Nuevas actividades en la mina de agua de Alcaudete.

Nueva visita de estudio a la la increíble mina de agua de Alcaudete. Esta vez acompañados por los compañeros Armando Rueda y Garikoytz Barea. El objetivio de estas nuevas incursiones en la mina son la de recopilar detalles sobre los sentidos de excavación determinados por las huellas de herramientas y disposición de lucernarios y hornacinas así como de seguir documentando con imágenes los diferentes sectores de la mina.

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Fotos: José Millán Naranjo.

Inicio de labores topográficas en la mina de agua de San Antón.

El pasado mes de octubre se comenzaron las labores topográficas en la mina de agua de San Antón en Carmona.  En esta ocasión hemos realizado el acceso a la mina por un pozo situado en un domicilio propiedad de  José Antonio Escamilla García , que además de facilitarnos el acceso ha la mina ha colaborado con  las laborares topográficas en las que también ha intervenido el  arqueólogo municipal  Juan Manuel  Román. Se han cartografiado hasta el momento  560 metros de galería , quedando al menos, esa misma distancia para completar el desarrollo explorado hasta la fecha que se puede ampliar si se consigue superar varios taponamientos que existen al final del recorrido. Damos las gracias también a D.  Antonio Escamilla Pastrana, padre de José Antonio  por su interés y colaboración en nuestras exploraciones.

Fotos: José Millán Naranjo

Exploración y estudio de la Mina de agua de San Antón en Carmona.

En base al convenio de colaboración firmado con el Ayuntamiento para la exploración del subsuelo de Carmona, hemos iniciado un nuevo y apasionante proyecto en una fabulosa conducción subterránea de origen romano que se extiende varios kilómetros desde las proximidades de la Alameda de Alfonso XIII hasta las afueras del actual casco urbano. Se trata de una mina excavada a pico en la roca y a favor de galerías naturales preexistentes, utilizando sistemas constructivos que son comunes en todas las minas romanas de  la zona. Asociadas a la mina existen una serie de estructuras de almacenamiento y conducción de agua construidas entre los siglos XVI y XIV , que  ya están en desuso pero que han sido utilizadas y parcialmente modificadas en épocas recientes.
Este proyecto tiene como objetivos la realización, en una primera fase, de una cartografía completa de la galería principal y sus varias ramificaciones para su posterior estudio detallado y puesta en valor. La mina de San Antón ha sido durante muchos siglos la principal fuente de abastecimiento de este enclave tan singular e importante en la historia de la ciudad de Carmona.
Se puede descargar el proyecto en el siguiente enlace:
https://es.scribd.com/…/Proyecto-de-Exploracion-de-La-Mina-…

Fotos: José Millán Naranjo.

Nuevo articulo sobre el pozo romano del molino de viento

Hemos publicado un nuevo artículo en nuestro blog sobre minas de agua de la exploración y estudio realizado en el Pozo romano del Molino de Viento en Carmona, en la zona de los Callejones del Valle, a las afueras de la localidad.

http://minasdeagua.blogspot.com.es/2016/09/el-pozo-romano-de-la-finca-del-molino_54.html

 

Revisión topográfica de la Mina de agua de Trigueros.

Hace unos meses actualizamos la topografía de esta interesante mina de agua situada en el cortijo de trigueros topografiando las galerías que están accesibles adía de hoy y respetado la topografia realizada en el año 1986 cuando no estaban tapados cuatro de sus pozos. Es una mina muy interesante por varios motivos pero el principal es que tenemos una galería revestida con una falsa bóveda de tégulas que es única hasta ahora ya que lo normal son piedras planas o ladrillo.

Las tégulas sitúan a la mina en el contexto histórico al que pertenecen todas estas minas rurales estudiadas hasta ahora que es a la ocupación romana de los Alcores, a partir del siglo I. Por lo demás es una mina excavada con la metodología propia de todas las minas romanas,  salvo porque todos sus pozos son redondos y no rectangulares como es lo habitual. El agua ha reexcavado parcialmente el taponamiento de uno de los pozos creando un nuevo conducto y una pequeña sala de derrumbe, esta es la causa de que la mina se haya secado ya que hasta hace poco estaba completamente inundada. La topografía la hemos realizado entre Julio Guijarro y yo.

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La mina de agua del Puerto de Brenes o de la Fábrica de Anís.


Imagen del Puero de Brenes desde el pozo de entrada de la mina. Foto: José Millán.

Situación y contexto arqueológico:

La mina de agua que nos ocupa se haya situada a la entrada de la Localidad Sevillana de Carmona, en un paraje conocido históricamente como “Puerto o paso de Brenes”, y no por alusión a la cercana localidad de ese nombre. Se desconoce con precisión la etimología del vocablo “Brenes”, tan común en Andalucía, si bien algunos estudios consultados lo asocian al vocablo de origen islámico “breña” que significa “valle agreste y quebrado” lo que podría perfectamente ser aplicable en este caso, ya que el Puerto de Brenes esta formado por una especie de barranco que cae desde la zona alta de la colina en dirección Suroeste, hacia la Vega. Como todos los pasos naturales que existen en la colina de los Alcores constituye un lugar estratégico y no sólo como vía de comunicación también por la abundancia de agua procedente de unos conductos subterráneos que son el objeto de este estudio .
En toda la zona existen vestigios de  asentamientos primitivos, que abarcan desde el neolítico hasta la ocupación romana y muy posteriormente preindustrial cuando se construyeron dos molinos hidráulicos harineros que aprovecharon  el caudal de agua preexistente y destacando que se haya  a apenas 700 metros de la  conocida y singular “Necrópolis rormana  de Carmona” en el extrarradio de la ciudad. Actualmente la zona se haya muy deteriorada por  su antiguo uso como cantera de limo, más recientemente como vertedero y por las grandes remodelaciones que se han realizado sobre el terreno  para el soterramiento de una conducción de aguas residuales que han destruido la casi totalidad del yacimiento.
En la zona se haya situado el  singular  edificio  conocido como  “Fábrica de anís los Hermanos”, destilería creada  el año 1.880 sobre los restos de  un molino hidráulico construido probablemente  a finales del siglo XVII. Uno de los aspectos más  destacables  de este peculiar edificio excelentemente conservado son  que sus cimentaciones y parte de la sala subterránea donde se situaban  los rodeznos parecen de origen romano, tal como ya constató el arqueólogo Gorge Bonsor hace más de un siglo y que consideró que originalmente pudieron ser unas termas. 
Plano del Puerto de Brenes con la Fábrica de Anís donde se puede ver la atarjea que abastecía el molino hidráulico. Foto:José Millán.
Sala de rodeznos del Molino de la Fábrica de Anís, donde se identifican las cimentaciones romanas. Foto:José Millán
Interior del molino de la fábrica de Anís. Foto extraida del archivo de «Los Hermanos anís»

El agua que alimenta al molino de la Fábrica de Anís llega por una atarjea elevada que capta las aguas de la mina a trabes de una acequia enterrada. Dicha acequia es un conducto elaborado  con muro de ladrillo  y cubierta de piedras planas. Tiene  una sección  de unos cincuenta centímetros de alto por apenas cuarenta  de ancho.  Junto a este conducto hemos descubierto una arqueta parcialmente enterrada y que según parece era una derivación ya anulada de las aguas hacia unas fincas cercanas.  La atarjea esta realizada combinando mampostería e hiladas de ladrillo con terminaciones de enlucido de cal,  técnica habitual en todos los molinos harineros construidos a finales del S.XVII en los Alcores. Todo el edificio que abarca tanto las dependencias del molino como la casa del molinero esta hecho  de ladrillo, si bien también existen muros de mampuesto en las zonas inferiores. El edificio ha sufrido algunas restauraciones recientes para darle su funcionalidad de fábrica de licores, usándose parte del caudal de agua de la atarjea para el enfriamiento de los alambiques, si bien una gran parte del mismo sigue ejerciendo su primitiva función de alimentar el cubo que desemboca en la sala de rodeznos.  La atarjea , al igual que las fachadas del molino,  presenta señales de diferentes restauraciones más antiguas, como la que hemos podido registrar por una inscripción hecha a carboncillo sobre el mortero de cal interior del canal de la atarjea  y que reza “se arreglo el 1926”. No hemos encontrado referencias históricas concretas sobre la fecha de construcción de  este  molino, sólo en lo referente a su transformación en destilería. Existe la creencia de que fue un molino árabe pero nosotros no hemos encontrado ni referencia escrita  ni prueba física que lo demuestre.

Interior de la acequia que lleva el agua hasta la atarjea que alimentaba el molino de la fábrica de anís. Foto: José Millán
Grafiti hecho a carboncillo de una restauración de la atarjea realizada en 1926. Foto:José Millán.

 A apenas cien metros del Molino de la Fábrica de Anís y en dirección a la Vega  encontramos los restos de otro molino similar pero totalmente destruido por el abandono y el hundimiento de los terrenos arcillosos sobre los que está edificado. Este molino utilizaba  el mismo caudal de agua  que era derivado por atarjeas de molino en molino, manteniendo la altura hasta el cubo. Este  sistema de molinos consecutivos suele ser habitual en los Alcores. En la catalogación arqueológica que hemos consultado  reza, al igual que la fábrica  como un edificio  de “época preindustrial”.

Zona superior de la atarjea del Molino de la Fábrica de anís. Foto:José Millán.

   Para encontrar las primeras  referencias arqueológicas de este Puerto de Brenes  hemos de remitirnos, como en muchos otros casos, a finales del siglo XIX , tiempos en que   el afamado arqueólogo Bonsor, miembro de la conocida por entonces “Sociedad Arqueológica de Carmona” realiza diferentes prospecciones arqueológicas  en la zona que se centran  como era  habitual en las necrópolis, excavándose diferentes túmulos prerromanos en los puntos más  elevados del Puerto y  reconociéndose a este enclave como un asentamiento romano de cierta importancia en base a los innumerables restos de edificios presentes sobre el terreno. La referencia  más interesante en relación a nuestra mina que hemos encontrado  son  los estudios realizados muchos años más tarde  por el profesor Collantes de Terán. Transcribo  un interesante párrafo extraído de la “Base de datos del patrimonio inmueble de Andalucía” refiriéndose al Puerto de Brenes y  que resume estos  trabajos arqueológicos.

