares de forma irregular, pareciendo esa forma constructiva a algunos subterráneos romanos, así que estamos a la espera de poder realizar un estudio de todo el minado del entorno para poder tener una datación real de la cueva.
Estaremos atentos tanto a esta como a otras exploraciones que Eugenio realice en las minas de agua que existen en la provincia de Cádiz.
La mina de agua de la Huerta de Martín Pérez
Llegados al carril y recorridos unos ochocientos metros habremos de tomar por una bifurcación que sale a nuestra derecha y que pasa por un túnel bajo la autovía .Saliendo del túnel estaremos en la finca, presidida por una fuente-abrevadero construida recientemente. El elemento más destacable del paisaje es su característico torreón medieval y por la que esta finca es tan conocida. En las proximidades del torreón existe una huerta y los restos de un gran caserío. La funcionalidad y origen del torreón sigue siendo a día de hoy incierta ya que no parece estar en un lugar idóneo para la vigilancia, bajo un cerro y no encima de él, ni esta construido con los materiales morfología y consistencia de otras torres de vigilancia existentes en la zona.
La mina se sitúa en la zona alta de la finca, bajo la colina. Sus coordenadas aproximadas son: X. 2679442, Y.41521616, 158 m.s.n.m. El único pozo de acceso está protegido por una estructura de muros abierta y rectangular de unos dos metros de altura con una factura de apariencia medieval y compuesta de ladrillos de 25X12,5X0,4 cm. combinados con mampostería y cubierto con enlucido de mortero de cal. La tipología de los ladrillos parece apuntar a una época más recientes que la Medieval si bien es cierto que la estructura parece remodelada o restaurada partiendo de otra más antigua .Sin duda tiene una función protectora, pudiéndose apreciar que originalmente estaba rematada con una cubierta y cerrada con una puerta. El pozo está coronado con un brocal rectangular hecho de ladrillo de la misma tipología que los anteriores de 1 metro de alto y 1,20 de ancho. Sobre esta estructura ha crecido una gran higuera cuyo grueso tronco sirve de eficaz apoyo para descender el único pozo que nos lleva a la mina.Tiene sección circular y seis metros de profundidad.
En la base de este pozo que en el momento de la exploración estaba seco (creemos que en épocas de abundancia de agua la mina debe tener los niveles de agua mucho más altos) encontramos dos galerías en sentidos opuestos Norte-Sur. La galería Sur, que es la que va hacia la finca, esta completamente cegada, sobre el derrumbe se ven materiales de construcción modernos por lo que pensamos que el taponamiento ha sido reciente. En la pared lateral del pozo que da hacia el Este hay una galería que ha sido tabicada con ladrillo moderno y bajo la misma hay una «represa» hecha de este mismo material. Todo sugiere que los últimos habitantes del cortijo taponaron estos conductos para mantener un cierto nivel de agua en el pozo y no se llegara a secar. Como suele pasar en toda la zona los manantiales que alimentan la mina han debido de disminuir mucho su caudal en los últimos tiempos.
Otro hecho importante y creo que destacable es que parece que estamos ante una mina a medio construir o cuyo proyecto de ampliación se paró. Sabemos que la técnica constructiva sobre la que se desarrollaban las minas era la de primero construir pozos verticales que luego eran conectados con galerías horizontales. Existe un pozo de unos siete metros de profundidad, cegado por escombros excavado al Oeste de la mina y una galería inacabada que arranca desde el colector hacia este pozo buscando probablemente nuevos manantiales hacia el Oeste y donde efectivamente sabemos que existen, ya que en las obras de la autovía (que pasa por esta zona) fue puesto al descubierto un manantial que actualmente es el que abastece la fuente-abrevadero existente en la finca.
Fuentes consultadas:
AMORES CARREDANO, Fernando. Carta arqueológica de Los Alcores: Sevilla. Diputación Provincial, 1982. 84-500-8180-7.
PONSICH, Michel. Implantation rurale antique sur le Bas-Guadalquivir. V. I. 1974, 240.
«BASE DE DATOS DEL PATRIMONIO INMUEBLE DE ANDALUCÍA» Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, Consejería de Educación Cultura y Deporte . Junta de Andalucía.
