El fin de semana pasado fuimos invitados por los dueños de la Fábrica de anís los hermanos, situada en Carmona a explorar los conductos subterráneos que en su día abastecian una construcción romana (un secadero de pieles o unas termas) y que posteriormente fué convertido por los árabes en molino de agua y finalmente en fábrica de anis. Todo apunta a que este caudaloso manantial viene de una mina de agua excavada en el subsuelo de Carmona y la idea era explorarla, según referencias de los primitivos dueños de la fabrica es una mina de agua de gran longitud y dimensiones, este proyecto viene a colación de un nuevo interés de la AAES por la exploración de estas curiosas estructuras subterráneas existentes en los Alcores Sevillanos y en otras localidades cercanas y que parecen derivar de los antiguos Kanats o viajes de agua que se construyeron en Iran hace 2.500 años y que vienieron a solucionar los abastecimientos de agua de los antiguos asentamientos situados en zonas deserticas de Asia.
La finalidad de estos kanats era recoger las aguas subterráneas de sus puntos de afloramiento y canalizarlas hacia los núcleos urbanos. Toda mina tiene lumbreras o bocaminas por donde se extraia el material de excavación al exterior y que además servia de registro y acceso a la corriente de agua a modo de pozo. Era frecuente construir viviendas sobre estos pozos, de hecho hay poblaciones como Alcalá de Guadaira que se han desarrollado siguiendo el trazado de estas minas. En este caso de la fábrica de anís las posibles entradas superiores a estos túneles no son accesibles por estar en un precario estado (parcialmente derrumbados) así que la opción que queda, al margen de acceder por alguna bocamina cercana y en mejor estado, es acceder por un estrecho conducto artificial colmatado de raices y que conduce el agua a la atarjea del molino. En estas dos posibilidades se basa la exploración y estudio futuro de esta mina.
En cuanto al molino se trata del típico molino árabe movido por la fuerza del agua que se elevaba con un canal llamado atarjea. La atarjea desembocaba en un conducto vertical cerámico en cuya base se encontraba la cámara con las palas que a su vez accionaban las piedras de moler. En el siguiente video pudimos grabar esta cámara inferior del molino donde ya no existen palas pero sí restos de una antigua construcción de origen romano, unas termas o una curtiduría de pieles sobre las que los árabes edificaron el molino.
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