Restos romanos parcialmente excavados en la zona de paso o Puerto de Brenes. Este puerto contiene gran cantidad de agua de manantial. Collantes efectuó una excavación en lo que siempre se creyó fueran unas cisternas romanas.
Según Collantes, «vemos el camino jalonado a la derecha e izquierda por numerosas basas de columnas de buen tamaño y otros elementos constructivos trabajados en la piedra del país, que formaron parte de unas termas romanas que existieron en aquel lugar, según se deduce de los escasos restos conservados, de los que pudimos explorar, aunque muy superficialmente, algunos a manera de baños o pilones de mampostería con el característico enlucido de cal y pequeños fragmentos de cerámica y grava menuda. Uno de estos pilones está pavimentado con ladrillos romboidales. También observamos un conducto formado por dos hileras de sillares, cubiertos por losas. Todavía recuerdan algunos carmonenses haber visto las basas a que antes nos referíamos ordenadamente dispuestas en sus primitivos emplazamientos, formando un atrio o patio porticado, y en el corte del alcor, que forma el puerto, existió hasta hace poco, no muchos años, un conducto tallado en la roca calcárea que era practicable en un largo trecho”
El conducto que describe como “compuesto de sillares cubiertos por losas” es sin duda una conducción de origen romano y por desgracia ya ha desaparecido , pero es seguro que  recogía el agua de la mina y la encauzaba a los edificios que describe Collantes. Hay que señalar que actualmente toda el agua que circula por la mina brota por la atarjea de la fábrica.  El conducto tallado en la roca que se menciona  no es más que una de las galerías de la mina que se dirige hacia el cantil rocoso. Nosotros hemos podido  localizar esta entrada ha día de hoy taponada desde el interior, ya que  hemos accedido a la mina por uno de los pozos o puteis superiores.
Molino asociado al de la Fábrica de anís en un total estado de abandono.Foto: José Millán.
Historia de las exploraciones y descripción de la mina:          
 En enero de 2013, D. Jose Antonio Rodriguez, gerente y dueño de la Fábrica de Anís Los Hermanos propuso a la AAES  la posibilidad de investigar las conducciones subterráneas de agua  que abastecían la fábrica y que según nos comentó provenían de una mina excavada en el alcor, cosa sabida por  referencias verbales de los anteriores propietarios de la fábrica. Estos túneles habían sido objeto de mantenidos y reparaciones en el pasado para garantizar el caudal de agua que alimentaba a los molinos y posteriormente a la fábrica,  pero  ya hacía mucho  tiempo que esta actividad de mantenimiento había cesado, tapándose las bocas de acceso a la mina por lo que se desconocía cual era su estado actual. Lo cierto es que el caudal de agua que circula por la atarjea es ciertamente importante y sobre todo constante durante todo el año, así que al menos los conductos subterráneos  no debían estar colapsados.

 Intentamos acceder a la mina  por la estrecha acequia que alimenta la  atarjea pero la invasión  de parte de la galería por grandes raíces y el mal estado de algunas losas de la cubierta nos hicieron desistir, no obstante pudimos comprobar, tras avanzar unos metros que era un conducto de una gran longitud. Seguidamente exploramos la zona inferior del molino donde se encontraban en su día los rodeznos, examinando todas las estructuras de origen romano que están en parte sumergidas, realizando algunas fotos y una grabación. El siguiente paso fue el reconocimiento de dos pozos o lumbreras situadas sobre la colina que preside el Puerto a una distancia de unos cien metros una de otra  y que seguro debían ser registros de acceso a las galerías. Para ello tuvimos que levantar las dos grandes  losas de hormigón con las que se habían cubierto en épocas recientes. La primera de ellas y más próxima a la fábrica  era un pozo típico de mina  de sección rectangular y de unos 15 metros de profundidad. La zona superior estaba rematada con un arco de ladrillos sobre muros del mismo material, la tipología de los ladrillos podría ser  romana aunque no los llegamos a medir. La estructura se encontraba en muy mal estado estando el muro parcialmente desprendido, las paredes del pozo se habían derrumbado en gran parte y algunas zonas aparecían en un estado muy precario y descompuesto, los escombros habían tapado casi por completo la galería inferior. En tales condiciones no nos atrevimos a bajar pero introducimos una cámara de video con la que pudimos grabar el agua circulando por un pequeño hueco existente  debajo del derrumbe.

Cabecera de uno de los pozos de acceso a la mina rematada con un muro de ladrillo y bóveda parcialmente derrumbada.Foto:José Millán.

 El otro pozo tenía unas características similares pero  no era tan profundo, tan sólo unos siete metros, las paredes  no estaban  en tan mal estado pero la cabecera en este caso estaba  compuesta, como suele ser lo habitual, por piedras encajadas que se encontraban sueltas y en una estabilidad precaria, por lo que desistimos de descender. Cuando introducimos la cámara pudimos comprobar  la existencia de una galería de mina por la que circulaba un exiguo hilo de agua. Con esto concluimos la primera fase de la  exploración, quedando pendiente volver e intentar afianzar la cabecera de este pozo para descender a  la galería con seguridad.

Durante el año 2013 y casi todo el 2014, nuestras exploraciones han estado centradas  en la cercana Mina de agua de Alcaudete, donde ya hemos podido topografiar y estudiar  un total de casi cuatro kilómetros de galerías por lo que no ha sido hasta finales de este pasado 2014 cuando hemos retomado la exploración de esta interesante mina. A finales del mes de  Diciembre nos desplazamos a la zona para intentar realizar  la primera exploración del pozo de mina menos profundo. Teníamos el  objetivo de afianzar la cabecera  y descender con la ayuda de una estructura de acero que colocaríamos sobre la vertical. Una vez destapado el pozo y mientras valorábamos los trabajos descubrimos que a apenas tres metros del  pozo abierto  existía  una sospechosa losa de hormigón de pequeño tamaño y  que parecía tapar un nuevo pozo. Su cercanía nos despistaba bastante  ya que no es habitual encontrar pozos de mina tan cercanos pero decidimos probar suerte. Cuando descubrimos la losa nos encontramos con un nuevo pozo cuya cabecera en este caso estaba formada por un muro de ladrillos rectangular de un metro por cincuenta centímetros de ancho y de al menos tres metros de profundidad, aparentemente  se encontraba en un excelente estado de conservación a pesar que se observaba un ligero desplazamiento de algunas hiladas de ladrillo por movimientos del terreno. Cuando medimos la  profundidad total del pozo  observamos con sorpresa que era  unos cinco metros más hondo que el pozo paralelo, la mina tenía dos niveles.

Accediendo al pozo revestido con ladrillos. Foto: Miguelangel  Bernal.

Detalle del revestimiento superior de ladrillo. Foto Manuel Bernal.

 El muro de ladrillo esta formado por piezas colocadas en una sólo hilada  con unas dimensiones  que va de 28,9 a 30 cm. de largo  y un ancho que va de 21,3 a 22 cm. para un grosor bastante constante de unos 6 cm. El aparejo es mixto alternando hiladas de ladrillos a soga y a tizón, se han utilizado ladrillos rotos o cortados en algunos puntos No se aprecia ningún tipo de argamasa que los una y los muros  tienen  una profundidad de unos tres metros y unas dimensiones en la base de 1,20 m. por 80 cm. y en la coronación de 1 m. por 50 cm. La tipología de estos ladrillos es claramente romana y totalmente similar a los  encontrados en otras minas como la de Alcaudete o Alcalá. Tanto en el muro de ladrillo  como en el resto del pozo excavado en la roca  existen  mechinales  dispuestos a ambos lados para introducir los pies o costeros, algunos de los ladrillos de base del muro se habían quedado casi totalmente “volados” y sin sustento por la degradación de la roca, no obstante este hecho no parecía hacer peligrar la estabilidad de la estructura.  Se trata sin duda de un pozo muy  peculiar y que debía de tener una funcionalidad distinta a la de un “putei” convencional. La primera circunstancia extraña es que se encuentra  a apenas tres metros de otro pozo que tiene un  remate superior normal de putei, a base de piedras encajadas. Los revestimientos superiores de los pozos son normales en todas las minas  de agua  en los Alcores ya que suele existir  un estrato  de arcillas rojas  de un grosor variable sobre la roca calcarenítica que es salvado utilizando piedras de la propia excavación y normalmente sólo encajadas entre sí sin ningún tipo de argamasa. Lo llamativo en este caso es la utilización del ladrillo con idea de dar una mayor solidez a la estructura. Otro aspecto curioso es su forma cónica, siendo la base mayor que la coronación.