«BLOG, LA OTRA CARMONA». http://laotracarmona.blogspot.com.es/2009/11/torre-de-la-huerta-de-martin-perez.html
«CASTILLOS NET» www.castillosnet.org
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La mina de agua de la finca de Trigueros en Carmona
La finca de Trigeros se haya situada a unos cuatro kilómetros del casco urbano de Carmona, sobre la colina de los Alcores, lindando con la vega, sus coordenadas aproximadas son: X. 263472 Y. 4085483, Z. 137. Es una zona conocida en el ámbito arqueológico por la existencia de asentamientos y necrópolis prerromanos y sobre los que se superponen restos de ocupación romana . Proxímo a esta finca existe un famoso enclave excavado hace más de un siglo por el famoso arqueólogo Jorge Bonsor conocido como «El Acebuchal» y donde sacó a la luz diversas piezas de ajuares considerados orientalizantes o tartésicos por la tipología de sus decoraciones, destacan no obstante los maravillosos ejemplares de baso campaniforme que acabaron en la colección de la Hispanic Society of New York. Estos hallazgos delatan, como en la mayoría de yacimientos de los Alcores, un importante e insistente poblamiento de la zona, al menos desde el calcolítico (3.000 años antes de Cristo). Sobre estos primitivos asentamientos se superpone un importante habitad de época romana, atestiguado por los muchos enterramientos aparecidos en las cercanías y por los múltiples restos de edificaciones que aún se conservan en la zona. En la primera visita que realice a la finca en el año 1986 aún quedaban restos visibles de una estructura de piedra labrada, situada en las proximidades del cortijo y que parecía un aljibe alimentado por una canalización a cielo abierto que provenía de otra canalizacion subterránea procedente de la zona alta de la finca , paralela a la mina de agua estudidada y compuesta por túneles de apenas 50X50 cm. y por un total de cinco pequeños pozos que iban reduciendo su profundidad a medida que se acercaban a la Vega, adaptandose así a la pendiente del terreno y a distancias de 6,5, 12,8 y 14 metros. Las pequeñas dimensiones de las galerías suguieren que se trata de una canalización excavada desde arriba y luego tapada, dejando cada ciertos tramos pozos de registro. Por desgracia a día de hoy ya no queda casi nada de estas canalizaciónes, han sido arrasadas para construir una huerta. Sólo hemos localizado uno de los pequeños pozos de registro por el que sigue circulando agua. Las siguientes imágenes son recientes y pertenecen al pequeño pozo que queda y al interior de esta galería.
En cuanto a la mina por desgracia ha sido parcialmente destruida, estando completamente tapados los pozos principales y quedando sólo accesibles dos pequeños pozos terminales que están actualmente inundados a consecuencia (suponemos) del taponamiento de la salida natural del agua de la mina.
En el año 86 realicé un plano aproximado de la situación de la mina, de las acequias subterráneas y de los restos aún existentes junto al cortijo. El plano es el siguiente:
En el plano aparece una excavación de cuatro metros de profundidad , seis metros de anchura y veinte de largo realizada para la colocación de un aljibe y donde quedó a la luz un corte del yacimiento distinguiéndose muros y cimentaciones. Actualmente dicha excavación ha sido tapada. Adjunto una foto aérea extraída de Google donde se puede ver la finca y el trazado aproximado de la mina de agua con un trazo rojo. La pequeña canalización subterránea está dibujada con un trazo azul. La canalización aérea y todavía visible en la foto aunque no a nivel de suelo y donde estaban las estructuras descritas esta en trazo verde . Como se puede ver el agua era encauzada hacia donde hoy esta la finca. El trazo amarillo es el resto de muralla de factura árabe que aún existe en la finca y que aparece en la siguiente imagen. Esta claro que actual finca esta edificada sobre restos de un asentamiento árabe conservandose algunas estructuras. En el interior del cortijo existe un pozo-aljibe elaborado con ladrillos que debe ser de esta época.
En cuanto a la excavación descrita estaba en la zona donde hoy está la huerta y donde en la foto se señala con una marca de posición con el título «yacimiento romano tumbas y edificaciones» . A continuación transcribo la descripción que hice entonces de lo que se apreciaba en el corte de la fosa:

EL YACIMIENTO DE «EL ACEBUCHAL»(CARMONA,SEVILLA):UN ANÁLISIS DE LAS ESTRUCTURAS CALCOLÍTICAS A TRAVÉS DE LOS ESCRITOS INÉDITOS DE J.BONSOR E HISTORIOGRAFÍA. María Lazarich Gozález, Inmaculada Ladrón de Guevara, Merecedes Rodriguez de Zuloaga, Milagrosa Sánchez Andreu.