Detalle del ladrillo de tipología romana con que estan hechos los muros superiores del pozo , sus medidas son 29X21,5X0,6 cm. Foto:José Millán

 Parece  claro que este pozo tenía una funcionalidad especial, quizás estos muros sirvieran de base a una construcción  superior ya desaparecida, ya que en las inmediaciones  encontramos restos de lo que parecen muros o cimentaciones  hechas con toscos sillares de piedra.  Las coordenadas de este pozo y que para nosotros será el punto de referencia y origen de la topografía  son: 265123,4 X,  4149272,4 Y, 240 m.s.n.m,  USO 30. El pozo esta situado en una zona elevada a unos veinte metros a la derecha de la pista que baja desde la rotonda conocida como “Rotonda de los Caballos” en la carretera A-398 Viso-Carmona a la Fábrica de Anís y al Cortijo de la Bóveda. El pozo da acceso a dos galerías situadas a diferentes niveles; Cuando descendemos encontramos una galería colgada  situada a  6,4 metros de profundidad y con una dirección de 295º por la que cae un hilo de agua, si seguimos descendiendo alcanzamos la galería inferior situada a 10,8 metros de profundidad y por la  que circula actualmente toda el agua de la mina. En las paredes del  pozo se aprecian huellas  de  desgaste en la roca producidas por los  intensos caudales de agua que se han precipitado desde la galería superior a la inferior. La pared inferior esta cubierta por gruesas formaciones generadas por chorreo  y que evidencian  una gran antigüedad.  En la ventana que comunica la galería superior con el pozo  hay restos de un muro de ladrillo  de un metro de altura  que podría haber tenido la función de represa para conseguir un cierto nivel de agua, lo que queda evidenciado por las marcas de antiguos niveles de agua, que superan el metro de altura. La tipología de estos ladrillos es similar a los del pozo. Empezaremos describiendo la mina por la galería más alta:

Detalle desde la base del pozo de entrada a la mina , a la derecha se aprecia la galería colgada que accede a la zona superior de la mina.Foto: Pilar Orche.
Galería superior:
La galería superior  esta excavada en la roca que  presenta una consistencia más  blanda de lo normal pues parece contener una importante cantidad de arcillas. Empieza teniendo unas dimensiones típicas, 1,80 metros de altura  por un  ancho de 70 cm. (las galerías romanas típicas suelen tener un alto aproximado de 3 pies romanos por seis pies de alto, un pie romano son 0,296 cm.)  y  una sección rectangular. Ya hemos observado en otras minas como en los terrenos más blandos se opta por secciones rectangulares que facilitarían una eventual entibación con costeros de madera, piedra o ladrillo.  La galería toma un rumbo de entre 280 a 300 grados, pasando por debajo de la carretera A-398. Presenta lucernarios de tamaño normal (10X20 cm.) excavados en la pared izquierda según avanzamos y a distancias regulares de unos sesenta centímetros, algunos aún conservan restos del hollín de la llama. El sentido de excavación hacia el interior  esta  bien identificado   por las marcas de herramientas y la situación de lucernarios en el lado izquierdo. En la pared derecha y espaciados a distancias de unos diez metros encontramos grandes huecos u hornacinas excavadas para depositar vasijas con aceite. Estamos ante una técnica de excavación de minas  genuinamente romana y que es la siguiente:

Galería superior de la Mina de la fábrica de anis. Foto: José Millán.

 Cuando un equipo  iniciaba la jornada de trabajo en el frente de  mina se  excavaba una  hornacina en la pared derecha para depositar una vasija de aceite con la que recargar las lucernas durante toda esa  jornada, luego se excavaba un lucernario pegado al frente de excavación  y a la altura de la cabeza con idea que estuviera lo más próximo posible a la pared y delante de la cabeza para no generar sombras, lo que dificultaría una buena visión. Creemos que al agotarse  el aceite de la lámpara y en el momento de recargarla se excavaba un nuevo lucernario casi a ras del nuevo frente de excavación y así sucesivamente. Esto explica que donde la roca es más dura o la galería es más alta  los lucernarios estén más juntos y viceversa. Este sistema permitiría además controlar los turnos de excavación simplemente contando lucernarios y relacionándolos  al tiempo que tarda en gastarse el depósito de una lucerna. Las distancias entre hornacinas nos dan idea de cuales eran las distancias de roca excavadas por jornada o equipo. Ya hemos hablado de estas técnicas de minería romana en los  estudios de lucernarios  que hemos podido realizar  en  la mina de agua de Alcaudete, donde hemos encontrado distancias entre lucernarios de apenas 12 centímetros  cuando la roca es muy dura, y hornacinas espaciadas a mayores distancias cuando también aumenta el espaciamiento de los lucernarios. 

Lucernarios distribuidos cada 60 cm. al lado izquierdo del sentido de excavación. Foto: Manolo Bernal.

  

Hornacina para depositar las basijas con aceite. Foto Manuel Bernal.

  La galería discurre sin cambios durante treinta metros hasta un quiebro de casi  90º grados que tras unos tres metros  conecta con un primer pozo o puteis, el quiebro puede ser debido a un error en el rumbo de excavación ya que la galería esta excavada en un único sentido hacia el pozo. También podría haber sido realizado a drede para frenar la corriente de agua. Al partir del pozo  y  como era de esperar la galería recupera el rumbo inicial. El pozo es  de sección rectangular, guardando la relación usual de aproximadamente  1.5X0,90 m. (los puteis en las minas romanas suelen guardar una relación aproximada de 3 pies de ancho por cinco de largo) y esta equipado con  los típicos  mechinales de apoyo  a ambas caras  del lado más corto del pozo. La cabecera   esta  tapada  con una losa de hormigón reciente  y su  profundidad es similar a la del  pozo anterior, unos siete metros. El patrón de medida entre puteis  oscila entre los 30 y 29 metros. Estas medidas no son muy  usuales aunque las hemos registrado ocasionalmente en otras minas y que podría corresponder a un patrón de 10 perticas o 20 passus, (1 pertica son 10 pies  romanos que  son aproximadamente tres metros). 
 

Putei fotografiado desde su base. Foto: Pilar Orche.


 Las marcas de herramientas de hierro  también nos parecen  algo peculiares en esta zona   ya que no observamos los típicos  picos curvos tan presentes en otras minas y canteras romanas , se  destacan las  huellas de punteros de percusión y lo que parecen cinceles o cuñas  con los que se atacaron fundamentalmente los techos. En la pared derecha encontramos una sucesión de grandes alcayatas de hierro clavadas en las rocas dispuestas probablemente para colocar candiles o sujetar un cable eléctrico, por su aspecto y estado no deben de tener muchos años, sabemos que la mina fue durante mucho tiempo objeto de revisiones y mantenimientos por parte de poceros. 

Huellas de herramientas. Foto Pilar orche.

  Desde este punto recorremos otros treinta metros de galería sin cambios morfológicos ni de rumbo  hasta alcanzar un nuevo putei.  Se trata de un pozo similar al anterior y también tapado, en la base del pozo hay una acumulación de escombros que obliga a pasar sobre ellos arrastrándose y en la galería  posterior y debido al taponamiento  ya encontramos una altura de agua de unos 20 cm. El agua esta estancada pero limpia. Entramos en un nuevo  tramo de 29 metros hasta un nuevo putei, en este caso  con ligeros quiebros y un rumbo que vira hacia los 320º. La boca superior de este nuevo putei de unos ocho metros de profundidad esta abierta (se encuentra en el interior de una finca particular). La galería en este sector gana altura llegando a los 2,2 metros y las secciones superiores  de las galerías son ovaladas probablemente porque la roca es más dura apreciándose, como era de esperar, que las distancias entre lucernarios se reducen a unos 40 cm. Empezamos a distinguir  las típicas señales de picos curvos sobre la roca. En la base de este pozo  la mina contacta con una cavidad natural o manantial  subterráneo cuyo lecho esta completamente seco en la actualidad. En el techo de la galería se observan cúpulas de disolución que sólo se forman en inundación total y que forman parte de un conducto natural reexcavado al construir la mina. Estamos ante lo que fue una de los “manantiales madres» de la mina.

 La  cueva forma una sala de unas dimensiones aproximadas de 3X4 metros  desde la que encontramos tres continuidades posibles. Dos galerías excavadas y una gran oquedad elevada un metro del suelo  que da paso entre bloques de piedra  a un conducto natural, el hecho de que este conducto na haya sido tapado demuestra que era emisivo, probablemnet el principal aporte de este colector.
La primera de las galerías esta excavada siguiendo una galería natural preexistente a la que simplemente se la ha reexcavado el lecho inferior y consecuentemente  tiene una forma irregular ,toma una dirección de 300 grados y a los siete metros culmina en un venero impenetrable. La galería natural que es un conducto de origen  freático tiene sección laminar de unos 1.5X0,4 metros, desarrollado a favor de una pequeña falla horizontal , que sigue un rumbo de unos 70º y del que se han podido explorar unos cuarenta metros.

Zona donde la mina contacta con una galería natural,  Foto:José Millán.

La tercera de las continuidades  es una  galería artificial de dimensiones normales que toma un rumbo de 360 grados y que tras recorrer unos quince metros desemboca en un nuevo putei  similar a los anteriores pero  con su base a unos dos metros por debajo del lecho actual de  la galería superior. Esta zona ha sido claramente modificada desde su estructura original, estando  suelo de la galería recrecido con piedras y  depósitos de arcilla, acumulados por el agua. En el acceso desde la galería al pozo se ha construido una especie de represa para retener un  buen nivel de agua . El pozo  esta equipado con una bomba eléctrica sumergible . La continuidad de la mina la encontramos descendiendo al agua, donde arranca una nueva galería con un rumbo de unos 280º. Al inicio de esta nueva galería existe una acumulación  de piedras y barro que represa el agua en el pozo y  que provoca que  los primeros metros esten secos, recuperando el nivel de agua a los pocos metros de recorrido.  Este  último sector de la mina  es  una  galería es similar a las anteriores con una sección en principio algo más alta  de lo normal  de  2,20X0,70 m, los lucernarios están espaciados cada cincuenta  centímetros  y esta también excavada hacia el interior. En este sector si apreciamos las huellas típicas de picos curvos tanto en paredes como en techos y la roca es mucho más consistente  que en las galerías iniciales,  tiene las secciones superiores predominantemente   ovales  y una altura de agua de unos setenta centímetros. Recorridos 17 metros alcanzamos un nuevo putei, en este caso rectangular y con medidas típicas, esta tapado por una losa de hormigón  y su  profundidad es de unos ocho metros. A partir de este punto la altura de la galería se va reduciendo poco a poco, pasando de los 2,20  a 1,40 metros  hasta llegar a un nuevo putei similar al anterior y situado a treinta metros. Desde aquí sólo nos quedan unos 29 metros para llegar al final penetrable  de la galería, producido por un taponamiento de escombros que coincide con un pozo. Estamos a la altura del polígono de Brenes, delante de unas naves industriales. La dirección de la galería en todo este tramo es de 300 grados, el desarrollo total hasta el taponamiento es de 196 metros y la profundidad prácticamente constante. A lo largo de la galería se aprecian antiguas marcas de niveles de agua de algo más de un metro de altura.

Zona final de la galería superior de la mina antes del taponamiento. Foto: José Millán.
Trazado de la mina superpuesto a la foto aérea.

Galería Inferior:

 La galería inferior se desarrolla en dos direcciones, más o menos paralelas al cantil rocoso del puerto. El agua circula desde  un conducto de ladrillo situado en la zona inferior de una galería casi totalmente taponada por sedimentos,  pasa por la zona inferior del pozo y entra en un nuevo conducto de ladrillo similar  que tiene una dirección de  220º. Las dos galerías están revestidas con una bóveda de ladrillo de 60 cm. de ancho y apenas 40 cm. de altura. Hemos podido estudiar con detalle la parte revestida de la galería que recibe el agua ya que la otra esta prácticamente oculta por sedimentos. En la zona superior del arco de ladrillo  se aprecia la galería original excavada en la roca y  que ha sido rellenada por completo con tierra. Hemos podido comprobar  que el conducto artificial   tiene una longitud  de unos tres metros tras los que se abre de nuevo la galería en una especie de sala,  para volver a cerrarse en un nuevo conducto de ladrillo similar al precedente. Sabemos que esta es la galería que lleva agua a la Fábrica de Anís, ya que tras la exploración el agua estuvo saliendo embarrada por la acequia  durante varios días. Parece que la mala consistencia de la roca muy arcillosa obligó a construir las conducciones de ladrillo y cegar la galería original  por lo que la exploración de este sector es por ahora inviable. Los conductos de ladrillo son muy interesantes; están construidos con varias hiladas de ladrillos dispuestos a soga en los laterales sobre los que se sustenta el arco de medio punto. Los ladrillos  son similares  a los que forman el muro de entrada al pozo con unas medidas de 29,2X21,8X6 cm. Entre los ladrillos de la zona superior  encontramos algunas  piezas algo más pequeñas de 14,8X27X3 cm.  que estan rotas y  puede ser una restauración posterior ya que no existen en el resto de arcos de ladrillo que hemos podido estudiar . No hemos apreciado ningún tipo de mortero que los una.

Detalle del conducto de ladrillo de la galería inferior. Foto: Manolo Bernal.

 En  el  sentido contrario , que es de  donde viene el agua, encontramos un conducto de ladrillo similar, enterrado bajo sedimentos arcillososque tienen el aspecto de ser  acumulaciones de  sucesivas  limpiezas de la galería. En este caso la galería no esta totalmente taponada y  podemos acceder  por un hueco entre el sedimento y el techo,  que tiene un metro de ancho y  apenas treinta centímetros de altura. En este punto encontramos una bifurcación a la derecha  de dimensiones muy reducidas que no es mas que una antigua galería excavada en la roca y  colmatada casi hasta el techo por los mismos sedimentos que la anterior  y de la que hemos podido recorrer unos ocho metros, hasta un paso impenetrable  pero tras el que se aprecia  la continuidad de  la galería. En el techo se han formado gruesas estalactitas de una longitud de al menos 20 cm. lo que sugiere que este conducto  en este punto puede  llevar taponado muchos años. No descartamos que bajo el sedimento pueda existir un conducto de ladrillo que en su día llevara el agua al exterior.

Galería semi taponada que en su día salia al cantil rocoso del puerto. Foto: Manolo Bernal.

Sabemos por la topografía que es esta  la galería que sale al cantil rocoso del puerto  y debe ser a la que alude Collantes. La salida al exterior de este conducto ha de estar localizada en un recodo en la roca, a la derecha de la pista que baja hacia la fábrica y  en la  que existe una higuera y restos de lo que parece una antigua acequia, de hecho en el suelo de la galería y en el último punto explorado existen grandes raíces procedentes probablemente de esta la higuera. Por las descripciones que hace Collantes esta debía de ser la galería que suministraba agua al conducto de sillares y losas que se describe en el articulo citado lo que nos induce a pensar que esta debía de ser una de las salidas originales de la mina.

Punto en el cantíl del Puerto donde según la topografía estaría una de las salidas de la mina, hoy taponada. Foto: José Millán

 Volviendo al conducto inicial habremos de continuar “arrastrándonos” unos 18 metros más  hasta que conectamos con una nueva galería de  1,80 X0,70 m. donde aparece el otro lado del conducto de ladrillo. Sobre los sedimentos de relleno encontramos algunas tégulas amontonadas. La pared de la galería esta muy erosionada y no son visibles las huellas de herramientas pero si los lucernarios, situados  en el lado izquierdo según se avanza a distancias de entre 60 y 80 cm. la zona superior de la  galería tiene una sección ovalada. Tras recorrer doce metros encontramos lo que parece un pozo inacabado y excavado desde abajo aunque tambien podría ser una pequeña cavidad natural reexcavada.Ya hemos hallado lo que parecen pozos a medio hacer en otras minas como la de Alcaudete y que sustenta la teoría de que algunos pozos pudieron ser  excavados desde el interior. Tiene una sección sensiblemente rectangular y de dimensiones normales  de 1X0,5 m. En este caso y como pasa en los casos de la mina de  Alcaudete  la profundidad de la galería respecto al suelo es de apenas 5 metros lo que por supuesto favorece esta “excavación inversa”. El pozo esta lleno de formaciones por el intenso goteo que existe ene esta zona, algunas tienen un grosor considerable, de hecho encontramos formaciones muy desarrolladas a lo largo de todo este tramo.

Detalle del conducto de ladrillo cubierto por sedimentos. Foto: José Millán.

Restos de tégulas entre los sedimentos. Foto José Millán.

 Tres metros mas adelante encontramos un putei completamente taponado por piedras que parecen colocadas desde el interior formando una bóveda, el taponamiento es muy antiguo porque las piedras están cubiertas de formaciones. Desde este puteis taponado recorremos un largo  tramo de 42 metros de galería hasta el siguiente , con un rumbo constante de 20 grados y  con alturas que oscilan entre los 1,5 y 1,8 metros para un ancho de entre los 50 y 60 centímetros. Hay niveles de agua muy marcados en la roca que están un metro por encima del nivel actual. Las paredes de este nuevo pozo están completamente cubiertas de formaciones, tiene una profundidad de unos cinco metros y la cubierta esta tapada con una losa de hormigón. La base del pozo esta parcialmente cubierta de bloques de piedra y al otro lado encontramos un tramo de galería de cinco metros cuya altura se reduce a apenas 1,20 m. y que acaba en un nuevo conducto de ladrillo de unos 20X30 cm.  pero en este caso rectangular  ,la zona superior de la galería esta completamente taponada con bloques de piedra, en este punto culmina la exploración. El agua no parece brotar del conducto sino del suelo, quizás exista  un taponamiento y el agua haya acabado por buscar su camino bajo el suelo.

Detalle de las formaciones parietales que se han desarrollado a lo largo de la galería inferior. Arriba a la derecha se puede apreciar lo que podría ser un pozo inacabado y excavado desde abajo. Fotos: José Millán.

La galería tiene un desarrollo total de 84 metros y una dirección muy constante de unos 25 grados. La posición de los lucernarios y marcas de herramientas indica un rumbo de excavación hacia el interior. Las distancias entre puteis en principio siguen el mismo patrón que en la galería superior, unos treinta metros, 10 pérticas,  pero luego esta distancia aumenta hasta los 42 metros, distancia que también nos resulta común por haber sido  registrada recurrentemente en uno de los sectores finales  de la mina de Alcaudete, 42 metros son 14 pérticas o 28 passus. Esta galería discurre paralela a la carretera y pasa por debajo de un grupo de viviendas en la Calle Bonifacio IV. Sabemos que alguna de estas viviendas tiene pozos de acceso a la mina aunque de momento ningun propietario nos ha  permitido  acceder a ellos. Pasado este grupo de casas y  a 350 metros del último punto explorado de la mina encontramos un pozo  tapado con una cúpula al lado de unas estructuras del Siglo XVIII. compuestas por aljibes y acequias,  podría tratarse de un putei de la mina así que haremos gestiones con el Ayuntamiento para poder destaparlo  y explorarlo y así intentar completar el trazado aproximado de la mina.

Detalle de dos sectores de la galería inferior donde se pueden apreciar la diferencia de alturas y las marcas de antiguos niveles de agua muy superiores a los actuales. Foto: José Millán
Conclusiones:
Estamos sin duda ante un sistema de captación y conducción de agua destinado a alimentar grandes edificios de origen romano y que no han podido ser, por falta de excavaciones y estudios  identificados claramente. El Puerto de Brenes fue sin duda un enclave  importante en el ámbito rural de la Carmo Romana. Collantes habla del hallazgo en el lugar de basas de columnas, cisternas, baños y pilones de mampostería y lo que cree fueron unas termas por los restos del característico enlucido de cal  impermeabilizante “opus signinum”  y pequeños ladrillo romboidales; sin  olvidarnos de  las cimentaciones de la Fábrica de Anís que habría que incluirlas dentro de este potente  yacimiento que ha de  encuadrase cronológicamente  en el Alto Imperio Romano. Algunos investigadores han puesto en entredicho  que estos grandes edificios fueran realmente termas, proponiendo la hipótesis de que fueran  curtidurías, establecimientos que estarían más en concordancia con un enclave rural, máxime cuando ya han sido hallados restos de  grandes termas públicas como las de las  Calles  Pozo Nuevo o Juan de Ortega en el centro de la ciudad o las del Cortijo de la Bóveda, que están situadas a un kilómetro de esta emplazamiento en dirección a la Vega.
De todas maneras, bien fueran termas curtidurías o simplemente grandes Villaes rurales lo que existiera en este puerto  habría de ser lo suficientemente importante para justificar la construcción de un sistema de abastecimiento de agua  de las características de esta mina. En cuanto a los sistemas constructivos observados vemos como son casi totalmente coincidentes con los existentes en otras obras subterráneas similares y que hemos tenido la oportunidad de estudiar en los Alcores. Creo que a estas alturas ya podemos  a considerar que el los Alcores se desarrolló una intensa y eficiente  cultura de ingeniería minera hidráulica por parte de  las comunidades romanas que se asentaron en estas tierras a partir del siglo I antes de Cristo. 

Punto final de la galería inferior en un conducto impenetrable de ladrillo. Foto: José Millán

 Las  dos galerías de la mina nacen de  acuíferos situados a distinta cota y  que se han conectado en un pozo colector. Las galerías están excavadas siempre  hacia los manantiales lo que podría dar a entender que primero se localizaban estos,  utilizando seguramente técnicas zahoríes y luego se excavan los túneles desde el colector de salida  hasta el manantial, no hay evidencias (salvo en el caso de una galería de corto desarrollo)  de que las galerías hayan sido excavadas, como pasa en otras minas, siguiendo galerías naturales preexistentes con los característicos  trazados sinuosos y «equivocaciones» (galerías que tras ser excavadas han sido tapadas).
 Las dos galerías parecen haber sido excavadas con técnicas y patrones similares por lo que deben haber sido construidas  en una misma época. La mala consistencia de la roca en gran parte de la  galería inferior ha obligado a la construcción de conductos de ladrillo para salvaguardar la corriente de agua, rellenándose la galería superior de estas conducciones con sedimentos arcillosos, probablemente de sucesivas limpiezas.
Los ladrillos empleados en la construcción de los conductos y las tégulas vienen a reafirmar el origen romano de la mina y de las obras de refuerzo. He de decir que hemos realizado una comparativa tipológica  de ladrillos de todas las estructuras medievales existentes, molinos, atarjeas, etc. con los de la mina sin encontrar ninguna coincidencia, correspondiendo las piezas medidas en los molinos al ladrillo típico de 28X14X0,3 cm.  o 29 X14,5X0,3  utilizado en la  Edad Media. Sólo hemos observado reutilizaciones de grandes sillares de origen probablemente romano  en los cimientos de los molinos.

 Las galeríasque hemos podido explorar no parecen presentar remodelaciones notables y  posteriores a su construcción, salvo algunas evidencias de labores de mantenimiento recientes y un pozo que ha sido parcialemnte modificado. El desarrollo total explorado es de 387 metros de galerías artificiales  y 40 metros de galería natural. Parece que pudieron existir dos salidas de la mina; la primera situada antes del pozo colector y actualmente  taponada y la segunda la que ha día de hoy alimenta a la fábrica de Anís a través de la atarjea. Por tanto creemos que la mina habría de abastecer a dos edificios o asentamientos  situados a una distancia de unos cien metros. El primero el que identificó Collantes junto al camino del Puerto y el segundo el que esta bajo la fábrica de anís. Collantes habla de grandes cisternas, depósitos y conductos  desde los que se distribuiría el agua, esto puede justificar que en la mina no encontremos evidencias de que se haya buscado capacidad de  almacenamiento y sólo de conducción, hecho que si esta presente  en otras minas donde las galerías han sido excavadas a grandes alturas como en el caso de la de Alcaudete. La mina  ha sido reutilizada y mantenida  por los sucesivos asentamientos humanos de  la zona, siendo el más destacable el que corresponde a la construcción de los molinos hidráulicos preindustriales en el  S.XVIII. y en casos puntuales la finalidad lógica  de abastecimiento a fincas y viviendas
Las posibilidades de continuar la exploración son difíciles pero no imposibles ya que tenemos pendiente la apertura de un putei cerrado con una cúpula y  situado a unos 350 metros de la punta de exploración de la galería inferior  que podría ampliar el desarrollo o al menos darnos información sobre el trazado total. En cuanto a la galería superior no hemos encontrado ningún nuevo putei en las proximidades del taponamiento final y  el hecho de que se desarrolle bajo un polígono industrial limita mucho esta posibilidad porque los que hubiera seguro que  han sido tapados.
Por último creemos que esta mina habría de ser protegida y puesta en valor como el gran patrimonio arqueológico que es. Desde la AAES haremos todo lo posible para que esto suceda, ya están comprometidos con la causa  los propietarios de la Fabrica de Anís, esperemos que también lo hagan las autoridades pertinentes.

Fuentes comsultadas:

«Base de datos patrimonio inmueble de Andalucía». 

«CARTA ARQUEOLOGICA DE LOS ALCORES» de Fernando Amores Carredano.

«Brenes y Guadajoz. Nombres de lugar sevillano de filiación mozárabe». Stefan Rustaller. http://institucional.us.es/revistas/philologia/6/art_13.pdf

«Sociedad y mundo funerario en Tartessos»  Mariano Torres Ortiz.

«CARMONA ROMANA».  Excmo Ayuntamiento de Carmona y Universidad de Sevilla.




Nuevas exploraciones en la mina de agua de la finca de Trigueros.

Después de varios meses de espera hemos podido volver entrar y explorar la mina de agua de la finca de Trigueros en Carmona que debido a un taponamiento de las galerías principales se encontraba inundada. El escaso régimen de lluvias del último año a provocado la desecación del manantial que nutre la mina y por lo tanto estas galerías han vuelto a quedar aéreas.
Por razones que el actual propietario desconoce hace ya algunos años se realizó un taponamiento con tierra del pozo colector y de gran parte de la galería principal. A parte de esta destrucción parcial la mina se encuentra muy contaminada por materiales arrojados por los pozos como latas, botellas, etc.





Detalle de uno de los dos pozos que aún quedan de la mina y la zona donde se encuentra dentro de la finca.

Esta incursión en la mina nos ha permitido estudiar con mayor detalle la galería que ya exploramos en el año 1986, tiempos en los que nuestros conocimientos sobre minas eran muy escasos. A pesar de la nefasta e inexplicable destrucción de parte de la mina al menos tenemos la suerte de que las características y elementos presentes en las galerías que aún existen, pueden aportarnos valiosos sobre los orígenes de la mina, su proceso constructivo y utilización. El acceso lo hemos realizado a traves de uno de los pozos (el de menor diámetro), porque era en el que el brocal de ladrillo moderno se encontraba en mejor estado.


Acceso por uno de los pozos

La galería esta excavada en la roca a pico de hierro y cincel, pico en las paredes y cincel y cuñas en los techos. Hay un sentido de excavación claro hacia el manantial o venero principal de la mina. Las huellas de los picos presentan un trazado curvo lo que concuerda con el tipo de herramienta que usaban los romanos en las excavaciones mineras o de cantería que solían ser curvados. Los lucernarios están distribuidos a distancias de no más de veinte centímetros, como sucede en algunas galerías de la mina de Alcaudete, distancias tan pequeñas que sugieren que, como en Alcaudete y en algunas minas de mineral romanas catalogadas en la Península podrían también haber servido como control de los turnos de excavación. Todos presentan las huellas del hollín de la llama marcado sobre la roca de color claro y tienen una profundidad de entre 9 y 11 cm. lo que concuerda con la longitud de las pequeñas lucernas de barro romanas. Las galerías excavadas en la roca son de tres tipologías; la galería común de dimensiones 1,80 X0,60 m. Un tramo donde la altura se ha reducido a 0.75 manteniendo la anchura, puede que con idea de represar el agua, y una pequeña galería de apenas 50 cm. de altura que se parece mucho a las pequeñas galerías de prospección que se excavan en las minas de mineral para buscar betas. De hecho acaba en un pequeño venero por lo que su función podría haber sido la misma, que no es más que buscar en este caso un venero de agua para conectarlo con la mina. El suelo esta cubierto de capas gruesas de caliza flotante (precipitada) lo que indica regímenes de agua muy estancada. Las secciones de todas estas galerías tienden a ser rectangulares. Los pozos se distancian entre sí a un patrón de unos 18 metros similar a los patrones que hay en alcaude o la mina de agua de Alcalá. 12 passus romanos = 17,7 metros.


La galería se encuentra contaminada por residuos arrojados por los pozos

La zona más interesante de lo que queda de mina es sin duda un tramo de galería artificial realizada con mampostería sin argamasa cubierta con bloques de mayor tamaño y tégulas. La pequeña sección de esta galería de apenas 30 cm. de anchura y poco más de un metro de altura sugiere que se ha construido desde arriba, excavando un hueco en la roca que luego se ha tapado. La hemos explorado sólo en parte ya que hay una zona con peligro de derrumbe que será necesario afianzar para alcanzar con seguridad el final. Sabemos que esta galería debe llegar hasta el manantial principal de la mina y la longitud medida hasta lo que parece un derrumbe es de unos veinte metros.


huellas de los picos de hierro y lucernario con señales de la llama

Esta galería tiene una tipología totalmente similar a las galerías artificiales que hemos encontrado en la mina de Alcaudete y su función ha de ser la misma que no es más que contener materiales blandos y evitar el colapso del conducto, como en el caso de la pequeña “galería de prospección”, el suelo de esta completamente concrecionado por caliza flotante que ha ido precipitando sucesivamente formando una gruesa capa y esto debe ser por el régimen constante de agua embalsada en la mina sin apenas circulación , lo que también nos da pistas sobre su funcionalidad como reservorio de agua.


Galería artificial parcialmente costruida con tégulas, el suelo esta cubierto de gruesas capas de caliza «flotante».

Sabemos por los estudios hechos sobre espeleotemas en cuevas que el grosor aproximado de caliza que se deposita por precipitación en unos mil años en condiciones favorables (como es el caso) puede ser de unos 10 cm. El grosor que he podido medir en el suelo llega a los 15 cm. en algunos puntos por lo que podríamos hacer una datación aproximada de la mina basándonos en estas formaciones calcáreas y por supuesto con una metodología de estudio precisa y utilizando métodos científicos. De hecho la datación por espeleotemas es una técnica que ya se viene poniendo en práctica en determinadas estructuras subterráneas muy antiguas.


pequeña galería de apenas 60 cm. de altura concreccionada con caliza flotante.

Como conclusión estamos ante una mina que parece construida utilizando las mismas técnicas que la de Alcaudete, incluidas las obras de refuerzo interiores, sólo que en este caso se trata de una pequeña mina de abastecimiento-almacenamiento de una comunidad y no una gran mina “industrial” de varios kilómetros.


las secciones de la galería son rectangulares.

Hemos de destacar el apoyo recibido para estas exploraciones del propietario de la finca D. Eduardo Mencos, que se ha mostrado muy interesado en la recuperación y puesta en valor de la mina, así como a José, el guarda, que ha colaborado en todas las actividades realizadas. Como objetivos futuros tenemos previsto la limpieza e intento de destaponamiento de las galerías cegadas así como la consolidación de la galería artificial para facilitar su total exploración y estudio.


plano de la mina donde se señalan las galerías que no estan taponadas.

Revisión de la mina de agua de Martín Pérez

En fechas recientes hemos vuelto a visitar la agua de Martín Pérez junto con los miembros de la Asociación de defensa del patrimonio Luis Reyes Calabazo, como actividad de campo para dar a conocer el Patrimonio arqueológico y natural de Carmona y en la que también se incluyó una conferencia sobre el proyecto de exploración y catalogación de las minas de agua de los Alcores Sevillanos que la AAES esta llevando a cabo. Se aprovecho la visita para realizar algunas fotos y un vídeo de esta bonita y curiosa mina de agua. Lo más destacable de la visita fue el descubrimiento de una primitiva vela hecha con cera de abeja y que parece que pudo ser utilizada para iluminar algunas labores de excavación. El estudio de esta vela puede aportar datos muy valiosos sobre la historia de la mina, intentaremos datarla. También se exploró un pozo sin duda asociado con la mina que esta completamente colmatado de sedimentos.

Cartél de las jornadas.
 Hemos observado algunas evidencias que parecen indicar que el pozo principal de la mina situado en el colector pudo ser excavado desde abajo, tal como sucede en la mina de Alcaudete. Por otro lado la vela puede ser un sistema alternativo a las lámparas de aceite, sabemos que en algunos momentos de la historia este escaseo tanto que se adoptaron estos sistemas de iluminación. Un primer estudio de la vela revela una gran antigüedad por la patina que la recubre y que la ha ennegrecido. Parece estar fabricada enrollando capas de cera de abeja que era ligeramente calentada previamente lo que no es un sistema muy común ya que lo normal era fabricarlas por inmersiones sucesivas en cera caliente. La mecha central ha desaparecido completamente al ser de fibras orgánicas. Creemos que esta vela ha de ser estudiada en profundidad y datada mediante carbono 14 para establecer su antigüedad con precisión.

Imágenes de la galería principal de la mina
Algunos de los lucernarios que hemos estudiado en esta mina resultaban muy pequeños para albergar una lámpara por lo que fueron claramente realizados para una vela. ¿Se excavó toda la mina con velas?, es una posibilidad pero hay lucernarios más grandes y cuyas huellas de humo, bien visibles en la roca, parecen pertenecer por su posición más a una lámpara de aceite que a una vela. La vela se encontraba entre los escombros de excavación de una pequeña galería lateral, suponemos que se cayó y no fue abandonada ya que las velas de cera eran caras en la antigüedad y no demasiado fáciles de conseguir. De hecho tanto en el Imperio Romano como en la Edad Media eran habituales las velas hechas de cebo o grasa animal mucho más baratas y fáciles de conseguir, el problema es que eran poco efectivas y despedían mucho humo de olor desagradable por lo que no eran adecuadas para excavar en una mina. Tenemos muchos estudios y pruebas sobre la iluminación de labores de excavación en minas mediante lucernas de aceite, durante el Imperio Romano y la Edad Media pero sobre velas no hay prácticamente nada y aquí radica la gran importancia que puede tener este hallazgo.
 Tambien se han localizado trazados sobre la roca que podrían ser inscripciones  pero que habrá que analizar con más detalle. En definitiva estamos ante una mina que todavía puede dar mucho de sí en cuanto su historia y origenes se referiere. Tenemos previsto volver para seguir revisando y buscando más pruebas que confirmen o desmientan las teorías iniciales que teníamos sobre esta mina.
Primitiva vela de cera hallada durante la exploración.
Posibles inscripciones.

la Mina de Agua de Alcalá y los Caños de Carmona.

 

La mina de agua de Alcalá de Guadaira  es sin duda una de las minas urbanas más extensa  y conocidas de Andalucía. Su importancia histórica cobra mayor  relevancia en base a su relación directa con los llamados Caños de Carmona,   un formidable acueducto de más de veinte kilómetros  en parte aéreo y en parte subterráneo que durante muchos siglos fue el principal abastecimiento de agua a Sevilla. En este caso se trata de una mina que ha sido siempre un elemento del subsuelo urbano, y es  que durante siglos la mina  fue también la fuente principal de abastecimiento de agua potable de Alcalá, estando el trazado de sus calles directamente relacionado con el de sus galerías, cuyas lumbreras distribuidas a distancias regulares de unos veinte metros , acabaron convirtiéndose en un sistema de pozos de abastecimiento para las viviendas  edificadas en la  Edad Media,  y así ha sido hasta tiempos recientes cuando los pozos han quedado en desuso por la contaminación de las aguas del acuífero. Es lógico  que una de  las calles principales de la población se llame  “Calle de la Mina”. El importante caudal que circulaba por la mina fue también utilizado para proporcionar fuerza motriz al conocido como “Molino de la Mina”, uno de los pocos molinos hipogeos que existen en España. La mayoría de los molinos alcalareños fueron construidos durante la ocupación islámica, sin descartar que ya existieran algunos en época romana  y reutilizados de manera intensiva  en la Edad Media cuando la localidad llegó a conocerse como “Alcalá de los panaderos”. No hay un elemento más representativo de la cultura harinera-panadera alcalareña como los innumerables molinos, movidos tanto por las aguas del Guadaira como por los manantiales subterráneos.

El castillo de Cheber y el Molino del Algarobo en Alcalá de Guadaira.

Foto: Manuel Bernal. 

Las condiciones hidrogeológicas del subsuelo de  Alcalá son bastante excepcionales y coinciden en general con las que existen en toda la cornisa de los Alcores. Las colinas alcalareñas  están formadas por un potente estrato de  sedimentos marinos del mioceno que han generado la característica  roca conocida como calcarenita. Con unos grosores que  a veces superan los  treinta metros y que  están asentadas  sobre un zócalo de margas azules sobre el que se retiene el agua formando importantes acuíferos. Tal acumulación de calcarenita ha generado una intensa explotación a lo largo del último siglo plasmado en forma de innumerables y antiestéticas canteras que han remodelado y caracterizado el paisaje alcalareño. La calcarenita molida a la que vulgarmente llamamos albero es una tierra muy apreciada en Andalucía por su capacidad drenante y que siempre ha estado  relacionada con los espectáculos taurinos y feriales.  Además la calcarenita es una importante materia prima para la fabricación de cementos, industria que también esta presente en la localidad. No hay un subsuelo con mejores condiciones para la excavación de minas de agua que este que esta presente en los Alcores; abundancia de agua subterránea y una roca fácil de excavar pero muy resistente al colapso. Realmente son varias las minas que existen en el subsuelo de Alcalá. A lo largo de las márgenes del Guadaira y en la zona de Oromana se localizan otra serie de conducciones menores que en muchos casos alimentaban molinos hidráulicos. Algunas tienen desarrollos importantes y tipologías similares a la mina principal pero sin relación física con ella. Pudieron ser originalmente minas de abastecimiento de pequeños núcleos urbanos o Villaes, sin descartar que algunas puedan tener un origen más reciente islámico o medieval. Actualmente están en proceso de estudio por parte de la Sociedad Espeleológica GEOS.

 Minas de Calcarenita en Alcalá de Guadaira. Foto: José Millán.

 

Plano medieval del trazado de los Caños de Carmona. (archivo histórico)
 Los conductos de la  mina  han sido excavados a pico en la roca calcarenita, desarrollándose durante muchos miles  de metros para recoger y canalizar el  agua de los caudalosos manantiales subterráneos que existen bajo el subsuelo de Alcalá. Es una obra de ingeniería hidráulica formidable   pero ¿Quiénes la construyeron?
  Fábrica abandonada del Adufe. Foto: José Millán

 Corría el año 1.172 cuando según el cronista musulmán Ibn Sahid  Al-sala, el entonces  Califa  de Sevilla Abud Yaqub Yusuf  ordenó restaurar una antigua canalización que transportaba agua hasta Sevilla y que en ese momento ya estaba en desuso. El acueducto recogía el agua  de las proximidades de  la entonces “qalat chabir” edificada sobre el río “ayra”, (“wadi ayra”) que era un importante bastión almohade que formaba parte del cinturón defensivo de la Sevilla islámica y con el tiempo acabaría siendo la actual Alcalá de Guadaira. Esta referencia histórica es suficientemente clara para la datación de la mina y es que, como suele  
pasar en todos los Alcores,  estamos ante un acueducto construido en el Alto Imperio Romano. De hecho la mina presenta diferentes modificaciones y reutilizaciones, cuya cronología aproximada queda  atestiguada por los diferentes elementos constructivos que podemos encontrar en las obras de entibado y refuerzo de determinadas zonas. La mina ha permanecido  en pleno uso hasta bien entrado el siglo XX. La  compañía inglesa conocida como “The Seville Water Works Company” la utilizó en el Siglo XIX para abastecer a la fábrica conocida como Adufe. Posteriormente pasó a estar gestionada por EMASESA que comercializó sus aguas y  permitió que la mina tuviera un mantenimiento periódico, al menos del sector de captación que esta bajo Alcalá ya que la galería de conducción a Sevilla fue destruida por las obras de los polígonos industriales que se construyeron en toda la zona. De esta época son los sellados de muchas lumbreras para evitar el taponamiento de los túneles con escombros y sedimentos. En años recientes la mina ha caído en desuso en gran medida por la contaminación de sus aguas y esto ha hecho que se deteriore rápidamente y no ya por la falta de mantenimiento sino por obras y remodelaciones de terreno que no han respetado su integridad.
 trazado aproximado de los  Caños de Carmona desde la Mina de Alcalá a Sevilla
 Imágenes de los Caños de Carmona antes de su demolición.
 Los orígenes de Alcalá son ha día de hoy inciertos. http://es.wikipedia.org/wiki/Alcal%C3%A1_de_Guada%C3%ADra .Toda la zona de los Alcores fue intensamente ocupada desde el Paleolítico, si bien los primeros asentamientos  que generaron en núcleos urbanos de cierta entidad se produjeron en la Edad del Cobre hace 4.500 años, como bien evidencian las necrópolis megalíticas cercanas como la de Gandul.  En el caso de Alcalá es de suponer que todos los antiguos asentamientos  hubieron de agruparse en torno al río y al  el cerro donde se levanta hoy día el castillo, lugar que es intensamente poblado hasta hace 3.500 años. Las pocas evidencias arqueológicas existentes  constatan una importante ocupación romana alto imperial y es sobre los restos de esta ocupación sobre los que se levantan los restos del castillo actual. Una gran fortificación de factura mudéjar y conocida en la antigüedad  como “El castillo de Geber” en honor del gran alquimista “El Gueber”,  nombre latinizado de Abu Musa Yabir Alsufi Hayyan,  importante e influyente personaje que vivió a caballo  entre  el siglo sexto y séptimo ,cosa que sabemos gracias a las alusiones del ya mencionado cronista  Ibn Sahid  Al-sala.
  En dos lápidas  de origen romano encontradas en los muros del castillo y  estudiadas por Rodrigo Caro se puede leer el nombre de  Ordo Hienipensium, en alusión a la ciudad de  Hienipa, asentamiento que hubo de existir en lo que hoy es Alcalá. El hecho de que el vocablo  Hienipa derive  del griego y no del latín  hace suponer a algunos historiadores  que hubo de ser fundada por griegos focenses que establecieron importantes asentamientos  a lo largo de toda Andalucía  durante el siglo sexto antes de Cristo, hecho que aunque puede ser  probable no ha sido corroborado  por la arqueología. Lo que si parece más que probable es  que ya desde tiempos de conolización romana (lo fue sin duda en época islámica)  Alcalá fuera un importante y estratégico bastión militar, rodeado de grandes Villaes y  asociado a la protección de la ciudad de Hispalis, pero no sólo eso, también debió ser uno de sus  principales suministros de agua. El hecho de que  Hienipa no fuera una gran metrópolis ya que no se ha conservado vestigios que así lo indiquen como anfiteatros, circos o grandes necrópolis hace injustificable la necesidad de  excavar  una mina de abastecimiento de agua de tal envergadura.  La mina de Alcalá  habría de abastecer una gran capital y no un pequeño asentamiento  y esta no puede ser otra que la gran  Hispalis romana. La gran fortificación almohade “qalat chabir” es conquistada por los castellanos en el 1.247. y sigue siendo un simple bastión militar hasta el año 1.280 en el que el Rey Alfonso XII le otorga Carta de Poblamiento, constituyéndose la llamada Villa de Alcalá. Es entonces cuando la ciudad se desarrolla extendiéndose desde el cerro del castillo a las llanuras circundantes y generando el trazado urbano actual, condicionado en parte por el trazado de la mina que se convirtió en la red principal de abastecimiento de agua.
Plano Esquemático de los trazados principales de la Mina de Alcalá.

Dibujo: José Millán.
 La mina ha sido objeto de diferentes estudios y mediciones. Hemos encontrado referencias de exploraciones con carácter espeleológico realizadas en el año 1977 por parte del grupo SAEX (Sociedad Ateneistica de Exploraciones). http://hemeroteca.abcdesevilla.es/detalle.stm
En años posteriores son destacables  las que hizo el alcalareño Vicente Romero Gutiérrez en los años ochenta o los que ha realizado más recientemente Francisco García Rivero. La mina también ha suscitado interés bioespeleológico en base a curiosos peces y anguilas ciegos encontrados en sus aguas, adaptados a la vida en la oscuridad total.  Tuve el privilegio de asistir a una de las  múltiples conferencias que  Vicente Romero organizó en Alcalá sobre la mina, ilustrada con toda una serie de fotografías de los diferentes sectores del acueducto. Además de las conferencias Vicente Romero publicó numerosos artículos en el periódico Alcalá Semanal donde relataba con detalle las diferentes incursiones en las galerías y donde daba cuenta de su trazado a lo largo del casco urbano y de los sectores que se dirigían desde el colector del Zacatin (situados en las afueras del pueblo) hacia Sevilla. Dedujo que la mina habría de ser romana en base a sus características y a los ladrillos que componían las bóvedas de refuerzo en los sectores entibados. Las charlas con Vicente Romero despertaron mi curiosidad por las minas y durante unos años estuve  también realizando incursiones e investigaciones en la mina, fruto de las cuales son las topografías, gráficos y fotos que publico en este trabajo. Mas recientemente el  grupo espeleológico GEOS, en base a un convenio de colaboración firmado con el Ayuntamiento ha estado realizando estudios y topografías de las galerías desde hace más de diez años, trabajo que se ha plasmado en diferentes publicaciones y conferencias.http://www.traianvs.net/pdfs/2010_08_geos.pdf

Gracias a las crónicas de Vicente Romero, que exploró las galerías años antes de que algunos tramos fueran destruidos, sabemos que la galería principal recogía el agua de  caudalosos manantiales subterráneos que él considero el origen de la mina y que afloraban  bajo la desaparecida ermita medieval  de Santa Lucía, cuya localización exacta (la ermita fue destruida en el siglo XIX, y se conocía sólo su emplazamiento aproximado)  ha sido confirmada gracias a unas excavaciones arqueológicas que han desenterrado parte de sus muros en la  zona conocida como “Los cercadillos” en las proximidades del recinto ferial. Junto a la ermita ha sido también excavada una necrópolis romana de los siglos III al IV después de Cristo.
http://www.arqueologiamedieval.com/noticias1/1131/alcala-confirman-la-ubicacion-exacta-de-la-ermita-medieval-de-santa-lucia.

«Los Cercadillos». Lugar donde se encontraba la Ermita de Santa Lucía y el origen de la mina.

Foto: José Millán.

 

Teatro Gutierrez de Alba , situado sobre El Molino de la Mina.

Foto: José Millán.
El Molino de la Mina. Foto: José Millán

Desde Santa Lucía la mina discurría  bajo el casco urbano pasando por el Molino de la Mina donde sus aguas eran utilizadas para mover sus rodeznos y desde aquí hacia el colector del Zacatín, lugar situado  las afueras del pueblo y justo al lado de la antigua carretera de Alcalá a Sevilla, que discurre paralela al río y donde hoy día se haya situada la  «Venta de los Ponis»  y  donde antiguamente estuvieron los lavaderos públicos  de los que sólo queda la galería subterránea  que los alimentaba que  como puede suponerse esta excavada  desde la mina.

El Zacatín. Zona donde se encuentra el colector de la mina. antes de ir hacia Sevilla

Foto: José Millán.

El recorrido total de este sector es de algo más de dos kilómetros, sin contar las bifurcaciones que existen y que captan manantiales secundarios. En el Zacatín, las aguas de Santa Lucía se unían  a las que transportaba una nueva galería que actualmente esta muy destruida por taponamientos y derrumbes y que según Vicente Romero recogía las aguas de unos importantes manantiales situados en las proximidades de la parroquia de San Sebastián (que fue el antiguo hospital de Alcalá). Este sector tiene un desarrollo algo menor y como sucede en la anterior galería cuenta con varias bifurcaciones que parecen captar agua de manantiales menores.

Lumbreras de la galería del Zacatín tras un rebaje del terreno .Foto: José Millán

Tiene la particularidad de que en un determinado punto se ha hecho descender la galería unos cinco metros para adaptarla al nivel de la de Santa Lucía que discurre a una cota más baja. Desde el Zacatín se desarrolla la  galería que se dirige hacia Sevilla siguiendo paralela a la carretera Sevilla-Alcalá en donde aún  se pueden ver las lumbreras en uno de sus  márgenes tapadas con unas características cúpulas. En este tramo hay una captación moderna que deriva el agua hacia la fábrica del Adufe, ya abandonada. La mina pasaba  por la zona conocida como Venta de la Liebre que es donde esta el cruce entre la antigua carretera Alcalá- Sevilla y la SE-30   y luego se dirigía  hacia lo que hoy día es el Polígono la Red, donde hasta tiempos relativamente recientes existió una caseta de registro de la mina o “arca de agua”.

Antigua carretera Alcalá-Sevilla. A la derecha se ven las lumbreras de la mina, espacidas cada veinte metros

Foto: José Millán.

 

Detalle de una lumbrera

La orografía del terreno, en suave pendiente hacia Sevilla provoca  que las galerías  y lumbreras vayan siendo cada vez menos profundas  hasta que acaban por salir al exterior, punto donde las aguas eran recogidas por una acequia y luego por los soberbios Caños de Carmona. Sabemos que la conducción discurría por las tierras de la barriada de Torreblanca, que por algo fue bautizada como “Torreblanca de los Caños” y que en este punto ya debería ir por un canal superficial ya que se encuentra a unos siete kilómetros del Zacatín y según nuestras estimaciones, considerando la profundidad de la galería en el Zacatín y  la pendiente hacia Sevilla no habría más de tres kilómetros de mina subterránea. Todo el tramo de mina desde la venta de la Liebre al polígono la Red  ha sido destruido por las obras de los polígonos industriales.

Galerías de la Mina de Agua de Alcalá.
Foto: José Millán

Lo que conocemos como el Acueducto de los Caños estaba compuesto por  410 arcos de   ladrillo y en algunos sitios a doble altura  y si cada arco tenía unos cuatro  metros de luz la longitud total del acueducto debería ser  de 1.640 metros. De los Caños sólo quedan unos pocos restos, concretamente tres tramos de unos cinco arcos dentro del casco urbano de Sevilla. Fue demolido en el año 1911 por la ampliación urbanística de la ciudad.http://es.wikipedia.org/wiki/Ca%C3%B1os_de_Carmona,

Se cree que el acueducto fue construido cuando Julio Cesar fue cuestor de Hispalis de  los años 68 a 65 antes de Cristo, junto con las murallas de la ciudad. Fue restaurado, como ya hemos referido, por orden del califa de Sevilla Abud Yacub Yusuf  en el año 1.171 y posteriormente en el siglo XIV, añadiendo algunos arcos más. Hasta que fue demolido estuvo en pleno uso proporcionando un caudal de agua potable de unos 5.000 m3.

Galería con un canal central . Foto: José Millán.

 

Lumbrera.Foto: José Millán.

En total, y contando todos los tramos subterráneos y aéreos podemos considerar al acueducto como una infraestructura de conducción hidráulica  de más de veinte kilómetros de desarrollo, por lo que creo que debería ser merecidamente considerado como una de las grandes obras de ingeniería hidráulica del Imperio romano en Andalucía. Lo increíble y penoso  del caso es que, no sólo este patrimonio único en Andalucía no acaba de estar debidamente reconocido sino que, como diferentes asociaciones llevan años denunciando, hoy día se siguen destruyendo y dañando las galerías subterráneas  de una manera impune y vergonzosa.

En cuanto a las características morfológicas de la mina que discurre bajo Alcalá  podemos distinguir tres sectores bien diferenciados:
Galería revestida .Foto: José Millán
La galería de Santa Lucía al Zacatin:

 Esta galería tiene una longitud  de más de  dos kilómetros y  se desarrolla en el eje Norte-Sur discurriendo en su mayor parte bajo el casco Urbano. Las galerías tienen unas dimensiones medias de 1,80X60 cm. Presenta tramos, algunos de más de cien metros, donde no hay lumbreras y donde hay lumbreras estas se sitúan a una distancia de entre 19 y 21 metros, guardando los patrones normales. La profundidad de las lumbreras varía con la orografía del terreno ya que la galería se mantiene horizontal con una ligera pendiente de no más de un 6 ó 7%. Las profundidades de las lumbreras van de los  8 a los 18 metros. Las encontramos tanto de sección rectangular como circular y no suelen tener más de dos metros de diámetro o lado. Existen varios tramos de refuerzo realizados  con bóvedas de medio punto de ladrillo, una de estas estructuras tiene más de treinta metros. Son sectores donde claramente existen betas de material blando y fue necesario entibar. Podemos encontrar ladrillos  de diferentes épocas y morfologías, desde el ladrillo ordinario romano de 29,6X22X0,6 cm. a ladrillos árabes y medievales utilizados en las diferentes restauraciones o en menor medida ladrillos especiales en forma de cuña o con bordes que deben ser originales. La galería tiene varias bifurcaciones de no mucho desarrollo que parecen en su mayoría más recientes que la galería principal. Es en este sector don encontramos el “Molino de la Mina”, justo debajo del Teatro Gutiérrez de Alba, situado en la Calle Nuestra Señora del Águila. Frente a la puerta principal del teatro existe una trampilla con un pozo de unos tres metros  que da acceso a la rampa que baja al molino y por donde antaño se sacaban los carros de harina a la calle, de hecho el teatro esta edificado sobre los cimientos de la antigua  casa del molinero. Este sector de la mina es el que mejor estado de conservación presenta gracias a las intervenciones de EMASESA. El molino de la mina es una obra muy singular y de origen y antiguedad incierta. Por los materiales con que esta construido ha de ser medieval. Es un molino de funcionamiento clasíco a base de atarjea y cubo para aprovechar el salto de agua por lo que está construido en dos niveles. Es un molino único en España y sólo se conoce uno parecido en Suiza.

Galería con un dique .Foto: José Millán

 

La galería de los manantiales de San Sebastián:

Esta galería aporta un importante caudal de agua al colector del Zacatin ,se encuentra mucho más deteriorada presentando diversos taponamientos y derrumbes. Se desarrolla en dirección Este para luego dividirse  en dos ramales a unos trescientos metros de desarrollo desde el Zacatin. La bifurcación toma  rumbo al Noroeste, hacia un manantial . En la zona del Zacatin encontramos derivaciones de la galería principal  destinadas a abastecer de agua a los antiguos lavaderos públicos, así como diversas captaciones recientes. También apreciamos algunas diferencias constructivas, siendo la más notable que  se desarrolle en dos niveles. Hay un punto en el que se hizo descender la galería unos cinco metros mediante un pozo y esto suponemos para buscar el mismo nivel que la que venía de Santa Lucía, esto implica que los manantiales de San Sebastián  estaban más altos que los de Santa Lucía y fue necesario hacer este salto para igualar niveles antes del colector del Zacatin. Otra diferencia morfológica es que esta galería  presenta una media de altura superior a los dos metros, llegando en algunos casos a los cuatro metros. A lo largo de la misma encontramos diferentes represas por lo que seguramente estas alturas fueran para almacenar agua.  Las anchuras si son coincidentes y las lumbreras se sitúan a los mismos patrones de distancia, de 18 a 21 metros y son preferentemente redondas. Otra particularidad es que es una galería con secciones muy cambiantes que en algunos puntos llega a ser en forma de huso o cuadradas, incluso hay tramos con una canal central excavada, cosa que no es propia de las galerías de origen romano por lo que pensamos que son modificaciones posteriores o son sectores más modernos, excavados en época islámica o medieval. Su trazado es sinuoso en muchos puntos por lo que se deduce que parte de la mina se excavó siguiendo un curso natural de agua. Es por tanto una galería puramente de captación,  que aporta agua  al colector principal siguiendo un venero natural  preexistente. Las profundidades de los pozos son mucho mayores llegando a los 18 metros, cosa debida a  la orografía del terreno, ya que la galería se desarrolla bajo un cerro. En esta galería no se aprecian refuerzos de ladrillo pero sí lucernarios a lo largo de todo el recorrido.

Sector de la galería de los manantiales de San Sebastian, donde se ha hecho descender la galería al nivel de la galería de Santa Lucía antes del colector del zacatin .

 

La galería del colector del Zacatin a Sevilla:
En este caso es una galería puramente de conducción por lo que presenta un rumbo  constante y lumbreras muy regulares a la distancia preestablecida de unos 19 a 21  metros (estas lumbreras son visibles en uno de los márgenes de la carretera de Alcalá a Sevilla y  están tapadas con pequeñas y características bóvedas), son pozos de secciones preferentemente redondas. Es una galería de la que sólo conocemos sus primeros metros ya que, como hemos comentado, ha sido en su mayor parte destruida,  pero lo que conocemos presenta una morfología y características muy similares a las galerías anteriores con unas secciones típicas de 2X0,70 metros. Desde esta galería se derivó el agua a la fábrica del Adufe, situada en las márgenes del Guadaira y es la que aportaba agua a los Caños de Carmona, su recorrido subterráneo habría de ser de al menos cuatro kilómetros ya que a parte de las lumbreras existía una gran caseta de registro o Arca de agua situada en lo que hoy es el Polígono la Red, situado a más de cuatro kilómetros del Zacatín, por lo tanto es sin duda el tramo de galería más largo.

 

Manantial en la Mina de agua de Alcalá.Foto: José Millán

Hay grandes paralelismos entre la mina de Alcalá y otras existentes  en los Alcores como la de Alcaudete,  http://minasdeagua.blogspot.com.es/2013/11/la-mina-de-agua-de-alcaudete.html tanto en morfologías constructivas (las distancias entre lumbreras y la tipología de los ladrillos de refuerzo son similares) como en materiales y esto es la prueba que debieron ser  construidas durante el mismo período que no es otro que el Alto Imperio Romano, sin embargo creo que la mina de Alcalá debe ser algo más antigua que la de Alcaudete ya que si aceptamos la cronología que se le atribuye a los caños de Carmona la mina debería también obedecer a esta cronología, es decir entre  los años 68 a 65 antes de Cristo. La mina de Alcaudete se construyó para mover molinos hidráulicos y esto no debió de ser hasta que los Alcores no hubieran alcanzado el suficiente desarrollo demográfico  para justificar una gran demanda de harina y esto no debió  de ser  al menos hasta finales del   Siglo I, cuando los Alcores estuvieron más intensamente poblados. Con lo cual podemos estar ante dos grandes obras hidráulicas del imperio romano con una diferencia cronológica de unos cien años. En este caso de Alcalá estamos ante  una mina de abastecimiento de una gran metrópolis  y en el caso de Alcaudete ante  una mina industrial para el movimiento de molinos hidráulicos. Las minas  industriales  tienen  ciertas  características peculiares que no tienen las minas de abastecimiento y es fundamentalmente  la gran altura a la que se excavan  las galerías principales con objeto de almacenar  una importante columna de agua.

Trazado aproximado de la Mina de Alcalá.

La longitud de la mina de Alcalá es sólo estimativa, ya que esta en parte destruida  pero debió alcanzar con seguridad los nueve kilómetros. La longitud total de la de  Alcaudete debe rondar los cinco kilómetros aunque podría ser más ya que todavía esta en exploración y medición .En resumen dos increíbles obras subterráneas que por desgracia no han sido reconocidas ni puestas en valor ni protegidas como lo que son. En el caso de Alcalá al menos hay estudios e iniciativas de  puesta en valor por parte del Ayuntamiento, a pesar de las agresiones que la mina sigue sufriendo. En el caso de la de Alcaudete es mucho más inverosímil y sangrante  ya que no hay ninguna institución ni organismo que tenga algún interés por la mina, más allá del que  tiene la Confederación Hidrográfica como acuífero o los propietarios de  las fincas colindantes como  suministro de agua. El hecho de que esta mina siga siendo el acuifero más importante de la zona y el nacimiento de una arroyo «El arroyo Alcaudete» ,  es lo que en parte  la ha preservado. La cosa llega a tal punto que la mina de Alcaudete  esta catalogada como árabe en algunas publicaciones  y es sencillamente porque nadie, hasta ahora, se ha molestado en catalogarla ni estudiarla. Como precedente habría que decir que  algo parecido sucedió con la Mina de Alcalá y Los Caños que durante años, fueron consideradas por algunos como  obras de origen islámico.